Indice
1.
Introducción
2. La situación actual en el
mundo
3. La energía eólica en la
Argentina
4. Generadores eólicos para
sistemas aislados
5. Generadores eólicos para
población rural dispersa
6. Plan eólico de la provincia de
Río Negro
El viento es una fuente de energía de la cual
el hombre
tiene conocimiento
desde épocas muy antigua, aunque curiosamente se ha
volcado al uso de energías menos sanas. El aprovechamiento
del viento hoy puede sustituir al combustible fósil,
evitar el recalentamiento terrestre y parar la gran
emisión de millones de toneladas de dióxido de
carbono.
En los próximos 40 años los seres más
evolucionados del planeta habremos logrado retrotraer el clima de la Tierra en
unos cuantos cientos de miles de años, si no logramos
reducir drásticamente la emisión de gases que
afectan a la atmósfera. La quema
de combustibles fósiles es la principal proveedora de
dióxido de carbono, gas que
acentúa el denominado "efecto
invernadero", al acumularse este gas en la atmósfera
la energía de los rayos solares convertida en temperatura
queda retenida como sucede en los invernaderos para flores u
hortalizas, no pudiendo liberarse en su totalidad hacia el
espacio, incrementando progresivamente la temperatura del
planeta.
Un estudio de Naciones Unidas
de 1995 sobre cambio
climatológico determinó que la temperatura global
promedio aumentó entre 0.3 y 0.6 ºC en
comparación con los índices preindustriales. De
mantenerse los actuales niveles de emisión de gases, se
pronostica un aumento de 0.2/0.3 ºC por decenio.
El mismo estudio determinó también que el nivel del
mar se elevó en los últimos cien años entre
10 y 25 cm., incremento fuertemente relacionado con el
calentamiento global. Frente a tan inquietantes datos, el mundo
científico estableció "límites
ecológicos" que no conviene traspasar. Así ha
quedado en claro que si la temperatura aumenta más de 1
ºC respecto de los niveles preindustriales, habremos
traspuesto peligrosamente uno de esos límites, ya que la
velocidad a la
que se produce este incremento incidiría negativamente en
la capacidad de adaptación de las especies vegetales y
animales,
además provocaría el derretimiento de grandes masas
de hielo, fundamentalmente de los polos, implicando un incremento
en el nivel de los océanos que haría perder vastas
extensiones de tierra.
Conociendo estos parámetros se determinó que la
cuota máxima de combustible que los hombres podemos quemar
es de apenas un 25 % de las reservas conocidas de petróleo,
gas y carbón y esa cantidad es solo el 5 % de las reservas
totales, actuales y potenciales.
Un paso fundamental para mitigar la emanación de gases
nocivos a la atmósfera es cambiar el modelo de
obtener energía, y la eólica se erige como la
más limpia, competitiva y menos destructiva, sobre todo en
la Patagonia.
Desde tiempos remotos las sociedades
organizadas han utilizado el viento como fuente de
energía: los barcos de vela que surcaban el Nilo y el
Mediterráneo hace más de 5000 años y las
naves Tiahuanacas del Titicaca son, quizás, los
antecedentes más lejanos.
Más cerca en el tiempo y el
espacio podemos considerar el aprovechamiento de su
energía por medio de molinos para moler granos y extraer
agua del
subsuelo, práctica común en Europa ya en la
baja Edad Media. En
nuestro país los 600.000 molinos multipala destinados a
proveer de agua tanto a humanos como a animales y que constituyen
un paisaje típico de las pampas Argentinas son una prueba
más del valor de la
energía eólica.
La más barata y menos contaminante junto con la del sol.
Los 3.000.000 de personas y 3.000 escuelas que en el país
no cuentan con servicio
eléctrico por cuestiones de aislamiento geográfico
deberían ser el objeto de desarrollo de
nuevas
tecnologías. La eólica en particular ofrece
como beneficios la no generación de residuos peligrosos y
el hecho de depender de un recurso inagotable (el aire
todavía es gratis). En cuanto a la ocupación del
suelo, las
ventajas se amplían: una granja eólica no precisa
más que el 1 % de la superficie, y es compatible con otras
actividades, por ejemplo la agricultura.
Instalación de granjas eólicas en el mar es un
proyecto que
ya está siendo considerado por Dinamarca.
A diferencia de otras fuentes de
energía sus costos
están bajando como consecuencia del avance
tecnológico en la producción de los equipos necesarios y la
complementación con la más moderna tecnología electrónica, sobre todo, puede ayudar
eficazmente a disminuir en forma drástica la
emisión de dióxido de carbono a la
atmósfera. También hay que tener en cuenta los
beneficios colaterales: en Dinamarca el "negocio del viento"
genera más empleo que
toda su industria
pesquera, se trata de una industria "intensiva en la
ocupación de mano de obra". En cuanto a la
aceptación pública de estos proyectos las
actuales experiencias revelan un decidido apoyo del
público hacia este tipo de tecnología,
fundamentalmente en las poblaciones cercanas a granjas
eólicas. Frente a las nubes de humo tóxico que se
avizoran en el horizonte es de esperar que soplen buenos
vientos.
2. La situación
actual en el mundo
Si bien el uso de la energía eólica para
la generación de electricidad tuvo
su inicio hace 100 años (en Dinamarca), el desarrollo de
la industria de la energía eólica data de la
década del 70 con máquinas
comerciales de 10 a 25 KW (kilowatt) de potencia, que
progresivamente fueron evolucionando hacia mayores
tamaños, existiendo en la actualidad aerogeneradores
comerciales de 1.5 MW (megawatt) de potencia (y hasta algunos
modelos de 2
MW). La primera máquina comercial de 1 MW entró en
el mercado hace
aproximadamente 3 años.
Hoy en día la potencia instalada de los parque
eólico de todo el mundo alcanza los 12.000 MW.
El país con más crecimiento en el último
año ha sido España,
tanto en potencia instalada, como en capacidad de
fabricación de aerogeneradores. Dinamarca, pionera en el
desarrollo de la energía eólica espera para el 2030
que el 50 % de la energía producida en ese país sea
de origen eólico.
Es una industria en expansión en todos los países
que desarrollan esta tecnología, con tasas de crecimiento
que superan ampliamente las proyecciones más optimistas
por los expertos en la materia.
La EGEA (Europe Wind Energy Association) fijó como
objetivos a
cumplir en la producción de energía
eléctrica para el año 2.000 en Europa una
capacidad instalada de 4.000 MW. La misma asociación ya en
el año 1.997 fija como nuevo objetivo para
el año 2.000 el doble, es decir 8.000 MW. La razón
que llevó a modificar tan drásticamente los
números propuestos 6 años antes fue la
rápida evolución que se produjo durante ese
período.
Los costos de generación, para el caso de grandes parques
eólicos en sitios con buen viento, son totalmente
competitivos en comparación con la energía
nuclear y la del carbón (en algunos casos
también en comparación con la
hidráulica).
La generación eólica representa una fuente eficaz
de energía renovable no polucionante, con un potencial
enorme en varios sitios del mundo (como es el caso de nuestra
Patagonia). Combinada con una fuente energética de
respaldo, como podría ser la hidráulica y en un
futuro el hidrógeno, se constituye en un sustituto posible
de los combustibles fósiles. La complementación
viento transformado en electricidad con las posibilidades
energéticas del hidrógeno puede convertirse en
factor decisivo en la lucha contra la polución.
3. La energía
eólica en la Argentina
La Argentina
podría ser el principal centro de generación
eólica de Sudamérica. Particularmente nuestra
Patagonia cuenta con un recurso excelente, que ya atrae a
importantes inversores.
Actualmente hay instalados en el país 12 MW de origen
eólico y las proyecciones para los próximos 10
años permiten suponer una producción de 7884 GW
cifra que representa el 7 % del consumo
eléctrico nacional.
La reciente reglamentación de la ley Nº
25.019 establece un Régimen de Promoción de la Energía
Eólica y Solar, incentiva el sector privado y es de
esperar que active a numerosos proyectos que estaban a la espera
de sus beneficios, su promulgación fue en Septiembre de
1.998.
El mayor inconveniente para el desarrollo de los grandes parque
eólicos en la Argentina es el bajo nivel de precios de la
energía en mercado eléctrico mayorista. El bajo
costo de
construcciones de centrales térmicas que utilizan gas natural como
combustible, sumado al bajo precio del gas
que queman estas plantas, hacen
que la generación eólica no pueda competir si no se
toman en cuenta los beneficios de la energía limpia. La no
emisión de dióxido de carbono y otros gases que
provocan el efecto invernadero, beneficia al medio
ambiente, y es justo otorgarle una ventaja económica a
las energías limpias y renovables con respecto a la
generación mediante la quema de combustibles
fósiles.
Actualmente la potencia instalada en la Argentina es de 12 MW, es
decir el 0.1 % de la potencia instalada en todo el mundo. Esto no
guarda relación alguna con el enorme potencial
eólico que ofrece nuestro país. Solamente en la
Patagonia podemos hablar de decenas y hasta centenas de miles de
megavatios de potencial, que lógicamente solo tienen
sentido si se cuenta con las líneas de alta tensión
adecuadas y un sistema
eléctrico de respaldo acorde a la potencia eólica
que se instale, además de una tarifa que haga atractiva la
inversión en parques de generación
eólica.
De acuerdo a los datos del CREE (Centro Regional de
Energía Eólica) de la provincia del Chubut el
potencial de producción podría estimarse en por lo
menos 500.000 MW. Según el INDEC la potencia MW. Esta
cifra comparada de generación por medio del suministro
eólico muestra
claramente cuales son las posibilidades para un futuro. Por su
parte Carl Jochen Winter del Comité 197 de la
Organización Internacional de Normalización ISO
declaró que la alternativa eólica, asociada a la
producción del hidrógeno solo en la Patagonia
está en condiciones de generar suficiente energía
eléctrica para abastecer al mundo entero, con los actuales
niveles de consumo. Por supuesto estas son apreciaciones
meramente teóricas. Para tener una idea de las
posibilidades de generación de energía
eléctrica gracias al viento en la Patagonia las
velocidades medias del mismo son elocuentes: en comodoro
Rivadavia de 60 a 70 km/hora de promedio anual, y fue en esta
localidad donde se instalaron los primeros molinos de viento
operados comercialmente por la Sociedad Cooperativa
Popular de Comodoro Rivadavia en 1.994. En mediciones efectuadas
durante 1995, en su primera temporada esta instalación
generó 1.937.000 KW, lo que significó todo un
récord. Rada Tilly y Pico Truncado son otros puntos de
localización de parque eólicos en
producción.
La empresa
estatal rionegrina INVAP e INVAP Ingeniería, han tenido participación
en diferentes proyectos relacionados con el aprovechamiento de la
energía eólica desde hace casi dos décadas,
llevando a cabo trabajos, estudios y proyectos, y desarrollando
equipos para medición de viento y sofware de análisis de datos de viento. INVAP
Ingeniería S.A. ha desarrollado a nivel comercial tres
tipos de aerogeneradores de baja potencia: 500, 1.000 y 1.500
Watt. Por otra parte el grupo INVAP ha
firmado un acuerdo con la empresa Ecotecnia
Soc. Coop. Especializada en la promoción de parque
eólicos y la fabricación de aerogeneradores de alta
potencia con el objeto de fabricar en Argentina turbinas de 225
– 640 – 750 KW de potencia, realizar su montaje,
puesta en marcha, mantenimiento
y servicio post-venta.
Estos equipos de Ecotecnia serán especialmente adaptados
por INVAP para las condiciones patagónicas. La
adaptación es necesaria puesto que las condiciones de
viento en esta zona son notablemente distintas a las que se dan
en otros puntos del planeta, tanto por la continuidad como por su
fuerza y
persistencia en la dirección. Equipos que en los E.E. U.U. se
comportan satisfactoriamente, en la Patagonia no superaron la
prueba como consecuencia de lo continuo y recio del
viento.
4. Generadores
eólicos para sistemas
aislados
Las localidades aisladas que reciben servicio
eléctrico a través de generadores Diesel y redes locales de distribución tienen altísimos costos
de suministro. En aquellas localidades que se encuentran en zonas
de buen recurso eólico (más de 25 km/h de velocidad
media anual de viento), es posible la construcción de sistemas híbridos de
generación diesel-eólicos que pueden producir
energía eléctrica a precios más bajos que
los sistemas actualmente en servicio.
Estos sistemas ahorran hasta un 60 % de combustible fósil
con la consecuente merma de costos operativos y el incremento de
la vida útil del grupo con menor emisión de
dióxido de carbono al ambiente. La
operación de estos aerogeneradores es automática,
con muy bajo mantenimiento. La energía producida puede
almacenarse en baterías de hasta aproximadamente 100 KW.
En estos casos los generadores diesel se detienen cuando la
potencia producida por los aerogeneradores alcanzan a satisfacer
la demanda del
servicio eléctrico.
El mercado para estos sistemas híbridos no alcanza en
absoluto la magnitud de los parques eólicos
interconectados, pero existe una demanda insatisfecha en
Sudamérica en sitios que no cuentan con gas natural, donde
tendrían una alta rentabilidad.
5. Generadores
eólicos para población rural dispersa
Para estos casos en que no es económicamente
viable el suministro eléctrico por medio de una
línea, la mejor solución consiste en instalar
pequeños aerogeneradores y un banco de
baterías de tamaño adecuado, uno por cada usuario.
Sería el caso de viviendas individuales, estancias,
escuelas rurales, destacamento de policía o
gendarmería, caseríos, sala de primeros
auxilios, etc.. Aquí se incluyen los sistemas
autónomos de protección catódica para
gasoductos, oleoductos, y sistemas de comunicaciones. En general suministran corriente
contìnua pero pueden dotarse de un ondulador para generar
220 Volt – CA (corriente
alterna) en baja potencia.
Estableciendo una relación entre generación y
consumo se puede decir que la generación de energía
por medio de aerogeneradores del orden de 1.500 KW sería
equivalente al consumo doméstico anual de 1.445 familias y
evitaría la emisión a la atmósfera de 4.600
toneladas / año de dióxido de carbono o 39
toneladas / año de dióxido de azufre sustituyendo
el consumo de 1.600 toneladas de petróleo. Para el caso de
los generadores chicos de 10 KW, sería equivalente al
consumo doméstico anual de 8 familias evitando la
emisión a la atmósfera de 30 toneladas / año
de dióxido de carbono y evitaría el consumo de 10
toneladas de petróleo.
6. Plan
eólico de la provincia de Río Negro
La provincia ha firmado una serie de convenios con la
Xunta de Galicia que permitirán desarrollar un Plan
Estratégico Eólico Provincial en el cual
participan la empresa Elecnor, INVAP e INVAP Ingeniería
S.A. con su socio español
Ecotecnia y la Cooperativa de Electricidad Bariloche. El primer
parque eólico del plan se instalará en
Bariloche.
Se contempla la instalación de 200 MW en diferentes sitios
de Río Negro en el término de 5 años con
importante programa previo
de medición del recurso e identificación de nuevos
sitios de interés,
habiéndose seleccionado unos 10 lugares para
implantación de parques.
En lo que se refiere a impacto
ambiental, las experiencias sobre este tema fueron
capitalizadas. El ruido que
producían los equipos originales ha sido reducido a
niveles entre 45 y 100 decibeles, valores
aceptados internacionalmente. Otro problema que surgió
durante los primeros años de desarrollo fue el que crearon
las aves. No se
tomaron en cuenta la trayectoria de migración
de algunas especies lo que produjo graves inconvenientes tanto a
aves como a equipos. En la actualidad para elegir el lugar de
emplazamiento de una granja eólica se tiene en cuenta este
y otros factores para agredir lo menos posible al ambiente o a
cualquier otra manifestación de la naturaleza.
El desarrollo del potencial de la energía eólica es
un verdadero desafío para las generaciones futuras. De
ella y de otras energías alternativas depende el avance de
la evolución o la destrucción de lo logrado hasta
hoy. Son dos opciones opuestas. Los cambios culturales que ello
implica son indudablemente en su conjunto el factor que determina
la velocidad de la asimilación del proceso por
parte del hombre.
Es de esperar que para tomar decisiones no se llegue a
situaciones límites. Aparentemente no es el caso pero es
menester tener en cuenta que cambios tan importantes como puede
ser dejar de consumir combustibles como el
petróleo y sus derivados o el carbón implican
sacudir estructuras
comerciales y laborales muy afianzadas en el mundo y que
seguramente requieren ser modificadas progresivamente para que el
remedio no pase a ser peor que la enfermedad. La
orientación cultural en el nuevo rumbo debe ser propuesta
a las generaciones más nuevas, a los chicos en edad
escolar, buscando en hacer carne en ellos conceptos precisos como
por ejemplo que el ser humano no es el eslabón más
importante en la cadena de la evolución general, y que
depende tanto de una pequeña mariposa que vive en el
Amazonas como del tiburón o del agua de los ríos o
de su prójimo. La cultura
familiar, la cultura comunitaria en este sentido debería
estar apoyada, incentivada, protegida y si se quiere planeada por
el Estado
quien en definitiva es la voz y la proyección del
conjunto.
Parque Eólico ANTONIO MORAN
Comodoro Rivadavia
Foto: Miguel Àngel CÒRDOBA
Texto seleccionado de la Revista
Patagonia Geográfica Nº 1