¿Universidad empresa o Universidad pública? El dilema en la Unison. (Mexico)
La Universidad de Sonora en México cumple el
día de hoy (15 abril 2,014) 46 días en huelga,
desde que el Sindicato de Trabajadores y Empleados decidió
paralizar las actividades de esta institución educativa
por violaciones al contrato colectivo de trabajo. A pesar del
tiempo transcurrido a las autoridades universitarias parece no
interesarles negociar con los huelguistas por lo que este
conflicto se perfila que durará más allá de
esta semana santa.
En este marco el Sindicato de Trabajadores
Académicos (STAUS), inició tardíamente las
negociaciones con las autoridades universitarias para la
revisión salarial correspondiente a este
año.
He tenido oportunidad de asistir a las reuniones de la
Comisión negociadora de ambas partes, que dicho sea de
paso, empezó a funcionar con un retraso considerable por
la falta de respuesta de las autoridades administrativas que se
negaban a iniciar el proceso de negociación con el STAUS
bajo el argumento de que la Universidad estaba en huelga por el
STEUS, lo cual deja poco tiempo para las negociaciones ya que los
académicos tenemos emplazada a huelga a la misma
institución para el próximo 30 de abril.
Al analizar las intervenciones de ambas partes creo
estar en condiciones de hacer algunas reflexiones que tienen como
punto de partida la Psicología de grupos y la
Psicología de las organizaciones, mismas que considero de
gran importancia poner en el tapete de la discusión para
entender la dinámica de funcionamiento de este grupo
formal y sobre todo comprender el porqué de los escasos
resultados obtenidos hasta la fecha.
Por un lado, se encuentra el pequeño grupo de
representantes de la Universidad de Sonora en la comisión
negociadora, entre los cuales se encuentran el abogado general de
la universidad, el Director de Recursos Humanos, el Secretario
particular de no sé quién y liderados por la
Secretaria General Administrativa María Magdalena
González Agramón.
Acerca de su funcionamiento puede decirse en principio
que es un grupo de personas girando en torno a su líder
formal, quien centraliza las intervenciones y sus
acompañantes casi no intervienen.
Quien lleva la voz cantante es la única mujer del
grupo que responde a todos los cuestionamientos hechos por los
académicos, toma el control de la palabra para replicar
los argumentos de los docentes, mientras que su séquito de
hombres solo se limita durante toda la reunión a
cuchichear entre sí o enviarse mensajes de texto
mutuamente. Sólo intervienen en forma muy ocasional a
petición expresa de la mujer que los liderea.
No hace falta ser un especialista en grupos para
determinar que el vínculo que mantienen entre sí
como grupo es el vínculo de dependencia y que su actitud
es de sumisión y obediencia para con la líder
formal, quien concentra el mayor número de intervenciones
en las discusiones con la parte de los
académicos.
En ese sentido puede afirmarse con gran certeza que
éste vinculo de dependencia y sumisión está
basado en el ejercicio permanente de un estilo
autocrático de liderazgo que se refleja en el hecho de
que nadie dice o hace nada sin la autorización de la
líder formal, que en este caso es María Magdalena
González Agramon, Secretaria General Administrativa de la
Universidad de Sonora.
Al relacionar el comportamiento de este grupo que se
observa completamente dependiente de su líder formal, con
el comportamiento que ha presentado en las últimas semanas
el líder formal de la Universidad de Sonora, heriberto
grijalva monteverde, quien funge como rector de la misma, veo que
de manera inevitable se llega a la misma conclusión de que
también éste último se inclina por una
filosofía de autoritarismo en el ejercicio de su cargo, lo
cual se refleja al ocultar la información sobre el manejo
de recursos financieros de la institución educativa, al
mantener una gran distancia con los que dice representar (ya sea
trabajadores o académicos) y al negarse a dialogar con
ambos sindicatos, sin importarle que uno de ellos (STEUS) lleva
ya 46 días en huelga, por la que la máxima casa de
estudios en Sonora se encuentra paralizada afectando a mas de
40,000 universitarios.
Vemos entonces que tanto el rector como la secretaria
general administrativa de la Universidad de Sonora coinciden en
el desempeño de sus cargos al comportarse abiertamente
como líderes autocráticos, que tienden a controlar
todo a su alrededor intentando inhibir la participación de
los demás, centralizan la toma de decisiones, controlan el
manejo de la información y tienden a manipular la misma a
favor de sus intereses personales. Aún cuando reciben
argumentos claros y contundentes que demuestran lo irracional de
sus respuestas, persisten en las mismas aún cuando
estén llenas de contradicciones o simplemente hacen mutis
cuando no pueden refutar cuestionamientos fuertes y
caros.
Por el lado del grupo de los académicos, se puede
ver que la Comisión negociadora se presenta
acompañada de un grupo amplio de personas (veinte personas
en promedio) que cuentan con gran antigüedad en la
Universidad ejerciendo sus cargos como académicos, con
altos niveles de especialización educativa en diversos
campos.
Es notable como este grupo de individuos (dentro de los
cuales me encuentro) toman el control de la reunión y la
conducen en forma ordenada, comparten todos la misma
información sobre los asuntos que se están
discutiendo, se turnan civilizadamente para hacer sus
intervenciones, utilizan como método la búsqueda
del consenso para tomar sus decisiones, se preocupan en forma
auténtica por desempeñarse como verdaderos
representantes ya que tienen que cumplir cuentas con sus
representados.
En base a las anteriores observaciones puede decirse sin
lugar dudas que funcionan como un verdadero equipo integrado
en el cual existe un liderazgo distribuido y compartido que puede
denominarse sin confusión alguna como liderazgo
democrático.
Al constatar esas condiciones y características
en su funcionamiento la inevitable conclusión es que
conforman un grupo integrado que funciona en base a la existencia
del vínculo de la colaboración entre sus
integrantes y que esto les permite exhibir un funcionamiento
similar a la de un equipo de trabajo donde la intervención
de uno complementa y refuerza la intervención de los
demás.
En este grupo de sindicalistas se puede apreciar en sus
intervenciones el alto nivel de preparación de los mismos,
ya que son académicos especialistas en diversos campos
(finanzas, administración, derecho, etc.), lo que les
permite tener intervenciones individuales que sin
excepción alguna, aportan elementos para generar un debate
de altura sobre lo que se está discutiendo en dicha
comisión negociadora (estados financieros,
administración de recursos, situación
económica del país, derechos laborales,
etc.).
Si partimos de la premisa de que todos los grupos
sociales tienen una estructura que está basada en su
cultura y de la cual se desprende su funcionamiento, y ubicamos a
estos dos grupos como parte integrante de una misma
organización, podemos decir también que estos dos
grupos tienen una percepción diferente de lo que debe ser
la organización a la que pertenecen, esto es la
universidad de Sonora y concepción diferente
también sobre lo que es la educación
universitaria.
La perspectiva
patronal
La actitud de las autoridades administrativas proyecta
una imagen de que ellos perciben a la universidad en forma
similar a la de una empresa, en donde el rector y autoridades son
los directivos que administran todos los recursos (financieros,
materiales y humanos) y pretenden tener un control absoluto sobre
todos los recursos. Los trabajadores y académicos son
reducidos a la condición de empleados al servicio de la
empresa y como tales son concebidos como recursos humanos que
deben ser "administrados" bajo su mando.
El carácter público de la universidad
desaparece en esta concepción y surge en su lugar el
concepto de rentabilidad propia de una empresa, por lo que su
función social de apoyo a la comunidad desaparece y es
substituida por la visión de una empresa que ofrece un
servicio a determinados clientes.
Los clientes de esta universidad-empresa vienen a ser
las empresas privadas que requieren profesionistas que les ayuden
a aumentar y control la producción. En ese sentido los
estudiantes vienen a consumir un producto-mercancía que es
una educación de tipo tecnocrático, no humanista
que les permitirá incorporarse al mercado. En este proceso
de degeneración la educación universitaria
también es reducida a la condición de una
mercancía que puede ser comprada por el mejor
postor.
La filosofía de administración de la
mercadotecnia en este proyecto de universidad-empresa considera
que la motivación principal de los clientes para consumir
su producto-servicio (estudiar pues) está basada en la
intención de estudiar una profesión para ganar
más dinero y a través de ello "lograr la
felicidad".
La obtención del dinero como meta principal en la
vida de toda persona en el contexto de una sociedad que padece
una anomia social, es decir, una crisis de valores. Cabe
mencionar que esta meta coincide con la meta que promueve la
"narcocultura" vigente en nuestra sociedad que plantea que lo
más importante en la vida es la obtención del
dinero.
Con esta "nueva universidad" que coincide en tiempos con
el "nuevo Sonora" del gobierno panista sonorense, intentan dejar
atrás aquellos tiempos en los que los estudiantes de la
Universidad de Sonora estudiaban motivados principalmente por una
vocación social, para "ayudar a los demás", para
"mejorar la sociedad", para "realizar un cambio social" y optaban
por ingresar a una universidad crítica y científica
para prepararse como agentes de cambio social.
Esta conversión de una universidad pública
como universidad-empresa no es gratuita, es el resultado de la
enajenación que proviene del sistema capitalista que
promueve una sociedad de consumo y que conduce la división
social, mediante la difusión de una ideología
individualista y competitiva, que impide ver a los demás
como parte de una unidad (comunidad universitaria) y que promueve
el consumo como medio para lograr "una buena vida".
A los ojos de este proyecto de universidad-empresa los
grandes problemas sociales como la desigualdad social, la
creciente pobreza económica, la corrupción e
impunidad, no interesan sólo importa satisfacer las
necesidades del mercado (las grandes empresas) para formar
profesionistas que tengan las "competencias" necesarias para
triunfar en un mundo de mayor competencia en el mercado y el
parámetro utilizado para medir el éxito es
invariablemente económico y se cuantifica con el nivel de
ingresos que obtienen las empresas y los egresados de las
universidades.
Bajo este esquema de la Universidad empresa, los
investigadores, docentes, científicos, intelectuales y
artistas que conformamos la planta docente de la Universidad de
Sonora pasaremos a ser los empleados al servicio del cliente que
formaremos en función de las necesidades del
"mercado".
Sólo falta que nos digan que "el cliente siempre
tiene la razón" y que sean los estudiantes mismos quienes
definan los contenidos de las materias que impartimos.
En este punto vale la pena aclarar el concepto de
mercado para saber de qué estamos hablando. Bajo una
perspectiva mercadológica, el mercado viene a ser "el
conjunto de personas, grupos u organizaciones que comparten
necesidades, deseos y expectativas que desean satisfacer y que
cuentan con la capacidad económica para demandar (comprar)
el producto o servicio que satisfacerá esas necesidades,
deseos o demandas".
Por lo anterior solo puedo decir que no puede haber
mayor insulto para un prestigiado grupo de académicos,
científicos o intelectuales que ser reducido a tal rol de
sirviente.
En el afán de lograr tal conversión de una
universidad pública a una universidad-empresa, se empieza
a manejar la idea de que la prolongada huelga de más de 46
días que paraliza la Universidad de Sonora se debe a la
ambición de los sindicatos universitarios que afectan los
derechos de "la esencia de la universidad" los estudiantes. No
mencionan que las autoridades administrativas se negaron a
reunirse con los sindicatos durante un largo período de
tiempo y que el rector no se ha presentado en ellas.
Para comprender mejor la situación, debemos
precisar que el proyecto de universidad empresa de heriberto
grijalba y compañía, coincide plenamente con parte
de los cambios sociales provenientes de la globalización
de los mercados, es decir, de la tendencia que se observa a nivel
mundial de privatizar todo tipo de productos y servicios, dentro
de los cuales la educación universitaria se pretende
reducir al nivel de una mercancía más.
http://resumen.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=8834%3Ael-trabajo-academico-el-asalto-neoliberal-a-las-universidades-y-como-deberia-ser-la-educacion-superior&catid=12%3Aeducacion&Itemid=56
Una mercancía que tendrá un valor alto ya
que se trata de educación universitaria, por lo que con
toda seguridad se encuentra dentro de sus planes el incremento de
todo tipo de cuotas para los estudiantes. Los trámites de
inscripción, la emisión de credenciales, la
presentación de exámenes extraordinarios y
profesionales, serán sin duda alguna los rubros en los que
se incrementará la tarifa de pago.
A los que intentan privatizar la universidad de Sonora
no les interesa la educación universitaria, el desarrollo
profesional de los docentes, ni el desarrollo profesional de las
nuevas generaciones de estudiantes, ni mucho menos el desarrollo
social de la comunidad sonorense.
Para lograr este fin, la administración
universitaria tiene necesidad de acabar con el obstáculo
que representan los contratos colectivos de los trabajadores
universitarios y por supuesto, debe eliminar a los propios
sindicatos universitarios.
Este es el motivo real por el cual no se ha logrado
solución alguna al conflicto de huelga en la Universidad
de Sonora y por el cual se espera que el STAUS sea empujado
también a lanzarse a la huelga porque la
intención de las autoridades es eliminar los contratos
colectivos que contienen los derechos de los trabajadores y
académicos universitarios y desacreditar a los sindicatos
universitarios para obtener apoyo social al momento de decretar
su eliminación.
La perspectiva
sindical
Por el otro lado, el Sindicato de Trabajadores
Académicos que cuenta con más de 2,000 afiliados,
tiene un historial que refleja la democracia como forma de vida.
La elección de sus dirigentes es en base a un sistema
democrático, su funcionamiento se rige en toma de
decisiones bajo consenso y su estructura es mas horizontal que
piramidal.
Cuenta con una inmensa mayoría de
académicos que han dedicado toda su vida a la
enseñanza universitaria de tal forma que un buen
número de ellos se encuentra ya en condiciones de
jubilación y otro mayor en prejubilacion, pero que
lamentablemente no lo pueden hacer por la corrupción
imperante en el Gobierno del Estado de Sonora que
"desapareció" $ 2,000 millones de pesos, del fondo de
ahorro de pensiones y jubilaciones ahorrado durante años
por los docentes, sin explicación alguna ni castigo a los
responsables hasta el momento.
Desde su inicio el Sindicato de Trabajadores
Académicos se ha caracterizado por su independencia de las
autoridades universitarias y por la solidaridad de clase que ha
establecido con otros movimientos sociales de la región,
lo que le ha adjudicado un indiscutible papel de liderazgo
social.
Los diferentes Comités Ejecutivos que han
integrado la dirección del STAUS a lo largo de su
historia, han buscado satisfacer en todo momento las necesidades
de estabilidad laboral, salud, y desarrollo profesional de los
integrantes de esta organización sindical.
La meta principal de las diferentes direcciones
sindicales ha sido la mejora constante y permanente de las
condiciones de trabajo de los académicos. En esta labor
han contado con el apoyo irrestricto de la base sindical que
parte de la premisa de que los docentes satisfechos
incrementarán su productividad y calidad académica
como docentes en beneficio de los miles de estudiantes de la
Universidad de Sonora con lo cual se espera mejorar la calidad de
la educación universitaria. Esta filosofía de
trabajo es lo que ha permitido posicionar a la Universidad de
Sonora dentro de las diez mejores universidades del
país.
La filosofía política de la que parte la
dirigencia sindical es producir ciencia para mejorar la cultura,
retomando el lema del STAUS "Ciencia y cultura". Con el
mejoramiento de las condiciones de trabajo de los docentes de la
Universidad de Sonora, se aumentará y mejorará la
producción del conocimiento científico y se
podrá hacer realidad el lema de la universidad de Sonora
"El saber de mis hijos hará mi grandeza".
Se pretende que los egresados de la universidad de
Sonora contribuyan el desarrollo económico y social del
estado y país mediante su intervención en los
diferentes grupos y organizaciones que conforman la comunidad
sonorense. El éxito se mide aquí en el nivel de
satisfacción obtenida por los usuarios de los servicios de
los profesionistas formados en la Universidad de Sonora, es
decir, los grupos y organizaciones que conforman a la comunidad
sonorense.
Los académicos que han entregado su vida
productiva al desarrollo de la Universidad de Sonora, han
asimilado el compromiso social que tiene una universidad
pública con la comunidad de la cual forma parte
integrante.
En esta revisión salarial del 2,014, está
claro para los académicos que la lucha no se limita a las
demandas por aumento salarial o mejoras en las condiciones de
trabajo. La huelga del sindicato hermano de trabajadores y
empleados de la Universidad de Sonora (STEUS) que por más
de 46 días ha tenido paralizada la institución
educativa, ha sido el espejo en el cual los docentes se han visto
para tomar consciencia de que la lucha de los trabajadores y
académicos universitarios debe centrarse en estos momentos
en la defensa del derecho de huelga, de los contratos colectivos
de trabajo, de la existencia misma de ambos sindicatos así
como del carácter público de la universidad de
Sonora.
Por ello mismo, la huelga del STEUS y la inminente
huelga del STAUS rebasan el ámbito de la lucha
económica y se inscriben en el marco de la lucha
política, lo que plantea la exigencia de la unidad en la
acción de ambos sindicatos.
La Universidad de Sonora se encuentra sumergida
actualmente en una crisis por la incapacidad de diálogo y
negociación de las autoridades universitarias y por el
vacío de liderazgo existente en su interior, las
autoridades han demostrado una actitud de cerrazón y
autoritarismo con el sindicato de trabajadores universitarios
prolongando mas allá de lo necesario una huelga de
fácil solución y actuando con dilación y
retraso en la discusión de las negociaciones con el
sindicato de académicos.
Este es el contexto que rodea actualmente a la
Universidad de Sonora que se encuentra en medio de dos proyectos
que pretenden hacerla suya. Dos proyectos que exigen una
definición de los integrantes de la comunidad
universitaria acerca del tipo de universidad y educación
que queremos.
Por un lado, el proyecto mediatizado y privatizador de
las autoridades universitarias que pretenden convertirla en una
universidad-empresa y por otro lado, el proyecto de los
académicos y trabajadores que intentan rescatar el
carácter público de la misma, defendiéndola
del saqueo de sus recursos por la corrupción de las
autoridades universitarias y que busca la transformación
de la universidad mediante un proceso de democratización
de su dinámica interna.
La comunidad universitaria debe tomar consciencia de que
la actual no es una revisión como la de otros años,
sino que está en juego el futuro de la Universidad de
Sonora, por lo que es necesario que todos nos sumemos en un
frente unido para defender a nuestra Alma Mater.
Mientras los estudiantes despiertan de su letargo,
saquemos las negociaciones adelante, solidaricémonos con
los trabajadores en huelga y empecemos a prepararnos para el
siguiente paso que es cambiar la antidemocrática ley 4 que
rige a la universidad de Sonora y que es la que permite la
centralización y prepotencia de las autoridades
administrativas.
Autor:
Oscar Yescas Domínguez