Indice
1.
Introducción
2. Los Inicios
3. Las dos ultimas
décadas
4.
Bibliografía
Si bien es cierto que los primeros estudios son
realizados por los médicos psiquiatras interesados por
analizar como situaciones estresantes producto de
conflictos
bélicos y posteriormente de desastres, afectaban a los
sobrevivientes, estas primigenias investigaciones
se caracterizaban por ser eminentemente descriptivas y
permitieron en primer lugar descubrir como las personas
reaccionaban durante y después de los desastres y como se
diferenciaban estas reacciones en función de
la edad y el sexo y por
último como se veían afectados también los
equipos de primera por el especial trabajo que realizaban al
interactuar con el sufrimiento humano y la manipulación de
cadáveres con alto grado de destrucción. Así
mismo esta línea de trabajo propuso y desarrollo
modelos
explicativos del estrés
desde la perspectiva de las emergencias y desastres .
Con orientación eminentemente clínica por sus
orígenes a estos trabajos se les debe el concepto actual
de Estrés
Trauma , la comprensión de su sintomatología, los
efectos que causa en la bioquímica
cerebral, en el organismo y en la conducta de las
víctimas, así como la aplicación de los
modelos de
intervención en crisis, los
Primeros
Auxilios Psicológicos , la terapia multimodal de
crisis,etc.
Actualmente se sigue trabajando en esta área,
describiéndose la conducta de las
personas en accidentes
industriales y radiactivos, así como accidentes de
aviación y otros fenómenos naturales.
También esta la corriente sociológica aparecida en
Estados Unidos
y cuyo principal aporte estriba en reconocer que las respuestas
de las personas en situaciones de desastres no son
desorganizadas, ni presentan profundos trastornos del comportamiento
sino por el contrario, continúan siendo seres sociales aun
en las condiciones más difíciles para su
supervivencia, en suma nos a permitido entender que las personas
que pasan por situaciones de desastres son personas normales
reaccionando de una manera esperada ante una situación
inesperada.
Así mismo se encargó de desmistificar la
falsa creencia de que el pánico es la conducta
típica de las poblaciones, esta corriente nos habla
también de la importancia de los niveles de organización social preexistentes y el
grado de preparación previa para poder predecir
la duración de la respuesta de la comunidad ante el
desastre.
Bajo este mismo enfoque se han desarrollado estudios conducentes
a explicar como la gente reacciona ante las alarmas y avisos de
situaciones de emergencias, como se presenta el rumor y como
manejar la información con la finalidad de
neutralizarlo, orientar y tranquilizar a la población.
Esta corriente nos a permitido entender que las víctimas
de una situación de emergencias o desastres no son
solamente los que sufren alguna lesión física o la perdida
de algún bien sino por el contrario que el concepto de
víctima es mas amplio y llega a extenderse a toda la
comunidad.
Esta corriente a permitido la materialización de
técnicas basadas en la dinámica de grupos como las
que se emplean en los procesos de
desmovilización psicológica de los equipos de
primera respuesta y que son conocidas como Debrifin, Defusing,
Brifing, entre otras, así como las técnicas
de ludoterapia para niños y
de intervención en albergues temporales así como
las estrategias de
intervención psicosocial en el manejo del duelo en
situaciones de emergencias y desastres.
Actualmente a ido proliferando en todo el mundo la
preocupación por los efectos Psicosociales de las
emergencias y desastres, así como los grupos de
psicólogos que se interesan por intervenir en estas
circunstancias, conformando los equipos de primera respuesta,
organizando sociedades o
grupos de intervención locales creando redes nacionales de ayuda
psicológica.
Este trabajo trata de ser un ensayo
sobre la evolución histórica de la psicología en
emergencias y desastres, no pretende ser completo pero
servirá para darnos una visón panorámica de
su desarrollo y
de los profesionales que han ido forjando su crecimiento y
desarrollo.
Dedico este trabajo a los psicólogos que integran el
Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Perú del cual tengo el
honor de formar parte, equipo pionero de la psicología de
Emergencias y Desastres en el Perú
Los antecedentes se remontan a fines del Siglo XIX y
comienzos del XX , en dos Continentes el Americano y el Europeo,
quizá motivados por las guerras en los
que estuvieron comprometidos, apareciendo términos como
los de "fatiga de batalla", "neurosis de
guerra",
propios de los años 1887 a 1939.
Sin embargo nos dice Luis De Nicolás (1997) que en el
diario de Samuel Pepy del siglo XVII como consecuencia del gran
incendio de Londres se narra lo que hoy conocemos como
"flashbacks" en la sintomatología del Estrés
Trauma.
Sin embargo hay investigaciones
que se remontan a 1909, año en el cual Eduard Stierlin en
Zurique trabajo con 21 sobrevivientes de un accidente en una mina
en 1906 y con 135 personas dos meses después del terremoto
de Italia en
1908.
Durante la Segunda Guerra
Mundial (1939 – 1945) se realizan estudios con poblaciones
civiles sometidas a los intensos bombardeos en especial en
Inglaterra, en
Japón
se realizan trabajos relacionadas con los sobrevivientes del
ataque nuclear a Hiroshima y Nagasaki .
Un estudio primigenio en este campo es el de Freud y
Burlinghom (1944) sobre las reacciones de los niños
durante la II Guerra mundial en
el cual entre otros comunican diversos niveles de ansiedad
presentes entre padres y niños.
Sin embargo el estudio que es considerado pionero es el de E.
Liderman (1944) el cual trabajo con los sobrevivientes y sus
familiares víctimas del incendio del Club Nocturno Coconut
Grove en Boston Massachusset (EU), en el cual describe que
aquellos sujetos que usaran como mecanismo de defensa
psicológica a la negación y fracasaron en ello
sufrían una alta frecuencia de trastornos
psicosomáticos, síntomas neuróticos,
depresión y otros trastornos psiquiatricos,
la importancia de este estudio orientado al estudio del manejo
psicológico de la perdida estriba en que sentó las
bases para la teoría
de la crisis de Helen Caplan, compañera de Liderman en el
Hospital de Boston Memorial.
En los Estados Unidos
después de la Segunda Guerra
Mundial , el Gobierno
Estadounidense auspició la investigación por medio del National
Academy of Sciences y el National Research Coucil. Este
último fundó un Comité para Estudios sobre
desastres, como un organismo destinado a seleccionar información. En 1957, fue reorganizado y
nominado Grupo de
Investigación en Desastres (DRG) y la
investigación se amplio para cubrir calamidades acaecidas
en otros países. Las investigaciones de DRG fueron
continuadas por DRC en 1963.
Tyhurst (1951) en su publicación "Individual Reactions to
Community Disaster" (EU), manifiesta que después de la
fase de impacto psicológico durante el desastre se
presenta otra de compensación en la cual la víctima
supera el "pasmo" inicial y "valora" mejor la situación en
la cual se encuentra.
Estos descubrimientos vienen a servir de base a los posteriores
trabajos de Quarantelli y los actuales principios de la
Federación Internacional de la Cruz Roja, cuando nos dice
que las comunidades no se quedan inmovilizadas esperando la ayuda
sino que estas asumen su propia ayuda.
Así mismo Tyhurst es uno de los primeros investigadores
que plantearon modelos operacionales iniciales del comportamiento
humano en situaciones de desastres.
A través de esto se pudo ir conceptualizando las
reacciones como un proceso, el
autor propone y describe tres fases superpuestas: Periodo de
impacto, período de recuperación y período
Postraumático.
Tyhurst publicó que durante la fase de impacto de los
desastres
naturales una relativa minoría, entre el 12% y el 25%
de los individuos, es capaz de captar rápidamente los
aspectos más importantes de la situación de peligro
y permanecer "frío" y "contenido", manteniendo la atención, valorando la situación,
desarrollado un plan y poniendo
en marcha las acciones
constructivas. Los líderes naturales que actuarán
antes de la llegada de los equipos de rescate surgirán de
este grupo. Un 75%
igualmente normal, va a reaccionar transitoriamente con
aturdimiento, sorpresa y desconcierto, sin expresar emociones, con
poca capacidad de atención, limitación en la
concentración, indecisión y falta de respuesta y
con un comportamiento automático bloqueado o ausente.
Janis (1954) presenta un modelo
explicativo del estres desde la
perspectiva de los desastres, este modelo consta
de tres segmentos principales, el evento desastroso, la respuesta
psicológica a este por parte de los individuos y las
determinantes intrapsiquicas y situacionales de tales
respuestas.
Nos explica además que la forma en que una persona responde
al evento desastroso depende de factores tales como las
expectativas previamente formadas por los individuos en cuanto a
las formas de evitar situaciones peligrosas, la cantidad y
calidad de un
entrenamiento
previo, que la persona haya
recibido con respecto a estrategias
defensivas y tácticas para afrontar el peligro, los
niveles crónicos de ansiedad e intensidad de las
necesidades de dependencias personales y por ultimo de la
percepción por parte de la persona del rol
que desempeña en la situación correspondiente.
Marks y Fritz (1954) manifiestan que existen sobrevivientes que
tienden a mostrarse poco comunicativos y algunos llegan a
presentar sentimientos de culpa por haber sobrevivido. Estos
sentimientos de culpa han sido identificados como mecanismos de
defensa de las personas ante situaciones de emergencias o
desastres, pueden llegar a ser muy dañinos e inclusive
causar la muerte de
las personas que los sienten, sin embargo se recomienda
tolerarlos en un primer momento para evitar una
descompensación psicológica mayor entre las
víctimas sobrevivientes.
Silber (1956) y Block (1958) entrevistan a los padres de
niños que asistieron a una función
cinematográfica y se convierten en víctimas de un
tornado; concluyendo de que existen una serie de factores
intrapsiquicos y familiares y la respuesta de la comunidad, los
autores manifiestan presencia de síntomas clínicos
que incluyen regresión, dependencia, enuresis, terror
nocturno, fobias y reacciones de evitación ansiosa.
Wallace, Antony (1957) EU, también manifiesta que la
conducta comúnmente observada era la de un estado
temporal de "Choque" por lo que la gente experimenta
confusión, aturdimiento y cierta
desorientación.
El primer intento sistemático de estudiar las
reacciones al impacto de un desastre lo realizó Tyhurst
(1957) en Canadá, según la opinión del
noruego L. Weisaeth (1989ª, 1989b) porque Tyhurst
basó sus generalizaciones en los estudios de campo
realizados en diferentes áreas como los incendios
ocurridos en los bloques de apartamentos, el incendio en un barco
y diversas inundaciones, el método
empleado fue de tipo prospectivo y longitudinal que es el que
más se sigue, siendo objeto de estudio "describir las
reacciones comportamentales durante el impacto, la distribución de las frecuencias de
respuesta y su intensidad".
En estos años 50 gracias a la labor pionera del Prof.
Eitinger, sobreviviente del 3% de judíos noruegos del
campo de concentración de Auschwitz y considerado como
padre de la psiquiatría noruega sobre el estrés,
temas militares y desastres (L. De Nicolás 1997).
comenzó a publicar sus observaciones y experiencias
clínicas como exprisionero.
En 1957, bajo los auspicios de la Asociación Noruega de
Incapacitados de Guerra
(Krigsinvalideforbundet) se crea el "Grupo de Doctores Noruegos"
bajo el liderazgo de
los profesores Strom, Eitinger, Lonnum y otros, con el fin de
realizar diferentes investigaciones controladas con
supervivientes de campos de concentración y en las que
demostraron el incremento de la morbilidad y mortalidad general,
la sobrecogedora influencia del trauma comparada a la modesta
importancia de la
personalidad preexistente y las limitadas posibilidades
terapéuticas ante el trauma en los años
subsiguientes al impacto.
Las conclusiones obtenidas por los investigadores
noruegos Eitinger (1958) y Strom (1968) respecto a los rasgos
sintomáticos definitorios del "Síndrome del campo
de Concentración" mostraron claras similitudes con los
identificados en la neurosis de
guerra.
Las investigaciones descriptivas van descubriendo posteriormente
que las reacciones de las víctimas no son iguales durante
el impacto del evento y posterior a este en este sentido Friedman
y Linn (1957) EU, trabajando con los sobrevivientes del hundido
barco "Andrea Dorian" describe que al tratar con víctimas
de sucesos traumáticos se debe de tener en cuenta sus
diferentes
respuesta a las fases de "Choque inicial" y la
"Recuperación" en una situación de desastre.
Moore, Harry Estill y Friedsam en el "Reported Emotional Stress Following
and Disaster" (1959) EU, igualmente describe este impacto
emocional durante la fase de "Choque" como un efecto
"Narcótico" que impide temporalmente que las personas
asimilen el grado en que cambia su mundo y la posición que
guardan en el.
Leigthton (1959) EEUU se interesa por la variable social
estudiando el grado de integración de la comunidad, manifestando
que esta ejerce un efecto selectivo en los trastornos
psicológicos y psicofisiológicos y que la
desintegración de la misma antecede a la presencia de
problemas
psiquiatricos, dando inicio quizá sin proponérselo
a la corriente sociológica .
Prof. Henry Quarantelli basándose en los trabajos que se
venían realizando en los EEUU en la década del 50
sobre el comportamiento de las poblaciones en situaciones de
desastres publica obra clásica publicada en 1959 "The
Nature and Conditions of Panic" se desmistifica la creencia de
que este es la conducta típica de la población y que por el contrario en lugar
de huir en desbandada, la gente tiende a congregares,
posteriormente en 1963 crea y dirige el Disaster Research Center
en la Universidad
Estatal de Ohio USA.; dicho centro a realizado a lo largo de 41
años descubrimientos que proceden de más de 500
estudios de campo. Actualmente continua con sus investigaciones
desde el Centro de Investigación para desastres de la
Universidad de
Delaware (EU)
Fritz Charles (1961) EU en su trabajo "Desastres un problema
social contemporáneo" manifiesta que las personas ante
situaciones de desastre tienden a sentirse seguras al estar
dentro de una muchedumbre y presentan un estado muy
sugestionable pero que en casos más graves estas pueden
presentar "petrificaciones, alucinaciones y delirios".
Popovic y Petrovic (1963) en Yugoslavia, trabajan describiendo
reacciones psicológicas adversas después del
terremoto de Skoplje.
Dillon y Leopoldo (1963) analizan durante cuatro años los
efectos a largo plazo de una explosión marítima
El 26 de julio de 1963 se produce un terremoto en Skopje, de una
población de 200,000 personas, 1,070 fallecieron, 3300
resintieron daños el 80% de las casas sufrieron deterioros
con el terremoto. El Instituto de Salud mental de
Belgrado envió inmediatamente a un grupo de psiquiatras,
el cual llego al área afectada unas 22 horas
después de acaecido el sismo, el grupo permaneció
durante 5 días, los autores calcularon que inmediatamente
después del sismo sólo 25% de la población
fue capaz de prestar auxilio activo, un casi el 75%
presentó perturbaciones psíquiatricas leves y en
promedio el 10 sufrió alteraciones mentales graves que
obligaron a un tratamiento médico especial.
Lifton Robert (1967) EEUU, fue el primer investigador en hacer
notar en su obra "Survivors of Hiroshima: Death in Life, el
impacto y deterioro psicológico de los integrantes de los
equipos de primera respuesta que participaron después del
bombardeo atómico en Hiroshima y los problemas
psicológicos a largo plazo que se presentaron.
Anderson (1968) EEUU siguiendo con la corriente social define a
los desastres con base a la reacción de la
población afectada y a la amenaza que esta representa en
la comunidad, afirmando que un desastre tiene consecuencias
diferentes en el individuo, la familia y
en las diversas instituciones
de la sociedad,
produciéndose una situación de crisis aguda cuando
la comunidad es tomada por sorpresa.
Healy Richard (1969) EEUU, centrándose en la fase
Postraumático, manifiesta que en esta fase se pueden
presentar reacciones psicoficiológicas intensas e
incapacitantes como los vómitos severos,
estados nauseoso e histeria de conversión.
A partir de los años 70 en Europa se
estudian con mayor intensidad las consecuencias Psicosociales de
los desastres
naturales e industriales, frente a los provocados por las
guerras
propias de las etapas anteriores, y por otro lado la frecuente
utilización del criterio diagnóstico de Estrés
Postraumático como variable evaluable tanto independiente
como dependiente. Así, Bennet (1970) estudia los efectos
provocados por las pérdidas materiales y
personales debidas a las graves inundaciones ocurridas en Bristol
Gran Bretaña. Los resultados revelaron que aproximadamente
el 33% d e las víctimas desarrollaron algún tipo de
síntoma físico y psíquico.
Manifiesta que los desastres pueden ser clasificados como parte
de un grupo mas amplio de situaciones de estres colectivo
que surge cuando muchos miembros de un sistema social no
reciben las condiciones de vida que esperan de dicho sistema, tal
estres colectivo puede provenir de fuentes
externas al sistema o de este mismo, considera al sistema social
como una colectividad de humanos cuya interacción se
mantienen en la forma de patrones identificables durante un
periodo relativamente prolongado y afirma que el desequilibrio
sistemático es el resultado del estres de eventos
catastróficos. Los factores que deben de ser considerados
en la evaluación
de situaciones de estres por desastres son: el alcance de la
situación, la velocidad de
inicio, la duración del factor estresante y la
preparación social.
Mientras tanto en EEUU la Asociación de Psiquiatría
Americana (1970) publica un manual de
"Primeros
Auxilios Psicológicos en casos de Catástrofes"
el cual es traducido y adaptado en el Perú por el Medico
Psiquiatra Baltazar caravedo, Asesor en Salud Mental de la Dirección General de Servicios
Integrados de Salud del Ministerio de
Salud; en el cual se describen cinco tipos de reacciones
clásicas a los desastres (Reacciones normales,
pánico individual, reacciones depresivas, respuestas
demasiado activas, reacciones corporales), así mismo se
describen principios
básicos que se deben de tener en cuenta para la ayuda a
las personas "perturbadas emocionalmente".
El Dr. Raúl Jerì quien con un grupo de
médicos del Hospital central de policía se
constituyeron en los dias subsiguientes al terremoto de Huaraz en
1970 a las zonas más afectadas por el aluvión
posterior, en sus conclusiones de su trabajo investigativo
"Problemas de conducta en los desastres" presentado en el marco
de la VII Conferencia
Mundial de Defensa Civil, celebrada en Caracas Venezuela en
1974 describe las perturbaciones psicológicas observadas
en el la zona del terremoto y la importancia de tratarlas
rápidamente; concidiendo con los postulados de Kinston y
Rosser 1974 opinaban sobre la necesidad de llevar profesionales
en salud mental
rápidamente al área del desastre
Barton Allen (1970) EU en su trabajo desastres en comunidad
incluye a los desastres como situaciones de stress colectivo
en el cual se presenta cuando muchos miembros de un sistema
social no reciben las condiciones de vida que esperan de dicho
sistema y esta situación de stress puede
provenir de una fuente externa o interna del sistema social. Esta
concepción mucho más amplia engloba no solo como
desastre a aquellas circunstancias provenientes de medios
externos como los desastres naturales sino de aquellos
provenientes de medios
internos como las guerras, los conflictos
sociales, etc.
El San Fernando Valley Child. (1971) EU; publica una
clásica Guía Clínica orientada a ayudar a
los padres y los maestros en la comprensión y ayuda en las
reacciones emocionales que presentan los niños
víctimas de terremotos y
otros desastres, esta guía nace como una necesidad para la
ayuda de la población infantil que sufriera el impacto del
terremoto de 1971 en el área Metropolitana de los Angeles
E.U. el cual se produjo a las 05:59 hrs.
Como consecuencia del terremoto de Managua – Nicaragua en 1972,
se crean 10 centros de Salud mental comunitarios para los 300,000
refugiados del terremoto, al termino del proyecto en
febrero de 1974 más de 7,000 víctimas habían
recibido algún tipo de servicio
psiquiatricos de dichas clínicas gracias al esfuerzo de 31
profesionales de salud mental nicaragüenses y
estadounidenses.
En el Perú en 1972 se difunde por la Revista
militar del Perú, en artículo "Primeros auxilios
psicológicos en caso de desastres, adaptando la
traducción de la publicación del manual de
"Primeros Auxilios Psicológicos" de la Asociación
de Psiquiatría Americana (1970)
Kinston y Rosser (1974) Inglaterra opinan
sobre la necesidad de llevar psiquiatras rápidamente al
área del desastre, debido a que más del 10% de las
víctimas sufren de disturbios psicológicos,
confirmando la frecuencia de reacciones agudas de duelo o
depresión, neurosis postraumatica y
disturbios transitorios emocionales en los
niños.
En 1974, en los Estados Unidos se promulga la Ley de Socorro en
casos de desastres (Sección 413 de la Ley Publica
93-288), sentándose las bases para el desarrollo
sistemático y organizado de este campo (Cohen 1999), la
ley reza como sigue: "Asistencia y capacitación para la orientación en
situaciones de crisis. Se autoriza al Presidente (por conducto
del Instituto Nacional de salud mental) a prestar dichos servicios o la
capacitación a los trabajadores que prestan
atención a las víctimas de desastres
catastróficos, a fin de aliviar los problemas de salud
mental que cause o agrave dicho desastre o sus
consecuencias".
Esta ley se promulgó en respuesta al
reconocimiento de que los desastres producen una variedad de
trastornos emocionales y mentales que, si no se tratan, pueden
volverse crónicos e incapacitantes. Los programas de
orientación en crisis financiados conforme a la
sección 413 están destinados a proporcionar alivio
inmediato y a evitar los problemas a largo plazo.
Titchener y Ross, en su publicación "Acute or chronic
stress as
determinants of behavior, character, and neurosis", siguiendo los
pasos de Tyhurst (1951) describen cinco fases de las reacciones
psicológicas ante los desastres: fase de pre-impacto, fase
de impacto, fase de desorganización aguda, fase de
regresión y fase de reconstrucción; en caso de que
los desastres aparezcan sin previo aviso la fase de pre-impacto
puede no existir.
Dennis S. Mileti, John H. Sorensen (1975, 1988, 1989) en sus
artículos, "Natural Harard Warning Systems in the United
States : A research assesment", "Planning and implementing
warning systems, en Mental health response to mass emergencies:
Theory and practice", "La eficacia de los
sistemas de
alarma en América
Latina"
exponen sobre como las personas responden a las alarmas y cuales
son los procesos
psicológicos que se dan en estas circunstancias,
así como los principales mitos que
tienden a confundir a las autoridades al momento de decidirse a
dar la alerta, así como la mejor forma de redactar y
difundir los mensajes.
Erikson (1976) EU en su investigación realizada en la
inundación de Búfalo Creek llamo "SEGUNDO DESASTRE"
a las consecuencias de tipo emocional que se derivan de la
desorganización social y física de una
comunidad por la acción de un desastre natural así
mismo, manifiesta que existen factores intrapsiquicos que tienen
que ver con el nivel de desarrollo mental de los niños, el
nivel premorbido de la salud mental y tener presente que algunos
niños son más vulnerables que otros. Newman (1976)
trabajando con los sobrevivientes d e esta inundación,
específicamente con 224 niños observa que el nivel
de desarrollo de los niños, la percepción
de las reacciones familiares al desastre y el grado de exposición
a los horrores del evento, son variables que
van a contribuir a los problemas emocionales, Titchener y Kapp
(1976) describe que un 80% de los niños presentaban
"Neurosis traumática", cuadros clínicos, fobias y
otras respuestas de ansiedad, disturbios del sueño y
reacciones de pesar.
Newman (1976) trabajando con 224 niños en Bufalo
Creek, observo que también influye en sus reacciones la
percepción de las reacciones de los familiares al desastre
y el grado de exposición
a los horrores del evento; indicando que la herencia
común que un desastre deja a muchos niños es el
sentido modificado de la realidad, mayor vulnerabilidad a
tensiones futuras y una idea alterada de sus capacidades
interiores, así como una conciencia precoz
de la fragmentacion y la profundidad.
Titchener y Kaap (1976) trabajando con 80.pacientes
describió la presencia de enuresis traumática,
cuadros clínicos de fobias y otras respuestas de ansiedad,
disturbios en el sueño y reacciones de pesar.
Milgram y Milgram (1976) Israel describen
el incremento significativo de la ansiedad en niños
después de la guerra del Yom Kippur. Muchos niños
israelitas vivieron al borde de las comunidades que estuvieron
expuestas a bombardeos por periodos prolongados, sin embargo no
exhibieron altos niveles de ansiedad comparados con los
niños de comunidades que nunca estuvieron bajo fuego,
posiblemente se deba comenta el autor a un resultado de la
cohesión y el soporte social existente previamente en
estas comunidades, tomándose la situación de
bombardeo como parte del estilo de vida de estos
niños.
En Febrero de 1978 en Massachusetts, EEUU se vio afectado por una
terrible ventisca que produjo una inundación devastadora a
causa de marejadas en el litoral del estado, numerosos
profesionales respondieron con celeridad a la emergencia, con la
esperanza de brindar ayuda psicológica a quienes la
necesitaban, desarrollándose un programa
desentralizado en los barrios afectados.
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