INTRODUCCIÓN
El continuo aumento e inestabilidad del precio de los
combustibles fósiles y la preocupación mundial por
su agotamiento, ha originado la búsqueda de
energías renovables más limpias para el ambiente
que satisfagan el continuo aumento del consumo energético
mundial, máximo estimado en una tasa anual de crecimiento
del 2,6 % hasta el año 2030 en los países en
desarrollo (Food Drug Administration, 2007).
Siendo necesario que las políticas y programas
gubernamentales contribuyan a aumentar la competitividad de las
fuentes renovables de energía identificadas en estos
países. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos nacionales e
internacionales la participación de la energía
renovable a nivel mundial será del 8 % de la
energía total del consumo en el año
2030 (Food Drug Administration, 2007).
La necesidad de contrarrestar la desertificación
de bosques secos y suelos agrícolas en proceso de
erosión constituye un espacio propicio para llevar a cabo
programas de reforestación a través del cultivo de
especies nativas, adaptadas al ambiente de estos suelos. La
alternativa para contrarrestar los problemas de
desertificación y fuentes para biodiesel es el cultivo de
Jatropha Curcas especie que se adapta al ambiente y de la cual se
tiene bien establecido el proceso de elaboración de
biodiesel a partir de la semilla.
Es necesario indicar que el biodiesel obtenido a partir
del aceite de la semilla de piñón (Jatropha Curcas)
tiene propiedades similares a las del diesel convencional y se ha
demostrado que opera en motores de compresión de
ignición tal como el combustible fósil, de esta
forma no requiere modificaciones esenciales, por consiguiente no
implica gastos en adecuaciones de tecnología para los
consumidores (Ramesh, 2004).
Nuestro país se está poniendo al tanto en
el estudio e implementación de estas energías ya
que en países de Europa y en EEUU se están
implementando actualmente grandes proyectos de
investigación y se encuentran funcionando plantas de
obtención de biodiesel a gran escala. En Francia y Estados
Unidos se comercializa combustibles diesel cortado (mezclado) con
un porcentaje de combustible obtenido a partir de materias
primas renovables al cual se denomina Biodiesel en
una proporción de 5%. En otros países del viejo
continente como Alemania y Austria se vende biodiesel
puro.
La causa que motivó a realizar el tema de
investigación es lo difícil que es vivir en el
planeta, ya que en los actuales momentos nuestra casa grande se
encuentra completamente contaminada, por lo que creímos
conveniente no dejar pasar por alto que estamos a tiempo en poder
recuperar nuestro ambiente sano.
1.
ANTECEDENTES
1.1 Biocombustibles.
Los biocombustibles son combustibles orgánicos
primarios y/o secundarios derivados de la biomasa. Estos pueden
ser sólidos, gaseosos o líquidos (FAO,
2001).
Las principales formas de utilización de los
biocombustibles son: la combustión para producir calor
aplicable a la calefacción urbana, a procesos industriales
o a la generación de electricidad, y a la
carburación en motores térmicos, tanto de
explosión como de combustión interna (De Juana,
2003).
Dentro de los biocombustibles se encuentran los
biocarburantes, término que agrupa al conjunto de
combustibles líquidos de origen vegetal que provienen de
las distintas reacciones físico-químicas que ha
sufrido la materia orgánica. Los biocarburantes se pueden
dividir en dos grupos básicos. Por una parte, se
encuentran los bioalcoholes, que provienen de la
fermentación alcohólica de cultivos vegetales ricos
en azucares y, por otra, los bioaceites, derivados de diversos
tipos de especies oleaginosas, así como también de
la transformación de los aceites vegetales usados. La
ventaja de estos tipos de combustibles radica en su origen.
Provienen de material de forraje vegetal, al cual se le ha
extraído parte del dióxido de carbono que se
podría liberar en la atmósfera. Por eso, su
utilización como combustibles no implica un aumento neto
de dióxido de carbono a la atmósfera, de manera que
contribuye a minimizar el efecto de los gases invernadero
(Fundación Terra, 2002; APPA & PricewaterhouseCoopers,
2005; UGT, 2007).
En cuanto a su aplicación en los motores de
combustión interna, el biodiesel puede ser mezclado con
diesel tradicional o incluso sustituirlo totalmente. Hecho
similar ocurre con el bioetanol para sustitución o
mezclado con la gasolina convencional (APPA &
PricewaterhouseCoopers, 2005).
Para que los biocombustibles de origen agrícola
sean una alternativa energética real, se necesita que
estos productos, no sólo presenten características
equivalentes a los de procedencia fósil, sino
también que, en el conjunto de procesos de
obtención, se consigan balances energéticos
positivos y lleguen al mercado a un coste similar al de los
productos derivados del petróleo a los que sustituyen
(Ballesteros, 2003). Las emisiones de CO2 evitadas debido a la
utilización de los biocarburantes dependen de su proceso
de producción. Se considera que por la
utilización de un litro de combustible se emiten
unos 3,2 kg de CO2 (incluyendo las emisiones
derivadas de la producción, el transporte, etc.). Aunque
los biocombustibles se consideran neutros desde el punto de vista
de emisiones de CO2, se debe considerar que durante la
producción del cultivo, su procesamiento y
transformación en combustible, se emplean combustibles
fósiles que emiten CO2 por litro de biocarburante, por lo
que se puede considerar de una manera realista que se evitan
alrededor de 2-2,5 kg de CO2 por litro de biocarburante de los
3,2 kg emitidos por diesel convencional (Ballesteros,
2003).
En términos generales, la producción de
biocarburantes puede ofrecer la oportunidad de diversificar la
actividad agrícola, reducir la dependencia con respecto a
los combustibles fósiles (principalmente el
petróleo) y contribuir al crecimiento económico
regional de forma sostenible (Reijnders, 2006; Comisión de
las Comunidades Europeas, 2006; Hilal, 2007).
1.1.1 Obtención de
biocombustibles.
Según la naturaleza de la biomasa y el tipo de
combustible deseado, se pueden utilizar diferentes métodos
para obtener biocombustibles: procesos mecánicos
(astillado, trituración, compactación),
termoquímicos (combustión, pirólisis y
gasificación), biotecnológicos (micro bacterianos o
enzimáticos) y extractivos. Cada uno de estos procesos se
inicia con la biomasa vegetal que se forma a partir del proceso
de fotosíntesis, con el aporte de la energía solar
que captan y transforman estos organismos.
Tabla 1.1 Proceso de obtención de
biocombustibles.
Técnicas | Fermentación | Digestión anaerobia | ||
Productos | Etanol, Varios | Biogás, CO2, CH4 | ||
Aplicaciones | Transporte, Industria | Calefacción, |
Cada técnica depende del tipo de biomasa
disponible. Si se trata de un material seco puede convertirse en
calor directo mediante combustión, el cual
producirá vapor para generar energía
eléctrica. Si contiene agua, se puede realizar la
digestión anaeróbica que lo convertirá en
metano y otros gases, o fermentar para producir alcohol, o
convertir en hidrocarburo por reducción química. Si
se aplican métodos termoquímicos es posible
extraer metanol, aceites, gases, etc. El método de
la digestión por el cual se obtiene biogás es el
más empleado.
1.1.2 Tipos de
biocombustibles.
• Biodiesel: El biodiesel es un combustible
renovable derivado de aceites vegetales o grasas animales que
puede ser utilizado como sustituto o aditivo del diesel
convencional, ya que sus características
fisicoquímicas son muy similares, pero además
presenta grandes ventajas: contribuye a la reducción del
calentamiento global, tanto por la sustitución del uso de
combustibles fósiles como por el balance positivo de CO2
en su ciclo de vida; permite una producción a
pequeña escala aprovechando recursos locales; su
utilización no requiere cambios en los motores diesel,
debido a sus propiedades fisicoquímicas muy similares a
las del diesel derivado del petróleo; reduce las emisiones
de SO2 y CO, entre otros gases contaminantes, cuando se usa como
aditivo o sustituto del diesel.
• Bioetanol: Se produce por la
fermentación de los azúcares contenidos en la
materia orgánica de las plantas. En este proceso se
obtiene el alcohol hidratado, con un contenido aproximado del 5 %
de agua, que tras ser deshidratado se puede utilizar como
combustible. El bioetanol mezclado con la gasolina produce un
biocombustible de alto poder energético con
características muy similares a la gasolina pero con una
importante reducción de las emisiones contaminantes en los
motores tradicionales de combustión. El etanol se usa en
mezclas con la gasolina en concentraciones del 5 o el
10 %, E5 y E10 respectivamente, que no requieren
modificaciones en los motores actuales.
• Biogás: Este gas es producido por
bacterias en el proceso de biodegradación de material
orgánico en condiciones anaeróbicas, es decir, sin
oxígeno. El último eslabón de este proceso
es el metano, un gas inflamable, que es el producto útil
de este proceso y que mediante una sencilla adaptación
puede ser utilizado en cualquier cocina o calefactor. Es
importante recordar que como subproducto está el barro
que, cumplido su ciclo en el digestor, es un excelente
fertilizante natural. El digestor es el aparato que permite
generar el biogás y del que hay diferentes modelos. En
general, todas las variantes funcionan con un 18 % de residuos
sólidos y el resto de agua. El componente
fundamental es el sustrato de bacterias aclimatadas a comida
constante, como las que hay en un criadero de cerdos o en un pozo
ciego.
• Biomasa: Cuando la materia viva se
descompone o se degrada, la energía contenida en ella se
libera. Esto ocurre mediante el metabolismo de los alimentos, la
descomposición de la materia viva o la combustión
de la leña. Los elementos contaminantes directamente
relacionados con el consumo energético afectan sobre todo
a la atmósfera. La materia vegetal al quemarse produce
anhídrido carbónico (CO2) y agua (H2O), compuestos
que forman parte de la atmósfera en ciertas proporciones.
Los constantes ciclos a que están sometidos estos
componentes les permiten volver a pasar a la materia vegetal en
el proceso de crecimiento de las plantas, en un ir y venir
incesante, mientras que la composición de la
atmósfera se mantiene dentro de valores
constantes.
Los combustibles fósiles, sin embargo, liberan
grandes cantidades de CO2, que estaban retiradas de la
dinámica de la biosfera, contribuyendo a elevar la
proporción de este gas en al atmósfera. Una de las
consecuencias del incremento de CO2 es el llamado efecto
invernadero (calentamiento por retención de la
radiación solar reflejada). Los combustibles
fósiles, además, producen óxidos de azufre,
carbono y nitrógeno (SO2, CO, NOx), partículas,
hollines, metales pesados, etc., que son elementos
extraños a la atmósfera y, por tanto, agentes
contaminantes de la misma. Estos contaminantes ocasionan
problemas ambientales tan graves como las lluvias ácidas o
el deterioro de la capa de ozono, además de contribuir al
efecto invernadero.
1.1.3 Actividad productiva mundial.
Los principales productores de alcohol como combustible
son Brasil, Estados Unidos y Canadá. Brasil lo produce a
partir de la caña de azúcar y lo emplea como
"hidroalcohol" (95 % etanol) o como aditivo de la gasolina (24 %
de etanol). El etanol derivado de la caña de azúcar
proveniente de la región centro-sur de Brasil es el
biocombustible más económico, ya que comienza a ser
financieramente rentable cuando el precio del petróleo
supera los 35 dólares el barril. La Empresa
Brasileña de Pesquisa Agropecuaria (Embrapa), es
responsable por las tecnologías que han convertido a
Brasil en uno de los mayores graneros del mundo y en pionero en
sectores como agroenergía y biotecnología,
ya tiene acuerdos con algunos países de
Centroamérica y el Caribe para apoyar sus proyectos de
producción de etanol de caña de azúcar. El
Programa Nacional de Alcohol establecido en Brasil en la
década del 70 estuvo estimulado por la sobrecapacidad de
la industria azucarera. Los excedentes en la producción de
azúcar y un incremento en la producción de melaza
impulsaron el programa de etanol en India.
El segundo mercado más grande de etanol es
Estados Unidos y Canadá, lo producen a partir de
maíz (con un poco de trigo y cebada) y es el
biocombustible más utilizado en diferentes formulaciones
que van desde el 5 % al 85 % de etanol. Más de 1 500
millones de galones (5 670 millones de litros aproximadamente) se
agregan anualmente a la gasolina para mejorar el rendimiento de
los vehículos y reducir la polución
atmosférica.
Alemania, un país que se ha incluido
recientemente en la búsqueda del reemplazo de los
combustibles fósiles por los biocombustibles. El Gobierno
de Angela Merkel en asuntos de Medio Ambiente adelantó que
las cantidades de biocombustibles producida en Alemania hasta el
año 2030 cubrirán difícilmente el 10 % del
consumo primario de energía. Alemania tendría que
importar grandes cantidades de biocombustibles. Productos cuyos
cultivos amenazan con causar graves daños
ecológicos en los países que los producen, entre
ellos varios latinoamericanos.
En la Argentina el desarrollo de un mercado de biodiesel
y bioetanol presenta ventajas que hacen que el gobierno
esté impulsando proyectos de producción en
diferentes regiones del país. Existe un Proyecto de Ley en
Senado, presentado en el 2004 destinado a promover el desarrollo
de energías alternativas limpias y a ayudar de forma
significativa al desarrollo sustentable de los biocombustibles.
La producción de biocombustibles en Argentina, se ve
sustentado por la gran cantidad de soja, la cual cubre la demanda
que se necesita para la producción. Además, existen
grandes superficies aptas para el desarrollo de cultivos
oleaginosos siendo el producto de estos (aceites) el principal
insumo para la producción del biocombustible. Argentina es
uno de los líderes mundiales en exportación de
aceites vegetales. (Biocombustibles publicado en:
http://es.wikipedia.org/wiki/Biocombustibles, visitado el 30 de
abril de 2011).
1.1.4 Beneficios de los biocombustibles: Alternativa
al petróleo.
El uso de biomasa vegetal en la elaboración de
combustibles podría beneficiar la realidad
energética mundial con una significativa
repercusión en el medio ambiente y en la sociedad, como se
detalla a continuación:
• El uso de biocombustibles como fuente de
energía renovable puede contribuir a reducir el consumo de
combustibles fósiles, responsables de la generación
de emisiones de gases efecto invernadero.
• Son una alternativa viable al agotamiento ya
sensible de energías fósiles, como el gas y el
petróleo, donde ya se observa incremento en sus
precios.
• Se producen a partir de cultivos
agrícolas, que son fuentes renovables de
energía.
• Pueden obtenerse a partir de cultivos propios de
una región, permitiendo la producción local del
biocombustible.
• Permiten disponer de combustible
independientemente de las políticas de importación
y fluctuaciones en el precio del petróleo.
• Producen mucho menos emisiones
nocivas para los seres vivos, el agua y el aire.
(Biocombustibles publicado en:
http://es.wikipedia.org/wiki/Biocombustibles, visitado el 30 de
abril de 2011).
1.1.5 Biocombustibles en Cuba.
En la década de 1970, aparecieron las primeras
iniciativas de la industria azucarera para sustituir por biomasa
de caña los insumos a base de petróleo al sector
eléctrico. En la década siguiente, varias
instituciones iniciaron estudios sobre alternativas para la
producción y uso de biocombustibles en Cuba, y ya en la
década de 1990, empezaron proyectos conjuntos sobre
biocombustibles.
El mayor potencial nacional de bioenergía en
estos momentos lo tiene la industria azucarera, fundamentalmente
por la combustión y generación de electricidad, a
partir del bagazo y la paja, y por la producción de
etanol. El 100 % de las centrales se autoabastece de
energía a partir de biomasa durante la zafra. Se ha
logrado como promedio 32 kWh/ton de caña
molida.
Existe un programa basado en el ahorro y en el aumento
de la eficiencia para lograr autoabastecer, a partir de biomasa,
las necesidades de energía de todo el sector azucarero
durante todo el año. Además, existen proyectos
cooperados de investigación entre la industria azucarera y
el Ministerio del Transporte sobre mezclas de alcohol hidratado
con gasolina.
El Ministerio de Agricultura cuenta con otras fuentes
potenciales que podrían ser usadas para producir
biocombustibles, incluyendo biomasa forestal y las áreas
aprovechables para el cultivo de oleaginosas como materia prima
para obtener biodiesel, para lo que se piensa destinar terrenos
para bosques energéticos y, sobre todo en las provincias
orientales, terrenos semiáridos potencialmente
aprovechables para el cultivo de oleaginosas como la Jatropha
Curcas.
En la Isla de la Juventud se ejecuta un proyecto
financiado por el GEF para la generación de energía
a base de biomasa forestal, y en Guantánamo se realizan
investigaciones con oleaginosas para la producción de
biodiesel, para lo que se han plantado varias hectáreas de
terrenos áridos de Jatropha curcas (Pereira,
2006).
1.2
Biodiesel.
El biodiesel es un combustible sustituto del
gasóleo para motores diesel, el cual puede ser producido
partiendo de materias primas agrícolas (aceites vegetales
y/o grasas animales) (Schmidt, 1996). Posee las mismas
propiedades del combustible diesel empleado como combustible para
automóviles, camiones, ómnibus y puede ser mezclado
en cualquier proporción con el diesel obtenido de la
refinación del petróleo (Larosa, 2001, 2003;
Ballesteros, 2003).
La ASTM1 lo define como "Ésteres
monoalquílicos de ácidos grasos de cadena larga
derivados de lípidos renovables tales como aceites
vegetales y que se emplean en los motores de ignición de
compresión (motores diesel) o en calderas de
calefacción".
Para el caso chileno, este combustible es definido como
"Combustible líquido compuesto por una mezcla de
ésteres alquílicos obtenidos mediante la
reacción química de
transesterificación o conversión de
ácidos grasos a ésteres metílicos o
ésteres etílicos. A partir de aceites
vegetales, grasa animal o el aceite comestible usado" (CNE,
2007).
Este combustible puede utilizarse puro (B100, conocido
como "gasoil verde"), o en mezclas de diferentes concentraciones
con el diesel de petróleo. La mezcla más utilizada
en nuestros días es al 20 %, es decir 20 partes de
éter vegetal y 80 partes de petrodiesel. Cuando es
utilizado como aditivo, sus concentraciones normalmente no
superan el 5 % (Stratta, 2000; Demirbas, 2007).
Uno de los principales beneficios del biodiesel es su
bajo contenido de azufre y que, debido a la presencia de
oxígeno en su composición química, su
combustión es más completa, reduciendo la
emisión de partículas, monóxido de carbono e
hidrocarburos no quemados, entre otros contaminantes (Larosa,
2001, 2003; Ballesteros, 2003).
Por otro lado, durante su proceso de producción
se produce un subproducto altamente valorado, como es el caso de
la glicerina, la cual luego de su purificación puede ser
utilizada, en múltiples usos, en la industria
farmacéutica y cosmética, donde cuenta con una gran
demanda (Castro, 2006).
Tabla 1.2 Características del biodiesel y
diesel de petróleo.
Fuente: Manzanares, 2007.
1.2.1 Antecedentes históricos.
La transesterificación de los aceites vegetales
fue desarrollada en 1853 por los científicos E. Duffy y J.
Patrick, muchos años antes de que el primer motor diesel
funcionase. El primer modelo de Rudolf Diesel, un
monocilíndrico de hierro de 3 metros con un volante en la
base funcionó por vez primera en Augusta (Alemania), el 10
de agosto de 1893. En conmemoración de dicho evento, el 10
de agosto se ha declarado "Día Internacional del
Biodiesel". Diesel presentó su motor en la
Exposición Mundial de París de 1898. Este motor es
un ejemplo de la visión de Diesel, ya que era alimentado
por aceite de cacahuete, un biocombustible, aunque no
estrictamente biodiesel, puesto que no era transesterificado.
Diesel quería que el uso de un combustible obtenido de la
biomasa fuese el verdadero futuro de su motor. En un discurso de
1912, dice: "el uso de aceites vegetales para el combustible de
los motores puede parecer insignificante hoy, pero tales aceites
pueden convertirse, con el paso del tiempo, importantes en cuanto
a sustitutos del petróleo y el carbón de nuestros
días".
Durante los años veinte, los fabricantes de
motores diesel adaptaron sus propulsores a la menor viscosidad
del combustible fósil (gasóleo) frente al aceite
vegetal. La industria petrolera amplió así su hueco
en el mercado de los carburantes porque su producto era
más económico de producir que la alternativa
extraída de la biomasa. El resultado fue, por muchos
años, la casi completa desaparición de la
producción de combustibles a partir de biomasa.
Sólo recientemente la preocupación por el impacto
ambiental y la menor diferencia de precios han hecho de los
biocombustibles una alternativa válida.
A pesar del increíble uso de los derivados del
petróleo como combustibles, durante los años
veinte, treinta y la posguerra mundial, varios países
(entre ellos Argentina) informaron de haber usado aceites como
sustituto del diesel. Se detectaron problemas por la diferencia
de viscosidad entre el aceite y el diesel, que producía
depósitos dentro de la cámara de combustión
y los inyectores. Algunos intentos para superar esto fueron
aplicar una pirólisis y craqueo al aceite, mezclarlo con
diesel de petróleo o etanol, o calentarlo.
El 31 de agosto de 1937, G. Chavanne de la Universidad
de Bruselas, Bélgica, obtuvo la patente por "transformar
aceites vegetales para su uso como combustibles". La patente
describía la transesterificación del aceite usando
etanol o metanol para separar la glicerina de los ácidos
grasos y reemplazarla con alcoholes de cadenas cortas. Esta fue
la primera producción de biodiesel.
Más recientemente, en 1977, Expedito Parente,
científico brasileño, inventó y
patentó el primer proceso industrial de producción
de biodiesel. Actualmente, Tecbio, la empresa de Parente, trabaja
junto con Boeing y la NASA para certificar
bio-queroseno.
Entre 1978 y 1996, el National Renewable Energy
Laboratory (NREL) estadounidense ha experimentado el uso de algas
como fuente de biodiesel, dentro del Aquatic Species Program. La
experimentación del NREL, tras 16 años, está
estancada debido a que el programa de investigación carece
de financiación.
En 1979 se iniciaron en Sudáfrica investigaciones
sobre cómo transesterificar aceite de girasol en diesel.
Finalmente en 1983, el proceso de cómo producir biodiesel
de calidad fue completado y publicado internacionalmente.
Gaskoks, una industria austriaca, obtuvo esta tecnología y
estableció la primera planta piloto productora de
biodiesel en 1987 y una industrial en 1989. Durante la
década de los 90, se abrieron muchas plantas en muchos
países europeos, entre ellos la República Checa,
Alemania y Suecia.
En los años noventa, Francia ha lanzado la
producción local de biodiesel (conocido localmente como
diéster) obtenido de la transesterificación del
aceite de colza. Va mezclado en un 5 % en el combustible diesel
convencional, y en un 30 % en el caso de algunas flotas de
transporte público. Renault, Peugeot y otros productores
han certificado sus motores para la utilización parcial
con biodiesel, mientras se trabaja para implantar un biodiesel
del 50 %.
Francia empezó una producción local de
biodiesel el cual se mezclaba en un 30 % con diesel para
transporte público. Renault y Peugeot certificaron motores
de camiones con uso parcial de biodiesel (alrededor del 50 %).
Durante el año 1998 se identificaban 21 países con
proyectos comerciales de biodiesel. En septiembre del año
2005, Minnesota fue el primer estado estadounidense
que obligaba un uso de, al menos, un 2 % de biodiesel. En 2008,
la ASTM (American Society for Testing and Materials)
publicó los estándares y especificaciones de mezcla
de biodiesel. (Biodiesel publicado en:
http://es.wikipedia.org/wiki/Biodi%C3%A9sel, visitado el 10 de
mayo de 2011).
1.2.2 Materias primas para la producción de
biodiesel.
1.2.2.1 Aceites.
• Características químicas de los
aceites.
Los aceites, así como las grasas, son
triglicéridos de glicerol (también llamado
glicerina, 1, 2, 3 propanotriol o solo
propanotriol). El glicerol es capaz de enlazar tres radicales de
ácidos grasos llamados carboxilatos. Dichos radicales
grasos por lo general son distintos entre sí; pueden ser
saturados o insaturados. La molécula se llama
triacilglicérido o triacilglicerol.
Los radicales grasos pueden ser desde 12 carbonos de
cadena hasta 22 y 24 carbonos de extensión de cadena.
Existen en la naturaleza al menos 50 ácidos
grasos.
Algunos radicales grasos característicos
provienen de alguno de los siguientes ácidos grasos,
Tabla 1.3:
Tabla 1.3 Ácidos grasos
insaturados.
Ácido linoleico | C18:2 | ||
Ácido | C18:3 | ||
Ácido oleico | C18:1 | ||
Ácido palmitoleico | C16:1 |
Estos ácidos son los llamados ácidos
grasos insaturados o ácidos grasos esenciales, llamados
así porque el organismo humano no es capaz de
sintetizarlos por sí mismo, y es necesario por tanto
ingerirlos en los alimentos.
Los ácidos grasos saturados son los
siguientes, Tabla 1.4:
Tabla 1.4 Ácidos grasos
saturados.
Ácido | C18:0 | |
Ácido | C16:0 |
Para el caso de los aceites los carboxilatos contienen
insaturados o enlaces dieno o trieno, que le dan la
característica líquida a temperatura ambiente. Los
aceites son mezclas de triglicéridos cuya
composición les da características
particulares.
Los aceites insaturados como los casos ya expuestos, son
susceptibles de ser hidrogenados para producir mantecas
hidrogenadas industriales de determinado grado de
insaturación o índice de yodo, que se destinan para
margarinas y mantecas de repostería.
Son aceites de gran importancia los omega 3 y los omega
6, que son polinsaturados, muy abundantes en peces de aguas
heladas.
La fuente de aceite vegetal suele ser aceite de colza,
ya que es una especie con alto contenido de aceite, que se adapta
bien a los climas fríos. Sin embargo existen otras
variedades con mayor rendimiento por hectárea, tales como
la palma de aceite (Elaeis guineensis), la curcas o jatropha,
etc. También se pueden utilizar aceites usados (por
ejemplo, aceites de fritura), en cuyo caso la materia prima es
muy barata, y además se reciclan lo que en otro caso
serían residuos.
Existen otras materias primas de las cuales se puede
extraer aceite para utilizarlas en el proceso de
producción de biodiesel. Las materias primas más
utilizadas en la selva amazónica son la jatropha o curcas
(piñón en portugués), sacha inchi, el ricino
(mamona en portugués) y la palma aceitera.
Además, otra materia prima utilizada es la grasa
animal, la cual produce mayores problemas en el proceso de
fabricación, aunque el producto final es de igual calidad
que el biodiesel de aceite, exceptuando su punto de
solidificación.
Una gran variedad de aceites pueden ser usados para
producir biodiesel. Entre ellos:
• Aceite vegetal sin usar. Los aceites de colza y
soja son los más usados. El aceite de soja representa el
90 % de la materia prima para biodiesel en los Estados Unidos.
También puede ser obtenido de carraspique (zurrón
boliviano), jatropha, lino, girasol, palma, cocotero y
cáñamo.
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