Jorge Luis Borges, ese gran
maestro de la literatura
contemporánea nos deja el legado de su obra, de su vida y
de sus enseñanzas mostrándonos que la riqueza va de
la mano al conocimiento,
que no hay que tener mucho dinero para
vivir más feliz. Se considera aristotélico por
estar en una constante búsqueda del Yo, de ese ser
individual que todos llevamos por dentro y que finalmente define
nuestra historia.
Cree en la Amistad como el
único fin importante, eso se demuestra en estas
conversaciones con su gran compañera María Esther
Vásquez en donde desnuda su pensamiento y
deja que sus ideas se posen en la conciencia de las
masas, las mismas que le gustaría que algún
día fueran verdaderos individuos.
La historia, ese universo de
épocas, de narraciones, de batallas y de grandes
transformaciones nos lleva a entender el ahora, el por qué
de nuestro tiempo. Y es que
no es gratuito el estar parados en este mundo con su
cúmulo de imperfecciones que contrastan con grandes
avances y descubrimientos… porque somos el fruto y el resultado
de un largo camino que nos deja como legado la realidad.
Bajo las ideas de grandes filósofos hemos construido nuestro
pensamiento, y tal vez sea esa la razón de lo que hoy en
día pensamos y cómo elaboramos nuestra sociedad;
Tales de
Mileto nos enseñó su teoría
según la cual el agua era la
fuente de vida; pasamos por el mundo pitagórico en donde
se plantea el universo de
los números; Sócrates,
con su método nos
deja el legado de construir el
conocimiento entre dos; con Platón,
creamos a Dios, luego llega Aristóteles para enseñarnos que
tener en cuenta la materia y la
forma son la mejor manera de construir algo y con Epicuro
aprendemos que la búsqueda del placer está en
encontrar cosas que no agoten, que no generen remordimiento y que
no enfermen. Concluye que el único placer básico es
el conocimiento.
Es así como luego de un legado de varias teorías
el hombre
puede escoger con cual configurar su existencia, Jorge Luis Borges
menciona en repetidas ocasiones su sed de conocimiento, el haber
gastado su dinero en comprar libros, aunque
no los pudiera leer, simplemente porque el contacto que
podía tener con ellos lo hacía feliz ya que pensaba
que gastarse el dinero en
otra cosa diferente era algo superficial.
"El infinito y el cero se parecen", con una apreciación
tan simple sacada de una anécdota en la que intentó
buscar a sus parientes en un directorio telefónico en el
que había tantas personas que se apellidaban Borges, pudo
concluir a manera filosófica que el infinito y el cero se
parecen porque era como si no hubiera nada de lo que él
estaba buscando. Estamos cargados de teorías que
plantearon filósofos antiguos, las aplicamos diariamente
en nuestras vidas y aún así no hemos podido
construir una humanidad conforme.
La cultura de
occidente se inicia en Sumeria, y son ellos precisamente quienes
crean los mitos, las
leyendas y las
consejas, elementos básicos en nuestra cultura que a pesar
de haber sufrido transformaciones, sigue muy creyente a las
narraciones orales, a lo fantástico y a todo aquello que
explique por medio de seres extraños el origen de las
cosas que la razón todavía no ha podido resolver.
De ellos heredamos también los parques y el jardín,
¿qué sería de los occidentales sin esa
elaboración de hermosos parques en donde se puede estar en
contacto con la naturaleza?,
espacios públicos o privados que dan rienda suelta a la
imaginación. Borges recuerda que con su hermana Norah
representaba apartes de Las mil y una noches en unos patios de
baldosa colorada y en un jardín con una palmera y un ceibo
que hacían las veces de "teatro". Recuerda
además, que creaban personajes basándose en las
historias de Verne y de Welles, lo que nos da a entender su
interés
por la literatura y la gracia de ser un erudito.
Ese conocimiento de Borges que hace que me asombre al leer esta
conversación, me hace pensar además en la
importancia de la literatura universal, cada gran cultura ha
tenido su fundamento en libros importantes que llevan bajo sus
composiciones narrativas la historia que corre por sus venas lo
cual se relaciona con las creencias religiosas que tiene, es
así como cuando Borges dice que "el fervor religioso ha
llevado a mucha gente, por ejemplo a Dante, a una obra admirable"
se refiere a las escrituras sagradas en las cuales está
inmersa la historia, por ejemplo para el Islam lo que
representa El Corán; para el Judaísmo, La
Torá y para el Cristianismo,
La Biblia.
Su erudición se la debe a la lectura, la
misma que le ha permitido aprender varios idiomas y por ende leer
grandes textos en donde se encierra el pensamiento de grandes
literatos. En el caso del inglés
lo sabe porque lo lleva en la sangre, en su
casa se hablaba este idioma a la par con el español,
pero en cuanto al alemán lo aprendió con un
ejercicio de lectura de la
obra El libro de las
canciones de Heine (motivado por leer a Shopenhauer), se ayudaba
con un diccionario de
alemán-inglés con el cual aprendió palabras
básicas que le ayudaron a comprender más
fácil el idioma. Lo mismo ocurre con el italiano, el
anglosajón y el francés. Compruebo una vez
más esa búsqueda incansable de conocimiento
planteada por varios de los grandes filósofos.
Hay un elemento en la vida de Jorge Luis Borges que me llama la
atención: el ser ciego. Para los antiguos
griegos aquel que era perfecto se debía ir a la guerra, ya que
los que no lo eran se destacaban en las artes. Esa
"imperfección" física de alguna
manera contrasta con la genialidad de su obra y lo hace parecer
aún más destacado e interesante debido a la
superación y a la idea de corroborar de nuevo que el
conocimiento es lo más importante y lo
superior.
Acercándome al tema de la sociedad, de la casa en donde
vivía Jorge Luis Borges y de la relación que las
viviendas del siglo
XX tenían con los conceptos antiguos, se puede destacar
que durante gran parte de sus conversaciones él
señala que la mejor clase social que existe es la media
porque son los que viven tranquilos, felices y sin muchas
preocupaciones. Comparando esta apreciación con la
historia, podríamos decir que Borges y su familia
corresponden a los burgueses (claro está, sin la necesidad
de lujo y de aceptación que estos buscaban), los cuales
desarrollan una gran arquitectura en
donde sobresalen los palacios. Con estas construcciones, que se
denominaban como las mejores viviendas, nace el concepto de lo
público y lo privado en los ambientes: cocinas,
habitaciones, cuartos y salones en donde se reciben a las
personas. La casa de Jorge Luis Borges estaba situada en un
departamento en un sexto piso de un edificio (recordemos que los
edificios se los debemos a los romanos quienes crearon los
barrios o ínsulas con construcciones de varios pisos), era
modesta, tenía tres cuartos, cocina y un recibidor o
living (como lo llaman en Argentina
). Se puede apreciar claramente que el concepto adoptado
durante el siglo XIV sigue vigente en nuestras sociedades .
También destaco el hecho de que en su habitación
estuviera dispuesta una biblioteca ,
lugar en donde se ordenan los libros, idea que heredamos de
Aristóteles, quien además nos dejó como
legado importante sus cuatro causas: la material (con qué
se va a trabajar), la eficiente (quién va a desarrollar
eso que voy a trabajar), la formal (lo que se logra) y la final
(para qué hicieron algo), esto se relaciona con la idea de
que las cosas tienen que tener un principio, un medio y un fin.
Borges se refiere al tema hablando de que pocas cosas
están entregadas al azar y que con el concepto de belleza
de Platón y el del orden de Sócrates se ha
establecido la necesidad de belleza y de orden en las obras
literarias.
Durante el Barroco , en
España
los grandes pensadores no podían expresar sus ideas porque
eran asesinados bajo las leyes de la
Inquisición. Por esto los que se dieron a conocer fueron
personajes de otros países como Francia ,
Inglaterra y
Alemania .
Borges cree en la idea de que la mejor muerte para un
escritor es la violenta, es por eso que nunca tuvo miedo a las
amenazas que le hicieron, a las falsas apreciaciones que tuvieron
de él… y en este punto reflexiono sobre nuestra
actualidad. Estamos presos del miedo y no existe libertad .
Parece que sólo heredamos de nuestros antepasados los
actos de violencia y de
banalidad. ¿Será ese el síntoma de nuestra
confusión ante un mundo que no parece tener
solución?.
"El laberinto es un símbolo evidente de la perplejidad y
la perplejidad ha sido una de las emociones
más comunes de mi vida". Para Aristóteles la
perplejidad es el asombro del cual surge la metafísica
y estos conceptos se reúnen en uno de sus grandes libros:
La Metafísica, en el cual habla de temas
filosóficos más allá de aquello que tiene
cuerpo. Borges elige el símbolo del laberinto porque cree
que la idea de un edifico construido para que alguien se pierda
es el símbolo inevitable de la perplejidad. Y es
precisamente en esa maraña en la que nos encontramos hoy
en día, aparentemente en un callejón sin
salida.
Ojalá la idea pitagórica de ver la historia como un
proceso
cíclico en donde se plantea que si el mundo tiene un
número limitado de elementos y además el tiempo es
infinito y si cada momento depende del momento anterior,
sólo basta que se repita ese momento para que se repita
todo lo demás, no llegue a cumplirse porque tal vez nunca
tendremos el mundo que soñamos y el que intentamos
construir. Y es que es muy difícil si tenemos en cuenta el
concepto del maniqueísmo heredado de los sumerios, es muy
complicado crear acuerdos comunes entre los que están a
favor del bien y los que están del lado del mal.
¿Pero qué es realmente lo bueno y lo malo en un
planeta en el que las culturas y creencias religiosas difieren
tanto las unas de las otras? Además nuestra cultura de
occidente, fundamentada en el Cristianismo proviene de una mezcla
de Israel y de
Grecia , somos
fruto de varios conceptos, de ideas que vienen arraigadas desde
hace siglos.
Borges hace una reflexión sobre la diferencia que existe
entre una época y otra, apunta a una consecución y
evolución (aunque no para bien) de la
historia. Dice que cada siglo es peor que el siguiente pero ese
mismo es mejor al anterior. Cada siglo tiene un distinto
porvenir, pero como lo dirían los pitagóricos, la
historia es cíclica. ¿Qué nos depara
entonces el futuro?, repetir la misma historia que gracias a
nuestro desconocimiento estamos condenados a "cargar".
La reflexión que me surge a raíz de esta lectura a
Borges, es la idea de que por qué si tenemos tantos
conceptos buenos de donde aferrarnos, estamos tan mal. Occidente
es la gran heredera de toda esa historia, tenemos ideas de
allí y de allá, de los sumerios, de los
judíos, de los islámicos, del siglo XVIII, del
XIX… pero de qué nos ha servido si cada día nos
hacemos más daño. Creo que uno de los grandes
problemas de
donde se deriva la situación actual, es nuestra poca
necesidad y sed de conocimiento que tenemos, nos limitamos a
producir para ser ricos, y dejamos una lado lo que nos dice el
saber y lo que está escrito en nuestra historia, como la
desconocemos estamos condenados a repetir los mismos errores del
pasado.
Autor:
María Camila Isaza