Es dialectico, porque si algo maneja de manera excelente Marx es la dialéctica, el manejo de la tesis y de la antítesis. Pero qué se entiende por dialéctica. La dialéctica es el arte de la contradicción, de la discusión, de la apelación, etc. Es en sí, una realidad que se desarrolla mediante contradicciones. Para manera de ejemplo, voy a recurrir al mencionado en la lectura que se tomó como fuente para este documento.
La transformación de los cambios cuantitativos a los cualitativos, la interrupción de la gradualidad, los cambios a través de saltos, etc. A decir que una persona aumenta sus ingresos, en un primer momento, si los ingresos adicionales no son significativos, el carácter de sus compras no cambiará sustancialmente, aunque si la cantidad; si el aumento de los ingresos persiste, y se duplica o triplica, se modificará de modo fundamental la composición del gasto y adquirirá bienes diferentes y por o motivos.
En el ejemplo anterior, se da primero un cambio cuantitativo que acompañado de un cambio cualitativo dan por resultado una nueva serie de características; el cambio cuantitativo en los ingresos probablemente signifique su incorporación a un nuevo grupo social, lo que también puede implicar una modificación en su escala de valores, de su forma de apreciar y de juzgar a la sociedad y esto a su vez se traducirá en un nuevo patrón de comportamiento.
Una importante contribución es el carácter de totalizador del método marxista, esto va en función de que no solo deben de considerarse los elementos económicos para estudiar cómo funciona un sistema, sino también sus aspectos sociales y políticos y sus mutuas interrelaciones. Entonces se da una nueva forma de relación entre el sujeto y el objeto de estudio del conocimiento, en esa nueva relación el sujeto pertenece al objeto, está inmerso en el objeto y al mismo tiempo el sujeto pueda abarcar al objeto, el sujeto debe ser él mismo también. En el pensamiento marxista el sujeto y objeto de estudio tienen la misma importancia, así que deben de tomarse ambos. Por lo que la vida económica no puede ser analizada si no se incluye la vida política y social.
El pensamiento marxista vino a revolucionar muchos paradigmas en las ciencias sociales, ahora es turno de que explique la concepción materialista de la historia. Para tal fin, tomaré un ejemplo representado en el material de lectura que se toma como fuente.
El caso a analizar es el de la producción de bienes materiales. La producción no solo es un proceso que se efectúa a nivel de la empresa, sino también a nivel de la sociedad en su conjunto, es decir concebir que la producción social es una actividad humana que se repite en forma permanente. La concepción de la actividad económica como un proceso de producción y de distribución permite suponer la existencia de un campo de estudio especifico para la ciencia económica.
El hecho de vivir en una sociedad, los hombres se relacionan entre sí, eso constituye las relaciones sociales. Pero como se dijo anteriormente, la producción es social y por lo tanto esas relaciones entre los hombres al momento de producir, constituyen las relaciones sociales de producción y es importante recordar que el estudio de la Economía Política va en el sentido de estudiar las relaciones de producción entre los hombres, es decir de las relaciones económicas entre los hombres; estudia las leyes que rigen la producción y la distribución de los bienes materiales de la sociedad a lo largo de diversas fases de desarrollo.
Las diversas fases en las que la economía política interviene desde la comunidad primitiva al socialismo, y porque no mencionar al comunismo como algunos autores consideran. Dentro de esas diversas fases económicas de producción se ha manifestado la necesidad de permanencia de dos factores importantes, primero las relaciones de producción y segundo, las fuerzas productivas.
Deben de entenderse por fuerzas productivas a los medios de producción, es decir; los instrumentos de trabajo creados y construidos por la sociedad, los métodos técnicos de producción y la experiencia misma de los hombres para servirse de los medios de producción. Las relaciones de producción y las fuerzas productivas constituyen en su conjunto el modo de producción.
Pero cómo se da la funcionalidad de relaciones de producción y fuerzas productivas. La actividad económica no es otra cosa que, estas fuerzas y relaciones en su plena operación. Las relaciones sociales en las que los hombres producen se transforman y cambian al desarrollarse los medios materiales de producción, o sea las fuerzas productivas. Por consiguiente, esas relaciones de producción se tornan sociales y concretamente en una sociedad con un determinado grado de desarrollo histórico.
La naturaleza de las relaciones de producción estarán determinadas por el régimen de propiedad imperante en la fase del desarrollo de la sociedad. Por ejemplo, en la sociedad feudalista, el señor feudal es propietario de la tierra y por ende las relaciones de producción serán entre el señor feudal y el siervo, este último tiene que servir a su señor para cumplir con el proceso económico.
Esa correspondencia por parte de las clases hostiles, feudales y siervos, vienen a constituir el equilibrio interior del modo de producción y se expresa la primera ley fundamental de la sociología marxista, o la ley de correspondencia necesaria entre las relaciones de producción y el carácter de las fuerzas productivas.
Ahora es el momento de abordar la conciencia social que debe imperar en la clase obrera y la definición de superestructura.
Lenin, sostiene que muchos de los hombres, sino es que la mayoría; cuando entran en relación unos con otros, no tienen conciencia de las relaciones sociales que se establecen entre ellos, de las leyes que presiden al desarrollo de esas relaciones. Marx, expone que la clase trabajadora va perdiendo su conciencia de clase, la conciencia que debe tener por ser la creadora de valor y por ser a la vez la clase explotada. Cuando esa conciencia de las relaciones sociales sean tomadas en cuenta por los trabajadores surgirán las ideas, esas ideas expresarán la forma en que toman conciencia y que se sirven de base para enjuiciar esas relaciones. Todo ese conjunto de ideas morales, políticas, religiosas, artísticas, filosóficas, científicas, etc., constituyen la concepción del mundo o ideología para el marxismo.
Pero además los hombres por vivir en una sociedad, tienen una serie de actitudes psicológicas con respecto a las relaciones sociales. Por ejemplo, la desconfianza de ciertos sectores sociales acerca de la actividad del Estado, al respecto de la jerarquía, la divinización de ciertos símbolos de poder o riqueza, por mencionar unos cuantos. El conjunto de esas actitudes socio-psicológicas se conoce como psicología social.
La ideología y la psicología social en su conjunto constituyen la conciencia social. Que están determinadas por las relaciones de producción o en palabras de Marx; constituyen la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la cual se eleva una superestructura jurídica y política, y a la que corresponden formas sociales determinadas de conciencia.
Esa base, engendrará por sí sola la superestructura. Debe de entenderse por superestructura los pensamientos políticos, filosóficos, jurídicos, artísticos, religiosos, etc., de la sociedad y de las instituciones que le corresponden. Dentro del capitalismo la superestructura está determinada por la parte de la conciencia que es esencial para que la clase dominante mantenga sus privilegios, esa clase es integrada por el grupo de los diversos capitalistas.
El modo de producción (relaciones sociales de producción y fuerzas productivas), más la superestructura correspondiente constituyen, la formación social. La formación social es el todo interiormente equilibrado, armonioso, un hecho histórico dotado de existencia objetiva.
Tanto la base económica como la superestructura solo existen durante un periodo determinado. Cuando se pasa de una formación social a otra, el cambio en el modo de producción estará inevitablemente acompañado de una alteración de la superestructura, porque opera la segunda ley fundamental de la sociología marxista; la ley de la correspondencia necesaria entre la superestructura y la base económica.
La historia registra cinco formaciones económico-sociales: la comunidad primitiva, la esclavista, la feudal, la capitalista y la comunista. A cada una de ellas corresponde su propia economía, sus propios conceptos, ideas, instituciones y formas de operación. El avance de las relaciones sociales comienza por la fase inferior y progresa a la superior. Así, el feudalismo cedió su lugar al capitalismo, y este al socialismo. La verdadera raíz del surgimiento, desarrollo y destrucción de las formaciones económico-sociales se encuentra en las leyes del desarrollo de la sociedad. Para tal efecto las dos leyes fundamentales de la sociología marxista expresan las condiciones del equilibrio interno de una formación social determinada.
En el lenguaje económico convencional puede sostenerse que, el acervo de los medios de producción y de conocimientos técnicos es acumulativo, puesto que esos conocimientos tienden a reunirse y no se pierden y sobre todo porque la solución de problemas técnicos suscita y resuelve nuevos problemas técnicos. Este creciente dominio del hombre sobre la naturaleza es entendido como un proceso necesario de la evolución humana y se traduce en la llamada ley del desarrollo progresivo de las fuerzas productivas. Por lo que al operar esta ley, compromete el equilibrio interno de las formaciones sociales.
Al operar la primera ley fundamental de la sociología marxista hace que las relaciones de producción se alteren, adaptándose a las fuerzas productivas que se han transformado; así mismo, seguirá un desajuste entre las relaciones de producción y la superestructura, pero al operar la segunda ley fundamental de la sociología marxista, hace que esta última se transforme, adaptándose a los requerimientos de las nuevas relaciones de producción. De esta manera aparece una nueva formación social. El cambio que se ha producido en la base económica transforma más o menos lenta o rápidamente toda la colosal superestructura y eso explica que la transformación de las fuerzas productivas en la exacta medida que ello sea necesario.
Ese desarrollo histórico de las formaciones económico-sociales tienen un carácter dialectico, para tratar este asunto voy a dividir la explicación en tres niveles, tomando de referencia la lectura de fuente de este reporte.
Primero, el surgimiento de contradicciones en la relación reciproca entre el hombre y la naturaleza, cuando crea medios de producción el hombre engendra a la vez estímulos para nuevas formas de conducta, que lo llevan alterar el terreno artificial para poder ejercer así tales formas de conducta, pero en la medida que lo logra, se crean otros estímulos, con nuevas alteraciones del terreno artificial y así sucesivamente.
Segundo, surgen las contradicciones entre las fuerzas productivas que se han alterado, y las precedentes relaciones de producción, contradicción que desaparece cuando las relaciones de producción se adaptan a las nuevas condiciones.
Tercero, aparecen contradicciones entre la nueva base económica y la superestructura pretérita, la que supera por la adecuación de dicha superestructura.
La principal contradicción que se da en el campo de la sociedad dominada por el capitalismo, es que se enfrentan dos clases antagónicas: el proletariado y los capitalistas burgueses. La contradicción entre las fuerzas productivas que se han transformado y tienden a seguir transformándose y las relaciones de producción que las obstaculizan. Así también la contradicción entre las relaciones de producción que se vislumbran y la superestructura predominante se adquiere la forma de lucha de clases.
En la medida en que la clase interesada en el cambio adquiere conciencia de su papel histórico, crea sus propias ideas sociales y actitudes socio psicológicas, surgen así las raíces de una nueva superestructura. Entonces la lucha de clases adopta la forma de lucha ideológica, enfrentamiento entre ideologías que traducen concepciones del mundo y tablas de valores radicalmente opuestas. Y porque no recordar la frase célebre de Marx, el motor de la historia es la lucha de clases; en la cual no cabe razón para discutirlo.
Ahora expondré al respecto de la visión que tiene el pensamiento marxista. Que en esencia es su contenido de clase, la visión constituye una forma de concebir el mundo y un enfoque analítico puestos al servicio de la clase obrera. Pero la visión de Marx es objetiva, es decir; predice un hecho que para él es consumado. Marx sostiene que el sistema capitalista será reemplazado por causa de sus contradicciones internas, por un sistema socialista. Y es ahí, en ese fundamento donde el marxismo atribuye un carácter dialéctico al desarrollo social, que para asimilarlo de mejor manera se revisaran a continuación tres posiciones: el materialismo económico, la ortodoxia marxista y el revisionismo actual.
El materialismo histórico se transforma en materialismo económico, en el sentido que sería el interés económico de los grupos el motor de la historia, así la dialéctica deja de ser una concepción del mundo para transformarse exclusivamente en las contradicciones de la lucha de clases.
La ortodoxia marxista aparece como lo contrario al materialismo económico porque solo admite que la funcionalidad de las relaciones de producción y de la superestructura con respecto a las fuerzas productivas. Eso significa la dinámica de una totalidad que es la formación social. Al ser considerada como una totalidad que se realiza a través de las contradicciones que aparecen y desaparecen en todos los niveles y no solo en el económico.
Con respecto al revisionismo actual, es una discusión sobre si existe a una dialéctica de la naturaleza, o sea, si la dialéctica es una exigencia del objeto, sea este social o no. Pero tal discusión se relaciona con la aplicación de la dialéctica a toda la historia humana, desde esta perspectiva parece que se admite que el carácter de dialectico es inherente al objeto, cualquiera que este sea, social o de la naturaleza, la dialéctica se convierte así en un a priori (antes).
C. Un modelo marxista de crecimiento económico.
En esta parte del documento, se revisará dos principales contribuciones de Marx: una teoría del cambio social y un análisis crítico del funcionamiento del sistema capitalista.
En su teoría del cambio social, Marx establece una Ley del desarrollo histórico de la humanidad; tal teoría constituye una concepción totalizante, una concepción sociológica en sentido extenso y por tanto integra en forma orgánica la sociología, la economía, la psicología social, el derecho, etc. Se conoce a esta teoría como la concepción materialista de la historia o sociología marxista y que se constituye en un concepto filosófico, el materialismo histórico para investigar los hechos y las causas del desarrollo histórico de las sociedades.
Respecto al funcionamiento del sistema capitalista o en palabras de Marx, de las leyes particulares que rigen el modo de producción capitalista. Y principalmente los tres aspectos que Marx considera para explicar las crisis económicas del sistema capitalista: la teoría del ejército industrial de reserva, la tendencia decreciente de la cuota de ganancia y los esquemas de reproducción.
Lo primero es la identificación y hacer las relaciones entre las variables que Marx considera para explicar las crisis económicas. El capital variable o salario es para Marx una característica social estimada en términos equivalentes al total de los bienes necesarios para que la fuerza de trabajo se reproduzca, pero que lo haga con un determinado nivel de desarrollo histórico, es decir, con la misma calificación técnica, esto incluiría entre otras cosas, gastos de educación, gastos en cierto tipo de vivienda obrera, gastos en vestimenta, los que variarían según sea el clima de una u otra región.
Ese capital variable solo garantiza la reproducción de la clase obrera, y en efecto Marx descubre que el salario pagado al obrero sea igual al valor de horas-hombre de los bienes necesarios para su reproducción, pero además la jornada de trabajo es superior a este valor de la fuerza de trabajo. Por lo que se da un trabajo excedente donde se crea plusvalía y es esa parte de la jornada laboral la cual se apropia el capitalista.
Toda la explicación hecha en El Capital está basada en la característica principal del sistema capitalista, la creación y apropiación de la plusvalía.
Para poder explicar la plusvalía y el funcionamiento del capitalismo, Marx utiliza las variables (capital v, salario, trabajo) con el objetivo de dar a conocer como durante el proceso de producción el trabajo es la única fuente de valor, a través de la explotación de la clase obrera.
Pero también, identifica que una evolución tecnológica, que genera una creciente productividad del trabajo y esto conlleva a que se dé un aumento del capital constante a costa del capital variable.
El comportamiento de la cuota de ganancia (p/ c + v) dentro del capitalismo es importante para explicar la causa de las crisis económicas. La ley de tendencia decreciente de la cuota de ganancia es compatible con la composición orgánica del capital creciente y una tasa de explotación constante. El incremento gradual del capital constante a costa del variable tiene como resultado un descenso gradual de la cuota general de ganancia, siempre y cuando permanezca invariable la cuota de plusvalía.
La baja de salarios constituye una reducción en los ingresos y por consiguiente una menor demanda de bienes de consumo, lo que genera una disminución de la demanda de bienes de capital en el sector que produce bienes de consumo. Y por eso la importancia que tienen las variaciones en la tasa de ganancia en la explicación de las crisis.
Otra de las razones es, el estado en que se mantiene la clase obrera y aquí entra la explicación del ciclo económico marxista.
Lo primero a señalar es que, la desocupación (ejercito industrial de reserva) tiende a contraerse y expandirse como consecuencia del aumento y ulterior disminución del ritmo de acumulación y también por el cambio técnico, ya que el volumen de mano de obra permanece relativamente constante. Además de que la naturaleza del cambio tecnológico reduce el volumen de ocupación por unidad de capital que amplía el nivel de desocupación; de esta forma, la desocupación aumenta y por lo tanto disminuyen los salarios reales. Así las crisis constituyen un síntoma y a la vez una característica del sistema capitalista. Esto trae como consecuencia la intensificación de la lucha de clases, constituyéndose así en una de las principales causas de presión para el cambio de sistema.
Además, Marx identifica que las crisis de realización de las crisis pueden ser de dos tipos: las de subconsumo (acopio de producción que no vende el sector que produce bienes de consumo) y las crisis de desproporción (acumulación de existencias de materias primas y bienes de capital).
El subconsumo, de da según Marx porque la producción dentro del capitalismo carece de objetivos salvo que se encauce hacia una meta precisa de consumo. De tal manera que la capacidad productiva de la sociedad capitalista, siempre creciente, se estrella contra el límite impuesto por el bajo poder de consumo de los obreros.
He ahí las causas de las crisis económicas dentro del capitalismo, que se fundamentan en lo anteriormente explicado y además; en la realidad de la contradicción fundamental del sistema capitalista: el carácter social de producción y la forma capitalista privada de apropiación de los resultados de la producción. Junto con la creciente situación de empeoramiento de la clase trabajadora, dan por resultado un descontento social, que es el meollo para el cambio de base económica, de superestructura. Y que para Marx constituye el inicio de una revolución históricamente justa y necesaria.
D. Conclusión.
En el presente documento he abordado la corriente de pensamiento marxista, a través de su influencia en varias áreas de conocimiento como son la sociología, historia, psicología y por su puesto la economía.
El marxismo es una doctrina y teoría social, económica y política basada fundamentalmente en la obra de Carlos Marx y todos sus seguidores. Por mencionar algunos como Karl Kautsky con la ortodoxia marxista, Eduard Bernstein con el revisionismo, Lenin en Rusia, Stalin, Trotski, Mao Zedong en China; y así podemos seguir mencionando personajes que han interpretado y refrescado el marxismo como corriente del pensamiento.
La influencia marxista va desde la filosofía al campo económico y político, ningún otro teórico ha sido estudiado y discutido como Carlos Marx y su influencia a llegado a movimientos políticos y sociales en distintos lugares del mundo, donde el capitalismo a caducado como sistema predominante.
Pero la influencia de la que hablamos no es de la misma ciencia, si no de la manera de hacerla. Tal método que uso Marx y que es un nuevo paradigma dentro del campo de las ciencias sociales. Ese método es desde la concepción del mundo material e histórico y la aplicación de la dialéctica en el desarrollo de las formaciones sociales que la humanidad ha experimentado.
La contribución de Marx acerca de la ley de correspondencia entre las relaciones de producción y las fuerzas productivas; y la ley de correspondencia necesaria entre la superestructura y la base económica. Le dan los suficientes fundamentos para poder explicar la situación que aguarda una formación social y el cambio histórico de una formación social a otra.
Marx desarrolla a través de El Capital, y sus obras anteriores, una descripción histórica y causal con el cual justifica el desarrollo de la humanidad. Esa gran descripción culmina con el análisis pragmático del sistema capitalista, el cual es para él el sistema más atroz que puede existir y el último sistema económico para dar paso al sistema socialista, sistema donde según Marx se logrará una convivencia armónica de los distintos integrantes de la sociedad socialista.
Marx y Engels trabajaron para que el socialismo se lograra convertir en una alternativa real al cambio que permita el pleno desarrollo de la sociedad. El socialismo científico es el gran logro de ese trabajo, si bien anteriormente en Francia se había avanzado pero que se manifestaba utópico al no haber característica real de aplicación. El marxismo da el origen de este desarrollo del pensamiento a través de un cambio en la formación social.
El pensamiento de Marx va en función de integrar la dialéctica al análisis de la historia humana y con las características que la dialéctica conlleva explica las contradicciones internas que padece el capitalismo como sistema económico.
Marx abunda sobre las contradicciones capitalistas y manifiesta su trabajo en la explicación de las crisis económicas. Marx concibe a la crisis como un fenómeno inherente al capitalismo. Para no repetir en lo descrito en la segunda parte de este documento, voy a explicar de manera sintetizada la crisis capitalista: los capitalistas en su afán de obtener la mayor plusvalía tratan de aumentar la intensidad de la jornada laboral y en consecuencia la productividad del trabajo. Pero por parte de los trabajadores, si están bien organizados se resistirán a tal explotación. Los capitalistas tratarán de ampliar sus mercados a fin de comercializar sus productos, pero al mismo tiempo pagarán a sus trabajadores el mínimo posible. Así, tanto el consumo como la demanda de los trabajadores disminuirán, los mercados se reducirán y el capitalismo entrará en crisis.
Toda esa explicación de la crisis está basada en la contradicción fundamental del capitalismo, que constantemente he repetido y que es importante mencionar ya que es una contribución de la corriente marxista-leninista; que dentro del capitalismo impera la forma social de producción y eso se contrapone con la forma capitalista privada de apropiación de la producción.
Para tal efecto voy a contribuir a la explicación del ciclo capitalista. El lapso que media entre el comienzo de una crisis y el principio de otra, se llama ciclo. Este ciclo capitalista está dividido en las siguientes fases: crisis, depresión, reanimación y auge.
La crisis es la parte base del ciclo y se manifiesta por la superproducción de mercancías, el descenso de los precios, la abundancia de las quiebras, la disminución de la producción, el aumento del paro forzoso de los trabajadores, la rebaja de los salarios, la destrucción de las mercancías, instalaciones y empresas y la contracción del comercio interno y externo. Esta fase del ciclo establece la contradicción entre las posibilidades de producción y la producción relativa de la demanda solvente surge en formas violentas y destructivas. El alto nivel alcanzado en las fuerzas productivas se tropieza con la raquítica interacción en las relaciones de producción capitalista, que se convierten en trabas y frenan el crecimiento de las fuerzas productivas.
Cabe hacer la aclaración de que la superproducción de mercancías mencionada en el párrafo anterior, va en el sentido de que las mercancías producidas bajo el régimen capitalista no son las verdaderas necesidades de la sociedad, sino que van en función de cubrir la necesidad del capitalista de producir plusvalía, y por tal motivo el capitalista intenta sobrepasar a los suyos o sea a los demás capitalistas, ahí se da un desorden en la producción de bienes de consumo. Pero el capitalista para querer obtener la mejor rentabilidad hace uso de la productividad del trabajo, así incrementa su capital constante a costa del variable, por lo que reduce los salarios que paga, así la producción no tiene límites. Pero lo que si tiene límites es la capacidad de adquisición de los trabajadores que son los que han de consumir las mercancías que ellos mismos producen.
La segunda fase del ciclo capitalista corresponde a la depresión. La depresión económica consiste en la entrada en recesión de las economías, el estancamiento del desarrollo o mejor conocido como la agudización de la crisis. En esta fase, las mercancías acopiadas se destruyen parcialmente y la mayoría se realizan a bajos precios. Aquí, los capitalistas incurren a herramientas tecnológicas para abaratar la producción, surge así la demanda de equipos tecnológicos y se crean estímulos para incrementar la producción, de esa manera se llega a la tercera fase, la reanimación económica.
La reanimación económica, se dan con las empresas que han sobrevivido a la crisis. Por el volumen de la producción alcanzado hasta ese momento es casi al nivel que prevalecía antes de la crisis e incluso puede llegar a rebasarla. También en esta fase, prospera el comercio, suben los precios de las mercancías, aumentan las ganancias y decrece en una parte el paro forzoso. La producción sobrepasa el punto más elevado logrado antes de la crisis, lo que significa dar el paso a la siguiente fase del ciclo capitalista.
El auge es la última fase del ciclo capitalista pero también es la fase que ha de determinar el inicio de una nueva crisis. Aquí en el auge la producción es ilimitada, los capitalistas vuelven a engrandecer sus empresas, crean nuevas obras y presentan al mercado cada vez más mercancía. El incremento aquí de la producción va adelante del incremento de la demanda solvente de los productos en el mercado. Así se llega hasta que el mercado se encuentra saturado de mercancías que no encuentran la demanda solvente, es decir que no pueden venderse porque no hay quienes tengan la capacidad de comprarlo. Así se produce la baja de los precios y sobreviene la crisis y vuelve a repetirse el ciclo anteriormente descrito.
De la manera en la que expresamos la realización de la crisis, no es otra cosa que la contradicción misma de la correspondencia entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, explicado en la primera ley fundamental de la sociología marxista.
Y sintetizando, las crisis económicas no son más que el resultado mismo que tiene el sistema capitalista para controlar sus variables internas y que dan como consecuencia una serie de contradicciones internas que dan elementos de que el capitalismo debe de ser sustituido por el socialismo, todo esto a raíz de la formulación científica que Marx y los seguidores del marxismo han expuesto a lo largo de ya dos siglos.
Bibliografía.
Sunkel, Osvaldo. Paz, Pedro. 1993. El desarrollo latinoamericano y la teoría del desarrollo. Siglo XXI Pp. 139-175.
Autor:
López López, Juan Carlos
(2008) El pensamiento marxista. UNACH San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. México: UNACH PDF.
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