Indice
1.
Introducción
2. Conceptos previos.
3. Los paradigmas
tecno-económicos y sus cambios.
4. Los Sistemas Nacionales de
Innovación. Su incidencia sobre la Innovación
Empresarial.
5. Las Incubadoras y viveros de
empresas
6.
Conclusiones
7. Recomendaciones: Una
propuesta para Barinas
8.
Bibliografía
La bibliografía moderna en materia
económica apunta con claridad hacia un hecho: El
tamaño de la empresa no es
el asunto fundamental, sino la densidad de las
relaciones que establecen unas empresas con otras. De la ventaja
comparativa basada en recursos
naturales se ha pasado a un nuevo patrón en el que lo
importante es la creación de ventajas competitivas basadas
en el capital
intangible. La capacidad para generar riqueza se asienta de
manera creciente sobre el desarrollo de recursos
intangibles. Las diferencias entre las distintas sociedades
agrícola, industrial y postindustrial se explican mejor
atendiendo a sus diferentes niveles de acumulación de
conocimiento
que considerando otro parámetro (Castillo 2001:2).
En este sentido, las políticas
de desarrollo y particularmente las regionales, no pueden
limitarse a incentivar la adquisición de los factores
tradicionales de producción: capital (préstamos
blandos), tierra
(terrenos para desarrollos industriales) y trabajo (planes de
empleo), ni
mucho menos sustentarse en ventajas comparativas asociadas a la
dotación de recursos naturales, los salarios bajos o
la ubicación geográfica. Lo que determina hoy en
día la supervivencia en unos mercados cada vez
más reñidos es el valor que se
pueda agregar a partir de los resultados de la inversión científica y
tecnológica.
Sabemos ya, que el eje de la actividad empresarial no es
más la empresa
individual, sino la red de empresas, clientes,
competidores, centros de investigación y el mismo Estado
anillado en un Sistema Nacional
de Innovación, creando organizaciones
inteligentes las cuales reaccionen anticipadamente a los
rápidos cambios de su entorno.
Dando respuesta a esta realidad, desde hace algún tiempo se han
incorporado innovaciones conceptuales orientadas a apoyar la
capacidad de emprender, generar nuevos empleos y mejorar los
niveles de eficiencia en
pequeñas unidades empresariales. Las "Incubadoras de
Empresas" están dentro de las alternativas que fueron
ideadas para crear un ambiente de
mayor protección para la creación e
implantación de nuevas empresas. Existe también
otro concepto que es
similar y que nació al alero de algunas universidades con
fuerte inclinación a la investigación y desarrollo
en países desarrollados, este es el de Parques
Tecnológicos, ideado como mecanismo de vinculación
con la empresa, y además para canalizar en gran medida el
espíritu empresarial de sus alumnos y profesores. Este
tipo de experiencia se ha visto con mucho éxito
en Latinoamérica en distintas versiones
adaptadas de las experiencias
originales.
La presente ponencia tiene como
objetivo
integrar las diversas interpretaciones sobre las nuevas
tendencias para el desarrollo empresarial a fin de formular
algunas aproximaciones que siente las bases para la
creación en la ciudad de Barinas de un
centro de incubadora de
empresas.
El término desarrollo
empresarial se entiende en este trabajo como las distintas
acciones
llevadas a cabo por las unidades de producción ante las
políticas económicas gubernamentales y que han
determinado el estado actual de las mismas desde el punto de
vista de los factores determinantes de ventajas competitivas como
son la tecnología y el
acceso a mercados externos.
La conceptualización que servirá de marco de
referencia a esta ponencia, enfatiza los términos de la
innovación tecnológica y los diferentes agentes
involucrados en la misma: quiénes la crean y difunden
(Universidades y Centros de investigación); quiénes
la incentivan (sector oficial) y finalmente quiénes la
utilizan económicamente (las empresas).
Las posibles contribuciones de este estudio, aunque se
está consciente de sus limitaciones, se pueden
resumir en los siguientes
aspectos:
- Las nuevas tendencias que explican las riquezas de
las naciones revelan un creciente consenso en torno al
impacto que tiene la innovación tecnológica como
clave del desarrollo
económico y del nivel de vida de los
ciudadanos; - Una nueva tipología sobre la manera de
desarrollar económicamente la región, puede ser
útil para implementar un Sistema Regional de
Innovación; y - La operacionalización de algunos de los
enfoques aquí planteados, servirá como base para
futuros trabajos sobre el tópico.
Tecnología
El antecedente básico del concepto de tecnología y
todo lo que se conoce como cultura
tecnológica tiene su origen en los hallazgos de las
investigaciones de Robert Solow, Premio Novel de
Economía
en 1987. Solow demostró en 1957 que casi el noventa por
ciento del crecimiento
económico de los Estados Unidos
durante la primera mitad del siglo, era atribuible al llamado
cambio
tecnológico y un escaso doce y medio por ciento a los
incrementos de capital (Pirela, Rengifo y Mercado
1991:7).
Peter Drucker (1994:32) cuenta en su libro La
Sociedad Post
Capitalista que ninguna de las escuelas técnicas
del siglo XVIII ni la Enciclopedia trataron de producir
conocimientos nuevos. Ninguno habló siquiera de la
aplicación de la ciencia a
herramientas,
procesos y
productos, es
decir, a la tecnología. Esta idea hubo de esperar cien
años, hasta 1840, más o menos, cuando un
químico alemán de nombre Justus von Liebig
(1803-1873), aplicó la ciencia para
inventar, primero abonos artificiales, y luego, la manera de
conservar proteína animal, extracto de carne. Pero lo que
sí hicieron esas escuelas técnicas y la
Enciclopedia fue quizá más importante: reunieron,
codificaron y publicaron la techne, el misterio de los oficios
artesanales, tal como se había desarrollado a lo largo de
milenios. Convirtieron, dice Drucker, la experiencia en
conocimiento, el aprendizaje en
libro texto, el
secreto en metodología, el hacer en conocimiento
aplicado. De aquí en adelante la tecnología
transforma la sociedad mundial y la civilización a
través de lo que se llamado la "Revolución
Industrial".
A continuación indicamos varias acepciones sobre el
concepto de tecnología que nos servirán para darle
forma al presente trabajo:
El conjunto de procedimientos e
instrumentos, apoyados en el saber científico, que
permiten en una vasta escala la
acción sobre cosas, concretamente sobre la naturaleza, para
satisfacer los deseos del hombre o
incluso para ir por delante de ellos suscitándolos.
Garmendia en Benavides(1998:27).
El sistema de conocimientos y de información derivado de la
investigación, de la experimentación o de la
experiencia y que, unido a los métodos de
producción, comercialización y gestión
que le son propios, permite crear una forma reproducible o
generar nuevos o mejorados productos, procesos o servicios.
Benavides (1998:31).
Es el conjunto organizado de todos los conocimientos
científicos, empíricos e intuitivos, y el proceso de su
aplicación en la producción y la
comercialización de bienes y
servicios. Es normalmente producida y llevada a su plena
utilización en el sector productivo, mediante un
sistemático encadenamiento de actividades de
investigación, desarrollo experimental o ingeniería. (MCT
2000:5)
Pirela, Rengifo y Mercado (1991:11),
enfocan la tecnología desde el punto de vista de cultura
tecnológica concebida como una herramienta de conocimiento
de la dinámica tecnológica a diversos
niveles bien sea en industrias, por
empresas o por ramas; en centros de investigación;
inclusive en términos nacionales y regionales, y en con-
secuencia, también como instrumento de diseño
de políticas para la transformación de esa
dinámica.
Innovación
La innovación ha pasado a ser palabra clave dentro de la
elaboración de la estrategia de
cualquier empresa sin importar su tamaño. El interés
despertado por esta variable tan importante está
estrechamente relacionada con la competitividad
que ella es capaz de proporcionar. Constituye el futuro de
cualquier empresa, sector o país. Tanto es así, que
el Ministerio de Ciencia y
Tecnología (MCT) ha depositado en la innovación
sus esperanzas para fortalecer el aparato productivo del
país a través de las Pymes. En efecto,
en el documento anteriormente citado (MCT 2000:5), el
órgano encargado de promover la tecnología
expone:
Las líneas maestras que orientan la misión de
MTC, a saber: Generación de conocimiento y fomento al
desarrollo del capital humano,
fomento a la innovación y la calidad en el
sector productivo , investigación y desarrollo para la
calidad de
vida, fortalecimiento y articulación de redes de apoyo y servicio de
innovación, se estructuran a partir de la
identificación, concertada, de problemáticas
focalizadas en nuestra realidad, para a partir de allí
entrar a un proceso de valorización que cree espacios de
solución, cuyo rasgo característico es la fluidez con que ha de
operar el
conocimiento que producen los diversos actores involucrados
para facilitar cambios, mejores practicas e innovaciones sociales
que posibiliten el logro de las metas de desarrollo
sustentable , con equidad y democratización que
impulsa el gobierno
Nacional, no se trata de imponer políticas, sino de
convocar a amplios sectores y facilitar su participacion para la
definición de estrategias, la
toma de decision y accion consecuente -subrayado del autor-
La Enciclopedia Multimedia Salvat
(1999), le da al término "innovación", procedente
del latín innovatio, dos acepciones:
- Acción y efecto de innovar.
- Creación y modificación de un producto y
su introducción en un mercado.
Peter Drucker (1994:64) concibe la innovación
como un proceso muy importante y complejo mediante el cual se
crean nuevos conocimientos que dejan obsoletos otros vigentes
hasta ese momento. Esta innovación puede ser de origen
social, porque las organizaciones se ilustran, aprenden; o de
erigen científico o tecnológico. En efecto, Peter
Drucker (1994:207) señala que:
La innovación, es decir, la aplicación del
conocimiento para producir nuevo conocimiento no es, como tanta
gente cree, cuestión de "inspiración", ni que la
realicen individuos aislados en el garaje de su casa…. La
innovación requiere un esfuerzo sistemático y un
alto grado de organización…..Pero también
requiere tanto descentralización como diversidad, es
decir, lo contrario de planificación central y centralización.
Entendemos la innovación, entonces, como un proceso
sistemático, sistémico y deliberado de
transformación empresarial a través del cual "..se
conciben nuevas ideas que, una vez desarrolladas, permiten la
introducción en el mercado de nuevos productos o procesos,
la adopción
por parte de la empresa de nuevas estructuras
organizativas, el empleo de nuevas técnicas comerciales,
de gestión, etc. (Benavides 1998:77).
Paradigmas.
Definir paradigma es
de vital importancia para este trabajo, ya que es necesario
ubicarnos en la actualidad, en este siglo veintiuno, en esta era
de la información, en esta sociedad del conocimiento. No
importa como la llamemos, lo importante es saber que la gran
mayoría de las personas vivas hoy, fueron formadas en una
sociedad que ya no existe y esto implica que muchas cosas que
aprendió y que resultaron exitosas en ese momento, hoy no
rinden el mismo fruto. Esto porque el paradigma, el modelo, la
manera de hacer las cosas, la "verdad" es otra, ha cambiado, ha
evolucionado.
Thomas Kuhn en su libro sobre la estructura de
las revoluciones científicas citado en Santosuoso
(1996:182), propone un concepto de paradigma el cual se ajusta al
estudio realizado en este trabajo:
Conquistas científicas universalmente reconocidas las
cuales, por algún tiempo proporcionan un modelo de
problemas y
soluciones
aceptables por quienes practican la investigación en una
cierta área
El proceso que lleva de una manera de hacer las cosas a otra
manera, de un paradigma a otro, es por lo generar un proceso
sufrido, que termina con una
revolución.
3. Los paradigmas
tecno-económicos y sus cambios.
Si bien para estudiar el proceso de evolución de las economías
capitalistas los últimos doscientos años
pudiésemos fundamentarlo en la teoría
de las ondas largas del
economista ruso Nikolai Kondratieff, el cambio en los paradigmas
tecno-económicos lo vamos a centrar en la propuesta
teórica de una investigadora venezolana de nombre Carlota
Pérez, cuyo trabajo en la Universidad de
Sussex, le ha valido reconocimiento internacional.
Al estudiar o realizar un diagnóstico de la situación de
Venezuela,
vale la pena traer a colación un factor fundamental en
el trabajo de
Carlota Pérez (2000). Esta autora atribuye la fase de
"depresión"
de los ciclos económicos a una crisis
estructural del sistema socioeconómico. Entendiendo esta
crisis como una ruptura entre el subsistema económico y el
contexto socioinstitucional en el cual se desempeña; una
especie de desacoplamiento que se produce cuando el subsistema
económico el cual se transforma y emerge como resultado de
la manifestación de potencialidades de cambio asociadas a
un nuevo vector tecnológico, entra en conflicto con
las estructuras sociopolíticas existentes. Ante este
evento, sostiene Pérez, el crecimiento no se reanuda hasta
que el marco socioinstitucional logra modernizarse y reacoplarse
con las nuevas lógicas imperantes en el ámbito
tecnoeconómico.
Este modelo creado por la investigadora venezolana Carlota
Pérez, es presentado en Santosuosso (1992) y representa
una idea poderosa para tratar de entender la situación del
país. El modelo se basa en aportaciones anteriores, en
especial las ideas de Shumpeter sobre las revoluciones
tecnológicas, las cuales ocurren en oleadas sucesivas,
provocando un proceso de destrucción creadora en el
aparato productivo y en su organización. Lo que plantea
Carlota Pérez es que el sistema tecnológico
emergente representados en la
globalización, Tecnologías de
Información y Comunicaciones
representan en la actualidad el patrón tecnológico
dominante después de una larga y profunda crisis de
reacomodo y ajuste estructural que involucra grandes cambios
sociales e institucionales. El desarrollo y la difusión de
lo que se convertirá en el nuevo paradigma pasa a
través de tres etapas.
En la primera, durante la cual nace un Paradigma
Tecnológico, hay una nueva combinación de
innovaciones que se separan radicalmente de las
tecnologías en uso y originan fundamentalmente problemas
acerca de su mercado y de su aceptabilidad social. Por ejemplo.
La energía
eléctrica en los años 70 del siglo pasado y las
computadoras
personales en los años 90 de este siglo.
En la segunda, el Paradigma tecnológico, se convierte en
un Paradigma Tecno – Económico, después de
haber sobrevivido a los primeros tests del mercado, y haber
demostrado muchas ventajas económicas y técnicas
más allá de las áreas en donde había
nacido, mediante una nueva estructura de costos. El factor
clave de la producción (el insumo barato) cambia, y es lo
que caracteriza este fase: mano de obra (1770/1840),
carbón y transporte
(1830/1890), acero
(1890/1940), petróleo
(1930/1990), microelectrónica e información en el
paradigma en proceso (1980/?).
Con el nuevo paradigma, cambia la manera de hacer muchas de las
cosas que constituyen la práctica usual. Pero el marco
socio – institucional es conservador por definición: fue
creado y diseñado para mantener estable el sistema en base
al paradigma anterior. Esa rigidez lo hace inestable ya que la
estabilidad, según la cibernética, es un fenómeno
dinámico y no estático. Así nace la
situación de crisis: por una parte, la porción
productiva de la sociedad está viviendo el cambio de
paradigma, y clama por unas nuevas reglas del juego que se
adapten mejor a la nueva manera de jugar. Por la otra, los que
formalizan estas reglas en el marco socio – institucional no
pueden responder con la velocidad que
el cambio amerita, porque generalmente pertenecen a la
generación anterior y, debido a que no entienden lo que
está pasando, interpretan desde el punto de vista de la
pérdida de poder
cualquier cosa que se les sugiere.
Una vez que hayan sido reconocidos los elementos de
desacoplamiento entre el marco socio – institucional y el
paradigma emergente, y que esto haya generado un cambio, la Onda
entra en su tercera etapa a la que la autora denomina, un
Régimen Tecnológico, en el que el Paradigma Tecno
– económico se convierte en el paradigma
dominante.
Cuando esto está sucediendo, hay la oportunidad para
emprendedores de iniciar sectores de producción
enteramente nuevos. Los pioneros del nuevo paradigma se vuelven
mitos: ayer
Henry Ford, quien ha dado el nombre a una época, la que
está terminando, la producción fordista. Hoy,
Bill Gates,
quien en el transcurso de menos de quince años ha llevado
a Microsoft,
empresa nacida en el estacionamiento de su casa, a ser la
más grande empresa del mundo en el sector clave.
Estos acontecimientos, deseables o no, son respuesta a un cambio
irreversible: Hoy se está aplicando el conocimiento al
conocimiento. Proporcionar conocimiento a fin de averiguar
cómo aplicar el que ya existe para obtener resultados es,
en realidad, lo que entendemos por Gerencia del
Conocimiento. Este nuevo valor económico del conocimiento
está necesitando que las universidades intervengan de
manera más eficiente como creadoras y difusoras de ese
conocimiento económicamente útil. Los empresarios
del futuro saldrán de las universidades.
4. Los Sistemas
Nacionales de Innovación. Su incidencia sobre la
Innovación Empresarial.
Un Sistema Nacional de Innovación (SNI) comprende
todas las instituciones
y prácticas que afectan la introducción y la
difusión de las innovaciones en una economía
nacional y representan desde un punto de vista institucional, la
mejor manera de entender la formación de "brechas
tecnológicas" entre países (Freeman 1993:35).
Una manera de conceptualizar el atraso tecnológico de
Venezuela es estudiando las fallas en su Sistema Nacional de
Innovación. Al contrario de los países cuyo
desarrollo económico ha tenido como pivote un agresivo SNI
(ver, por ejemplo, en Freeman (1993) como gracias a un SNI bien
coordinado, Alemania y
Estados Unidos superaron a Gran Bretaña en el siglo XIX y
a principios del
XX y como Japón
llegó a superar a estos dos colosos poco tiempo
después), Venezuela no ha logrado interpretar bien el
concepto y adoptó la innovación tecnológica
como algo académico.
En América
Latina el SNI es conocido como el Sistema Nacional de Ciencia
y Tecnología y en Venezuela lo administraba y promocionaba
fundamentalmente, el Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Tecnológicas (CONICIT) junto con
algunas universidades. Bajo este enfoque, los académicos
eran los únicos que se creían con autoridad para
hacer innovación tecnológica, y por otro lado, los
empresarios consideraban la tecnología como un bien
exógeno a sus operaciones el
cual debía ser adquirido como cualquier otro insumo
(Santosuosso 1996:304).
La visión "académica" del concepto de
"innovación tecnológica" implicaba, según
Santosuosso (op. Cit.), que para que algo pudiese merecer este
calificativo debería ser una innovación radical.
Este gran defecto en nuestro SNI comienza, hoy en día, a
estar en vía de superación con la creación
del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT) al cual se
adscribieron todos los centros de investigación y de
desarrollo tecnológico creados por el sector oficial desde
la década de los 50, cuando muy tímidamente
comienza Venezuela, siguiendo las pautas de la CEPAL, un
desarrollo industrial moderno (Esqueda, Machado-Allison y
Valdivieso 1990:6).
En un documento que presenta la situación
tecnológica de Venezuela emitido por La Asociación
Venezolana de Institutos de Investigación
Tecnológica Industrial (AVINTI) publicado en 1994, se lee
lo siguiente:
En la Venezuela actual, y de siempre, la tecnología se ha
entendido como un producto de forma final VHS, TV, WALK-MAN,
FAX, etc., sin
embargo no se han adoptado la tecnología y las
políticas tecnológicas como herramienta de
desarrollo debido al síndrome no inventado aquí …
El estado dedica a través del CONICIT y los varios
institutos de investigación y desarrollo asociadas a las
universidades, recursos a las actividades iniciales del
desarrollo de un producto o una tecnología de
producción, mientras que el estado y el sector industrial
dedican escasos recursos para el escalamiento y el desarrollo
final de la ciencia para transformarlas en las tecnologías
productivas requeridas por la sociedad venezolana, y los pocos
programas
existentes carecen de mecanismos claros que garanticen su
continuidad y su éxito -AVINTI 1998:98-.
Aún reconociendo que aunque de una manera dispersa, la
creación de centros de investigación hasta 1994,
constituyó un paso importante en el desarrollo
institucional de la investigación tecnológica, la
brecha que los originó sigue vigente, dado el
estancamiento de la economía venezolana en los
últimos años.
El reto para el futuro lo constituye el Sistema Nacional de
Innovación Tecnológica (SNIT) propuesto por el
recién creado Ministerio de Ciencia y Tecnología
(), el cual
agrupó a todas las instituciones oficiales dedicadas a la
investigación tecnológica y científica. El
SNIT "….apuesta a la articulación de acciones entre el
Gobierno, las Empresas y los entes generadores de Conocimientos,
como mecanismo programático para acortar las distancias
que, conceptual y pragmáticamente, nos separan del
sostenimiento de un modelo de crecimiento con equidad
social……"(MCT 2000).
Las Universidades están en la actualidad adaptando sus
estructuras a los tiempos modernos los cuales están
solicitando más pertinencia, más presencia,
más aportes concretos al bienestar de la sociedad que las
financia. El reto de las universidades está pues, en
involucrarse en el Sistema Nacional de Innovación para
formar junto con el sector empresarial y el sector oficial el
"triángulo del desarrollo".
El Cuadro N° 1 muestra de manera
esquemática el Sistema Nacional de Transferencia
Tecnológica e Innovación propuesta por el MCT,
mostrando uno de los programas mediante el cual la universidad
puede dar un valioso y concreto
aporte a la innovación empresarial: Incubación y
Vivero de Empresas.
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