en scar Barrios (San nació
Su vida
oCiudadArnulío RomeroMiguel)
el 15 de agosto de 1917; era el
segundo de 8 hermanos. Su
padre se llamaba Santos y su
madre Guadalupe de Jesús. Era
una familia humilde y modesta.
Su padre, empleado de correo y
telegrafista; su madre se ocupaba
de las tareas domésticas.
Desde pequeño, Oscar fue
conocido por su carácter
tímido y reseñado. Como
todos los niños fue a la
escuela, aunque tuvo
que interrumpir debido a
una enfermedad que lo
atacó de muy corta edad.
A la edad de 12 años
trabajó como aprendiz
en una carpintería. Su
madre le inculcó la
A la edad de 13 años y con
ocasión de la ordenación
sacerdotal de un joven,
Osear habló con el padre
que acompañaba al
recién ordenado y le co-
municó sus deseos de
hacerse sacerdote. Un año
después, Oscar entró en el
seminario menor de San
Migue!. Allí permaneció
durante 6 ó 7 años.
devoción a los santos y le
enseñó las oraciones.
E! joven Oscar
En un determinado momento Oscar
Oscar fue ordenado sacerdote a la
Romero viaja a
tuvo que interrumpir sus estudios y
edad de 25 años en Roma, el 4 de
Roma a bordo
del buque Orazio
regresar a su casa para ayudar a su
familia que estaba pasando por
abril de 1942. Aún continuó en
Roma para hacer la tesis doctoral.
dificultades económicas. Durante
Monseñor tenía interés por la
tres meses trabajó con sus
mística y la teología ascética, pero
hermanos en las minas de oro de
la guerra le impidió terminar los
Potosí, ganaba 50 centavos al día.
estudios y se vio obligado a regresar
a El Salvador.
En 1937 Oscar ingresa al Seminario
Mayor de San José de la Montaña en
La primera parroquia a donde fue
San Salvador. Siete meses más tarde
enviado a trabajar fue Anamorós.
es enviado a Roma para proseguir
Pero poco después fue llamado a
sus estudios de Teología. En Roma
San Miguel donde realizó su labor
le tocó vivir las penurias y
pastoral durante 20 años. Impulsó
sufrimientos causados por la
muchos movimientos apostólicos
Segunda Guerra Mundial.
como la Legión de María, los Caba-
lleros de Cristo, los Cursillos de
sacerdotes, que lo miraban como
El Padre Romero
Cristiandad y un sin fin de obras so-
un sacerdote muy serio, intolerante ejerció su labor
ciales: alcohólicos anónimos, Cari-
y difícil de tratar. Al Padre Romero le pastora! durante
tas, alimentos para los pobres. Tra-
tocó vivir una dura crisis: por una
20 años en San
bajó mucho en promover la cons-
parte contaba con el cariño del pueblo
trucción de la Catedral de San Mi-
migueleño, por otro lado era
guel y la devoción a la Virgen de la
cuestionado por sus compañeros
Paz. El Padre Romero se hizo muy
sacerdotes, por ser demasiado
conocido y querido en San Miguel.
tradicional y ser muy buscado por
Sus predicaciones eran muy escu-
los fieles, aun las familias más pudientes.
chadas.
Con el tiempo,es elegido Secretario
El Padre Romero era el modelo de
de la Conferencia Episcopal de San
un sacerdote tradicional, de mucha
Salvador. El 3 de mayo de 1970
oración y actividad pastoral, severo
recibe la notificación de haber sido
consigo mismo y exigente. Estaba
nombrado Obispo y fue ordenado
un poco distanciado de los demás
el 21 de junio de 1970 y nombrado
Obispo Auxiliar de Monseñor Luis
Chávez y González. Monseñor Ro-
mero vivía en el Seminario Mayor,
que en aquel entonces era dirigido
por los padres jesuítas, allí conoció
y se hizo amigo del Padre Rutilio
Grande.
Estos años fueron muy difíciles para
Monseñor Romero. No encajó en la
diócesis. Monseñor Chávez y Gonzá-
lez y Monseñor Rivera, que también
era auxiliar, estaban impulsando los
cambios pastorales que el Vaticano
II y Medellín exigían para la Iglesia.
El Padre Romero fue consagrado obispo el 25 de abrí! de
Entonces se celebró la Primera Se-
1970.
mana de Pastoral, el estudio de la
Palabra de Dios se constituyó en el
centro de la actividad pastoral, co-
menzaron a tomar vida las comuni-
dades cristianas. Muchas personas, a
la luz de la palabra de Dios, comien-
zan a tomar conciencia de la reali-
dad de pobreza e injusticia, descu-
bren a un Dios liberador, la Iglesia
apoyó la asociación de campesinos
en cooperativas y organizaciones. La
Iglesia comenzó a recorrer el sende-
ro de la justicia en medio de una
situación de violencia.
Monseñor Romero defendía y divul-
gaba los criterios pastorales y los
caminos señalados por el Concilio
Vaticano II y Medellín, aunque no
concordaba con la Teología de la
Fue obispo auxiliar de monseñor
Chauez y González.
Liberación. Fue nombrado director
de Orientación, y le dio al periódico
un giro conservador. Desde la
Fue nombrado Obispo de la Dió-
columna editorial hizo muchas críti-
cesis de Santiago de María, el 15 de
cas a los padres jesuítas y a los
octubre de 1974; tomó posesión el
sacerdotes que trataban de impul-
14 de diciembre de 1974 y se tras-
sar una evangelización liberadora.
ladó para esa Diócesis. Estaba co-
menzando la represión contra los
Posteriormente fue nombrado rec-
campéanos organizados.
tor del Seminario Mayor San José de
la Montaña, que desde 1915 había
En junio de 1975 se producen los
sido dirigido por los jesuítas. Debi-
hechos de Tres Calles. La Guardia
do a su deficiente cualidad de ad-
Nacional asesinó a 5 campesinos.
ministrar las cosas, sustentado en su
Monseñor Romero llegó a consolar
caridad hacia los demás, el semi-
a los familiares de las víctimas y a
nario tuvo una seria crisis económi-
celebrar la Misa. Los sacerdotes le
ca y tuvo que ser cerrado. Este fraca-
pidieron que hiciera una denuncia
so fue muy duro para Monseñor
pública, pero Monseñor optó por
Romero. Pero nunca pudo abando-
hacerla privada y enyíó una "dura"
nar su actitud de entrega a todos,
carta al Presidente.Molina, que era
considerándolo un "bolsillo roto",
amigo suyo. En ,el fondo sentía
lo cual le afectaba económicamente
estas muertes, pero sentía descon-
en todos sus cargos.
cierto en la forma de actuar.
Santiago de María es una zona
Obispo de Santiago,de María lo se-
cafetalera. En la época de las cor-
guía comprobando: pobreza e in-
tas mucha gente pobre llegaba a la
justicia social de muchos, que con-
ciudad. Monseñor Romero abría
trastaba con la vida ostentosa de
las puertas del Obispado para que
pocos.
'pudieran dormir bajo techo. Allí
i^artía comida, les ponía pelícu-
En la Diócesis funcionaba el Centro
las ^se quedaba platicando con la
de Formación Campesina Los Naran-
gentík En Santiago de María Mon-
jos. Monseñor tuvo problemas con
señor-Romero comenzó a ver de
los padres que dirigían este centro,
cerca la realidad de pobreza y
pues pensaba que en ese Centro se
miseria en que vivían la mayoría de
enseñaba marxismo y no el evange-
los campesinos. Y comenzó a en-
lio. Después de muchos diálogos,
tender queYnuchos de sus amigos
Monseñor Romero decidió no cerrar
ricos, que V ayudaban en sus
el Centro, como tenía pensado.
obras de caridad, eran los mismos
que negaban a esta pobre gente un
Con todo, la situación en el país
salario justo. Lo que como sacerdo-
continuó empeorando. El pueblo
te veía en San Miguel, como
comenzó a abandonar su miedo a
la represión, se organiza y reclama
Monseñor Romero fue nombrado
Fue nómbrelo
sus derechos. Los poderosos terrate-
Arzobispo de San Salvador, el 23 de
Arzobispo de San
nientes están detrás de los fraudes
electorales e imponen una y otra
febrero de 1977. Tenía 59 años y su
nombramiento para muchos fue
Salvador el 23 de
febrero de 1977.
vez a militares como presidentes de
una sorpresa. Se esperaba .el nom-
la república. Se agudiza la represión
bramiento de Monseñor Rivera, que
contra los campesinos, obreros y
por muchos años fue auxiliar de
estudiantes. Nuevas experiencias
Monseñor Chávez y González, y
pastorales surgen en la Arquidió-
conocía muy bien la pastoral-de la
cesis: Aguilares. Suchitoto, Apopa,
Arquidiócesis. Por el contrario, el
Santa Lucía, Zacamil… La Iglesia
gobierno y los grupos pudientes, se
defendía el derecho del pueblo a
alegraron con el nombramiento de
organizarse y clamaba por una paz
Monseñor Romero, era su candida-
con justicia. El gobierno miraba con
to. Ellos esperaban que Monseñor
sospecha a la Iglesia y expulsó a
Romero iba a frenar.el ritmo que se
varios sacerdotes.
llevaba en la Arquidiócesis.
En medio de este ambiente de injus- Monseñor Romero tomó posesión
ticias, represión e incertidumbre, de la Arquidiócesis en medio de un
Monseñor
conoció y se hizo
amigo de! Padre
Rutilio Grande en
el Seminario
Mayor
Cuando
asesinaron al
Padre Rutilio.
Monseñor
celebró una
misa única en
Catedral
Torbellino de violencia. La ceremo-
nia de toma de posesión fue senci-
lla y sin la presencia de autoridades
civiles ni militares. A un escaso mes
de su ministerio arzobispal, es asesi-
nado el Padre Rutilio Grande, de
quien era amigo. Este hecho impac-
tó mucho ten Monseñor Romero.
Recogiendo las sugerencias del
Clero. Monseñor Romero accede a
celebrar una Misa única en Catedral
como un signo üe unidad de la
Iglesia y de repudio ala muerte del
Padre Rutilio. A pesar de que la
Nunciatura le había aconsejado de-
sistir de esa idea, Moseñor Romero
celebró la Misa única, que se
convirtió en un acto multitudinario
de fe y unidad eclesial.
La situación se complicó, un nuevo
fraude electoral impone como pre-
sidente al General Romero. La gente
que protestó en la plaza Libertad
fue dispersada a tiros. Hay muertos.
A partir de ese momento el pueblo
salvadoreño vive un auténtico cal-
vario y Monseñor Romero decidió
acompañar al pueblo en esa situa-
ción de miseria y muerte. Poco a
poco, pasó de ser Monseñor Rome-
ro a simplemente Monseñor, "el
amigo de este pueblo".
.4 Monseñor Romero le gustaba trabajar en equipo.
Buscaba escuchar todas las opiniones y no marginar a
nadie. Así creó muchos comités y equipos de trabajo.
Monseñor continuó la pastoral de la
A Monseñor Romero le gustaba tra-
Arquidiócesis y le dio un impulso
bajar en equipo, dialogando con
profético nunca antes visto. Su lema
todas tas personas. Buscaba escu-
fue: "Sentir con la Iglesia". Y esta fue
char todas las opiniones y no margi-
su principal preocupación: cons-
nar a nadie. Así creó muchos comi-
truir una Iglesia fiel al Evangelio y al
tés y equipos de trabajo.
Magisterio de la Iglesia.
Monseñor Romero puso la Arqui-
Monseñor Romero estuvo muy cer-
diócesis al servicio de la justicia y la
ca del pueblo a través de sus incon-
reconciliación en el país. En mu-
tables visitas pastorales. Como parte
chas ocasiones se le pedía ser
de su carisma personal, con fre-
mediador de los conflictos labora-
cuencia celebraba dos o tres misas
les. Creó una oficina de defensa de
diarias en diferentes comunidades
los derechos humanos, abrió las
de la ciudad, los pueblos y can-
puertas de la Iglesia para dar refu-
tones. Donde le invitaban allá iba.
gio a los campesinos que venían
No perdía oportunidad de reunirse
huyendo de la persecución en el
con la gente, especialmente con los
campo, dio mayor impulso al sema-
más pobres.
nario Orientación y la radio YSAX.
violencia y de ser el causante de
todos los males de El Salvador. Pero
nunca jamás de los labios de Mon-
señor salió una palabra de rencor y
violencia. Su mensaje fue claro. No
se cansó de llamar a la conversión y
al diálogo para solucionar los
problemas del país.
De las calumnias pasaron a las
amenazas a muerte. Monseñor
sabía muy bien el peligro que corría
su vida. A pesar de ello dijo que
nunca abandonaría al pueblo. Y lo
cumplió. Su vida terminó igual que
la vida de los profetas y de Jesús.
Fue asesinado el 24 de marzo de
1980 mientras celebraba la Misa en
la Capilla del Hospital La Divina
Fue asesinado el
Monseñor celebraba todos los do-
Providencia.
24 de marzo de
1980, mientras
celebraba la misa
en el Hospitalito
Divina
Providencia.
mingos la Eucaristía en Catedral. El
momento de la homilía era muy
esperado por toda la gente. El pue-
blo reconoció en su voz la voz de
un profeta. En sus homilías Mon-
señor juzgaba los hechos de la
semana a la luz de la Palabra de
Dios.y del Magisterio de la Iglesia.
Domingo a domingo, Monseñor de-
nunciaba las injusticias y hacía
vehementes llamados a la conver-
Su muerte causó mucho dolor en el
pueblo y un gran impacto en el
mundo. De todos los rincones llega-
ron muestras de solidaridad con la
Iglesia y el pueblo salvadoreño. El
mismo dijo que si moría resucitaría
en el pueblo salvadoreño. Efecti-
vamente, año con año mucha gente
lo recuerda y celebra el aniversario
de su martirio.
sión. Su palabra era para muchos
motivo de consuelo y esperanza.
La Arquidiócesis de San Salvador
ha postulado en el Vaticano la
A pesar de la claridad de su predi-
cación, Monseñor, como Jesús, fue
calumniado. Le acusaron de revolu-
cionario marxista, de incitar a la
causa para la canonización de
Monseñor Romero. Para muchos,
Monseñor Romero es un profeta y
un santo.
m
onseñor Romero nació y
murió pobre. Nunca tuvo
riquezas ni ambicionó
puestos de poder.
Cuando fue nombrado
Arzobispo de San Salvador, se
Espíritu que se manifiesta en los sig-
nos de los tiempos y en la voz de los
pobres. Monseñor supo escuchar al
pueblo y meditar en lo profundo de
su corazón todo lo que aprendía.
fue a vivir al Hospital Divina
Providencia, junto a los
enfermos de cáncer, a quienes
quería mucho.
Monseñor era una persona muy sen-
sible al dolor y a las alegrías de los
más humildes. Sentía de verdad el
sufrimiento de los pobres. Le dolían
Era un hombre sencillo a quien
agradaba mucho estar en medio del
las situaciones de injusticia. Mon-
señor Romero, igual que Jesús, tuvo
pueblo, le gustaba platicar y convi-
vir con la gente. Del pueblo apren-
dió mucho. Y él mismo decía que
un "obispo siempre tiene mucho
que aprender de su pueblo".
Pero además era una persona muy
exigente consigo mismo. Todo lo
que hacía, lo hacía a conciencia. Le
gustaba trabajar en equipo, consul-
tar a otras personas, delegar tareas.
Era una persona de diálogo. Monse-
ñor llegó a ser un profeta porque
siempre estuvo atento a la voz del
compasión del pueblo. A Monseñor,
sobre todo, le repugnaba la violen-
cia. Siempre levantó su voz contra
la violencia, viniera de donde vinie-
ra. Siempre nos enseñó que debe-
mos actuar por medios pacíficos,
buscando la justicia y el bien para
las mayorías pobres, apoyados
solamente en la fe en Dios.
Monseñor era sobre todo un hom-
bre de oración. Y aquí nos dio un
gran testimonio. La oración era para
él lo mas importante, de ahí sacaba
las fuerzas para ser fiel a su compro-
miso, de ahí sacaba la inspiración
para hablar en nombre de Dios. Él
mismo nos dijo que si no fuera por
la oración, su voz no seria más que
Jesús se compadeció del pueblo y
una "lata que suena". Monseñor
le dio aliento y esperanza. Igual que
Romero siempre llevó una vida de
Jesús, fue asesinado después de tres
"intimidad con Dios7' en la oración
años de anunciar el reino de Dios. Y
y meditación diaria.
sin duda, igual que Jesús, ha resuci-
tado y vive ¡unto a Dios Padre, por
En sus cuadernos de retiro espiri-
quien siempre vivió.
tual nos dejó escrito que su ideal
fue "seguir radicalmente a Jesús". Y
Una señora que conoció a Monse-
así fue, Monseñor fue un seguidor
ñor Romero nos comparte su re-
de Jesús. Igual que Jesús fue signo
cuerdo:
de contradicción, unos lo amaron y
otros lo odiaron y persiguieron.
"Monseñor Romero fue un hombre
Igual que Jesús fue sembrando la
con un gran espíritu para la gente
palabra de Dios por la tierra de El
pobre. Monseñor estuvo aquí, en
Salvador. Igual que Jesús, denunció
esta humilde casa. Para mí que Mon-
los pecados y llamó al arrepenti-
señor se entregó para todos, pero
miento y a la conversión, Igual que
más para el pobre.
pobre
"Monseñor Le conocíamos ,llego a este cantona-
así que se miraba serio. Contando
Romero fue un to de la Santa Cruz. Llegó por aque-
chistes sí era gracioso. Era muy serio
hombre con un llas pilastras, dejo el carro por ahí y
en sus cosas, pero con la gente no,
gran espíritu
Se vino a pie con unas hermanas
era muy amable.
para la gente religiosas- ¡Aquel amor con que an-
daba, daba pláticas, daba cosas del
Poquito, que va murió, fue seminaris-
espíritu.'
ta en tiempos de Monseñor Romero.
Me contó una vez que Monseñor
Decían que era un alborotador, un
Romero traía tres camándulas y le
comunista, un guerrillero. Pero Mon-
dio una a él y a otro estudiante,
señor hablaba de los diez manda-
camino a la iglesia del Rosario.
mientos. Por ahí empezaba: amara/
Desde que empezaron la caminata,
prójimo. Lo que más decía: ¡No ma-
una camándula cada uno y rezando
tarás!
duro, caminando y rezando, y cuan-
do llegaron habían desalojado la
Mi hijo escribió dos corridos a Ru-
Iglesia. E! santo rosario, ¡cómo lo
tilio y a Monseñor. ¡Cómo lo
recomendaba! Porque el que reza el
buscaron! Como buscar una aguja.
rosario nunca ¡e falta lo necesario y
Hasta dinero ofrecían por entregarlo.
dejaba encargo que en todas las
casas rezáramos el rosario.
Uno no sabe escribir. Yo escuché
todo eso, porque por ahí vino. Yo
Pensaron callar la voz de Monseñor,
tengo la devoción con Monseñor. Era
pero no pudieron y seguirá brillando
muy amable, muy cariñoso, carácter
donde quiera".
su palabra
onseñor predicaba todos los do-
mingos en la Misa de Catedral. Nos
dejó un legado de casi 200
homilías dominicales, también
escribió varias cartas pastorales
y por todos los lugares donde
iba dejaba su mensaje. Ahora
vamos a resumir lo principal de su
enseñanza, lo que más trató de
inculcar en nuestras mentes y cora-
zones.
Fe en Dios
Jesucristo a tomar una preferencia
sin ambigüedades por ¡os pobres.
Desde el primer día hasta el último
Sin despreciar a los otros, (os llamó
de su ministerio como Arzobispo
a todos ai campo de los pobres para
esto es lo principal que Monseñor
poderse hacer iguales a él. Nadie
trató de enseñarnos: la fe en Dios.
está condenado en vida; sólo aquel
que rechaza el llamamiento del
"Dios es el Dios de Jesucristo. El
Cristo pobre y humilde y prefiera
Dios de los cristianos no tiene que
más las ido/alnas de su riqueza y de
ser otro, es el Dios de Jesucristo, el
su poder" (Homilía 27 de mayo de
del que se identificó con los pobres,
1979, VI p. 365).
el del que dio su vida por los demás,
el Dios que mandó a su Hijo
va, ayuda y a su tiempo actúa opor-
tunamente. Por eso la presencia de
Dios despierta en el corazón la ver-
dadera alegría: ¡Alegraos en e! Se-
ñor! De nuevo os repito: ¡Alegraos
porque Dios está cerca!" (Homilía
16 de diciembre de 1979, VIII p. 38).
También nos enseñó que para creer
en Dios de verdad hay que renun-
ciar a la idolatría de los falsos dio-
ses: ídolo del poder, ídolo del dine-
ro, ídolo de la fuerza y todos los ído-
los que esclavizan a las personas.
Monseñor nos decía que 'Dios habla
a través de la historia". Hay que estar
muy atentos a la voz de Dios en la
situación de su pueblo pobre y en
las señales de los tiempos. Si sola-
mente nos quedamos leyendo la Bi-
blia, nunca vamos a saber qué quie-
re Dios de nosotros. Con la luz de la
Palabra de Dios hay que iluminar
"Dios está en Monseñor trató de transmitirnos una
medio de profunda alegría, la alegría de saber
nuestra realidad y así escucharemos
nítidamente la voluntad de Dios.
nosotros". Que Dios está en medio de nosotros.
Monseñor también nos dijo que "de
"Ningún cristiano debe sentirse so/o
en su caminar, ninguna familia tiene
que sentirse desamparada, ningún
pueblo debe ser pesimista aun en
medio de las crisis que parecen inso-
lub/es, como la de nuestro país. Dios
está en medio de nosotros. Tenga-
Dios nadie se ríe". No hay que mani-
pular a Dios según sean nuestros
intereses. No es Dios quien tiene
que comprender nuestra situación;
somos nosotros los que tenemos
que comprender los planes de Dios,
su voluntad.
mos fe en esta verdad central de la
sagrada revelación. Dios está pre-
sente, no duerme, está activo, obser-
Monseñor insistía mucho que "sin
Dios no hay liberación". Decía que
como creyentes debemos compro-
meternos para aportar al bien del
país, pero que eso hay que hacerlo
desde la perspectiva de Dios.
Por eso, Monseñor recomendaba
mucho la oración. La oración nos
mantiene unidos a Dios. Sin la ora-
ción no se puede hacer nada bien.
"Por eso insisto yo, mucha oración.
Oremos, pero no con una oración –
que nos aliene, no con una oración
que nos haga fugarnos de la realidad.
Jamás vayamos a la iglesia huyendo
de nuestros deberes de la tierra.
Vayamos a ¡a iglesia a tomar fuerzas y
claridad para retornar a cumplir mejor
los deberes del hogar, los deberes de
la política, los deberes de la orga-
nización, la orientación sana de estas
cosas de la tierra. Estos son los verda-
deros liberadores" (Homilía 11 de
noviembre de 1979, VII p. 428).
Como consecuencia del amor a
Dios, vendrá el amor al prójimo.
Esta enseñanza que es central en el
evangelio, también lo fue en la pre-
dicación de Monseñor Romero. "El
que no ama, no debe llamarse cris-
tiano", decía. Y tuvo un recuerdo
muy cariñoso por aquellos que die-
Monseñor decía
ron la mayor prueba del amor: los
que ofrecieron su propia vida por la
vida de los demás. Los mártires.
Monseñor decía que siempre debe-
mos respetar su memoria.
que siempre
debemos
respetar la
memoria de /o.s
mártires.
"Son verdaderos
mártires en el
sentido popular".
En Jesús está la
verdad de lo que
estoy diciendo.
"¿Por qué se mata? Se mata porque
na matándolo como mataron a
se estorba. Para mí que son verda-
Cristo. Estos son los que yo llamo
deros mártires en el sentido popu-
verdaderamente justos. Y si tuvie-
lar. .naturalmente, yo no me estoy
ron sus manchas, ¿quién nos las tie-
metiendo en e! sentido canónico,
ne hermanos?, ¿qué hombre no
donde ser mártir supone un proceso
tiene algo de qué arrepentirse? Los
de ¡a suprema autoridad de la
sacerdotes que han sido matados
Iglesia, que lo proclame mártir ante
también han sido hombres y tuvie-
la Iglesia universa!. Yo respeto esa
ron sus manchas. Pero el hecho de
ley y jamás diré que nuestros sacer-
haber dejado que les quitaran la
dotes asesinados han sido mártires
vida y no haber huido, no haber
todavía canonizados. Pero sí son
sido cobardes y haberlos situado en
mártires en e! sentido popular, son
esa situación de tortura, de sufri-
hombres que han predicado preci-
miento, de asesinato, para míes tan
samente esa encarnación con la
valioso como un bautismo de san-
pobreza, son verdaderos hombres
gre y se han purificado. ¡Tenemos
que han ido a los límites peligrosos
que respetar su memoria!". (Homi-
donde la UGB amenaza, donde se
lía 23 de septiembre de 1979, VII p.
puede señalar a alguien y se termi-
287).
Seguimiento de Jesús
Para Monseñor, Jesús es el Hijo de
Dios que se hizo pobre, y tomó
Monseñor Romero nos enseñó que
nuestra condición humana, para re-
todo cristiano debe ser un verda-
dimirnos. Monseñor Romero nos
dero seguidor de Jesús. Monseñor
enseñó que Jesús esta presente en
dijo en muchas ocasiones que
los pobres, en los pequeñitos, en los
"Jesús es el único y verdadero líder
que más sufren las injusticias. Y ahí
de la liberación". Seguir a Jesús es
es donde debemos buscarlo y se-
tomar su cruz y hacer lo que él
guirlo.
hizo, pero en nuestra situación
actual.
"Y volvernos aquí a la opdórfJprefe-
renciolpor los pobres. No es demago-
'Wo hay más que un líder: Cristo
gia, es evangelio puro. Si no no^.rjreo-
Jesús. Jesús es lo fuente de ¡a espe-
cupamos de los intereses de! pobreci-
ranza. En Jesús se apoya lo que
to, del pequeñuelo, pero no de cual-
predico. En Jesús está la verdad de
quier modo, sino porque representa a
lo que estoy diciendo-" (Homilía 28
Jesús, por la fe que abre el humilde, el
de agosto de 1977,1-IIp. 199).
marginado, el pobre, e! enfermo; mi-
Todo cristiano
está obligado por
el bautismo a
hacer la opción
preferencial por
los pobres.
rar en él a Jesús, esa es la trascenden-
causa propia, no es digno de liamar-
cia. Cuando no se mira más que un
se cristiano.
riual, un imprudente, alguien que
Aviene a aguarme mis fiestas, natural-
Monseñor también nos enseñó que
mente, el pobre estorba. Pero cuando
hacer'la opción por los pobres,
se abraza, como abrazó Cristo al
como Jesús, no significa excluir a
leproso, y cuando levanta el buen
nadie. Cristo vino a.salvar a todos.
samaritano a! herido del camino,
porque lo que haga a él, se lo hace a
Monseñor Romero también nos
Cristo, esta es la trascendencia, sin la
transmitió su devoción a María, la
cual no es posible una perspectiva de
madre de Jesús:
justicia social, Cristo presente en los
pequeñitos" (Homilía 30 de septiem-
Si mañana, día de la Virgen del
bre de 1979, Vil p. 314).
Carmen las muchedumbres corren a
su imagen y a vestirse e! escapulario,
Pbr eso Monseñor Romero dijo que
no olviden que María es, ante todo,
todo cristiano está obligado, por el
una mensajera Profética de Cristo
bautismo, a hacer la opción prefe-
y que en su canto del Magníficat se
rencia! por los pobres. Monseñor
acordó de los pobres, de los
nos decía que e! cristiano que apo-
hambrientos y también dijo que
ya causas injustas y que no se intere-
Dios les pediría cuentas a los sober-
sa por los pobres como por una
bios y a los orgullosos, a !oS ricos
del mundo y /os despediría vacíos si
"María es una mensajera profetica de
no se convierten a la pobreza de
Cristo.
Dios… Una gran devoción a la
Virgen, pero así, hermanos, una
devoción liberadora, una devoción
que nos haga aprender de María la
libertad con que ella hablaba. Una
devoción a la Virgen que nos haga
sentir frente a Dios no para implantar
nuestro modo de pensar o nuestra
falsa prudencia, sino que sepa dar su
cara por Cristo, cuando por la injusti-
cia del mundo queda clavado en la
cruz, y cuando todos huyen, ella se
queda allí junto a él" (Homilía 15 de
julio de 1979, VII p. 80).
Sentir con la Iglesia
Monseñor Romero dijo muy clara-
mente que su primera y principal
preocupación fue construir la Igle-
"Cristo, presente en los pequeñitos".
sia. Su lema como arzobispo fue una
realidad que vivió intensamente.
Monseñor Romero quiso construir
una Iglesia que no estuviese apoya-
da en los poderes de este mundo.
Monseñor Romero soñó una Iglesia
desligada de los poderosos y sin pri-
vilegios. Una Iglesia pobre, que se
apoya únicamente en la cruz de
Cristo. Monseñor decía que el pres-
tigio de la iglesia no es que tenga
mucho poder, sino que los pobres
se sientan en ella como en su pro-
pia casa.
''Ahora la Iglesia no se apoya en
ningún poder; en ningún dinero. Hoy la
Iglesia es pobre. Hoy la Iglesia sabe
que los poderosos la rechazan, pero
que la aman los que sienten en Dios su
confianza… Esta es la Iglesia que yo
quiero. Una Iglesia que no cuente con
los privilegios y las valías de las cosas
de la tierra. Una iglesia cada vez más
desligada de las cosas terrenas, huma-
nas, para poderlas juzgar con mayor
libertad desde su perspectiva del Evan-
gelio, desde su pobreza" (Homilía 28
de agosto de 1977,1-II p. 200).
Monseñor nos enseñó que la misión
de la Iglesia es ser signo del Reino
de Dios en la historia. Por eso la
Iglesia debe trabajar por la dignidad
de las personas, por la justicia y la
"La Iglesia es pobre".
paz, en una palabra, por la salva-
ción de toda la humanidad.
También nos enseñó que la perse-
cución a la Iglesia no debe causar
temor ni extrañeza. Al contrario, es
señal de la autenticidad de la Igle-
sia, señal de que es fiel a la misión
que le dejó Jesús.
"La persecución es uno ñola caracte-
rística de la autenticidad de la
iglesia. Que una Iglesia que no sufre
persecución, sino que está disfrutan-
do de los privilegios y el apoyo de
las cosas de la tierra, ¡tengan mie-
do!, no es la verdadera Iglesia de
Jesucristo. Esto no quiere decir que
sea normal esta vida de martirio y de
sufrimiento, de miedo y de persecu-
andan bien, sino que seguir a
ción, sino que debe significar el espí-
Jesucristo con e! entusiasmo de
ritu del cristiano. No estar con la
aquel aposto! que decía: "si es nece-
Iglesia únicamente cuando las cosas
sario muramos con él" (Homilía 11
de marzo de 1979, VI p. 190).
Dijo que nada le importaba tanto
como la vida humana. Que ese es el
valor supremo y todos debemos ser
defensores de la vida.
"Este es el pensamiento fundamental
de mi predicación: nada me importa
tanto como la vida humana. Es algo
tan serio y tan profundo, más que la
violación de cualquier otro derecho
humano, porque es vida de ¡os hijos
de Dios y porque esa sangre no hace
sino negar el amor, despertar nuevos
odios, hacer imposible la reconcilia-
ción y la paz. ¡Lo que más se necesi-
ta hoy aquí es una alto a la repre-
sión" (Homilía 16 de marzo de
1980, VIH p. 349).
Monseñor condenó sin ambigüeda-
des la violencia. Todo tipo de violen-
cia. La violencia represiva del ejército
y la violencia de los grupos guerrille-
ros. Él siempre nos enseñó que debe-
mos ser humanos, ser racionales y
capaces de dialogar para encontrar
Doctrina Social de la Iglesia
la solución a los problemas, por más
A Monseñor Romero le tocó predi-
difíciles que estos sean.
car en un momento muy trágico de
la historia de El Salvador. La injusti-
cia social y el irrespeto a los dere-
chos humanos estaban a la orden
del día. Había mucha persecución y
muerte. Y la amenaza de una guerra
civil se cernía sobre la tierra de El
Salvador. Monseñor no tenía un
mensaje propio, lo que él predicada
También nos enseñó que la más cri-
minal de las violencias es la injusti-
cia social, porque priva de la vida y
de la dignidad a miles de personas
pobres. Por eso, no se cansó de
repetir que el mejor camino para
conseguir la paz, es trabajar por
erradicar las injusticias sociales.
y aplicaba a la realidad salvadoreña
era la Palabra de Dios y las enseñan-
zas de la Iglesia.
"Yo denuncio
Sobre todo la
absolutización de
la riqueza ".
Una de las injusticias que él denun-
Yo denuncio sobre todo la absoluti-
ció mucho era la absolutización de la
zación de la riqueza. Este es el gran
riqueza. No es justo, decía, que unos
mal de El Salvador: ¡a riqueza, la
pocos lo acaparen todo y la mayoría
propiedad privada como un absolu-
se quede sin nada. Por eso. decía que
to intocable y ¡ay del que toque ese
se debía organizar la economía de tal
alambre de alta tensión, se quema!
manera que todos los salvadoreños
No es justo que unos pocos tengan
puedan vivir con dignidad.
todo y lo absoluticen de la manera
que nadie lo pueda tocar, y la mayo-
"¿ Qué oirá cosa es la riqueza cuan-
ría marginada se está muriendo de
do no se piensa en Dios? Un ídolo de
hambre" (Homilía 12 de agosto de
oro, un becerro de oro. Y lo están
1979, Vil p. 165).
adorando, se postran ante él, le ofre-
cen sacrificios. ¡Qué sacrificios enor-
Monseñor no se cansó de repetir
mes se hacen ante la idolatría del
que él no era un político ni un soció-
dinero! No sólo sacrificios, sino ini-
logo y que no tenía las soluciones a
quidades. Se paga para matar. Se
los problemas tan graves que tenía
paga el pecado. Y se vende. Todo se
el país. El reclamó que la solución
comercializa. Todo es lícito ante el
vendría cuando todos los sectores
dinero" (Homilía 11 de septiembre
del país participaran en la vida polí-
del977,I-IIp.214).
tica, económica y social del país.
En tiempos de Monseñor Romero,
los campesinos y los obreros eran
perseguidos hasta la muerte, cuan-
do se organizaban para reclamar
por sus justas reivindicaciones.
Monseñor Romero siempre defen-
dió el derecho de los pobres a orga-
nizarse, siempre y cuando lo hicie-
ran para luchar por causas justas y
que no olvidaran el sentido cristia-
no de su organización para no caer
en la idolatría de la misma.
Y a todos nos dejó un criterio para
saber qué cosas están bien y qué
Monseñor
siempre defendió
el derecho de los
pobres a
organizarse.
cosas están rnal. Monseñor nos dijo
que debemos apoyar y animar
todas aquellas cosas que benefician
a las mayorías pobres, y que debe-
mos rechazar y denunciar todas las
Monseñor nos decía que debemos apoyar aquellas cosas
que benefician a las mayorías pobres.
"Cada uno de
ustedes tiene que
ser un micrófono
de Dios".
medidas políticas y económicas
que se hacen para defender intere-
ses egoístas, de grupos poderosos y
privilegiados, y que son un mal para
las mayorías pobres.
Monseñor Romero pidió a Jos cristianos
que asumieran su vocación profética
y que trabajaran desde sus oficios y
profesiones por e bien del país.
''Cada uno de ustedes tiene que. ser
un micrófono de Dios. Cada uno de
ustedes tiene que ser un mensajero,
un profeta. Siempre existirá la Iglesia
"Felices los pobres porque de ellos es
mientras haya un bautizado, y ése
et Reino de Dios".
único bautizado que quede en el
mundo, es el que tiene ante el mun-
do la responsabilidad de mantener
"Vivamos de
verdad la belleza
en alto la bandera de la verdad de!
Señor y su justicia divina. Por eso da
Llamados a. la conversión
y responsabilidad
de ser un pueblo
profetice".
lástima pensar en la cobardía de tan-
tos cristianos y en la traición de otros
bautizados. ¿Pero qué están hacien-
Pero si algo se destacó en las homi-
lías de Monseñor no fue otra cosa
que sus incontables llamados a la
do, bautizados, en los campos de la
conversión. Él decía que si quere-
política?¿Dónde está su bautismo?
mos salvarnos y salvar a la sociedad
Bautizados en la profesiones, en los
debemos organizar la conversión
campos de los obreros, en e! merca-
de los corazones y buscar el cambio
do. Dondequiera que hay un bautiza-
de estructuras. Las dos cosas a la
do ahí hay Iglesia, ahí hay profeta,
par. No una conversión personal sin
ahí hay que decir algo en nombre de
cambios en la sociedad. Ni cambios
la verdad que ilumina las mentiras
en la vida política, social y econó-
de la tierra. No seamos cobardes. No
mica del país sin conversión profun-
escondamos el talento que Dios nos
da de los corazones.
ha dado desde el día de nuestro bau-
tismo y vivamos de verdad la belleza
"Una verdadera conversión cristiana
y ¡a responsabilidad de ser un pue-
hoy tiene que descubrir /os mecanis-
blo profético" (Homilía 8 de julio de
mos sociales que hace del obrero o
1979, VII p. 62).
del campesino personas margina-
das. ¿Por qué sólo hay ingreso para el
pobre campesino en la temporada del
café y del algodón y de la caña? ¿Por
qué esta sociedad necesita tener
campesinos sin trabajo, obreros mal
pagados, gente sin salario justo?
Estos mecanismos se deben descubrir
no como quien estudia sociología o
economía, sino como cristianos, para
no ser cómplices de esa maquinaria
que está haciendo cada uez gente más
pobre,
marginados,
indigentes"
(Homilia 16 de diciembre de 1979,
VIII pp. 4647).
Monseñor hizo llamados de conver-
sión a todas las personas y los secto-
res. A los ricos y a los pobres, a los
que gobiernan y a los que no parti- Monseñor hizo llamados de conversión a
cipan en nada, al ejército y a las todas las personas y sectores de la sociedad.
organizaciones militares de izquier-
da, a los jueces y al Presidente de
los Estados Unidos, a los cristianos y
a la misma Iglesia. Nadie se quedó
sin un llamado de Monseñor. Todos
necesitamos conversión, decía.
Estos llamados de Monseñor busca-
ban, sobre todo, evitar una guerra civil:
"Queridos hermanos, quiero hacer
un llamamiento a todos los sectores
del país para que evitemos tener Que
llegar a una guerra ctuil y de todos
modos logremos en nuestro país
una auténtica justicia. Para el/o es
indispensable que todos estemos
dispuestos a compartir con los
demás lo que somos y lo que tene-
mos, y participar, en la medida de
nuestras posibilidades, a crear esta
estructura económico-política que
de acuerdo con el plan de Dios favo-
rezca equitativamente a todos los
salvadoreños" (Homilía 20 de ene-
ro de 1980, VIH p. 181).
"Espero que este llamado de la
Iglesia no endurezca aun más el
corazón de los oligarcas sino que los
mueva a la conversión. Compartan
lo que son y tienen. No sigan callan-
do con la violencia a los que les
estamos haciendo esta invitación, ni
mucho menos, continúen matando a
los que estamos tratando de lograr
haya una más justa distribución del
poder y de ¡as riquezas de nuestro
"En nombre de
Dios y de este
sufrido pueblo,
¡cese la
represión!".
país. Y hablo en primera persona,
porque esta semana me llegó un avi-
so de que estoy yo en la lista de los
que van a ser eliminados la próxima
semana. Hsro que quede constancia
de que la ooz de la justicia nadie la
puede matar ya" (Homilía 24 de
febrero de 1980, VIII p. 275).
Todavía resuena el último llamado
que hizo: ¡Cese la represión! Des-
graciadamente no se hizo caso a la
voz de Monseñor. Lo mataron y con
él mataron la última esperanza que
había. Después pasó lo que pasó. Se
vino encima una guerra civil que
causó miles y miles de muertos.
Como todo profeta Monseñor trató
de transmitirnos una esperanza. La
esperanza de que tanto dolor y
muerte, tanto sufrimiento y sangre,
no serían en vano:
"Estoy seguro que tanta sangre
derramada y tanto dolor causado a
los familiares de tantas víctimas no
será en vano. Es sangre y dolor que
regará y fecundará nuevas y cada
vez más numerosas semillas de sal-
vadoreños que tomarán conciencia
de la responsabilidad que tienen de
construir una sociedad más justa y
humana, y que fructificará en la
realización de reformas estructurales
audaces, urgentes y radicales que
necesita nuestra patria" (Homilía 27
de enero de 3980, VIII p. 202).
Esa imagen, esa voz. ese anhelo de
Monseñor Romero de hace muchos
años atrás, hoy se hace más presen-
te que nunca: que la justicia nazca
de nosotros, que la conversión sea
plena y la paz se instale en nuestras
tierras para siempre; esa paz que no
es ausencia de guerra sino un pre-
cepto eterno de justicia, libertad e
igualdad.
"La voz de la
justicia nadie la
puede matar ya".