"Hoy en día, la forma de ganar dinero en un
país, de obtener ingresos y
gastarlos o ahorrarlos para obtener riqueza, depende de
cómo se gane dinero, se
gaste y se ahorre en el resto de los
países".
Vivimos en un mundo cada vez más
globalizado. En términos prácticos, esto significa
que si usted es presidente de una empresa
cementera, deberá considerar tanto a Singapur como a EEUU
a la hora de decidir dónde emplazar una nueva planta de
700 millones de dólares.
O si es presidente de una empresa
automotriz incursionará a mercados
emergentes como China o
México con
versiones modificadas de sus modelos, en
vez de diseñar un auto totalmente nuevo.
O si usted es un gerente de
alguna empresa
transnacional, no tendrá prácticamente ninguna
posibilidad de lograr ascender a los niveles más altos de
la
organización a menos que logre combinar un excelente
desempeño con una amplia experiencia
internacional.
Estos son sólo algunos ejemplos de la forma
de vivir en la aldea global. El entorno económico ha
estado
cambiando radicalmente en los últimos años y no se
espera que esta tendencia cambie en el futuro, al contrario, se
espera que los cambios se aceleren cada vez más
vertiginosamente, año tras año el entorno
internacional se transforma dando paso a nuevo fenómenos y
procesos a
veces difíciles de explicar o predecir. En consecuencia,
las empresas, los
gobiernos y las personas debemos entender cabalmente qué
es la
globalización, qué la genera y qué
efectos se derivan para nosotros.
¿Qué es la
globalización?
La globalización puede definirse de muchas
maneras, dependiendo de qué nivel se desee analizar; puede
hablarse de la
globalización del mundo entero, de un país, de
una industria
específica, de una empresa, hasta de
un modelo
económico y político.
A escala mundial,
la
globalización se refiere a la creciente
interdependencia entre los países, tal como se refleja en
los crecientes flujos internacionales de bienes,
servicios,
capitales y conocimientos. Ejemplos de estas tendencias podemos
mencionar:
- Entre 1989 y 1996, el comercio de
bienes y
servicios
entre naciones creció a una tasa promedio anual de 6,2%,
lo que prácticamente duplica el ritmo de crecimiento de
3,2% que registró el PIB mundial
en el mismo período. - Desde 1989 y hasta 1994, la inversión extranjera creció de
4,8% a 9,6% del PIB
mundial. - En 1970, las transacciones de bonos y
acciones
entre naciones en términos de porcentaje del PIB
permanecieron debajo del 5% en EEUU, Alemania y
Japón. En 1996, las cifras respectivas de estos
países subieron a 152%, 197% y 83%.
A escala nacional,
la
globalización se refiere a la magnitud de las
relaciones entre la economía de una
nación y el resto del planeta.
A pesar del creciente mundo globalizado, no todos
los países se han integrado de la misma manera a la
economía
global. Algunos indicadores
clave para medir la integración de la economía de cualquier
nación son las exportaciones y
las importaciones en
términos del porcentaje del PIB, los
flujos de inversión extranjera directa y de inversión en los mercados
financieros, así como los flujos de pagos por
regalías asociadas a la transferencia de tecnología.
Un ejemplo de esto se puede encontrar al analizar
la integración global de países como
China e
India
basándose en algunos indicadores de
1980 y 1994, a partir de grados similares de aislamiento
económico en 1980, la economía china se
globalizó más rápidamente en el mismo
período que la economía
hindú.
Aunado a lo anterior, al final del siglo XX, el
mundo se ve invadido por nuevas formas de producción y consumo, una
preocupación por el deterioro de los recursos
naturales, el avance de la pobreza, etc.;
sin embargo. Constantemente se hace referencia a este nuevo
fenómeno que ha llegado a convertirse en un paradigma para
los países en desarrollo
como el nuestro y que les plantea nuevos retos.
La globalización es un proceso
económico, político y social que si bien es cierto
no es nuevo, ha sido retomado con mayor énfasis en los
países en desarrollo
como premisa específica para lograr un crecimiento
económico y erradicar la pobreza. Pero
este fenómeno en ningún momento fue concebido como
modelo de
desarrollo
económico, sino más bien como un marco
regulatorio de las relaciones económicas internacionales
entre los países industrializados.
En su definición más amplia, el
término engloba un proceso de
creciente internacionalización o mundialización del
capital
financiero, industrial y comercial, nuevas relaciones políticas
internacionales y el surgimiento de la Empresa
Transnacional que a su vez produjo como respuesta a las
constantes necesidades de reacomodo del sistema
capitalista de producción –nuevos procesos
productivos, distributivos y de consumo sin
una localización geográfica definida, una
expansión y uso intensivo de la tecnología sin
precedentes.
Los orígenes del fenómeno se
remontan a las dos décadas posteriores a la Segunda Guerra
Mundial, en las cuales los países industrializados de
Norteamérica, Europa y Asia alcanzan
tasa de crecimiento del PIB tres veces
superiores que en los 130 años precedentes, lo que a su
vez provocó una gran expansión en el ámbito
mundial de las transacciones comerciales de dichos
países.
Con el fin de regular las crecientes relaciones
comerciales, los países en cuestión generaron una
estrategia
económica y política de liberar
todas las barreras al libre comercio,
implantadas por la Estrategia de
Substitución de Importaciones.
Producto de
ello son las negociaciones del GATT, la creación del
FMI y el
Banco Mundial,
las áreas de libre comercio
regionales, etc.
Este proceso se vio
acelerado por las diferentes crisis en que
se vio inmerso el entorno internacional en los años
1971(crisis del
dólar), 1973 y 1979 (crisis del
petróleo)
y en 1982 (crisis de la
deuda) un reflejo de ello es la caída de los porcentajes
de los flujos de inversión directa procedente de los
países ricos hacia los países en desarrollo.
Del total registrado en las dos décadas
anteriores, éstos descendieron a una tercera parte en la
década de 1970 y al 25% en el período comprendido
entre 1980 y 1984; sin embargo, otro elemento que ayudó al
avance vertiginoso del mismo fue el surgimiento de una teoría
económica a tono con los requerimientos del
fenómeno: la contrarrevolución neoclásica o
neoliberalismo.
Este es un programa
económico ideado originalmente en la Escuela de
Chicago, siendo Chile el
primer país de América
latina que implementó este programa en el
ámbito macroeconómico.
Con el paso del tiempo, el
programa
neoliberal acuñó sus propios postulados y se
convirtió en un modelo
económico, político y social; cuya base
teórica la componen tres grandes
premisas:
- La producción y el crecimiento de los
bienes y
servicios
producidos van acompañados de un proceso de
destrucción de las fuentes de
producción de toda la
riqueza. - Concibe al mercado como
el centro de la actividad económica y acepta la
existencia de fuerzas autorregulatorias hacia la armonía
del interés
de todos. - Los desequilibrios económicos son causas
de la intervención en el mercado; por
tanto, debe eliminarse la posición suprema del Estado
respecto de éste y hacerlo un garante de la
acción irrestricta de la oferta y la
demanda
Así las cosas, la globalización es un fenómeno de
carácter internacional: Su acción consiste
principalmente en lograr una penetración mundial de
capitales (financieros, comerciales e industriales), que se
desarrolla de forma multipolar. Es precisamente esa
penetración, que conlleva hacia una competencia
internacional de acceso a mercados, lo que
permitió el desarrollo y
expansión de las Empresas
Transnacionales por todo el mundo.
En la economía mundial moderna, las
relaciones entre las personas, las regiones y los países
no son no accidentales ni pasivas, sino que son mecanismos de
integración activos que
intensifican y cambian la vida económica internacional.
Existen tres importantes mecanismos que integran la
economía mundial: el comercio, la
producción y las finanzas.
Comercio Global
El comercio
internacional se mide con las exportaciones e
importaciones de
bienes y
servicios. Al
crecimiento de la producción y la renta mundial se ha
unido un crecimiento del comercio
internacional desde principios del
siglo XIX, por lo que se considera que el comercio
internacional es un motor de crecimiento
económico, ya sea como una causa de este crecimiento o
como factor favorecedor del mismo. La relación entre
comercio y
crecimiento se descubre al analizar los modernos ciclos
económicos.
En todo el mundo capitalista la producción
y la renta cayeron de forma drástica durante la Gran
Depresión de la década de 1930, al
igual que el volumen de
bienes
comercializados a escala mundial.
En los últimos decenios, desde finales de la Segunda Guerra
Mundial, se ha producido un rápido crecimiento
económico con el consiguiente aumento del comercio
internacional en todo el mundo. De hecho, el comercio ha
crecido a tasa más altas que la producción, sobre
todo desde 1983, por el porcentaje de bienes y servicios
exportados por cada país ha experimentado un aumento
paulatino.
Si hay algo por lo que se destaca el comercio
internacional es por su dinamismo. Aunque el crecimiento de
este tipo de comercio ha
creado una nueva economía mundial, los patrones de
comercio y los bienes intercambiados han cambiado mucho a lo
largo del tiempo. Desde la
década de los 70´s se ha producido un cambio
importante en la cantidad de bienes manufacturados provenientes
de los países del Sudeste asiático: Japón y
los nuevos países industrializados de Asia. Las
exportaciones
de esa región representaban en 1992, el 13% del comercio
mundial, lo que significa que casi duplicaron su
participación desde 1980.
Los denominados "cuatro dragones", Taiwan, Corea
del Sur, Singapur y Hong Kong, además de China y los
"nuevos dragones" como Tailandia, Malasia y Vietnam, constituyen
lo que se considera va ser el futuro centro del poder
económico mundial. Estos nuevos países
industrializados demuestran que lo que se entendía como
países menos industrializados, del Tercer Mundo o del Sur
ya no dependen tanto de las exportaciones de
productos
básicos o primarios, sino que cada vez más exportan
bienes manufacturados o industriales.
En 1950 sólo el 5% de las exportaciones del
sur al norte eran productos
industriales; en 1989 los bienes manufacturados representaban el
53% de las exportaciones de estos países y el porcentaje
cada vez más se incrementa.
El dinamismo del comercio es un elemento esencial
del crecimiento
económico; la principal característica del actual comercio
internacional es la multilateralidad, que contrasta con los
acuerdos bilaterales entre los países. Esta característica es la que confiere al
comercio internacional su carácter de fenómeno
global. El comercio multilateral requiere la eliminación
de los acuerdos bilaterales entre las naciones.
El periodo transcurrido desde 1945 hasta la fecha
se ha caracterizado por los intentos para eliminar dichos
acuerdos y las restricciones comerciales. La institución
clave en el proceso de
creación de un libre intercambio multilateral a escala mundial ha
sido el Acuerdo general sobre Aranceles y
Comercio (GATT) que permitía
que los países negociaran reducciones arancelarias y la
eliminación de barrearas no arancelarias al
comercio.
La Ronda de Uruguay
iniciada en 1986 y finalizada en 1993 aportó una serie de
acciones entre
las más destacadas fue la creación de una nueva
institución internacional, la
Organización Mundial del Comercio (OMC), quien es la
responsable de vigilar el cumplimiento de acuerdos alcanzados en
materia de
comercio internacional, así las cosas, este tipo de
comercio creció 12% en 1994, cuando alcanzó la
cifra récord de cuatro billones de dólares, lo que
representa el mayor crecimiento en las últimas dos
décadas.
Producción Global
Es muy común pensar que el comercio
internacional se reduce al intercambio de bienes finales, pero lo
cierto es que un porcentaje elevado de las transacciones se
produce intercambiando bienes producidos en varios países
y ensamblados en otro, que a su vez, exportará el bien
final a otros. Este proceso refleja la globalización del proceso de
producción, y se debe a la planificación de ésta por parte de
las grandes corporaciones multinacionales que producen cada
componente del bien final en el país que mejores
condiciones reúne para su
fabricación.
Esta división empezó a tener
importancia en la década de los 70´s y se ha
generalizado desde entonces, al implantar un nuevo sistema
productivo mundial que constituye la base de la economía.
Su relevancia y alcance puede entenderse mejor comparando las
modernas fábricas de automóviles, que ensamblan
componentes fabricados en distintos países. Otro ejemplo
relevante es el de la industria
textil, reestructurada durante las últimas décadas,
de forma que un proceso se realiza en un país, el
siguiente en otro distinto y el vestido final se cose en un
tercero.
Esta división productiva ha sido motor importante
de los cambios generados en la división internacional del
trabajo, ya que la mano de obra de cada país, se ha
especializado en la realización de componentes y piezas de
un determinado producto.
La globalización de la producción se ha
conseguido gracias a la inversión en otros países
(inversión extranjera directa) realizada por las
multinacionales que poseen y gestionan fábricas e
instalaciones productivas en varias naciones. Estas
multinacionales constituyen la empresa-tipo
de la actual economía mundial. Como producen a escala
internacional, venden productos en
todo el mundo, e invierten en muchos países, se puede
decir que no tienen país de origen, el hecho de que su
residencia fiscal
esté en un país u otro es un mero
formalismo.
Finanzas Globales
Las finanzas son
con seguridad la
fuerza
vinculante más poderosa de la economía mundial,
pero también la más volátil, ya que los
flujos financieros se desplazan y varían más
rápido que los bienes manufacturados o las instalaciones
productivas. La operación financiera internacional
más sencilla es la compraventa de divisas, que se estima
implica un intercambio de un billón de dólares
diarios. Este movimiento de
divisas es mucho mayor que el generado por los importadores y
exportadores de todo el orbe.
La mayor parte de estas transacciones las realizan
los bancos, las
grandes corporaciones y las personas que intercambian activos
financieros en unidades monetarias de un país para comprar
activos de otro,
en función de los tipos de interés
esperados y de los diversos tipos de cambio. Los
tipos de interés de
un país ya no dependen sólo de las condiciones
económicas que imperan en cada país, sino de la
confrontación de todas las fuerzas económicas que
determinan la economía mundial.
En los últimos años los gobiernos
han eliminado los controles y restricciones a los movimientos de
capital entre
países, liberalizando los mercados
financieros mundiales.
La creación de un mercado
financiero mundial desde principios de los
70´s se ha visto acompañada de una mayor volatilidad
de los tipos de cambio, de los
tipos de interés y
de los precios de los
activos
financieros. En algunos casos las fluctuaciones financieras en un
mercado han
contagiado al resto de los mercados
financieros del mundo la caída en la Bolsa de Nueva
York, conocida como el lunes negro de octubre de 1987,
repercutió en todos los mercados. En
menor medida, la rápida caída de precios en el
Mercado de
Valores de México a
principios de
1995 provocó un descenso en los mercados
emergentes del resto de Latinoamérica y de algunos
países asiáticos y últimamente Brasil y su
efecto "Samba" amenazan la estabilidad financiera de la
región.
Aunque existen argumentos para defender que el
crecimiento de las finanzas
internacionales igualará los tipos de interés y
los precios de los
activos
financieros de muchos países, como es el caso del Euro en
la unión
Europea, la complejidad de los mecanismos financieros ha
impedido que se creen relaciones estables, por lo que algunos
consideran que los mercados
financieros internacionales actúan en forma
irracional.
Entre tanto, las condiciones económicas que
predominan en cada país dependen gran medida de lo que
ocurra en la economía mundial globalizada, estas se
materializan en comercio, la producción y las finanzas
globales, otros vínculos que hacen que la economía
se globalize son las migraciones laborales y la difusión
de la tecnología.
Efectos de la
globalización
Entre los efectos más importantes del
proceso de globalización se encuentran la
estandarización de productivos y servicios, la
reducción de barreras arancelarias y las economías
de escala.
La estandarización de productos
significa que éstos tienen poca o nula variación
entre los distintos países o regiones donde se distribuye.
Sí un producto es
necesario modificarlo de manera significativa para introducirlo
en otra región, éste ya no es un producto
estándar.
La reducción de las barreras arancelarias
ha introducido el llamado consumo de
productos
masivos, permitiendo que muchos en países tengan acceso a
éstos.
Las economías a escala pueden hacer a los
productos más competitivos con una estrategia de
bajos costos,
utilizando la capacidad de plantas ociosas,
aumentando la producción y distribuyendo los costos fijos
entre un mayor número de unidades.
La globalización ha provocado la
creación de grandes corporaciones en ciertos sectores
industriales, haciendo que las pequeñas y medianas
empresas sean
vendidas a esas corporaciones.
La integración de las empresas es otro
de los fenómenos que tienen su origen de la
globalización. Se trata de empresas que se
desarrollan exitosamente en mercados
importantes y cuentan con recursos para
invertir en otras empresas mediante un proceso de integración hacia delante (hacia los
clientes), o
hacia atrás (hacia los proveedores).
La razón para esta integración es la
de evitar que las grandes corporaciones se apoderen de los
mercados o que éstos sean comprados a costos muy
bajos.
La integración aumenta el valor de las
empresas, porque, de esta manera, se controla el mercado y una
corporación estaría mas interesada en comprar esa
empresa que en
competir abiertamente con ella.
Entre las razones para integrarse están,
por ejemplo, cuando existe un solo proveedor en el mercado y se
desea garantizar la oferta o
asegurarse la demanda,
desestimular a futuros competidores, elevando las barreras de
entrada al mercado o cuando la integración significa
trasladarse a otro mercado en una forma
ordenada.
En las postrimerías del siglo XX la
globalización de la economía mundial, la movilidad
las personas y capital, y la
penetración mundial de los medios de
comunicación se han combinado con el propósito
de limitar la libertad de
acción de los estados. Estas tendencias han estimulado un
vivo debate sobre
si el Estado
puede retener algo de esa libertad de
acción que se asociaba en otros tiempos a la soberanía.
Estas limitaciones informales a la independencia
vienen acompañadas en algunos casos, como la Unión
Europea, de proyectos de
integración interestatal, considerado por algunos como una
alternativa al Estado
nacional y por otros como la evolución de nuevos y mayores Estados. Sea
cual sea el efecto de este proceso, el concepto
clásico de Estado como
entidad en cierto modo cerrada, cuyas transacciones internas son
mucho más intensas que sus actividades interestatales, ha
pasado a la historia conforme han
surgido nuevas formas de colaboración e integración
interestatal más flexibles.
Ante la caída del comunismo y la
voracidad del capitalismo,
las nuevas corrientes de pensamiento
plantean un diferente y nuevo aporte para el siglo XXI,
Aquí se señala la necesidad de una forma de
organización más completa e
integral, que supere a todas las anteriores, como una plataforma
apropiada al nivel de evolución social que la humanidad haya
alcanzado para ese entonces.
En la administración de fines de siglo, el centro
de atención es ahora lograr los mayores niveles de
competitividad, realizar planeación
estratégica y valerse de herramientas
de avanzada, como Reingeniería y Benchmarking,
Calidad Total
y Justo a
Tiempo. La gestión
del mercado nunca antes tuvo mejores retos y
posibilidades.
Autor:
Lic. Ernesto
Saldívar