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Fundamentos de valorización de las empresas (página 3)



Partes: 1, 2, 3

Las dificultades a que nos referimos son de tipo
económico, es decir, pérdidas reiteradas. Para la
valoración de este tipo de entidades se inventó el
modelo de las oportunidades de inversión, aunque hay un
elemento que éste no contempla y que es la urgencia del
actual propietario de convertirse en vendedor, en caso de falta
de liquidez de la propia empresa o de otros negocios considerados
principales. Otro elemento de negociación que hay que
tener en cuenta es que la información sobre tales
oportunidades sólo está disponible para el
comprador potencial, al igual que las posibles
complementariedades con su actividad empresarial actual. Desde el
punto de vista fiscal, este modelo no considera la
compensación que el comprador puede ejercer con las
pérdidas de la sociedad adquirida.

El concepto de empresas en dificultades podrá
analizarse según dos criterios esenciales:

  • Criterios jurídicos: Estos criterios
    se basan en la ocurrencia o no de procedimiento judicial en
    la empresa. Son importantes porque modificarán
    simultáneamente las condiciones de compra, las partes
    negociantes y las decisiones de vender y elegir al
    comprador.

  • Criterios económicos: Estos criterios
    se basan en la situación por la que pasa la empresa,
    es decir, si está estructuralmente en dificultades o
    simplemente ha tenido un mal momento derivado de un accidente
    de tesorería. Es evidente que el objetivo ideal para
    el comprador es la empresa que potencialmente marcha bien
    pero que tiene dificultades de tesorería.

Existen varios tipos diferenciados de compradores de
empresas en dificultades:

  • Los profesionales de la compra: Son los que
    retoman las empresas, ya sea para crear una
    compañía más o menos potente, y sea para
    obtener un beneficio económico revendiendo las
    empresas después de acondicionarlas.

  • Los compradores individuales: Pueden ser
    miembros de la propia empresa que compran con el fin de
    conservar su empleo y realizarse profesionalmente, o bien
    ejecutivos que quieren ser independientes retomando un
    negocio, y sea éste sano o esté en
    dificultades.

  • Otras empresas de la profesión: Pueden
    ser empresas del grupo o consortes de acuerdos de
    cooperación e incluso competidores, clientes o
    proveedores. Sus motivaciones pueden ser ofensivas o
    defensivas. Entre las primeras estas: conquistar una cuota de
    mercado, integración vertical, eliminación de
    un competidor, etc. Entre las segundas: evitar el crecimiento
    de los competidores, conservar una salida para sus productos,
    defender sus aprovisionamientos, etc.

  • Los antiguos accionistas: Su papel es
    determinante cuando no existe procedimiento judicial, pues
    conservan el poder de ceder o no. Sin embargo, en caso de una
    suspensión de pagos, la ley le concede a los
    Tribunales la posibilidad de vender los títulos de los
    antiguos accionistas sin que dispongan de ningún
    recurso práctico.

  • Los órganos judiciales: Desde el
    momento en que la empresa es declarada en suspensión
    de pagos, los órganos exteriores nombrados por el
    Tribunal y el propio Tribunal se convierten en partes
    privilegiadas.

  • La dirección de la empresa: En ciertas
    ocasiones puede encontrarse ante dos situaciones: por un
    lado, puede decidir la venta a terceros de su propia empresa;
    por otro, puede decantarse por la adquisición de otras
    compañías. Debido a la influencia
    económica de ambas decisiones, éste es sin duda
    el más importante de los cometidos de la alta
    dirección, aunque normalmente se lleve a cabo con
    escasa o nula experiencia anterior.

Entre las empresas con dificultades es preciso
diferenciar aquellos casos en que su valor sea recuperable de
aquellos otros en que la empresa no tenga otra perspectiva que
disolverse. En este último caso, la valoración
tenderá a identificar la posibilidad de que ésta
disponga de un patrimonio realizable que sea positivo, en
términos netos. En el caso de quiebra patrimonial
jurídicamente declarada y ejecutada, no procederá
la valoración de la empresa, como tal, puesto que se
disuelve, pero sí la tasación de sus activos,
normalmente por parte de peritos.

En cambio, hay empresas que son más claramente
rectificables o reflotables, es decir, que después de su
transmisión pueden seguir funcionando. Para su
valoración, se estimará el activo neto y la
capacidad de la empresa rectificable de generar beneficios. Se
descontará un valor a término que contenga el
importe de la inversión a realizar (que será
computada como capital propio) contra el valor actual de las
rentas futuras, descontando el coste de oportunidad de dicha
inversión y el riesgo de no alcanzar las previsiones sobre
dicha renta.

Existen casos en que el propietario de la empresa tiene
un coste hundido inferior al valor actual de las pérdidas,
entonces estará dispuesto a pagar dinero por transmitir la
propiedad de su empresa. Es decir, teóricamente, puede
darse el caso de que se venda la empresa con un precio negativo.
Es el caso de los accionistas gestores de empresas con
déficit patrimonial, que temen que su responsabilidad o su
reputación queden afectadas en casos de insolvencia.
También puede ser ese accionista una sociedad matriz que
temen por la estabilidad de sus propias cotizaciones.

En caso de compra de acciones mediante precio negativo,
éste puede entregarse bajo forma de un contrato de
suministros en condiciones privilegiadas o una cesión del
control de la sociedad. También pueden concederse
condiciones especiales para saldar de deudas.

  • 3. LAS OPORTUNIDADES DE
    REESTRUCTURACION

La reorganización consiste en una revisión
de la estructura financiera de la empresa, incluyendo las
obligaciones a corto plazo, el pasivo a largo plazo y el capital
contable, con el fin de corregir gradualmente la imposibilidad
inmediata de cubrir los pagos urgentes. La reorganización
se puede llevar a cabo voluntariamente, con la cooperación
de los acreedores, de acuerdo con un plan aceptado por ambas
partes.

Una de las medidas a llevas a cabo es la prórroga
o periodo de solución que consiste en posponer las fechas
de pago por lo menos de una parte del pasivo a corto plazo de la
empresa, incluyen el pasivo a largo plazo que está a punto
de vencerse. La prórroga clásica la arregla el
banco de la empresa, el cual actúa como negociador
principal y vocero de los acreedores. Así que a corto
plazo, la empresa necesita reducir las cantidades fijas que
periódicamente tienen que abonar sus acreedores, y las
quitas o remisiones de deuda. Las moratorias concedidas por los
acreedores pueden no ser suficientes, por lo que deberán
ser complementadas con otras de mayor alcance.

La adquisición de empresas en dificultades
requiere normalmente un desembolso en concepto de
recapitalización o saneamiento, consistente en una
reorganización de la estructura de capital con el fin de
aliviar la carga del pasivo.

La política de reconversión industrial,
cuya finalidad es salvar lo que se pueda de las empresas en
crisis en ciertos sectores básicos, incluye tres tipos de
medidas tomadas por parte de la Administración
Pública. Dichas medidas son fiscales, financieras y
laborales.

Algunas de las ventajas de procesos de
reestructuración han sido las siguientes:

  • Implantación de medidas internas: Ante
    la crisis los equipos directivos emprenden con
    decisión medidas correctoras para aumentar la eficacia
    de la empresa. El ambiente es propicio para emprender audaces
    cambios en el organigrama, para acometer campañas de
    reducción de costes y en general para acabar con malos
    hábitos implantados.

  • Acuerdos entre empresas del sector: Pueden
    tener carácter comercial o técnico. La
    situación de crisis ofrece una oportunidad para que
    las empresas reconozcan si existe un exceso de oferta, en
    cuyo caso lo más juicioso es llegar a acuerdos de
    especialización abandonando la fabricación, los
    talleres peor equipados y concentrando la producción
    en los más eficaces.

  • Absorción por una empresa solvente:
    Entendiendo como tal una corporación grande, con
    capacidad financiera y de gestión La situación
    de crisis presenta a las empresas sanas una oportunidad
    excepcional para hacerse con el control de otras sociedades
    que han desbordado su capacidad financiera por problemas de
    liquidez, disminución temporal de la cuota de mercado,
    etc.

 

 

Autor:

Muñoz Duannys

Riverodubraska

Rodriguezrichard

Rodríguez Roxanna

Noriega Ernesto

Serrano Karelis

Enviado por:

PROFESOR:

Ivan Turmero.

Monografias.com

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA

"ANTONIO JOSÉ DE SUCRE"

VICERRECTORADO PUERTO ORDAZ

DEPARTAMENTO DE ING. INDUSTRIAL

CÁTEDRA: INGENIERIA FINANCIERACIUDAD GUAYANA, FEBRERO
2014

Partes: 1, 2, 3
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