La construcción textual escrita. Una alternativa en busca del éxito

Resumen

La construcción de textos escritos constituye una
de las principales dificultades comunicativas de los estudiantes
en los diferentes niveles de enseñanza por lo que exige
una minuciosa atención de los docentes independientemente
de la asignatura que imparta, así como de la conciencia y
actitud crítica de los mismos para enfrentar los
diferentes momentos concebidos para este proceso. Se propone una
posible vía para el desarrollo de habilidades que
conlleven a la autorrevisión de los textos escritos como
elemento de mayor incidencia negativa en la calidad de los textos
redactados, considerando que esta es solo una propuesta de varias
acciones que se pueden emprender en aras del logro de
profesionales cada vez mejor preparados para el desempeño
de la labor comunicativa.

The construction of written text is one of the main
communicative difficulties of student in all levels educative.
There for this process demands a price teachers" attention
independently of the subject they teach, thus the students'
conscience and attitude to face different moments to write the
text. It"s suggested a possible way for development of abilities
provided the self-revision of the written text. It is one the
most important negative element in the quality of the written
text. It is just a contribution of diverse actions to obtain a
better professional to fulfillment the communicative
labor.

Introducción

La atención a la expresión escrita ha sido
una de las tareas que el profesor de Español–Literatura
enfrenta con más dedicación por las "carencias" que
presentan los educandos en todos los niveles de enseñanza.
Es bastante difícil lograr que escriban más de una
cuartilla y cuando lo hacen, son diversos los errores que en el
trabajo aparecen.

Es este el motivo por el cual muchos estudiantes
rechazan la construcción textual. Ello obedece a que,
realmente, no han desarrollado suficientes habilidades para este
fin. No dedican el tiempo suficiente a la revisión cuando
han terminado de escribir y si lo hacen, no realizan una lectura
consciente para encontrar el error. De ocurrir lo contrario,
podrían rectificar algunos que estén a su alcance
detectar.

Es una preocupación en el quehacer de los
docentes que laboran en todos los niveles investigar acerca de
las principales causas que inciden en los problemas que presentan
los alumnos en la construcción de textos escritos y los
posibles modos de eliminarlos.

Una solución pudiera ser, enseñarlos a
enmendar los errores a partir del desarrollo de la habilidad para
autorrevisar lo escrito con una guía, por
ejemplo.

La
construcción textual escrita. Una alternativa en busca del
éxito

El lenguaje es un fenómeno social que tiene una
doble función: como reflejo del pensamiento y como
vehículo de la comunicación y de la
expresión, tema este que ha sido muy debatido por
filósofos y lingüistas desde la antigüedad: la
relación entre pensamiento y lenguaje, pues este
último sirve para establecer las relaciones entre los
hombres. De ahí que su estudio le interese,
particularmente, a la teoría marxista-leninista del
conocimiento, pues ve en la historia de la lengua uno de los
aspectos del problema básico de la

filosofía y considera que no es posible, por
tanto, tratarlo como una "facultad innata del
hombre"1.

Al formarse el lenguaje articulado se produjo un cambio
esencial en los procesos cognoscitivos del individuo. Demostrar
el innegable papel de lo histórico y social en la
creación y desarrollo del lenguaje permite establecer una
relación entre la forma de la actividad refleja cerebral
con las condiciones concretas de existencia de los seres humanos.
Según Vigotsky el desarrollo psicológico no es
posible sin la instrucción por lo que la educación
debe promover el desarrollo sociocultural y cognoscitivo del
alumno.

Al analizar el lenguaje como reflejo del pensamiento y
como vehículo de comunicación y expresión,
se aborda la relación que existe entre ellos, tema este
muy debatido por filósofos y lingüistas desde la
más remota antigüedad y que permite plantear el
origen social del lenguaje.

Pensamiento y lenguaje se condicionan mutuamente: la
palabra es necesaria para que surja el pensamiento, y el
pensamiento es la condición indispensable para que surja
la palabra. Pensamiento y lenguaje deben verse en una unidad
dialéctica, no de forma aislada, independiente.

Este enfoque sobre el estudio del lenguaje destaca la
función comunicativa del texto al entenderlo como un
proceso dinámico del habla y no como una unidad
estática de la lengua.

La rama de la ciencia que se encarga del estudio del
lenguaje es la Lingüística.

Esta ciencia, hasta el surgimiento de la
lingüística textual, era fundamentalmente
intralingüística, y en sentido general, consideraba
la oración como la unidad máxima. Con la
aparición del nuevo enfoque se centra el objeto de estudio
en el discurso y en el acto comunicativo. También se
incluye la posibilidad de estudiar las funciones que puede
desempeñar el lenguaje.

La lingüística del texto estudia tanto al
texto como el contexto en que tiene lugar el acto comunicativo;
de ahí la relevancia del mismo como unidad comunicativa
fundamental y no la oración o la palabra como se
había estado defendiendo por estudiosos de este tema. Lo
novedoso de este movimiento lingüístico radica en que
considera que la lengua no agota sus posibilidades comunicativas
con la oración, sino a través de unidades
superiores: los textos.

• 1. Angelina Roméu Escobar:
  Teoría y práctica del análisis del
  discurso. Su aplicación en la enseñanza. p.
  2.

En busca de
vías para la solución del
problema

Como los educadores tienen la misión de formar,
en las nuevas generaciones, individuos competentes, capaces de
comunicarse en cualquier situación que se les presente, el
programa director de Lengua Materna enfatiza en la necesidad de
propiciar el desarrollo de las habilidades comunicativas de los
estudiantes, tanto en forma oral como escrita, independientemente
de la materia que impartan. Deben lograr que los alumnos hablen y
escriban con sentido y corrección.

Como las redacciones y las composiciones constituyen el
punto culminante de la enseñanza y conocimiento de la
lengua escrita, se necesita lograr que los educandos aprendan a
organizar lo que piensan, a partir de la selección de las
estructuras necesarias, según el contexto y la
intención comunicativa: a comunicarse mejor en diferentes
situaciones; lo que significa, hablar, escuchar, leer y escribir,
empleando correctamente los medios que la lengua pone a su
disposición.

Para ello, el diseño curricular se ha organizado
por disciplinas, según los contenidos, sistemas de
conceptos y de habilidades que deben ser desarrollados por los
educadores, sin obviar los puntos de contacto que existen entre
esas disciplinas. Y a pesar de que los planes de estudio han sido
concebidos atendiendo a estos aspectos, y se trate la
expresión escrita como uno de sus componentes
fundamentales, no se ha logrado totalmente que todos los docentes
hayan interiorizado la importancia que tiene el darle continuidad
al tratamiento del mismo no solo en las clases de
Español-Literatura, sino también en el resto de las
asignaturas, donde también hay que redactar.

El acto de escribir, debe ir precedido de la
práctica oral. Si la práctica oral previa a la
ejecución de la redacción es insuficiente,
también lo será la redacción que resulte de
ella. Por eso se requiere del docente una atención
suficiente (etapa de orientación) antes de que el alumno,
solo, en la etapa de la ejecución, se enfrente a la
difícil tarea de construir el texto, y luego debe velar
porque el escrito sea revisado cuidadosa y convenientemente,
(etapa de control).

La pobreza y las insuficiencias del lenguaje influyen
negativamente en el desarrollo del intelecto, lo que afecta el
estudio de la lengua materna y su utilización en
diferentes situaciones comunicativas.

A hablar bien y escribir bien, se aprende hablando y
escribiendo bien.

Para lograr una buena redacción, hay que saber
seleccionar el tema y delimitar las ideas principales de las
secundarias, lo que permitirá una correcta
estructuración de las oraciones y de los párrafos;
luego hará lo mismo con el vocabulario que empleará
y la forma en que lo hará, lo que le garantizará su
propio estilo al exponer, narrar, describir o
argumentar.

La lectura es otra habilidad comunicativa. La lectura
influye tanto en la expresión oral como en la escrita,
contribuye al aumento del vocabulario. Permite que se pueda
interpretar, comentar, valorar, el pensamiento escrito. A
través de ella se obtiene información, se puede
analizar la estructura de la lengua a partir de los estudios
gramaticales de los propios textos o en expresiones relacionadas
con ellos; se aprende a concentrar la atención en lo que
se lee, buscando las ideas esenciales, para poder resumir o
reflexionar posteriormente. Su desarrollo se inicia desde la
enseñanza primaria.

Debe insistirse en la importancia que tiene realizar una
lectura correcta, consciente, fluida y expresiva. La lectura
también influye en el desarrollo de las habilidades para
la construcción textual escrita.

Desde la primaria el niño sabe qué son las
oraciones y ha aprendido a construirlas. También conoce
que ellas pueden constituir párrafos y que en cada uno se
desarrolla una idea, a la que se le llama idea central. Ya
conoce, además, cuáles son las categorías
gramaticales con que cuenta la lengua para establecer la
comunicación, las que pueden combinarse para formar los
sintagmas, oraciones, y párrafos. Ha redactado
composiciones en las que ha empleado las diversas formas de
presentación del texto. Debe tener dominio de los
principales "elementos" que conforman la lengua: los ha empleado
en diversas situaciones comunicativas.

Aun así las redacciones que construyen, no tienen
la calidad requerida.

Para lograr una redacción correcta, además
de tener en cuenta lo que se ha planteado anteriormente, es
recomendable efectuar una autorrevisión minuciosa,
detallada del texto escrito, tarea que no es realizada
generalmente por los estudiantes, que escriben todo lo que se les
ocurre, sin tener en cuenta los requisitos indispensables para
redactar y tampoco revisan posteriormente lo que han conseguido
plasmar en forma escrita. Así se encuentran con
frecuencia, ideas inconclusas o repetición de vocablos y
hasta frases enteras en la incesante búsqueda de un texto
más largo.

Autorrevisar un texto presupone un proceso donde el
alumno deberá lograr que la redacción le quede bien
organizada, bien estructurada, y que exprese el mensaje con
claridad. El desarrollo de tan importante habilidad debe ser
atendida desde los primeros grados de la enseñanza
primaria, desde que se comienza a redactar.

Rumbo a la
consolidación de la habilidad

Para redactar han de tenerse en cuenta tres importantes
etapas: orientación, ejecución y control, como ha
sido planteado por estudiosos del tema.

Es en la etapa de ejecución donde se
efectúa la autorrevisión, aspecto que se ha tenido
en cuenta para proponer una vía que contribuya a conseguir
que los alumnos redacten cada vez mejor.

La autorrevisión comienza desde la misma
selección de las palabras que se van a emplear en la
redacción hasta las combinaciones más diversas que
pueden lograrse en unidades superiores (sintagmas, oraciones,
segmentos o párrafos constitutivos de los propios
textos).

El docente diseñará actividades dirigidas
al desarrollo de habilidades para la revisión de los
textos y, en particular, para la autorrevisión. Para eso
deberá conocer cuáles son las incidencias negativas
más frecuentes en el proceso de construcción
textual (ortografía, usos de los signos de
puntuación, coherencia, entre otros elementos).

Ese proceso debe hacerse de forma consciente, teniendo
en cuenta los aspectos fundamentales relacionados con la
redacción, tales como la estructuración y
delimitación de oraciones, la coherencia, la calidad y
claridad de las ideas, el uso adecuado de todas las
categorías gramaticales así como la
ortografía correcta, la presentación, y la
correspondencia entre las formas de presentar el texto y los
elementos que las caracterizan; para lo que se deberá leer
en silencio, despacio, atentamente, el texto escrito para ir
descifrando cada palabra, comprobando si es la precisa y si
está en el lugar que mejor corresponde; ahí
descubrirá si le falta alguna, si existen errores de
ortografía que pueda detectar, si hay alguna falta de
concordancia, repeticiones innecesarias, si han quedado
inconclusas algunas ideas o si hay incoherencia.

Luego, el estudiante deberá adiestrarse en la
búsqueda del error y en la posible solución del
mismo a partir de la lectura del texto tantas veces como estime
necesario.

Para facilitar la autorrevisión del texto
podrá entregársele a cada estudiante una
guía elaborada para este fin que contenga algunos pasos a
tener en cuenta siempre que se vaya a revisar cualquier
escrito.

Para lograr este propósito se ha concebido una
guía que contiene actividades que pueden contribuir a
desarrollar la habilidad para autorrevisar los textos que se
construyan en cualquiera de las asignaturas del plan de estudio.
Ella puede ser utilizada por los alumnos hasta que logren
automatizar esta habilidad.

Para la confección de la misma se tuvo en cuenta
el conocimiento que poseen los estudiantes de los grados
precedentes sobre la redacción y la relación que se
puede establecer con los nuevos contenidos.

Guía para
la autorrevisión de un texto escrito

1.- Realizar la lectura del texto.

2.- Tener en cuenta si se dejaron los
márgenes y la sangría.

3.- Verificar si se utilizó la letra
mayúscula al inicio, después de cada punto y
seguido o punto y aparte.

4.- Analizar si se empleó la forma de
presentación del texto que se eligió y si se
tuvieron en cuenta sus requisitos.

5.- Detenerse en la estructuración
de las oraciones que conforman el texto. Si se ha olvidado poner
cada idea en una oración, hacerlo ahora. No olvidar la
colocación de los signos de puntuación que hagan
falta, así como el cambio de minúscula o
mayúscula, según la necesidad ocasionada por el
cambio.

6.- Leer nuevamente todo el texto para detectar la
desorganización de las ideas, repeticiones innecesarias,
errores de concordancia, omisiones. Si se ha repetido alguna idea
o palabra, eliminar la primera y, en el caso de la segunda,
sustituirla por un sinónimo, o por una frase que
signifique lo mismo.

7.- Leer nuevamente y detenerse en la calidad de lo que
se ha escrito. Tener en cuenta la escritura correcta de cada
palabra. Si es necesario, se debe consultar un diccionario o al
profesor.

8.- Leer por última vez y evaluar si se
escribió todo lo que se quería, si se
expresó con claridad el mensaje y si por fin se
quedó conforme con la redacción del
texto.

9.- Después de haber realizado la revisión
minuciosa del texto, presentarlo a los compañeros de aula
y evaluar atentamente los criterios que estos
expongan.

La oportuna intervención del profesor y la
utilización de la guía, en esta etapa, pueden
propiciar la sistematización de aquellos contenidos en los
cuales los estudiantes pudieran presentar dudas.

Como puede apreciarse, se insiste en la necesidad de
leer cuantas veces se considere necesario para desarrollar tan
importante habilidad.

Reflexiones
finales

Con esta guía que se sugiere, se espera
contribuir al desarrollo de la independencia cognoscitiva de los
educandos al convertirlo en el protagonista de su apropio
aprendizaje y podrá ser utilizada para los fines con que
fue concebida en cualquiera de las asignaturas del plan de
estudio.

Una vez más se demuestra que la enseñanza
se puede lograr a partir del desarrollo actual alcanzado y las
posibilidades de aprendizaje que tiene el escolar, como ha sido
planteado por Vygotsky.

Por otra parte, es importante destacar que con la
lectura, no solo de lo que ellos sean capaces de construir, sino
de cuanto material puedan, contribuirán también al
desarrollo de la habilidad para redactar al ampliar su caudal de
conocimientos, su léxico y familiarizarse con las
distintas formas que pueden emplear para dejar constancia escrita
de sus sentimientos, emociones, impresiones, de sus
conocimientos, con corrección y más
calidad.

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Autor:

Msc. Nelsy Eulalia Roger
González.

Msc. Rosa Marina Magariño
Lorente

Lic: Magalys Fajardo
Dorado

FILIAL PEDAGÓGICA CONTRAMAESTRE, PROVINCIA
SANTIAGO DE CUBA.