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Sistema Nervioso




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    Indice
    1.
    Introducción

    2. Células del sistema
    nervioso

    3. Sistema nervioso vegetativo o sistema
    nervioso autónomo

    4. Funciones de la
    sección simpática

    1. Introducción

    El sistema nervioso
    y junto con el sistema endocrino
    es quien desempeña las mayorías de las funciones del
    organismo tendiendo a mantener el equilibrio del
    medio interno (homeostasis).
    En general este sistema controla
    las actividades rápidas del cuerpo como contracciones
    musculares, m fenómenos viscerales que evolucionan
    rápidamente que incluso las secreciones de algunas
    glándulas endocrinas.
    Su división se realiza según:

    • La estructura
    • La dirección del flujo de dirección
    • El control de
      los efectores (ver gráfico nº 1)

    Según la estructura se
    divide en
    Sistema Nervioso
    Central
    Se integra por medula y encéfalo (comprendiendo
    únicamente solo las células
    que comienzan y terminan dentro de estos). Es el centro
    estructural y funcional de todo sistema nervioso.
    Allí se integran las piezas aferentes de informacion
    sensitivas, se evalúa la informacion y se inicia una
    respuesta aferente.

    Sistema Nervioso Periférico
    Esta formado por los nervios situados o región externa del
    sistema nervioso, estos pueden ser craneales (originados en el
    encéfalo) o raquídeos (espinales originados en la
    medula). Estos nervios cumplen función
    sensitivas y motoras, los nervios motores a su ves
    se dividen en somáticos que llevan informacion a los
    músculos estriados y el autónomo que lleva
    informacion al músculo liso, cardiaco y
    glándulas.

    Según la dirección del flujo de información
    Divisiones aferentes y eferentes
    Los tejidos del
    sistema nervioso
    central y periférico están constituidos por
    células
    nerviosas que forman vías de informacion
    centrípetas y vías centrifugas. Por este motivo,
    suele ser conveniente clasificar las vías neviosas
    según la dirección en que llevan la informacion. La
    división aferente del sistema nervioso esta formada por
    todas las vías centrípetas sensitivas o aferentes.
    La división aferente consta de todas las vías
    centrifugas motrices o eferentes. Lo s significados literales de
    los termino aferentes (que traen) y aferente (que lleva) ayudan a
    distinguir con mas facilidad estas dos secciones del sistema
    nervioso.

    Según el control de los
    efectores
    Es decir los órganos efectores que tiene a su cargo, esta
    división pertenece a las fibras motoras del sistema
    nervioso periférico y se realiza en:
    Somático: Tienen vías motoras (llevan informacion a
    los órganos somáticos – músculo
    esquelético), fibras sensitivas (que da una retro alimentación desde
    los efectores somáticos) y centros integradores que
    reciben la informacion de las vías sensitivas y generan
    señales motoras.
    Autónomo: es independiente del control voluntario aunque
    la mente consciente influye sobre este.
    Lleva información a los efectores
    autónomos viscerales que son los músculos lisos,
    cardiaco y las glándulas. Las vías eferentes del
    sistema autónomo pueden dividiese en simpático y
    parasimpático.
    La división simpática consta de vías que
    salen de las porciones medias de la medula espinal y prepara al
    cuerpo para resolver amenazas inmediatas al medio interno.
    Produce la respuesta ¨ lucha o huida. Las vías
    parasimpáticas salen del encéfalo o las porciones
    bajas de la medula espina l y coordinan las actividades normales
    del cuerpo en reposo.
    Las vías aferentes del sistema nervioso autónomo
    pertenecen a la división sensitiva visceral, que llevan
    información a los centros integradores autónomos
    del sistema nervioso central.

    2. Células del
    sistema nervioso

    Dos tipos principales de células forman el
    sistema nervioso, las neuronas y la neuralgia. Las neuronas son
    células excitables que conducen los impulsos que hacen
    posible todas loas funciones del
    sistema nervioso. En otras palabras, forman el
    ¨alambrado¨ de los circuitos de
    informacion del sistema nervioso. Por otra parte, la neuroglia o
    célula
    neurogliales no conducen información ellas mismas, pero
    apoyan de diversas maneras la función de
    las neuronas. En las secciones siguientes se describen algunos
    tipos de neuronas y neuralgias.

    Neuroglia
    El numero de células de neuroglia excede cualquier
    calculo. Una estimación sitúa la cifra en unos
    impresionantes novecientos billones, ¡nueve veces él
    numera estimado de astros en nuestra galaxia!. A diferencia de
    las neuronas, las células neurogliales conservan su
    capacidad de divición celular durante toda la madurez.
    Aunque esta caracteriztica las capacita para reemplazarce asi
    mismas, también las hace susceptibles a anomalías
    en la división celular, por ejemplo, el cáncer.
    Casi todos los tumores benignos y malignos localizados en el
    sistema nervioso se originan en células
    neurogliales.

    Las células neurogliales son:
    Astrocitos que constituyen el tipo de neuroglia mayor y mas
    numeroso. Telas de astrocitos forman vainas ceñidas en
    torno a los
    capilares sanguinios del encéfalo. Estas vainas y las
    estrechas uniones entre las células endoteliales que
    forman las paredes capilares encefálicas constituyen la
    denominada barrera bematoencefalica (BHE).
    Microglia: ingieren y destruyen microbios y restos celulares
    Células ependimarias: forman capas finas que resten
    cavidades llenas de liquido encéfalo y medula espinal.
    Los oligodentrocitos: son menores que los astrocitos y tienen
    prolongaciones mantienen unidas las fibras nerviosas y producen
    la banda de mielina.
    Células de Shwann: solo se encuentran en el sistema
    nervioso periférico en el que constituyen el equivalente
    funcional de los oligodentrocitos soportando las fibras nerviosas
    y formando la banda de mielina a su alrededor.

    3. Sistema nervioso
    vegetativo o sistema nervioso autónomo

    Denominado también sistema neurovegetativo, o
    nervioso autónomo, o involuntario, o visceral, o gran
    simpático, es aquella parte del sistema nervioso que
    regula las funciones vitales fundamentales que son en gran parte
    independientes de la conciencia y
    relativamente autónomas, es decir, las funciones
    vegetativas (aparato cardiorrespiratorio, glándulas
    endocrinas, musculatura lisa, aparato pilo sebáceo y
    sudoríparo, etc.).

    Embriogenesis
    En el curso de la quinta semana del desarrollo del
    embrión algunas células derivadas de la
    porción torácica de la cresta neural emigran a cada
    lado hacia la región colocada inmediatamente por
    detrás de la aorta. Estas células, denominadas
    neuroblastos simpáticos o simpatoblastos, van a constituir
    los dos cordones simpáticos primitivos. Algunos elementos
    de estos cordones emigran luego hacia el punto de reunión
    de las raíces dorsal y ventral de los nervios espinales,
    donde se forman los cordones simpáticos secundarios, de
    los cuales se originan las cadenas de los ganglios del
    simpático torácico. Los cordones simpáticos
    primitivos forman, por el contrario, los ganglios prevertebrales
    y preaórticos o periaórticos, los cuales se
    desplazan de su posición original para tener por
    detrás a los esbozos de la localización de las
    vísceras a las cuales deberán dar
    inervación. De una sucesiva prolongación hacia
    arriba y hacia abajo se originan, respectivamente, los cordones
    del simpático cervical y la porción lumbosacra, con
    los respectivos ganglios.
    Por lo que concierne al para simpático, los ganglios
    situados a lo largo de los nervios oculomotor, facial,
    glosofaríngeo y vago derivan de las células
    emigradas del sistema nervioso central o de neuroblastos
    diferenciados en los ganglios sensitivos del V, VII, y IX par de
    los nervios craneales.
    El S.N.A. está estrechamente unido con el sistema nervioso
    relación, con el cual tiene en común estructuras
    centrales y periféricas. Tiene un significado particular y
    una gran importancia las relaciones que éste posee con el
    aparato endocrino.
    Morfología: Para la descripción anatómica, el sistema
    nervioso vegetativo se subdivide en tres partes, estrechamente
    unidas entre sí por numerosas fibras aferentes y
    eferentes:

    • Diecefalocortical
    • Mecencefalo – bulbo – espinal
    • Perifericos

    Centros Neurovegetativos
    Superiores
    (diecefalocortical)
    Sistema Neurovegetativo Cortical
    En ellos se encuentra la integración más elevada de las
    actividades vegetativas. En zonas determinadas de la corteza
    cerebral, de las cuales las más importantes son la parte
    del lóbulo frontal, y el sistema límbico. La
    primera regula las funciones vegetativas (vasomotoras, sudorales,
    etc.) que acompañan a la actividad motora de los
    músculos esqueléticos y toma parte incluso en los
    procesos de
    integración recíproca entre
    actividad vegetativa y psíquica. En el sistema
    límbico tiene lugar una integración entre el estado
    emocional y las determinadas funciones vegetativas (motilidad
    gástrica, emisión de orina y heces, constancia en
    la presión
    arterial, etc.).

    Sistema Neurovegetativo Diencefálico
    En el diencéfalo se encuentran numerosos núcleos
    hipotalámicos, en relación con determinadas
    funciones metabólicas con el sistema endocrino, y con
    algunas manifestaciones fundamentales de la vida, como el
    sueño, la vigilia, el hambre y
    la sed.
    Centros neurovegetativos intermedio
    mecencefalo-bulbo-espinal
    y periféricos
    Comprende tanto centros nerviosos vegetativos situados en el eje
    cerebroespinal como fibras nerviosas aferentes y eferentes en
    relación con ellos. Ente ambos sistemas,
    simpático y parasimpático las fibras eferentes son
    sustancialmente de dos tipos: preganglionares, que se originan a
    nivel de la sustancia gris del tronco cerebral o de la
    médula y terminan en un ganglio, y postganglionares, que
    se originan de las neuronas ganglionares en contacto
    sináptico con las primeras y alcanzan al órgano
    efector. Ya que la distribución anatómica de los
    ganglios periféricos es notablemente diferente en
    los dos sistemas, las
    fibras pre y postganglionares simpáticas y respectivamente
    parasimpáticas, tienen diferentes longitudes. Los ganglios
    parasimpáticos están, de hecho, situados en las
    cercanías del órgano efector o, por
    añadidura, en el espesor de la pared de este
    último: las fibras parasimpáticas preganglionares
    son, por lo tanto, mucho más largas y las postganglionares
    mucho más cortas. Los ganglios simpáticos, por el
    contrario, constituyen una doble cadena (cadena del
    simpático) que se extiende en posición
    laterovertebral, desde la base del cráneo hasta el
    cóccix: las fibras preganglionares tienen, pues, un curso
    muy corto y las postganglionares muy largo.

    Sistema Nervioso Simpático
    Anatomía
    fisiológica del sistema nervioso simpático
    La figura 3 muestra la
    organización general de las porciones
    periféricas del sistema nervioso simpático, que
    incluye una de las dos cadenas de ganglios simpáticos
    paravertebrales situados a ambos lados de la columna vertebral,
    dos ganglios prevertebrales (el ganglio celíaco y el
    hipogástrico), y los nervios que se extienden desde los
    ganglios a los diferentes órganos internos. Los nervios
    simpáticos se originan en la medula espinal entre los
    segmentos D1 y L2, y desde allí se dirigen primero a la
    cadena simpática, y luego a los tejidos y
    órganos que son estimulados por los nervios
    simpáticos.

    Sistema Ortosimpático
    El sistema simpático u ortosimpático está
    compuesto, en los dos lados del cuerpo, por una cadena de
    ganglios, ganglios simpáticos vertebrales, reunidos entre
    sí por cordones longitudinales intermedios de fibras
    nerviosas, formando dos troncos (cadena del simpático) que
    tienen su curso desde la base del cráneo hasta el
    cóccix, disponiéndose antero – lateralmente
    respecto a la columna vertebral. Los ganglios vertebrales, con
    relación a su localización, se distinguen en
    cervicales, torácicos, lumbares, sacros y
    coccígeos. Para cada lado, los ganglios cervicales son
    tres (de los cuales el superior es mucho más grueso), los
    torácicos once, los lumbares cinco y los sacros cuatro.
    Sus dimensiones varían, oscilando, por lo general,
    alrededor de un cm de diámetro; tienen aspecto fusiforme u
    ovoidal; son consistentes y aparecen de un color gris
    rosáceo. También los cordones intermedios que unen
    los ganglios vertebrales entre sí, tienen un color gris
    rosáceo, siendo, por lo demás, simples, a veces
    dobles, y estando constituidos principalmente por fibras
    nerviosas amielínicas. Todos los ganglios vertebrales
    están en conexión con los nervios espinales
    mediante las ramas comunicantes, que se originan del tronco del
    nervio espinal apenas constituido o de la rama anterior del
    mismo. Las ramas comunicantes con los nervios torácicos y
    con los primeros dos o tres nervios lumbares dan como resultado
    una rama comunicante blanca, formada esencialmente por fibras
    mielínicas, y una rama comunicante gris, formada
    preferentemente por fibras amielínicas; las cervicales,
    las últimas dos o tres lumbares y los nervios sacro y
    coccígeo poseen ramas comunicantes grises solamente. De
    los troncos del simpático se originan las ramas
    periféricas, constituidas preferentemente por fibras
    amielínicas, la mayor parte de las cuales siguen el curso
    de los vasos arteriales. Antes de distribuirse por los
    órganos, muchas ramas se ponen en relación con los
    ganglios situados por delante de la aorta torácica y
    abdominal (ganglios preaórticos o prevertebrales) y luego,
    en su curso último, se disponen en forma de plexo
    alrededor de los vasos arteriales terminales, siguiéndolos
    en su distribución entre los órganos. A lo
    largo de estos plexos se encuentran ganglios periféricos y
    terminales, que a veces, especialmente en la cercanía de
    los órganos, pueden estar representados sólo por
    células aisladas (metasimpáticos).

    Las ramas periféricas del simpático
    contienen fibras eferentes y aferentes:
    Las fibras eferentes preganglionares se originan de las
    células de pequeñas dimensiones y de aspecto
    estrellado que se sitúa en la sustancia gris del asta
    lateral de la médula espinal en el tramo comprendido entre
    el primer segmento torácico y el segundo o tercer segmento
    lumbar (células radiculares viscerales). Los abones de
    estas células (fibras preganglionares mielínicas)
    salen de la médula con las fibras somatomotoras, es decir,
    con las raíces anteriores de los relativos nervios
    periféricos torácicos y lumbares, pasando al
    respectivo ramo comunicante blanco y alcanzando el tronco del
    simpático, y terminan en un ganglio vertebral, que puede
    ser aquel del nivel correspondiente, o superior (hasta el ganglio
    cervical), o inferior (hasta el ganglio coccígeo); a la
    vez, atravesando el tronco del simpático, o recorriendo en
    un ramo periférico que emana del tronco, se sitúan
    más lejos, hasta llegar a un ganglio prevertebral o
    peraórtico o a un ganglio todavía más
    distal. En este caso la rama periférica que él
    contiene debe ser considerada como la continuación de la
    rama comunicante, alargándose considerablemente: los
    nervios esplácnicos son el ejemplo más
    significativo. Las fibras preganglionares llegan al ganglio
    simpático, arborizándose alrededor de las
    células, originándose de estas arborizaciones las
    fibras postganglionares, generalmente amielínicas,
    destinadas a los órganos periféricos. Algunas de
    estas fibras, a través del ramo comunicante gris, pasan a
    los nervios espinales y se distribuyen a la musculatura lisa, a
    las glándulas de la piel y a los
    vasos de los miembros, de la pared del dorso, de las meninges y
    del raques; las otras, que pueden nacer también de
    ganglios más periféricos, siguen el curso de los
    vasos sanguíneos, inervando las vísceras del
    tórax y del abdomen y diferentes estructuras de
    la cabeza. Reciben fibras de los nervios periféricos del
    simpático al ojo, los vasos y las glándulas
    endocrinas, el corazón,
    los pulmones, el aparato digestivo
    y las glándulas anexas y el aparato urogenital.
    Las fibras aferentes o sensitivas se originan de una célula en
    T situada en los ganglios espinales, no diferenciable
    histológicamente de las neuronas sensitivas de los nervios
    cerebroespinales. La prolongación periférica de
    esta célula se inicia en una terminación nerviosa
    situada periféricamente o en los músculos lisos, o
    en las paredes de los vasos, o en un órgano
    periférico del sentido, y corre por los troncos nerviosos
    junto con las fibras eferentes y las fibras somáticas. Las
    prolongaciones del cuerpo y de los miembros llegan a la
    médula, pasando directamente al nervio correspondiente
    raíz posterior. Los que, por el contrario, derivan de los
    órganos viscerales torácicos y abdominales y de las
    paredes de los vasos recorren en las ramas periféricas del
    simpático, alcanzando un ganglio de la cadena y de
    allí, pasan a la raíz posterior del nervio espinal.
    Las prolongaciones próximas de la célula
    en T penetran en la médula de la raíz posterior,
    poniéndose en relación, directamente o mediante
    neuronas asociativas, con las células de origen de las
    fibras preganglionares, e integran así los arcos reflejos
    del sistema autónomo y de los centros vegetativos
    superior, Diencefálico y cortical.
    Las dos cadenas del simpático, compuestas, por los
    ganglios vertebrales y por los cordones intermedios que les unen,
    están extendidas en toda la longitud de la columna
    vertebral, desde la base del cráneo hasta el
    cóccix, de manera continua. Las dividiremos en cuatro
    segmentos: cervical – torácico – lumbar
    – pélvico:

    Simpático Cervical
    Esta formación nerviosa se apoya sobre la aponeurosis
    prevertebral, que la separa de los músculos largos del
    cuello y largo de la cabeza, por delante de las apófisis
    transversas de las vértebras cervicales. En su curso
    descendente se encuentra colocada por detrás e
    internamente al fascículo vasculonervioso del cuello,
    más exactamente por detrás de la vena yugular
    interna: cerca de la apertura superior del tórax se
    desplaza lateralmente y cruza la cara posterior de la arteria
    subclavia, en las cercanías del origen de la arteria
    vertebral. Las neuronas preganglionares están en el
    segmento torácico y cervical de la médula, de donde
    las fibras preganglionares salen por la vía de los ramos
    comunicantes blancos torácicos, para unirse con las
    neuronas postganglionares de los ganglios cervicales; de hecho,
    estos últimos están unidos a los nervios espinales
    por ramos comunicantes grises, que no contienen fibras
    preganglionares, sino blancas. A lo largo del tronco
    simpático cervical se intercalan tres ganglios, en parte
    fusionados entre sí: cervical superior, cervical medio y
    cervical inferior. El ganglio cervical superior, que es el
    más voluminoso, se encuentra a la altura de la
    apófisis transversa de la II y III vértebras
    cervicales y está en relación con el
    fascículo neurovascular del cuello y con los nervios
    glosofaríngeo, hipogloso y vago, con los cuales
    también tiene anastomosis. Recibe fibras preganglionares
    de los primeros cuatro nervios torácicos. De las fibras
    postganglionares algunas pasan a través de los ramos
    comunes grises y alcanzan los primeros tres o cuatro nervios
    cervicales para inervar los vasos, folículos
    pilíferos y glándulas sudoríparas de las
    regiones correspondientes; otras se unen con los ganglios
    situados en las cercanías; otras, por último, van a
    constituir las ramas periféricas. De éstas, algunas
    revisten particular importancia:
    El nervio carotídeo interno, que se desplaza de la
    extremidad superior y se coloca por arriba con la arteria
    carótida interna, alrededor de la cual forma primero, a la
    altura del canal carotídeo, el plexo pericarotídeo
    (del cual derivan los nervios carotidotimpánicos), y, a la
    altura del seno cavernoso, el plexo cavernoso. Este último
    da lugar a otros plexos alrededor de las ramas que salen de la
    carótida interna, como el plexo oftálmico y los
    plexos de la arteria cerebral anterior y media; se une
    además, mediante el nervio petroso profundo, con el
    ganglio esfenopalatino; da ramas que, a través del ganglio
    ciliar, se distribuyen en el iris, y otras para los
    músculos del ojo, hipófisis y meninges.

    El nervio cardíaco superior
    Las ramas vasculares viscerales que van a constituir los plexos
    carotídeos común, carotídeo externo,
    tiroideo superior, submaxilar, faringe, laringe, etc.
    El ganglio cervical medio, situado a la altura de la V – VI
    vértebras cervicales, es el más pequeño e
    inconstante; da fibras a través de los ramos comunicantes
    grises al V y a veces también al IV y al VI nervios
    cervicales, ramas para las arterias tiroideas y da origen al
    nervio cardíaco medio.
    El ganglio cervical inferior, situado a la altura de la primera
    costilla, a veces se fusiona con el primer ganglio
    torácico, constituyendo el ganglio estrellado o
    cervicotorácico. Está unido, a través de los
    ramos comunicantes grises, con los últimos nervios
    cervicales y con el primer torácico; da ramas vasculares
    que forman los plexos subclavio, tiroideo inferior, mamario
    interno y vértebra; de él se origina el nervio
    cardíaco inferior.

    Simpático Torácico
    En la región torácica el tronco simpático
    desciende verticalmente sobre cada lado de la columna vertebral,
    por delante de las articulaciones
    costovertebrales; pasa delante, cruzando los vasos y nervios
    intercostales y está cubierto por la pleura parietal. El
    de la derecha recorre desde la IV hasta la X vértebras,
    por detrás de la vena ácigos, y el de la izquierda,
    en la parte más alta, corre por detrás del arco y
    la porción descendente de la aorta; atraviesa el diafragma
    por una fisura colocada entre el pilar anterior y el intermedio,
    alcanzando así la cavidad abdominal. Por lo general, los
    ganglios torácicos son doce, pero suelen, de hecho, ser
    once, ya que el primero está unido al último
    cervical, formando el ganglio estrellado. Tienen una
    disposición aproximadamente segmentaria y, en general, son
    de pequeño volumen. Cada
    ganglio torácico está unido con el respectivo
    nervio espinal torácico por medio de los ramos
    comunicantes blancos (a través de los cuales pasan las
    fibras preganglionares y las fibras aferentes viscerales) y por
    los ramos comunicantes grises (a través de los cuales
    pasan las fibras preganglionares y las fibras aferentes
    viscerales) y por los ramos comunicantes grises (a través
    de los cuales pasan las fibras postganglionares, que alcanzan
    así las raíces posteriores). De las ramas
    periféricas que parten de los ganglios, algunas se
    distribuyen a lo largo de las arterias intercostales; la mayor
    parte, por el contrario, tiene una distribución diferente,
    según que deriven de los ganglios superiores o de los
    inferiores. Las superiores provienen de los primeros cinco o seis
    ganglios torácicos, permaneciendo en la cavidad
    torácica, constituyendo los plexos pulmonares,
    aorticotorácico y esofágico. Los inferiores,
    formados todos ellos por fibras preganglionares, no paran en los
    ganglios vertebrales, constituyendo los nervios
    esplácnicos. El nervio esplácnico mayor se forma a
    la altura de la XI vértebra torácica, por la
    unión de las ramas que se desplazan del VI al IX – X
    ganglios torácicos; atraviesa el diafragma, en general
    junto al interior del nervio esplácnico menor, entre el
    pilar anterior y el intermedio, y tiene su curso en el abdomen,
    cubierto por el peritoneo, entre la aorta, en su lado interno, y
    la suprarrenal, en su lado externo. A la derecha, tiene por
    delante, y lateralmente, la vena cava inferior; llega al
    correspondiente ganglio celíaco a nivel de la arteria
    celíaca. Las ramas que provienen del 10 – 12º
    ganglios torácicos se unen en las proximidades del
    diafragma, constituyendo el nervio esplácnico menor (que
    se abre en dos ramas, el esplácnico mínimo), y que
    da ramas superiores al ganglio celíaco y ramas inferiores
    al plexo renal.

    Simpático Lumbar
    La parte lumbar del tronco simpático corre sobre la
    superficie anterolateral simpático corre sobre la
    superficie anterolateral de la columna lumbar, medialmente en los
    orígenes del músculo psoas mayor; a la derecha
    está la vena cava inferior, que lo recubre durante toda su
    extensión; a la izquierda está la aorta, que lo
    recubre parcialmente. Esta sección contiene, en general,
    cinco ganglios, a veces cuatro, unidos entre sí por
    cordones intermedios y con los nervios espinales mediante los
    ramos comunicantes. De ellos se originan fibras nerviosas que se
    ramifican a lo largo de las arterias lumbares y ramas directas
    que van al plexo celíaco y al plexo aorticoabdominal.
    El Plexo Celíaco o Solar es un plexo de gran importancia,
    dependiente principalmente de la parte torácica y lumbar
    del simpático y del vago. Es un plexo impar, situado en la
    parte profunda de la región epigástrica, por
    delante de la aorta abdominal y de los pilares del diafragma, y
    por encima del páncreas, bajo la bolsa del omento,
    alrededor del origen de la arteria celíaca y de la arteria
    mesentérica superior. En su parte superior, a
    través del orificio aórtico del diafragma, se
    continúa con el plexo aorticotorácico; en su parte
    inferior se extiende hasta las glándulas suprarrenales y
    hasta el origen de las arterias renales. Está formado por
    algunos ganglios y por un fino entrecruzado de fibras aferentes y
    eferentes. Las ramas aferentes están formadas a su vez por
    nervios esplácnicos, por fibras del simpático
    lumbar, por ramas celíacas del vago derecho y ramas
    musculares que provienen de los nervios frénicos. Las
    ramas eferentes se ramifican en diferentes direcciones y
    participan en la formación del plexo celíaco y de
    los plexos secundarios. Los ganglios principales del plexo
    celíaco, ganglios celíacos, son, por lo general,
    dos, del volumen de una
    habichuela, situados sobre cada lado de la aorta abdominal, sobre
    los pilares del diafragma, por encima del páncreas e
    internamente de las suprarrenales. Por su forma han sido
    denominados también ganglios semilunares. El de la derecha
    recibe en su extremo lateral al nervio esplácnico mayor y
    en su extremo interno las ramas celíacas del nervio vago;
    estos nervios se unen entre sí con el intermedio del
    ganglio, formando el asa memorable de Wrisberg. El de la
    izquierda, unido al de la derecha por ramas que se entrecruzan
    alrededor del origen de la arteria celíaca, recibe ramas
    del esplácnico mayor, del esplácnico menor y del
    frénico, sin por ello entrar en conexión en
    correspondencia con el vago. Junto a estos dos ganglios
    principales, unidos a ellos y entre ellos, se encuentran los dos
    ganglios aórtico renales, a nivel del origen de la arteria
    renal, y los dos ganglios mesentéricos superiores, en las
    proximidades del origen de la arteria mesentérica
    superior. Del plexo celíaco se originan los plexos
    secundarios, a veces provistos de pequeños ganglios, que
    siguen, por lo general, las arterias y que se pueden distinguir
    en plexos pares (frénico, suprarrenal, renal,
    espermático o útero-ovárico en la mujer) y
    plexos impares (esplénico o lineal, hepático,
    gástrico superior, mesentérico superior,
    aórtico abdominal, hipogástrico, pancreático
    e iliaco).
    El plexo aorticoabdominal representa la continuación
    inferior del plexo celíaco y se extiende por delante de la
    aorta hasta su bifurcación. Está constituido
    esencialmente por dos cordones, uno por cada lado, unidos por
    filamentos transversales. Da varias ramas, entre las cuales las
    más importantes son aquellas que forman el plexo
    mesentérico inferior.

    Simpático Pélvico
    La parte pélvica del simpático, que continúa
    la parte lumbar, corre sobre la cara anterior del sacro,
    internamente a los orificios sacros, por detrás y
    lateralmente al recto. A la altura de la I vértebra
    coccígea las dos cadenas se unen mediante una simple asa o
    con la interposición de un pequeño ganglio mediano,
    el ganglio coccígeo. Los ganglios pélvicos o sacros
    son generalmente cuatro; de ellos parten ramas médiales
    anteriores que siguen el curso de las arterias y entran
    principalmente en la formación de los dos plexos
    pélvicos, situados medialmente a la arteria
    hipogástrica, a los lados del recto y de la vejiga. El
    plexo pélvico es el más conspicuo de los plexos que
    da el simpático y tiene una gran analogía con el
    plexo celíaco, y con éste recibe fibras
    parasimpáticas, exactamente del parasimpático
    sacro. De los plexos pélvicos salen numerosos plexos
    secundarios: hemorroidal medio, vesical, deferencial,
    prostático, cavernoso del pene, útero-vaginal y
    cavernoso del clítoris.

    Neurotransmisores y receptores autónomos
    Los terminales axónicos de las neuronas autónomas
    liberan uno de los siguientes neurotransmisores: noradrenalina o
    acetilcolina.
    Los axones que liberan acetilcolina se llaman fibras
    colinérgicas. Fibras autónomas colinérgicas
    son los axones de neuronas preganglionares simpáticas y de
    neuronas pre y postganglionares parasimpáticas. Ello deja
    a los axones de las neuronas posganglionales simpáticas
    como las únicas fibras autonómicas
    adrenérgicas. Los axones simpáticos posganglionares
    de las glándulas sudoríparas y de algunos vasos
    sanguíneos son fibras colinérgicas.

    Noradrenalina y sus receptores
    La noradrenalina actúa sobre los efectores viscerales,
    fijándose primero a los receptores adrenérgicos de
    sus membranas plasmáticas. Los receptores
    adrenérgicos son de dos tipos principales, receptores alfa
    y receptores beta. Los diferentes subtipos de receptores alfa y
    beta, como alfa 1 y alfa 2 o beta 1 y beta 2, se encuentran en
    las células que poseen receptores adrenérgicos.
    La fijación de noradrenalina a los receptores alfa del
    músculo liso de los vasos sanguíneos tiene un
    efecto estimulante del músculo que hace contraerse a los
    vasos. La fijación de noradrenalina a los receptores beta
    del músculo liso produce efectos opuestos, inhibe el
    músculo, haciendo que se dilate el vaso. No obstante la
    fijación de noradrenalina a los receptores beta del
    músculo cardiaco tiene un efecto estimulante que se
    traduce en un latido cardiaco mas fuerte. La adrenalina liberada
    por las células simpáticas posganglionares de la
    medula suprarrenal también estimula los receptores
    adrenérgicos, incrementando y prolongando los efectos de
    la estimulación simpática. Como la adrenalina tiene
    mayor efecto sobre los receptores beta que la noradrenalina, los
    efectores con una proporción grande de receptores beta es
    más sensibles a la adrenalina. Todos estos datos
    señalan un importante principio sobre regulación
    nerviosa: el efecto de un neurotransmisor sobre una célula
    postsináptica esta determinado por la característica del receptor y no las del
    neurotransmisor.
    Las acciones de la
    adrenalina y la noradrenalina finalizan de dos maneras. La
    mayoría de las moléculas del neurotransmisor son
    captadas de nuevo por los botones sinápticos de las
    neuronas posgaglinares en donde son degradadas por enzima
    monoaminooxidasa (mao). Las restantes moléculas de
    neurotransmisor acaban por ser degradadas por otra enzima, la
    catecol – O – metil transferasa (COMT). Ambos mecanismos
    son muy lentos en comparación con la rápida
    desactivación de la acetilcolina por la
    acetilcolinesterasa. Este hecho explica por que los efectos
    adrenérgicos suelen persistir algún tiempo despues de
    que cese la estimulación

    Acetilcolina y sus receptores
    La acetilcolina se fija a receptores colinérgicos. Hay dos
    tipos principales de receptores colinérgicos: receptores
    nicotínicos (N) y receptores muscarinicos (M) (ver figura
    nº4). Los receptores nicotínicos deben su nombre al
    hecho de que se descubrieron cuando se demostró que la
    nicotina lo fijaba.
    Los receptores muscarinicos se denominan asi porque su
    descubrimiento se produjo cuando se demostró que la
    muscarina los fijaba.
    Como los receptores adrenérgicos los receptores
    colinérgicos presentan subtipos como nicotinico-1 y
    nicotinico-2 o muscarenico-1, muscarenico-2 y muscarenico-3.
    En los ganglios de las dos secciones autónomas como la
    acetilcolina se fija a los receptores nicotínicos de las
    membranas de las células posganglionares. La acetilcolina,
    liberada por todas las células parasimpáticas
    posganglionares y por las escasas células
    simpáticas posganglionares que son colinérgicas se
    fija a los receptores muscarinicos de las membranas de las
    células efectoras. Como se a mencionado anteriormente la
    acetilcolina cesa rápidamente al ser hidrolizada por la
    enzima acetilcolinesterasa.
    La figura nº 4 muestra la
    compleja manera en que pueden funcionar los neurotransmisores y
    los receptores en una sinapsis con una célula efectora
    autónoma con doble inervación.
    La noradrenalina liberada de una fibra adrenérgica
    simpática se una a receptores alfa (o beta) de la célula
    efectora originando efectos adrenérgicos
    (simpáticos). Como muestra la figura, la noradrenalina
    también puede unirse a receptores alfa en la membrana
    presináptica de una fibra colinérgica
    (parasimpática) cercana, inhibiendo la liberación
    de su neurotransmisor antagonista, la acetilcolina. Además
    la acetilcolina liberada de fibras colinérgicas puede
    uniese en las membranas presinápticas de fibras
    adrenérgicas próximas e inhibir, por tanto la
    liberación del antagonista de la acetilcolina, la
    noradrenalina.
    Debido a este complejo funcionamiento, la célula efectora
    puede controlarse con gran precisión equilibrando de
    diferentes maneras los efectos de la estimulación
    simpática y parasimpática.

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