Monografias.com > Enfermedades > Salud
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Metodología diagnóstica en la patología del tracto general inferior




Enviado por liliana



    AUTOR: DR. KOHEN, BERNARDO
    A.

    BUENOS AIRES, OCTUBRE DE
    1998.

    NOTA: El autor, Dr. B. Kohen,
    falleció al poco tiempo de
    escribir este trabajo de gran Importancia. Nos ha dejado el mejor
    legado: el de su humanismo y
    sabiduría científica y por ello esta
    publicación en esta página. En honor a todo lo que
    nos dio a quienes tuvimos la suerte y orgullo de conocerlo.
    Tributo a su familia.

    Liliana Duarte.

    MONOGRAFÍA

    METODOLOGÍA DIAGNÓSTICA EN LA
    PATOLOGÍA DEL TRACTO GENITAL
    INFERIOR

    El tema de la presente monografía
    fue elegido por el autor y aceptado por los directores de la
    Escuela de
    Patología del Tracto Genital Inferior y
    Colposcopía, Dres. Silvio A. Tatti y Juan Mural, como
    motivo del trabajo final del Curso Anual.

    No es mi intención hacer un tratado del
    tema, que muy bien puede encontrarse en los textos de estudio
    correspondientes.

    Simplemente actualizarlo y ordenarlo para el
    médico, dada la utilidad continua
    que hay en los métodos
    diagnósticos en la actualidad.

    Para facilitar la revisión de la información incluida en este texto, lo he
    dividido en los siguientes capítulos:

    Capítulo I:
    INTRODUCCIÓN.

    Capítulo II: ESTUDIO
    CITOLÓGICO

    Capítulo III:
    COLPOSCOPÍA

    Capítulo IV:
    HISTOPATOLOGÍA

    Capítulo V: DIGNÓSTICO
    VIROLÓGICO

    Capítulo VI:
    CONCLUSIONES.

    Capítulo VII:
    BIBLIOGRAFÍA.

    El estudio y compilación de este tema me ha
    permitido profundizar el
    conocimiento actualizado del mismo. Espero que lo mismo sirva
    para mis colegas.

    EL AUTOR.

    INTRODUCCIÓN:

    La historia de la
    patología cervical se puede dividir en 2 grandes
    períodos, el primero que termina en la década de
    los `70 y, el segundo, que comienza a principios de la
    década de los `80.

    En el primer período, el diagnóstico de la patología cervical
    se basaba en tres pilares fundamentales, la citología como
    método de
    rastreo, la colposcopía como instrumento que dirige la
    biopsia y la anatomía
    patológica como diagnóstico definitivo.

    La gran difusión de esta metodología de detección y la
    multiplicación de los centros dedicados a la
    patología preneoplásica del cuello uterino, trajo
    como consecuencia una neta disminución del carcinoma
    invasor.

    El fervor del diagnóstico precoz, fundamentalmente en los
    países occidentales, logró disminuir los
    índices de mortalidad por carcinoma invasor a un tercio de
    lo que eran hace 50 años (1). Pese a esta
    disminución objetivable, hay países donde el
    cáncer de cuello uterino representa actualmente más
    de la mitad de todos los carcinomas de la
    mujer.

    Lamentablemente, esta situación no escapa a
    regiones de nuestro propio país, siendo de esperar que la
    implantación de nuevas medidas reviertan definitivamente
    esta dramática situación.

    El segundo período, comienza a principios de los
    `80 con la aparición en escena de los virus HSV, HPV y
    citomegalovirus como oncógenos de relevancia
    (2).

    Observamos que a la metodología exploratoria clásica se
    le agregan los estudios de inmunomarcación y
    tipificación viral. También, debemos hacer
    hincapié de que en este período , hubo un
    permanente y sostenido incremento de la incidencia de CIN III en
    nuestro medio. Este aumento podría ser debido a la
    asociación de CIN y HPV que, según distintos
    autores varía enormemente.

    La aparición de lesiones iniciales en
    edades más tempranas, ha obligado también, a
    modificar la conducta
    terapéutica: tratamiento destructivo local y escicional
    con Asa de Cartier.

    ESTUDIO
    CITOLÓGICO.

    El examen citológico cervicovaginal se basa
    en la exfoliación espontánea o inducida de células
    normales o patológicas del cuello del
    útero.

    La investigación se efectúa,
    además de pacientes sintomáticas, en
    campañas masivas en poblaciones asintomáticas, a
    modo de rastreo o screening de mujeres portadoras de carcinoma de
    cuello uterino y de sus precursores CIN ( Neoplasia
    Intraepitelial Cervical).

    La obtención de la muestra
    citológica debe ser efectuada preferentemente en fase
    intermenstrual, que no haya realizado en las 48 hrs., anteriores,
    lavados vaginales, terapia intravaginal ni haya mantenido
    relaciones sexuales.

    La obtención de la muestra para el
    estudio citológico debe efectuarse previa a la consulta
    ginecológica o como primer paso del examen instrumental de
    la misma. La toma debe ser efectuada de la zona de
    transformación y fondo de saco vaginal posterior con
    espátula de Ayre clásica o modificada, para la toma
    exocervical.

    La toma endocervical debe obtenerse posteriormente
    a la limpieza del exocervix con suero fisiológico o
    ácido acético al 5%, para evitar la contaminación del material. La misma puede
    efectuarse con hisopo, aunque preferentemente debe usarse el
    "cytobrush", pequeño cepillo de nylon que por su
    flexibilidad penetra con mayor facilidad en el canal cervical y
    haciéndolo girar en el mismo, se obtiene material
    endocervical adecuado. Según Dotters (6), solamente el 14%
    de los Frotis obtenidos con cytobrush no contiene células
    endocervicales, contra 19% de los obtenidos con hisopo de
    algodón.

    La presencia de células
    endocervicales y/o moco con células
    metaplásicas de la unión escamocilíndrica,
    condiciona la adecuación del Frotis para la
    interpretación cito-oncológica.

    Se considera tolerable un 5% de material
    inadecuado. Las muestras del material recolectado se extienden
    sobre un portaobjeto y, deben ser rápidamente fijadas en
    alcohol
    etílico al 95% o una mezcla de alcohol y
    éter o con rocío fijador de cabello, manteniendo el
    chorro a una distancia de 10 cm del
    portaobjetos.

    NOMENCLATURA
    CITOLÓGICA.

    La Nomenclatura en
    patología cervical ha variado notablemente con el correr
    del tiempo. Desde la
    primitiva clasificación de Papanicolaou en "clases", hasta
    la última propuesta en Bethesda, ha habido variaciones y
    se han usado todas a la vez.

    CUADRO COMPARATIVO DE LAS CLASIFICACIONES EN
    CITOPATOLOGÍA.

    CLASE

    HALLAZGO

    CORRELACIÓN
    CITOHISTOLÓGICA

    CIN

    BETHESDA

    I

    NEGATIVO

    NORMAL

    NORMAL

    NEGATIVO

    II

    NEGATIVO

    INFLAMATORIO

    DESCRIPTIVO

    DESCRIPTIVO

    III

    SOSPECHOSO

    DISPLASIA LEVE

    DISPLASIA MODERADA.

    DISPLASIA INTENSA

    CIN I -CO

    CIN II

    CIN III

    LG -SIL

    HG-SIL

    HG-SIL

    IV

    POSITIVO

    CA. IN SITU

    CIN III

    HG-SIL

    V

    POSITIVO

    CA. INVASOR

    CÁNCER

    CÁNCER

    Abreviaturas: CO. Condiloma.

    LG-SIL: Lesión interepitelial cervical de
    bajo grado.

    HG-SIL: Lesión intraepitelial cervical de
    alto grado.

    CIN: Neoplasia intraepitelial
    cervical.

    CA: Carcinoma.

    La lesión intraepitelial cervical de bajo
    grado (LG-SIL) corresponde al Condiloma e incluye al CIN I. Estas
    lesiones pueden presentar leve atipía en los estratos
    basales por inducción viral, bajo índice de
    mitosis y
    ausencia de mitosis
    anómalas. Son lesiones diploides o poliploides
    (3).

    El CIN III engloba a la Displasia intensa y el
    carcinoma in situ.

    Es considerado excesivo el término
    Neoplasia intraepitelial cervical para referirse a la Displasia
    leve.

    La Citología exfoliativa es un método de
    valor
    indiscutible en el rastreo de la neoplasia intraepitelial (CIN),
    siendo menor su sensibilidad en la detección de lesiones
    virales.

    Los informes
    Falsos negativos de la Citología, son muy dispares,
    variando desde el 2 al 40% según Vierhout
    (4).

    Para este autor la causa principal del alto
    índice de falsos negativos obedece a la ausencia, en los
    extendidos, de un material representativo de la zona de
    transformación. Según el mismo, un extendido ideal
    sería aquel que contuviera tanto células
    del ectocervix como del endocervix. Esto lo llevó a
    diseñar la multiespátula, instrumento regulable a
    las características de cada
    cuello.

    A su vez, distintos autores (5) demuestran que los
    falsos negativos, son la consecuencia de errores en la
    técnica de la toma citológica.

    De acuerdo con el II Informe Walton
    (1), las causas probables de los Falsos negativos en
    citología son los siguientes:

    1. Errores en los datos del
      Frotis cervicovaginal cometidos por el personal de
      secretaría.
    1. en el estudio donde se efectuó la
      obtención de la muestra.
    2. en el laboratorio
      de citopatología
    3. en la respuesta del laboratorio
      de citopatología

    2-Obtención inadecuada de la muestra.

    1. selección de técnicas de
      obtención inadecuadas para el fin
      deseado
    2. material insuficiente
    3. material mal extendido
    4. ausencia de elementos de la zona de
      transformación en mujeres en edad premenopáusicas
      (células cilíndricas endocervicales y/ o
      metaplásicas)
    5. lesiones de las cuales no es posible obtener
      muestras, ni aún con un método
      adecuado, porque:
    1. son muy pequeñas
    2. se encuentran en un sitio demasiado alto del
      endocervix
    3. se hallan demasiado
      fueratinizadas
    4. su superficie está alterada por
      necrosis, ulceración o sangreamiento
    5. existe la posibilidad de variaciones
      fisiológicas o biológicas de la
      descamación de células
      significativas.

    3-Presencia de sustancias
    interpuestas.

    1. material celular mezclado con sangre y
      residuos celulares menstruales.
    2. material celular mezclado con sangre, cuya
      obtención resultaría demasiado
      traumática.
    3. material celular mezclado con
      lubricantes
    4. presencia de un exudado inflamatorio
      excesivo
    5. presencia de talco
    6. morfología celular alterada por
      acción bacteriana

    4 – Problemas
    técnicos. Fijación inadecuada del
    Frotis

    1. secado al aire
    2. no fijado uniformemente
    3. coloración y montaje
      inadecuados
    1. Errores en la lectura
    1. visión incompleta del
      portaobjetos
    2. subestimación de las anomalías
      celulares
    1. por preparación inadecuada y experiencia
      insuficiente
    2. por supervisión y control de
      calidad inadecuados.

    Estudios actuales efectuados en Francia, a
    gran escala en
    lesiones de alto grado, han permitido demostrar la posibilidad de
    reducir considerablemete el número de Falsos negativos
    citológicos a través de la detección del HPV
    por captura de Híbridos. (6)

    COLPOSCOPÍA.

    Podemos definir la Colposcopía como un
    medio de investigación con el cual es posible
    reconocer, de limitar y diagnosticar los diferentes aspectos
    normales y anormales de exocervix, la vagina y la
    vulva.

    La colposcopía nació en Alemania en
    1925 por obra de Hans Hinselman, director de la Clínica
    Ginecológica de la Universidad de
    Hamburgo, quien diseñó y puso en funcionamiento un
    dispositivo óptico con el que podía ver el cuello
    uterino a gran aumento (7).

    Al correlacionar los aspectos colposcópicos
    con los histológicos, dio origen a un nuevo concepto sobre la
    génesis de la neoplasia cervical, de gran utilidad en el
    diagnóstico precoz.

    En líneas generales, en la historia de la
    Colposcopía se puede reconocer la existencia de tres
    períodos que, partiendo de la propuesta de Hinselman, se
    desarrollan en la búsqueda de una actualización de
    la impostación diagnóstica (II período) muy
    rico en iniciativas y propuestas para llegar, luego a la
    década de 1980 en la cual la adquisición de
    conocimientos sobre el virus de papiloma
    (HPV) y sobre la interferencia de éste en la
    morfología de los epitelios cervicales, está de
    nuevo modificando los esquemas de interpretación y
    definición colposcópica (III período)
    (1)

    En 1939, Alfredo Jakob comenzó a difundir,
    a través de sus primeras publicaciones en la
    República Argentina, el uso
    de este método en
    la detección precoz de las lesiones cervicales, (8). Su
    importancia diagnóstica trascendió
    rápidamente a otros países de América
    Latina donde logra muchos adeptos. Entre ellos Yurvens
    (1933), Cova (1941), Goulart (1940) y otros.

    Recién en 1950, superado el aislamiento
    originado por la Segunda Guerra
    Mundial, la Colposcopía alcanza gran difusión
    en Europa
    (9).

    En el año 1965, Busch y Walter Friches
    realizaron la primera clasificación colposcópica en
    Argentina , luego
    Vázquez Ferro y Tatti , Miguel A., desarrollaron una
    similar, pero mejorada y ampliada que fue adoptada por la
    Sociedad
    Argentina de
    Patología Cervical como modelo de
    Gradiente de Sospecha Colposcópica.

    A la manera de lo que hizo Papanicolaou con
    extendidos cervicales, de agruparlos en cinco clases y saber su
    grado de severidad, los autores agruparon las imágenes
    colposcópicas de acuerdo con sus características y ubicación respecto
    del orificio cervical externo, en cinco
    gradientes.

    Así se determina que las clases III, IV y V
    siempre deben ser biopsiadas y la II, al existir pólipos.
    Actualmente con la aparición de imágenes
    satélites:
    spots, orificios glandulares cornificados producidos por HPV,
    también se biopsian algunas leucoplasias, mosaicos y
    puntillados alejados del canal cervical.

    CLASIFICACIÓN DE LA SOSPECHA
    COLPOSCÓPICA

    1. Vázquez Ferro y M.A.
      Tatti)

    CLASE I: Mucosa originaria, ectopia, zona de
    transformación.

    CLASE II: Procesos
    inflamatorios
    , pólipos, leucoplasia marginal, base de
    caracteres no

    sospechosos, mosaico marginal por
    epitelización de reemplazo.

    CLASE III: Zona anómala de
    transformación,
    imágenes
    epiteliales anómalas no

    definibles (leucoplasia, mosaico, base de
    caracteres llamativos pero no

    evidentes con contacto con el límite
    escamocolumnar ( OCE)

    CLASE IV: Imágenes
    epiteliales patológicas de caracteres sospechosos
    bien

    definidos.

    Leucoplasia: bordes esfumados, poco netos ,
    superficie irregular,diferencia

    de tonalidad en la superficie y presencia de
    fisuras y zonas de erosión, zonas

    de leucoplasia alternando con zonas de epitelio
    normal, zona de base con

    leucoplasia de penetración en el canal
    endocervical.

    Base: bordes poco netos, base intercalada
    con leucoplasia, puntos

    vasculares bien netos, hemorragia fácil al
    toque, diferentes calibres de los

    vasos papilares.

    Mosaico: campos irregulares, desiguales,
    dispersos, punteados de diferente

    altura y campos con participación
    glandular.

    Imágenes combinadas: dos o
    más imágenes
    patológicas con las

    características
    descriptas.

    Base papilar: papilas turgentes,
    prominentes, irregulares, vasos dilatados,

    vasos de diferentes calibres.

    Imágenes vasculares: vasos
    dilatados, en virgola, en bastón, en
    tirabuzón,

    interrupciones vasculares, distribución irregular de los
    vasos.

    CLASE V: a) Sin pérdida de sustancia:
    tejido lardáceo, exofítico, aspecto
    de

    ectopia anárquica.

    1. Con pérdida de sustancia: esfacelo,
      erosión, necrosis.

    En la última década, a dicha
    clasificación se le efectuó modificaciones por la
    aparición en forma creciente, de las infecciones por
    virus
    papiloma.

    Actualmente, la Clase II incluye a la
    condilomatosis clínica o florida y las Clases II y III a
    la infección subclínica (SPI)

    La estrecha relación entre estas
    infecciones y la neoplasia intraepitelial cervical (CIN) ha
    convertido a la Clase II en biopsiable.

    Con los trabajos publicados por Meisels y col., en
    Canadá en 1976/77 y Purola y Savia en Finlandia en 1977,
    la Colposcopía reafirmó su función como
    método de
    detección precoz, no sólo de lesiones premalignas y
    malignas del cervix, sino también de la infección
    por HPV de todo el tracto genital inferior (10) (11)
    (12).

    En 1983, el Prof. Giuseppe De Palo en Italia, describe
    las características colposcópicas de las
    infecciones clínicas y subclínicas por HPV (13).
    Estas fueron corroboradas por otros autores (14) y por trabajos
    argentinos presentados en la Sociedad Argentina de
    Patolología Cervical Uterina y Colposcopía en el
    año 1987 en los que se utilizó la siguiente
    clasificación (15):

    S EGÚN SU ASPECTO
    MORFOLÓGICO

    1. Lesiones
      Clínicas:

    Se visualizan sin ácido acético al 3
    ó 5% previo corresponden a condilomas papilomatosos,
    acuminados o arborescentes – CONDILOMATOSIS FLORIDA-
    (xx)

    1. Lesiones
      Subclínicas:

    Se visualizan con la aplicación de
    ácido acético al 3 ó 5%.

    1. Colpitis condilomatosa (xx)
    2. Condiloma espiculado (en placas)
      (xx)
    3. Lesión micropapilar: Condiloma inicial
      (xx)
    4. Lesiones planas acetoblancas con bajo gradiente
      de sospecha colposcópica: condiloma -CINI
      (xx/xxx)
    • Manchas blancas o leucoplasivas o
      spots.
    • Mosaico tipo condiloma
    • Leucoplasia tipo condiloma
    • Puntillado tipo condiloma
    1. Imágenes asociadas: mezcla de las
      anteriores (xxx)/ Zona de transfornación
      irregular
    2. Lesiones planas aceto- blancas con alta
      gradiente de sospecha colposcópica (CIN III –
      Microinvasión) (xxx)
    • Leucoplasia
    • Mosaico
    • Puntillado
    • Orificios glandulares
      engrosados
    • Erosión
    • Vascularización
      anómala
    • Imágenes combinadas ( Zona de
      transformación anómala)
    1. Ectopia anárquica, necrobiosis,
      pérdida de tejido (carcinoma invasor)
      (xxx)

    LESIONES MIXTAS: Clínicas y
    Subclínicas

    SEGÚN SU
    LOCALIZACIÓN:

    A – CERVIX: preferentemente lesiones
    planas.

    Se ubican en:

    1. Zona de Transformación o centrales (con
      mayor frecuencia CIN)
    2. Periféricas a la Zona de
      Transformación (con mayor frecuencia
      HPV)
    3. En ambas o Complejo HPV (con mayor frecuencia
      CIN + HPV)
    1. VAGINA – VULVA y
      PERINE

    Las lesiones pueden ser únicas,
    generalmente son múltiples y se manifiestan en forma
    clínica (acuminada o arborescentes) o Subclínicas
    (planas en spot, espiculadas o micropapilares en placas) siendo
    frecuentes las formas mixtas (16)

    Referencias: (xx)Clase II/ (xxx) Clase III/
    (xxxx)IV/ (xxxxxx) Clase V/ (Vázquez – Ferro y
    Tatti).

    En 1984 Richard Reid elaboró una
    clasificación colposcópica inspirada en un esquema
    de Coppleson de 1960 y de Stafl de 1976, en base a puntaje de 0 a
    2, caracterizando las imágenes de acuerdo al aspecto de
    sus márgenes, color del
    epitelio, vascularización y test de shiller
    (17)

    En Mayo de 1990, el Comité de la
    Federación Internacional de la Patología Cervical y
    Colposcopía aprobó una nueva "Nomenclatura
    Colposcópica" (18)

    CLASIFICACIÓN COLPOSCÓPICA
    INTERNACIONAL

    1. HALLAZGOS COLPOSCÓPICOS
      NORMALES

    Epitelio pavimentoso o
    originario

    Epitelio cilíndrico

    Zona de Transformación
    normal

    1. HALLAZGOS COLPOSCÓPICOS
      ANORMALES
    1. Dentro de la zona de
      transformación
    2. Epitelio blanco

      plano

      micropapilar o
      microcontorneado

      punteado/mosaico

      leucoplasia

      área yodonegativa

      vasos atípicos

    3. Fuera de la zona de transformación (
      exocervix, vagina)

    Epitelio blanco

    plano

    micropapilar o contorneado

    punteado

    mosaico

    leucoplasia

    área yodonegativa

    vasos atípicos.

    1. CARCINOMA INVASOR
      SOSPECHOSO
    2. COLPOSCOPÍA
      INSATISFACTORIA

    Unión escamocilíndrica no
    visualizada

    inflamación grave o atrofia
    grave

    cervix no visible.

    E)VARIOS

    Micropapilas no acetorreactivas

    Condiloma exofítico

    Inflamación

    Atrofia

    Otros

    1. ESPECIFICAR EL
      GRADO

    Grado I

    Epitelio acetoblanco delgado

    Mosaico regular

    Punteado regular

    Leucoplasia tenue

    Vasos atípicos

    GRADO II

    Epitelio blanco engrosado

    Mosaico irregular

    Punteado irregular

    Leucoplasia gruesa

    Vasos atípicos

    En 1995 los Dres. Miguel A. Tatti y Carlos A.
    Hermansson diseñaron una nueva clasificación que,
    tomando como base la de gradiente de Sospecha,
    Colposcóspica de Vázquez Ferro y Tatti, ampliaron a
    la vagina y la vulva.

    CLASIFICACIÓN COLPOSCÓPICA DEL
    TRACTO GENITAL INFERIOR

    LOCALIZACIÓN:

    1. Cuello Uterino
    2. Vagina
    3. Vulva

    COMPATIBILIDAD:

    1. IMÁGENES
      NORMALES

    Epitelios Normales

    Modificaciones
    Fisiológicas

    2- IMÁGENES
    ANORMALES

    Procesos inflamatorios

    Infecciones virales

    Misceláneas

    Tumores Benignos

    Lesiones Intraepiteliales de Bajo
    Grado

    Malformaciones

    3-IMÁGENES
    SOSPECHOSAS

    Lesiones Intraepiteliales de Alto
    Grado

    Microinvasión

    Invasión

    0-COLPOSCOPÍA
    INSATISFACTORIA

    Imposibilidad de establecer
    Compatibilidad

    CONCLUSIONES:

    Las imágenes con COMPATIBILIDAD I, no se
    biopsian por corresponder a epitelios normales o con
    modificaciones fisiológicas (A1, B1 y
    C1).

    Las imágenes con COMPATIBILIDAD II
    sólo se biopsian para confirmar el diagnóstico negativo o de certeza, por
    ejemplo lesiones intraepiteliales de bajo grado, pólipos,
    condilomas, endometrosis, etc. (A2, B2 y C2).

    Las imágenes con Compatibilidad 3 se
    biopsian en todos los casos sin excepción (A3, B3 y C3).
    La Compatibilidad 0, corresponde a Colposcopía
    Insatisfactoria en A, B y C debido a las causas que se
    exponen.

    Las imágenes clínicas y exofiticas
    del condiloma acuminado o papilomatoso, no ofrecen dificultades
    diagnósticas. La colposcopía con ácida
    acético al 3 ó 5%, permite
    observar

    con mayor detalle los racimos de papilas
    pequeñas, cada una de ellas centrada por un vaso capilar.
    Pueden asentar en la zona de Transformación o bien
    ubicarse en la periferia. Por lo general, lesiones de aspecto
    similar se observan en vagina, vulva y región perianal.
    Con frecuencia éstas se hallan acompañadas por
    lesiones subclínicas que sólo se visualizan luego
    de la topicación con ácido acético al 3%
    ó 5% y magnificación colposcópica. Se
    presentan como imágenes acetoblancas planas o levemente
    sobre elevadas, de bordes netos y, a veces festoneados, con o sin
    presencia de trayectos vasculares ordenados, cuya
    orientación paralela o perpendicular a la superficie, les
    imprime el aspecto de mosaico o puntillados regulares. Las
    leucoplasias pueden presentarse en placas o spots de superficies
    lisa, brillante o con fino granulado blanco. Es frecuente
    observar orificios glandulares cornificados por el reemplazo
    glandular e imágenes mixtas, mezcla de las anteriores
    (3).

    Dada la frecuente asociación entre la
    infección por HPV y el CIN, resulta imprescindible
    localizar y diferenciar cada una de las lesiones. Por lo general
    el CIN asienta sobre la Zona de Transformación, en el
    epitelio metaplásico inmaduro, mientras que la
    infección subclínica se localiza más
    frecuentemente en la periferia, sin vinculación con la
    zona de transformación en forma de lesiones satélites
    (13) (15).

    En vagina y vulva fueron descriptas, además
    de las imágenes floridas, las acetoblancas o infecciones
    subclínicas, en placas, espiculadas en forma de empedrado,
    colpitis y vulvitis condilomatosa (19).

    El estudio colposcópico y
    citohistológico del canal endocervical y del resto del
    tracto genital inferior es fundamental debido a la naturaleza
    multicéntrica de las lesiones por HPV (17) (19).
    Más recientemente, en los últimos años
    surgió una nueva utilidad de la
    Colposcopía, la Penescopía, con el fin de descubrir
    lesiones subclínicas que asientan en la mucosa y submucosa
    del pene (20) (21) (22).

    El examen de la pareja masculina de mujeres
    infectadas es importante, ya que presentan lesiones en el 65% de
    los casos. La infección endouretral fue detectada por la
    citología en el 13% de los casos(22).

    HISTOPATOLOGÍA

    El control
    histológico de la patología cervical se
    efectúa mediante la obtención de muestras para
    biopsia: el diagnóstico final o de certeza, de malignidad
    o benignidad depende, en consecuencia del examen
    histológico.

    La biopsia puede ser de dos
    tipos:

    • EXOCERVICAL

    Biopsia guiada con
    colposcopía

    Biopsia guiada con pinza para
    biopsia

    Biopsia múltiple con pinza para biopsia en
    los cuatro cuadrantes

    Biopsia en cono

    • ENDOCERVICAL

    Raspado del canal cervical

    Examen fraccionado del canal cervical y de la zona
    correspondiente al orificio cervical interno.

    La biopsia guiada por colposcopía es el
    método más seguro ya que,
    permite biopsiar zonas francamente neoplásicas o
    sospechosas colposcópicamente, respetando zonas no
    sospechosas durante el método.

    Para este tipo de biopsia se utilizan pinzas a
    pistola, que permiten la extracción de piezas
    pequeñas y finas, bajo observación y guía
    colposcópica. Existe una amplia variedad de pinzas para
    biopsia exocervical. Es importante elegir la pinza que, para
    diferentes tipos de lesiones, asegure la prensión
    fácil, el corte neto, la obtención de una muestra de
    biopsia válida y suficiente para el diagnóstico con
    el mínimo traumatismo. Entre las que reunen estas
    condiciones, las más utilizadas son: Schubert, Schumacher,
    Tischler, Minitischler, Kevourkian, Alexander,
    etc.

    La fijación de la pieza histológica
    puede hacerse con formol, pero mejor aún con Fijador de
    Bovin, que permite la eventual aplicación de
    técnicas inmunohistoquímicas y son las que menos
    perjudican el tejido conectivo. Si se piensa utilizar
    técnicas de hibridación molecular o la
    técnica PCR en los casos de infecciones por HPV, es
    necesario congelar con nitrógeno líquido el
    fragmento que se va a examinar (1).

    La biopsia guiada con colposcopía presenta
    algunas limitaciones que derivan del hecho de que el CIN puede
    estar localizado también, o solamente, aunque esto es
    raro, en el canal cervical y, por lo tanto, no puede ser
    explorado colposcópicamente. En el caso de discordancia
    entre el examen citológico y el examen
    colposcópico, es necesario, por lo tanto, proceder siempre
    al raspado del canal cervical o, cuando se dispone de
    instrumental, a la extracción de la muestra de ese sitio
    mediante Microcolpohisteroscopía. Si aún, con el
    uso de estos métodos no
    se puede llegar a un diagnóstico de certeza se debe
    efectuar una biopsia ampliada que es la
    CONIZACIÓN.

    Ésta puede efecturase con bisturí
    frío, Leep o Láser.

    LAS INDICACIONES DE LA CONIZACIÓN
    SON:

    1. Adeno CIS
    2. Microcolpohisteroscopía: más de 5
      mm
    3. Discordancia Cito – Colpo –
      Histológica
    4. Microcolpohisteroscopía que no es
      segura
    5. LEEP que no aclara la patología
      existente
    6. Anatomía Patológica que informa
      mayor patología
    7. Cuando después de un 2do. LEEP o
      criocirugía hay persistencia o recidiva de la
      lesión.
    8. Paciente con dificultad de control
      postratatmiento
    9. Cuando la lesión es mayor de 2
      cuadrantes
    10. CIN III exocervical
    11. Microinvasión en la biopsia
      dirigida
    12. CIN en el legrado
      endocervical
    13. Citología repetidamente positiva para
      CIN, colposcopía negativa para cuello y vagina y legrado
      endocervical negativo.

    LEGRADO ENDOCERVICAL.

    INDICACIONES.

    1. Colposcopía y Citología positivas
      para infección por HPV, condilomatosis o CIN Carcinoma
      invasor.
    2. Colposcopía negativa y Citología
      positiva para HPV, CIN o CARCINOMA INVASOR.
    3. Sospecha de CIN, Carcinoma in Situ o Invasor
      Endocervical
    4. Previo a tratamientos destructivos
      locales.
    5. Seguimiento de Biopsia o de los Tratamientos
      Destructivos Locales

    DIAGNÓSTICO
    VIROLÓGICO

    La utilización del microscopio
    electrónico a partir de 1940, permitió observar la
    morfología de las partículas virales en muestras de
    tejidos
    obtenidos por biopsia.

    Strauss y col., en 1949, identificaron a los
    viriones en los papilomas de la piel y Dunn y
    Gilvie en 1968, los hallaron en condilomas
    genitales.

    Esta técnica no permite diferenciarlos, ya
    que la forma de los viriones es idéntica en todos los
    virus
    Papilomas. En general, con excepción de las verrugas
    plantares, son muy pocas las lesiones que alcanzan una cantidad
    suficientemente alta de partículas virales. Este
    inconveniente y el hecho de que los viriones sólo pueden
    ser observados en coilocitos y células
    disqueratóticas, reducen la sensibilidad
    diagnóstica del método. Esta es variable y en
    algunas lesiones es mucho menor que la sensibilidad de las
    técnicas citohistológicas (10 -50%)
    (24).

    INMUNOHISTOQUÍMICA

    En 1978 Ortlu y col. demostraron que el suero del
    conejo doméstico obtenido por implante de papilomas
    desarrollados en el conejo silvestre (variedad Cotton Tail),
    reaccionaba con verrugas plantares humanas. Con posterioridad,
    Yenson y col., en 1980 comprobaron que los anticuerpos obtenidos
    al inocular conejos con viriones de verrugas plantares,
    previamente tratadas y disociadas por acción del calor y
    detergentes, reaccionaban específicamente con todos los
    virus
    papilomas conocidos.

    Con esta experiencia quedó demostrada la
    existencia de un determinante antígeno interno que es
    compartido por todos los Papilomavirus.

    Se trata de la proteína mayor de la
    cápside viral, que se encuentra expresada en las
    células de las capas más superficiales y
    diferenciadas de los tejidos
    epiteliales.

    En 1980 Shah y col., en Baltimore desarrollaron la
    técnica de la Inmunoperoxidasa, utilizando anticuerpos
    específicos de origen animal. Esta técnica se
    fundamenta en la reacción entre el antígeno viral
    interno (común de género) presente en la muestra, y
    el anticuerpo específico ligado a una enzima
    (peroxidasa).

    Este método ha permitido demostrar la
    presencia la presencia del antígeno viral en extendidos
    celulares y cortes histológicos (incluidos en Parafina),
    provenientes de lesiones verrugosas de piel y
    mucosas.

    Su baja sensibilidad (55% aproximadamente), se
    debe a que el antígeno sólo se expresa en
    células diferenciadas y en el momento del ensamble
    completo del virión. Por lo tanto depende de la etapa
    replicativa del virus (15) (25)

    IDENTIFICACIÓN DE LOS DIFERENTES TIPOS
    DE PAPILOMA VIRUS HUMANO

    En los últimos 20 años, los avances
    en el
    conocimiento de la Virología molecular, se han
    producido como consecuencia del desarrollo de
    la Ingeniería Genética y
    de los métodos de
    diagnóstico molecular.

    Hasta fines de la década de los años
    60, se creía que todas las lesiones verrugosas de piel y
    mucosas, ya sea condilomatosas o planas juveniles, eran causadas
    por un sólo tipo de HPV y que las diferencias en su
    aspecto clínico morfológico se debían a su
    localización. La heterogenicidad de los HPV, fue postulada
    por Almeida y col., en 1969, quien observó reacciones
    serológicas diferentes entre individuos que presentan
    lesiones de piel y
    aquellos con lesiones genitales.

    A principios de
    1970 Zur Hausen comenzó a estudiar a los virus Papilomas
    humanos, y su posible relación con el desarrollo del
    carcinoma pavimentoso del cervix.

    En 1976 se reconoció la heterogenicidad
    genética
    de los HPV. (26). Orth y col., confirmaron la pluralidad de los
    HPV al tipificar al tipo 1 en verrugas plantares y al tipo 2 en
    verrugas vulgares de las manos.

    Estos resultados sustentaron la hipótesis de que las diferentes formas
    clínicas estarían asociadas a tipos virales
    específicos. Zur Hausen y col., caracterizaron en 1977,
    cuatro tipos distintos y en 1980 identificaron al HPV tipo 6 en
    condilomas acuminados genitales.

    En 1983 Gissmann y col., detectaron al HPV tipo 11
    en papilomas laringeos y en algunos cánceres cervicales,
    mientras que Durst y col., caracterizaron a los tipos 16 y 18 en
    displasias y neoplasias del cervix.

    Las técnicas de hibridación
    molecular han permitido caracterizar el DNA de diferentes tipos
    de HPV, en base al estudio de su organización genética y
    secuencias nucleotídicas e identificarlos en muestras
    clínicas, independientemente de la diferenciación
    celular o del grado de severidad de la
    lesión.

    La diferencia entre las técnicas de
    hibridación que se utilizan actualmente radican en las
    características de las muestras a estudiar
    (células o tejidos, frescos
    o fijados, parafinados o congelados), necesidad de
    extracción del DNA, información que brindan, sensibilidad y
    especificidad. La técnica de Southern – Blot basada en la
    extracción del DNA de la muestra fresca o conservada a
    -70° C, es considerada la técnica patrón. Es la
    más sensible y específica, permite identificar
    tipos y subtipos e informar sobre el estado
    episomal o integrado en que se halla el DNA
    viral.

    Su utilización ha logrado detectar DNA de
    HPV en el 90% de las células escamosas del
    cérvix.

    El Northen -Blot y el Dot – Blot, son similares
    pero menos específicos. Estas técnicas son
    sensibles pero sumamente laboriosas y costosas, no
    considerándose adecuadas para estudios de rutina de una
    población grande.

    La Hibridación in situ sobre filtros (FISH)
    es más rápida que el Dot – Blot ya que no se
    realiza la extracción de DNA. Es poco específica,
    pero es útil para estudiar con gran número de
    muestras. La Hibridación in situ es una técnica
    relativamente rápida y accesible a los laboratorios de
    diagnóstico si se utilizan sondas no radiactivas. En este
    caso, se obtiene una coloración específica en los
    núcleos positivos, fácilmente observable en un
    microscopio
    óptico de rutina.

    Esta técnica permite trabajar con
    pequeños fragmentos de tejidos. Si bien
    no distingue subtipos ni permite caracterizar nuevos tipos
    virales, es el único método que hace posible
    observar en forma conjunta la arquitectura del
    tejido y la presencia y distribución del DNA viral. Es
    también de gran utilidad en
    diagnósticos retrospectivos de muestras
    histológicas de archivo
    (27)

    A pesar de las múltiples ventajas que
    aportaron al diagnóstico virológico las
    técnicas moleculares anteriormente descriptas, en todas
    ellas, existía un límite de detección,
    impuesto por
    el número de copias del genoma viral presente en la
    muestra a analizar.

    Este inconveniente fue superado cuando en 1985 se
    desarrolló una técnica que hace posible obtener una
    cantidad virtualmente ilimitada de copias de cualquier secuencia
    nucleotídica de interés
    (secuencia blanco). Se trata de la amplificación "in
    vitro" de ácidos nucleicos mediante la reacción en
    cadena de la polimerasa (PCR: Polymerase Chain Reaction).
    Partiendo de una única copia de la secuencia blanco (en
    este caso sería una región del genoma de HPV) , por
    PCR pueden generarse billones de moléculas similares en
    pocas horas.

    Cuando se desea confirmar y/ o aumentar la
    sensibilidad, se puede recurrir a la hibridación posterior
    a la PCR.

    En cualquiera de los casos, la muestra a analizar
    no presenta restricciones ni en cuanto a su calidad ni su
    tamaño (células o tejidos en fresco
    o fijados y embebidos en parafina)

    Este método presenta dificultades de orden
    técnico y es muy costoso, pero es de gran utilidad para
    examinar aquellas muestras que contienen muy bajo número
    de copias de genoma viral y, por lo tanto, da positivo
    también en infecciones latentes.

    Las técnicas inmunológicas para
    detectar infección por HPV ofrecen actualmente grandes
    perspectivas como método alternativo. Estos métodos se
    centrarían en el estudio de la respuesta inmune en la
    población normal, en los casos de
    infección y/o reinfección y en la
    utilización de la proteina E6 y E7 de HPV 16 y 18 como
    marcadores de oncogenicidad.

    CONCLUSIONES:

    El diagnóstico en la patología del
    tracto genital inferior se basa en tres pilares fundamentales y
    al alcance de la mayoría de los consultorios
    ginecológicos.

    Son ellos la Citología, como método
    de rastreo, la Colposcopía, como método de rastreo
    y como instrumento que dirige la biopsia y la
    Histopatología como diagnóstico de
    certeza.

    A medida que vamos avanzando en la complejidad de
    nuestra infraestructura, lo hacemos en nuestra capacidad
    diagnóstica.

    La incorporación de la
    Microcolpohisteroscopía nos permite el acceso visual del
    conducto endocervical, pasando de la observación panorámica a
    través del Endoespéculo de Kogan con el
    Colposcopio, a la visión microscópica del
    cervix.

    Con este método podemos localizar los
    límites exactos de la lesión, determinar
    multifocalidad y efectuar biopsias dirigidas logrando, de esta
    manera, un diagnóstico más exacto que con otras
    técnicas (legrado y/o cepillado
    endocervical).

    El uso de Asa diatérmica (LEEP), como
    método alternativo de diagnóstico, ofrece excelente
    material para el estudio anatomopatológico. Con este
    instrumento, la extensión y la profundidad de la
    resección son regulables y, en ocasiones, permite la
    extirpación completa de la lesión
    (29).

    Por último, el diagnóstico
    virológico, a través de la Captura de
    Híbridos, nos permite determinar la carga viral, factor
    fundamental en la oncogénesis del HPV, como método
    de rastreo, en especial en las lesiones intraepiteliales de alto
    grado (HG -SIL), como complemento de la citología, en el
    tamizaje del Cáncer de Cuello Uterino.
    (30).

    En síntesis, es de esperar que con todos
    los métodos
    diagnósticos a nuestro alcance, las mujeres de todo
    nuestro país se acerquen a los consultorios
    ginecológicos para poder
    efectuarles un DIAGNÓSTICO PRECOZ y que, las autoridades
    sanitarias desplieguen sistemas de
    rastreo que alcancen a todas ellas para prevenir el CÁNCER
    DE CUELLO UTERINO.

    La aplicación masiva de los métodos
    de detección o screening permitiría, tratar
    solamente lesiones iniciales, y no tener que seguir tratando el
    CÁNCER DE CUELLO UTERINO, en estadios avanzados, como
    ocurre en la actualidad.

    CAPÍTULO
    VII

    BIBLIOGRAFÍA:

    1. De Palo, G. Colposcopía y
      Patología del Tracto Genital Inferior. 1ra.
      Edición. Buenos Aires.
      Editorial Panamericana (1992) 41-97.
    2. Dexeus S, López Marín L,
      Labastida R. Tratado y Atlas de Patología Cervical. De.
      Saluat. Barcelona (1989) 36-45.
    3. Dalbert, D; Mural, Y; Batt, O, et al., Uso de
      la Citología en el Diagnóstico Precoz de las
      lesiones cervicales, aplicación de Técnicas
      Virológicas en extendidos y biopsias, para evaluar
      grupos de
      riesgo de
      Cáncer Cervical – Trabajo presentado a Premio Academia
      Nacional de Medicina
      (1993) 10-32.
    4. Vierhout, M.G. The Multiespatula; aspatula
      ajustable to the shape of the individual cervix. Euro. G. Obst.
      Reprod. Biol. (1987) 26: 343-347
    5. Barton, Yenkins A. Y., Singer A. Una
      explicación del problema de los Falsos negativos en la
      citología cervical. Br. Y. Obst. Y Ginecol. (1989)
      96:482-485
    6. Clavel, C; Bor y Y.P.; Rihets, et al.,
      Comparative analysis of Human Papillomavirus detection by
      Hybrid Capture Assay and Routine Cytologic. Screening To Detect
      High – Grade Cervical Lesions. Int. Y. Cancer (1998)
      75, 525 -528.
    7. Hinselman, H; Die Essigsâureprobe , cin,
      Bestandteilder er weiterten Kolposkopie. Dtsch. Med. Wscht.
      (1938) 64: 40
    8. Jakob, A; La profilaxis del Cáncer de
      Cuello. Día Médico (1939)
      11-51
    9. Carrera Y; Dexeus S. "Tratado y Atlas de
      Colposcoía" 1973.
    10. Meisel ,A.; Fotin, R.; Condylomatous Lesions of
      Cervix and vagina. I. Cytologic patterns. Acta Cytol. ( 1976)
      20:505.
    11. Meisels, A; Fortin, R; Rey M; Condilomatous
      lesion of study- Acta Cytol. (1977)
      21:379-390.
    12. Purola, E; Savia, E. Cytology of gynecologie,
      condiloma acuminatum -Acta Cytol. (1977) 21:
      26.
    13. De Palo, G; Stefanon, D. Colposcopic patterns
      of condylomatous lesion of the cervix.(1983)
      1:17-22
    14. Vayrynen, M; Syrjanen, K; Castren, O; et., al.,
      Colposcopy in women with papilloma virus lesion of the uterine
      cervix. Obst., and Ginecol., Vol 65. (1985) 3:
      409-415
    15. Dalbert, D; Mural, J; Bartt, Teyssie y col.;
      Colposcopic and Virological studies in pregnants. The Cervix.
      (1987) 5-31.
    16. Dabert, D; Mural Y; Bartt O. , y col., Premio
      Dr. A. Yabob otorgada por la S.A. Patología Cervical y
      Colposcopía (1984)
    17. Roid, R; Stanhopo, Cr; Herschnnan b., et al.
      Genital Warts and Cervical Cancer. IV
      Colposcopic index for differentiating subclinical papilloma
      viral infection from cervical intraepithelial neoplasia. A.M.
      Y. Obst. Gynecol.(1984) 149: 8-15.
    18. Stafl, A; and Wirbanks, G.; An international
      terminology of Colposcopy. Vol 77 n° 2 February
      1991
    19. Coppleson M; Pixley E.C.; Reid B.L.;
      Colposcopy: A scientific and practical aproach to the cervix,
      vagina and vulvar in Health and disease. Edition 3
      (1986).
    20. Krebs H; Schneider V., Human Papillomavirus
      associated lesions of the penis- Colposcopy, Citology and
      Histology: Obstetrics and Gynecology. Vol. 70 n° 3: 229-304
      (1980)
    21. Guglielminetti, A, E;. La penescopía en
      el estudio de la pareja infectada por HPV- Obstetricia y
      Ginecología Latinoamericana Vol. 46. N° 3-4: 96-98
      (1988)
    22. Mural J, Bartt O., Dalbert D., y col.
      Penescopía – Métodología de estudio y
      tratamiento de 606 parejas masculinas de mujeres portadoras de
      lesiones por HPV. Factores de riesgo. Premio
      Dr. A Yackson, entregado por la SAPTGI y C
      (1990)
    23. Tatti, M.A., Hermansson C..A,.
      Colposcopía (Revista de
      la STGI y C) Vol. 6 N°3. 104-110 (1995)
    24. Fenoglio C.M., Viruses in pathogenesis
      ofcervical neoplasia: an up date- Arch. Dermatol. 119. Volumen
      13-N° 9. 785-787 (1982)
    25. Syrjanen K. Y.; Pyrhonen S; Inmunoperoxidase
      demostration of human papillomavirus in dysplasic lesions of
      the uterine cervix. Arch. Ginecol. 233:53 -61
      (1982)
    26. Zur Hausen H; Herpes simplex virus in human
      genital cancer
      internat. Rev. Of experimental pathology Vol. 25: 307 -326
      (1983)
    27. Mural J., Teyssié A.R., Baistrochi C.A.
      y Alfonsín A.E.; El Virus papiloma en la pareja humana.
      37-53. 1ra. Edición. Edit. Ascune
      (1993)
    28. Guglielminetti, A; Jakob D.H.; Farids y col.;
      Metodología diagnóstica del CIN,
      VAIN y VIN- Revista de
      Patología del Tracto Genital Inferior y
      Colposcopía – Vol. 2 N° 1. 31-35
      (1994)
    29. Burk R; Kadish A; Calderin S.; et al. Human
      papillomavirus infection of the cervix detected by
      cervicovaginal lavage and molecular hybridization. Correlation
      with biopsy results and Papanicolaou smear- Am. Y, Obst. , and
      Gynecol. 154: 982-988 (1986)
    30. Duska L. R. , Flynn C. F., Chen A.; et al.
      Clinical evaluation of Atypical Glandular Cells of Undetermined
      significance on Cervical Cytology. Obst., and Gynecol. Vol. 91.
      N° 2: 278-282 (1998)

    ESCUELA ARGENTINA DE
    PATOLOGÍA DEL TRACTO GENITAL INFERIOR Y
    COLPOSCOPÍA. Prof. Miguel A.
    Tatti.

    AUTOR: DR. KOHEN, BERNARDO
    A.

    BUENOS AIRES, OCTUBRE DE
    1998.

    Liliana Duarte.

    .

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter