- I.
Introducción - II.
Estigmatización de la
Prostitución - III.
¿A quién favorece la estigmatización
social de la prostituta? - IV.
Una de las estrategias de reclutamiento - V.
Propuestas y Reflexiones finales
Con operación "Rastrillo"
Policía Nacional y Serenazgo Regional detienen a
meretrices y centenar de parroquianos (Página WEB del
Gobierno Regional del Callo
http://www.regioncallao.gob.pe/seguridad01.asp?intnotCodigo=279
I.
Introducción
Recordemos que el 24 de Enero de 1924, se puso en
vigencia en el Perú la Ley Nº 4891 denominada "Ley de
Vagancia", la cual fue complementada con el Decreto Ley Nº
11004 de abril de 1949, finalmente, en mayo de 1986 el gobierno
de turno ordenó la derogatoria de los dispositivos antes
mencionados y la amnistía para aquellos condenados bajo
cargo de vagancia. Esta ley que estuvo vigente por mas de 60
años en el Perú y que no hacia otra cosa que
recoger las principales corrientes teóricas y conceptuales
de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX en torno al
derecho penal y a la teoría de la "ideología de la
defensa social" (Escuela Positivista Italiana), reprimía
con pena privativa de libertad aquellas conductas consideradas
peligrosas, las mismas que eran asumidas como formas efectivas de
prevención anteriores a la infracción que pudiera o
no incurrir la persona a la cual se le consideraba "peligro para
la sociedad", entre ellas se perseguía por ejemplo a los
mendigos, así como a las personas que no acreditaban
domicilio, oficio ni ocupación conocida (vago) y
también a la mujer que ejercía la
prostituciòn callejera2.
II.
Estigmatización de la
Prostitución
En este artículo, nos interesa en particular el
caso de las mujeres que ejercen la prostituciòn como medio
de vida, pero que inicialmente lo hicieron en contra de su
voluntad o fueron seducidas por los proxenetas y mafiosos, pues
parece que como consecuencia de aquella ley vigente hasta hace
poco menos de 21 años, se hubiera impregnado una especie
de criminalizaciòn y estigma de la prostituciòn en
la sociedad peruana, lo cual no hace otra cosa que distraer la
atención pública en torno a este problema que
involucra muchas veces a niñas y adolescentes que sin
desearlo son atrapadas en la prostituciòn, favoreciendo
sin lugar a dudas a los reales responsables de quienes inician en
estas actividades a las mujeres y las niñas que involucran
y explotan en el denominado "comercio del sexo", me estoy
refiriendo a los proxenetas, rufianes y tratantes de personas,
catalogados como delincuentes en el ordenamiento jurídico
nacional peruano y quienes generalmente no concitan la
atención principal de las autoridades, quienes en la
mayoría de casos se limitan a incursionar en
prostíbulos mal llamados "clandestinos" y arrasar con
prostitutas y parroquianos, en el primer caso víctimas del
proxenetismo y en el segundo caso sin ninguna implicancia en el
asunto (salvo los casos del Art. 179º-A del Código
Penal, cuando la prostituta es una persona mayor de 14 y menor de
18 años, situación que si constituye delito con una
pena privativa de libertad no mayor de seis años ni menor
de cuatro años).
Queremos delimitar por tanto nuestra
investigación en el presente Ensayo a la mujer que ha sido
arrastrada mediante engaño, seducción o
aprovechándose de ciertos factores de necesidad a la
prostituciòn por los proxenetas y que son muchas, y que
constituyen aquellos seres humanos desprotegidos dentro del
desarraigo social al que han sido inducidas y sometidas por estos
inescrupulosos quienes se aprovechan de las circunstancias de
inestabilidad familiar, la falta de calor afectivo, la miseria
económica, la influencia del ambiente y el deseo de ganar
dinero, por parte de sus víctimas. Sin embargo el problema
de la estigmatización social las afecta de
sobremanera.
Efectivamente en el esquema colectivo mental de
ciudadanos y autoridades inclusive, a las prostitutas se les
atribuyen fundamentalmente 3 identidades que se superponen muchas
veces3. Por un lado, sin serlo, a la prostituta se le atribuye la
identidad de delincuente, intentándose criminalizar la
prostitución callejera a través de redadas u
operativos policiales y cual si estuvieran cometiendo delito
flagrante se les intenta detener o en algunos casos
se les detiene y son conducidas a las dependencias policiales
muchas veces haciendo escarnio de su condición de
prostituta. Obviamente, el interés fundamental de las
autoridades es controlar la prostitución respondiendo al
reclamo de los vecinos, evitar la propagación de
enfermedades infecto-contagiosas y evitar que estas actividades
se ejerzan fuera de los límites y los controles
establecidos por las autoridades competentes, pero el abuso de
autoridad y la falta de respeto por los derechos fundamentales de
las personas es evidente al realizar este tipo de operativos
policiales, lo vemos en los diarios y en los noticieros de
televisión.
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