- El arte de redactar
- Importancia de los sentidos en la redacción
- Cómo transmitir impresiones sensoriales precisas
- Pilares de la narrativa
- El diálogo
- La redacción
- Bibliografía
UNIDAD I:
El arte de redactar
El arte de escribir bien para comunicar mejor
Sin duda los textos son un componente esencial en los contenidos de un sitio web. No sólo por ser lo único a lo que accederán algunos de sus usuarios, sino también, porque todos los visitantes se beneficiarán si encuentran lo que buscan, de forma rápida y sencilla.
Diseñar es comunicar ideas
Cómo puede ser esto cierto -se pregunta Derek Powazek (2004) en Calling All Designers: Learn to Write! – si los diseñadores no trabajan, ni escriben los textos. Considera que la función del diseñador web es crear experiencias y, agrega que: Cuando se trata de experiencias en la web, no hay mejor manera de crearlas que escribiendo, y escribiendo bien. El diseño es comunicación, y hace falta algo más que píxeles para comunicar
Aprender a escribir
The Elements of Style de William Strunk y E. B. White es, tras varias décadas de haber sido escrito y revisado, el referente de la buena escritura. Sus lecciones no son sólo aplicables a la lengua inglesa, sino que trascienden las barreras del tiempo y el idioma. Powazek recomienda a los diseñadores que lo consulten para aprender a escribir.
Estos autores aconsejan tres principios básicos: claridad de las ideas, economía en las palabras y precisión del lenguaje, dicen que:
La escritura contundente es concisa. Una oración no debe contener palabras innecesarias, ni un párrafo oraciones innecesarias por la misma razón que un dibujo no debe tener líneas innecesarias, ni una máquina partes innecesarias. Esto no requiere que el escritor haga todas sus oraciones cortas o evite todos los detalles, sino que cada palabra hable. (p. 56)
Escribir claro
Lorenzo Gomis, (2007) periodista de la revista "El Ciervo", da su receta. Los ingredientes son:
Palabras cortas, mejor que largas. Las palabras cortas suelen ser palabras vivas y populares.
Frases sencillas, mejor que complicadas. Decir una cosa por frase, como cuando se habla. Escribir bien es ayudar a leer bien.
Palabra exacta, la que dice lo que se quiere decir.
Una idea. Las palabras cortas, frases sencillas y palabras exactas no son suficientes. Se necesita una idea, que es el motor que busca por nosotros las palabras.
El tono adecuado para expresar la idea que se pretende comunicar.
Párrafos cortos: puntos y aparte para distinguir una cosa de otra, un asunto de otro, un momento de otro. Un poco de espacio en blanco pone orden.
Los artículos casi siempre ganan si se acortan. (p. 45)
Importancia de los sentidos en la redacción
Los psicólogos han demostrado sobradamente que la vista es el sentido dominante de la mayoría de la gente normal. Por lo tanto, es lógico pensar que las descripciones de sus escritos estarán dominadas (a menudo) por cómo se ven las cosas. Las impresiones auditivas por lo general ocupan el segundo lugar, pero uno puede fácilmente imaginar circunstancias puntuales en las que las impresiones táctiles podrían ocupar un rango más alto de importancia en la historia. Veamos brevemente que tiene cada uno de los cinco sentidos para aportar a sus historias y hacer esas escenas originales, vívidas y creíbles. (Lorenzo Gomis, 2007)
Vista
Las impresiones visuales pueden ser de muchos tipos. Hay una creencia errónea de que este aspecto se cubre con sólo mencionar algunos colores. Pero si bien el color es importante, de nuevo de acuerdo a los psicólogos, sabemos que los estímulos visuales llegan al pensamiento consiente en un orden específico. (Derek, Powazek, 2004)
La dimensión espacial generalmente se percibe primero. ¿Qué tan amplio es este lugar? ¿Es cerrado o abierto? ¿Es alto el cielorraso, si es que hay? ¿Hasta dónde puedo abarcar con la vista, veo el horizonte? ¿Qué tan grande o pequeño es para nuestro personaje el espacio que describimos al lector?
La fuente de luz se nota usualmente al mismo tiempo que la dimensión, o justo después. ¿De dónde viene la luz? ¿Qué la emite? ¿Es blanca, tiene color? ¿Es directa y brillante o está tamizada por algo? Si estamos haciendo entrar al lector en una habitación, por ejemplo, ¿hay una pared de ventanas altas, o una sola hendidura en una pared sólida? Y si hay una pared de ventanas, ¿la luz que se filtra es el sol, hay cortinas o está nublado?
El color dominante del entorno pasa entonces a cobrar importancia. Describiendo un desierto es posible que, después de la inmensidad de la escena y tal vez el resplandor hiriente, el monótono marrón del terreno bajo un cielo cian sin una nube llame nuestra atención.
Oído
Las impresiones auditivas son cruciales. El volumen del sonido en un escenario es, por supuesto, importante, pero también se debe considerar su tono e intensidad.
¿Es un sonido seco, irritante, melodioso o simplemente es ruido? ¿Es un sonido simple, con una sola fuente de emisión o la compleja suma de muchos sonidos?
Puede situar a su lector en la ciudad concentrando su atención en el aullido de la sirena de una ambulancia que luego se pierde tras los gemidos mecánicos de un
camión de basura, las bocinas de los taxis, el rugido de distintos motores y el ruido de un subterráneo que hace temblar nuestros pies. (Forero, M. T, 2007).
La identidad y la dirección de una fuente de sonido pueden ser importantes. ¿El sonido viene de lejos o cerca? ¿Está en el cuarto o más allá de las paredes? ¿Nos hace girar la cabeza en una dirección o parece inundar el aire alrededor del personaje? ¿Es el eco amortiguado de un disparo o el gemido de un niño?
Olfato
El sentido del olfato generalmente se percibe en tercer lugar en nuestra lista de impresiones de un emplazamiento. Está muy por debajo de la vista y el oído debido a que es un sentido más primitivo, que tendemos a despreciar o ignorar en nuestra vida cotidiana. A menudo notamos sólo los olores fuertes, agradables o no y rara vez forman parte de la descripción de un escenario por sí mismos. Además, para la mayoría de los escritores, es difícil describir los olores, perfumes, fragancias y rara vez parece pertinente. (Lorenzo Gomis, 2007)
Sin embargo, una montaña podría volverse más vívida para el lector a través de una breve mención, convincente, de la fragancia de pino y hojas caídas. El terror de un fuego puede reforzarse por de escozor de la nube de humo que amenaza con ahogar a los transeúntes. En tales casos, una apelación al sentido del olfato podría ser útil, e incluso necesaria. (Derek, Powazek, 2004)
Los olores también son disparadores de recuerdos y sensaciones archivadas en la mente del lector. Una buena referencia olfativa puede generar la atmósfera melancólica que buscamos para cierta escena.
Gusto
Las impresiones gustativas, como parte de un escenario, serán puntuales. Este sentido no es muy utilizado para descripciones generales y sólo se hace referencia a él en casos específicos en que la acción lo demanda. Pero en aquellas situaciones excepcionales en los que la descripción de un sabor (dulce, amargo, salado, acido, picante) puede mencionarse, también formará parte de la configuración física de la historia. (Forero, M. T, 2007).
Tacto
Implica una determinada acción por parte de nuestros personajes, pero la descripción de las impresiones táctiles puede ayudar a fortalecer la imagen del escenario. Aquí también entran la sensación de temperatura (un calor sofocante, un frío que cortaba la piel), el viento, las gotas de lluvia sobre la cara. (Derek, Powazek, 2004)
Como escritor de ficción, llegarán ocasiones en que usted querrá apelar a la mayoría de los sentidos en un intento de hacer su historia vívida y atractiva. Sin embargo,
debe procurar ser preciso en las referencias, y no dejarse "arrastrar" por algún vuelo poético de la imaginación en la descripción que contradiga un hecho conocido, porque sólo logrará restar credibilidad a su historia. (Forero, M. T, 2007).
Cómo transmitir impresiones sensoriales precisas
No basta con utilizar sólo las impresiones conocidas y verificables, y esparcirlas en la novela con cuidado. Los lectores anhelan las referencias físicas más vivas y llamativas que usted sea capaz de dar. Aquí hay algunos puntos adicionales que usted debe tener en cuenta. (Lorenzo Gomis, 2007)
Su imaginación estará llena de impresiones sensoriales que desea transmitir al lector con el fin de hacer realidad el mundo que usted imaginó para su historia, pero existe el peligro de exagerar. La clave aquí es evitar generalizaciones o vaguedad, y ceñirse a lo específico, al detalle concreto.
Supongamos, por ejemplo, que está tratando de describir una hermosa mañana de campo, y se empantana en generalizaciones y frases vagas. Es posible llegar a algo como esto:
El hermoso día comenzó con un sol brillante sobre un cielo claro. Una suave brisa soplaba por entre las ramas de los enormes árboles detrás de la casa. Más allá del ancho río, a través de un ligero velo de niebla, se podían ver los edificios de la ciudad
Es evidente que uno podría llenar páginas con este tipo de descripción vaga y generalizada, y en realidad nunca llegará a ninguna parte. Si busca unas palabras que sean más específicas y concretas, usted puede intentar algo así:
Protegiéndose los ojos del sol brillante, ella salió a la brisa fría, tratando de penetrar con la mirada la neblina blanca sobre el río. Más allá, los edificios de la ciudad parecían bloques de juguete desparramados por el suelo.
El punto aquí es simplemente pensar en la relación que existe entre la especificidad de la información y el estilo. Si usted es lo suficientemente específico entonces escribirá de forma precisa, y esto tiende a evitar en su escritura pasajes descriptivos demasiado largos.
RECURSOS PARA ENRIQUECER LAS DESCRIPCIONES
Pilares de la narrativa
Son tres autores importantes, conocidos y contemporáneos de la narrativa hispanoamericana. Novelistas los tres, el cuento también les compete, aunque la narración extensa domina su producción, si bien el caso de Rulfo resulta peculiar: imposible distinguir el valor global de su única novela, Pedro Páramo, frente al mismo valor de su único volumen de cuentos, El llano en llamas. En todo caso, tres narradores de largo alcance, distintos y complementarios a la vez. Cualquiera de
las numerosas novelas de Vargas Llosa, de producción mucho más amplia y compleja, la única de Juan Rulfo y la mejor hasta el momento de Laura Esquivel son libros de lectura necesaria, casi diría obligada, para entender como conviene nuestra literatura en castellano del siglo XX, así como otras diferentes parcelas del acontecer cultural, intelectual y sociopolítico de nuestros tiempos, sin reducirlos al ámbito hispánico, aunque sea la geografía de España y nuestra América el territorio natural y preferente a la hora de las valoraciones y resultados. (Forero, M. T, 2007).
No es posible ni conveniente comparar Lituma en los Andes con Pedro Páramo, ni Como agua para chocolate con las dos anteriores salvo pecado de lesa historia, crítica y equilibrio intelectual. Pero sí es recomendable la lectura complementaria y abierta de las tres para que el juego quede matizado, la experiencia histórico- humana enriquecida y el placer estético extendido a lo profundo y satisfactorio. Baste con recordar un rasgo de cada libro. El mal identificado con la naturaleza – región de los Andes, claro– en Lituma; el símbolo de la destrucción, en Pedro Páramo; la identificación femenina, en Como agua. ¿Existe una relación profunda entre los tres? En absoluto. Y, sin embargo, nadie dudará de su extensión complementaria, incremento proyectivo de la expresión individual previa.
Ironía en la cocina
Pero vayamos por partes, comenzando por Laura Esquivel, la más joven, con obra breve totalmente abierta y el añadido de ser mujer, lo que no debe ser tomado a humo de pajas, pues que en América la literatura escrita por mujeres es abundante y de gran tradición, ya desde el fulgor de Sor Juana Inés de la Cruz. No se trata de ponderar lo femenino como comprensión básica de la Esquivel, sino de entender que su condición de mujer determina y proyecta un valor importante de su escritura, comenzando por la ironía de incorporar recetas de cocina como hilo conductor de la narración, de considerar la sucesión de los meses como capítulos, y plantear su organización y estructura a manera de parodia. Todo dentro de la mejor tradición del mundo femenino, envolvente, complejo y sutil. (Lorenzo Gomis, 2007)
Resulta inevitable su relación con Isabel Allende: tan distantes, tan cercanas ambas. Como un Jano bifronte o como el haz y el envés de una misma hoja, mutuamente necesarios los dos perfiles para entender la unidad mayor. Avanzando, Esquivel desvela los caracteres femeninos más fuertes que los masculinos, intenta que el revulsivo de su escritura sea, incluso, subversivo, y que la vida, poder y milagros de Tita –emparentada con Bernarda Alba– compongan el friso de la intensidad femenina frente a la sociedad machista que las rodea. Al cabo, la utilización de recursos mágico-realistas, con lo lúdico al fondo, supone una cuestión de estilo de interpretación problemática. La ley del amor, por su parte, insiste en la llamada femenina para el éxito, aunque algo significa como manifestación posmoderna de una historia de amor. (Derek, Powazek, 2004)
Tipos de narrativas
Las historias son poderosas y a veces incluso transforman nuestras vidas. Ya sea que estemos leyendo una novela apasionante, escuchando el cuento de un bardo
o viendo una representación dramática en el escenario o en la pantalla, la narración es una forma de arte con múltiples niveles de significado. Pero no todas las historias son iguales. Se desarrollan de manera diferente dependiendo de su estructura narrativa particular. Saber algo acerca de algunas de las formas más comunes de la estructura narrativa te ayudará a profundizar tu apreciación y a mejorar la comprensión de las historias con las que te encuentres. (Lorenzo Gomis, 2007)
La narrativa circular o épica
Forero, M. T (2007), plantea que:
Algunos cuentos terminan donde comienzan, con el héroe o protagonista volviendo a casa después de su viaje épico. "La Odisea" de Homero es un buen ejemplo de esto. Odiseo debe dejar su amada isla Ítaca y a su alma gemela Penélope para tomar lo que equivale a una odisea de 30 años. Pero en última instancia, el viaje termina con su regreso a casa. Joseph Campbell, una de las principales autoridades en mitos y viajes de los héroes, encuentra que este relato circular es una estructura narrativa prominente a través de todas las culturas, religiones y épocas. (p. 77)
Narrativa enmarcada
Algunas historias son en realidad historias dentro de otras historias. En "El Corazón de las Tinieblas" de Joseph Conrad, por ejemplo, el narrador Marlowe se encuentra en un barco por el Támesis con un puñado de otros marineros cuando les cuenta la historia de su viaje hacia el corazón de la región del Congo. Mientras está absorto en la historia del Congo, el lector puede incluso olvidar que el narrador está en realidad contando la historia a sus compañeros marinos en el barco. "El Mago de Oz" es una narración enmarcada similar. La porción de la historia de Oz sólo ocurre dentro de la cabeza de Dorothy, y es una secuencia de sueños incrustados dentro de la vida en el "hogar" de Dorothy en Kansas. (Derek, Powazek, 2004)
La narración fracturada
En el 2007, Forero, M. T explica que:
Algunos escritores y narradores prefieren estructurar sus narraciones de manera menos lineal, por lo cual son capaces de saltar hacia atrás y adelante en el tiempo. Si piensas en escenas de películas donde hay una retrospectiva, podrás tener una idea de cómo el tiempo puede fracturarse o doblarse para alterar o intensificar una historia. "Mientras Agonizo" de William Faulkner, es un poderoso ejemplo de una estructura narrativa fracturada en la cual a lo largo de todo el libro se ve un solo evento breve a través de los ojos y la voz de una docena de personajes. Para lograr esto, Faulkner tiene que mover su narrativa a través del tiempo, ya que cada personaje cuenta la historia como él la experimentó o presenció. (p. 12)
Cronológico o lineal
En el 2007, Forero, M. T explica que:
La estructura narrativa más tradicional y más común es la lineal o cronológica. Esta historia se organiza en torno a una serie de eventos y momentos importantes que a menudo se etiquetan y ordenan de la siguiente manera: la acción creciente o la precipitación de un incidente, el conflicto, el momento obligatorio, el clímax, la resolución y la caída de la acción. La mayoría de las historias infantiles y muchos clásicos de la literatura y del cine se basan en esta estructura predecible y arquetípica. (p. 13)
Decálogo del escritor
Para Lorenzo Gomis, (2007) admite que todo escritor debe hacer lo siguiente:
Primero. Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre. Segundo. No escribas nunca para tus contemporáneos, ni mucho menos, como hacen tantos, para tus antepasados. Hazlo para la posteridad, en la cual, sin duda serás famoso, pues es bien sabido que la posteridad hace justicia.
Tercero. En ninguna circunstancia olvides el célebre dictum: en literatura no hay nada escrito.
Cuarto. Lo que puedas decir con cien palabras dilo con cien palabras; lo que con una, con una. No emplees nunca el término medio; así, jamás escribirás nada con cincuenta palabras.
Quinto. Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio, o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esta lucha ejercítate de día y de noche.
Sexto. Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisión, o la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos escritores; evita, pues, dormir como Homero, la vida tranquila de un Byron, o ganar tanto como BIoy.
Séptimo. No persigas el éxito. El éxito acabó con Cervantes, tan buen novelista hasta el Quijote. Aunque el éxito es siempre inevitable, procúrate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigos se entristezcan.
Octavo. Fórmate un público inteligente, que se consigue más entre los ricos y los poderosos. De esta manera no te faltarán ni la comprensión ni el estímulo, que emana de esas dos únicas fuentes.
Noveno. Cree en ti, pero no tanto; duda de ti. Pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor.
Décimo. Trata de decir las cosas de manera que el lector sienta siempre que en el fondo es tanto o más inteligente que tú. De vez en cuando procura que efectivamente lo sea; pero para lograr eso tendrás que ser más inteligente que él. Undécimo. No olvides los sentimientos de los lectores. Por lo general es lo mejor que tienen; no como tú, que careces de ellos, pues de otro modo no intentarías meterte en este oficio.
Duodécimo. Otra vez el lector. Entre mejor escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más refinadas, un número cada vez mayor apetecerá tus creaciones; si escribes cosas para el montón nunca serás popular y nadie tratará de tocarte el saco en la calle, ni te señalará con el dedo en el supermercado. (p. 33)
El diálogo
En el 2007, Forero, M. T explica que:
El diálogo es una forma oral o escrita en la que se comunican dos o más personas en un intercambio de información. También se usa como la tipología textual en la lingüística y en la literatura cuando aparecen dos o más personajes al usar el discurso diegético, llamados interlocutores. Razón por la cual constituye la forma literaria propia del mismo género (dramático), así mismo, se divide en parlamentos (retórica) u oraciones entre personajes que se dirigen mutuamente la palabra. Un diálogo puede consistir desde una amable conversación hasta una acalorada discusión sostenida entre los interlocutores; empleado en géneros literarios como la novela, el cuento, la fábula, el teatro o la poesía. En una obra literaria, un buen diálogo permite definir el carácter de los personajes: la palabra revela intenciones y estados de ánimo, en definitiva, lo que no se puede ver, por consiguiente en ello radica su importancia. Esta modalidad exige un gran esfuerzo de creación, ya que obliga a penetrar en el pensamiento del personaje, como en el caso de Edipo rey de Sófocles. (p. 78)
También se considera un género literario propio, surgido en Grecia con los Diálogos de Platón, continuado por los romanos (Cicerón, por ejemplo) y revitalizado en el Renacimiento en latín (Erasmo, Luis Vives, etc.) y en lenguas vulgares (Juan de Valdés, Pablo Mejía), etc. Como tal posee tres tipos diferenciados: el diálogo platónico, el diálogo ciceroniano y el diálogo lucianesco. El platónico tiene como objetivo hallar la verdad, con miras a un tema primordialmente filosófico. El ciceroniano posee un marco paisajístico bien constituido, es de tema primordialmente político, judicial y retórico con el fin de que en él tienen cabida largas exposiciones. En el lucianesco, así llamado por su creador, Luciano de Samosata, predomina la intención satírica y el humor por eso el tema puede ser muy variado, incluso fantástico. (Derek, Powazek, 2004)
Tipos de diálogos
Estructurado: Aquel que es preparado y generalmente definido como discursos o conferencias.
Cotidiano o espontáneo: Son la mayoría de las conversaciones ocasionales, también se pueden tomar en cuenta algunos programas en vivo de la radio o televisión. Es la conversación común, no requiere de planificación; en la que puede influir el ambiente o contexto, es también una conversación espontánea.
Agresivo: se utiliza cuando el sujeto o personaje realiza comentarios groseros.
Organización
Apertura: Da inicio a la conversación. Indicación del deseo de entablar el diálogo mediante una invocación al destinatario. También consiste en un saludo o llamada de atención con los que se da inicio a la conversación
Orientación: Se introduce el tema o se orienta el diálogo hacia él.
Desarrollo: Los interlocutores intercambian sus opiniones sobre el tema y van introduciendo otros temas nuevos.
Cierre: Es la despedida, pone fin al diálogo.
Diálogo literario
Rodríguez, González (1996) explica que en las narraciones, entre los personajes que protagonizan los relatos es el componente esencial de las obras teatrales, puede aparecer en menor medida, en la poesía. Por medio del diálogo literario el narrador o el dramaturgo recrean el habla de los personajes que forman parte del texto como si se tratara de un diálogo real: puede reproducir escenas de la vida cotidiana utilizando estructuras formales, coloquiales, o puede apartarse, con intenciones estéticas, de lo que sería una conversación informal.
En el caso del teatro, el diálogo es el tipo textual básico de las obras del género dramático. A diferencia de la narración, en los textos teatrales los diálogos adquieren todo el protagonismo: construyen la historia, definen los rasgos psicológicos de los personajes, informan sobre hechos no sólo del presente, sino también del pasado. Conocemos la historia a través de los diálogos de los personajes.
II Unidad:
La redacción
La Redacción
La palabra redacción proviene del latín "redactio" es el resultado que se obtiene después del proceso de redactar el cual consiste en escribir, armar y/o construir un texto con intención de comunicar a un público en específico. Usualmente es una carta personal, o sea directa a un receptor. Las redacciones suelen utilizarse para comunicarse con otra persona específica con la cual se compartirá el tema. (Lorenzo Gomis, 2007)
Sigue diciendo en el 2007 Lorenzo Gomis que el Redactor es la persona que desarrolla un contenido escrito producto de un raciocinio; un escritor, un profesional de este tema, que toma en cuenta todos los requisitos de la escritura y de la composición correcta. En contextos periodísticos, es una categoría profesional dentro de los medios de comunicación y de difusión.
Así mismo dice Lorenzo Gomis (2007) que Etimológicamente, redactar (del latín redactum, supino de redigere), "significa compilar las ideas en un texto. En un sentido más preciso consiste en expresar por escrito los pensamientos o conocimientos ordenados con anterioridad" (p. 12)
Fundamentos de redacción
Los tres fundamentos de la redacción básicos son:
Corrección.
Adaptación.
Eficacia.
La corrección asegura que un texto esté preparado para dar a entender su objetivo principal. Procura que al finalizar esté correctamente escrito para la comprensión del lector; existen 4 tipos de corrección:
Ortográfica: Corrige errores de escritura, errores de dedo, falta de palabras o letras, procura correcta escritura de la palabra y corrige puntuación.
Morfológica: Corrige todo lo que tiene que ver con accidentes gramaticales (el tiempo, el número y el género).
Corrección sintáctica: Corrige la coherencia del texto y se asegura que el lector comprenda el escrito según la intención del redactor.
Corrección léxico-semántica: Procura que las palabras utilizadas en el texto concuerden con el tema, la intención u objetivo de escritura.
La adaptación procura que el texto sea adecuado para el público según el medio de comunicación a utilizar. El objetivo de redacción dependerá del nivel socioeconómico, edad y cultura de dichos públicos seleccionados.
La eficacia se asegura de que el texto funcione, cumpla su propósito y en el caso de la redacción publicitaria: que venda. Este último elemento es el más importante en la redacción puesto que si el texto no es eficaz no cumplirá su cometido.
Cinco Requisitos para una redacción gramaticalmente correcta
Hace unos días estaba en mi casa viendo TV, me llevé la "sorpresa" de ver varios anuncios que más que comunicarme un mensaje me dejaron confundido y mi respuesta fue la misma a todas: "No entendí."
Claridad: consiste en expresar las ideas de tal manera que el receptor no tenga necesidad de hacer gran esfuerzo para entender el mensaje, y que no se preste a malos entendidos o confusiones; esta cualidad también se llama nitidez
Para obtener claridad se requiere:
Ordenar los conceptos en forma lógica.
Evitar aclaraciones o explicaciones innecesarias.
Suprimir notas entre paréntesis.
Eliminar frases sin sentido.
Precisión: consiste en decir con toda exactitud lo que se piensa; sin rodeos, sin palabras confusas ni excesivas. El exceso de palabras confunde y exige un esfuerzo innecesario de decodificación.
Concisión: es expresar un mensaje empleando solamente las palabras necesarias para expresar una idea con toda claridad. No debemos confundir la concisión con el laconismo; no podemos reducir la cantidad de palabras al grado de lesionar la claridad o la precisión.
Forma dramática: no está relacionado con el "drama". Este término se emplea en el sentido de ser capaz de conmover, es decir, de impresionar o emocionar. Si nuestro anuncio logra conmover con su dramatismo, el público reaccionará favorablemente.
Fácil de recordar: con la claridad, la precisión, la concisión y el dramatismo (expresado con palabras, imágenes o colores) se logra que el público recuerde el mensaje publicitario.
PASOS NECESARIOS PARA REDACTAR
Selección del tema
Búsqueda de información
Elabore un esquema de ideas
Redacción de un borrador
Revisiones
Redacción definitiva
1.- Selección del tema.
Escriba de lo que usted más conoce; no se puede hablar de lo que no sabemos. Aquí no le califican si usted habla de economía o de su mascota favorita; sino que lo haga con propiedad y corrección.
2.- Búsqueda de información y elaboración del esquema de ideas
Para informar sobre un hecho, la técnica de las ocho preguntas es muy efectiva:
Hazte las siguientes preguntas y contéstalas:
¿qué?
¿quién?
¿dónde?
¿cuándo?
¿por qué?
¿cómo?
¿cuál?
¿cuántos?
La técnica de los siete imperativos es muy útil para todo tipo de escritos:
Descríbelo
Compáralo
Relaciónalo
Analízalo
Aplícalo
Arguméntalo
Conclúyelo
La composición
Rodríguez, González (1996) explica que:
La composición fue considerada principio fundamental en el arte europeo hasta principios del siglo XX, cuando es gráficamente desplazada luego de la desaparición del concepto dado. El fundamento de la estética formalista, en donde predomina la composición fue exclusivamente, fue lenta y trabajosamente desplazado por la preeminencia en el significado creado en la imagen. La preeminencia de la composición como estructurante de la obra de arte se vincula más al academicismo del siglo XIX y a las Bellas Artes que al arte contemporáneo que no admite tales reglas (objeto, performance, instalación, artes audivisuales, etc.) En la contemporaneidad el fundamento citado para la importancia de la composición se encuentra en la psicología de la Gestalt, desarrollada a principios del siglo XX. (p. 45)
La composición de las artes visuales son actividades propias del ser humano, mediante las cuales se satisfacen ciertas necesidades estéticas y prácticas. Constituyen una unidad orgánica que permite ordenar los elementos conceptuales, visuales y técnicos, necesarios para el acto creador.1 La composición de las artes visuales es la forma total con la que se comunica una plástica, la percepción visual es el medio idóneo para acceder a esta comunicación.2
En las artes visuales, particularmente en la pintura, el diseño gráfico, la fotografía y la escultura, la composición es el planeamiento, la colocación o el arreglo de elementos o de ingredientes en un trabajo de arte, o la selección y la colocación de elementos del diseño según principios del diseño dentro del trabajo. Contribuye a una respuesta del espectador; la obra de arte se considera dentro de lo estético (que satisface al ojo), si los elementos dentro del trabajo se ordenan en una composición equilibrada (Dunstan, 1979). No obstante, existen artistas que prefieren romper las reglas de la composición tradicional, desafiando al espectador a reconsiderar las nociones de equilibrio, y a diseñar elementos dentro de trabajos de arte, por ejemplo los artistas como Salvador Dali.
Rodríguez, González (1996) explica que el término composición significa básicamente "organizar". Cualquier obra de arte, de la música a la escritura, se arregla o se compone junto con el pensamiento consciente. Los diversos elementos en el total del diseño se relacionan generalmente entre sí y a su vez con la totalidad de la obra de arte (Duntan, P. 7, 1979).3 Hay dos tipos de composición principales: informal (basada en el peso y la tensión), y formal o simétrica, menos frecuentemente. La composición también se relaciona con el canon artístico: Por ejemplo, el bosquejo de un rostro agradable. En el Diseño gráfico y la Autoedición, la composición se refiere comúnmente como la combinación de elementos de Multimedia que motivan para que de esta manera
Tres pasos para elaborar una composición literaria La composición literaria
Una composición es un escrito en el que existen diversos elementos que forman una unidad y proporcionan un todo coherente. Cuando se vale del lenguaje literario para dar un fin estético, se dice que es una composición literaria.
Para elaborar una composición literaria el escritor piensa en una idea, misma que va estructurar para comunicar sus pensamientos al lector. A continuación se presentan tres pasos para realizar una composición literaria.
Elige el tema
Este es el primer paso para la composición literaria. Consiste en elegir el tema central que dará estructura al escrito. Este tema es producto de la invención del escritor. Sin embargo, debe basarse en principios que resulten claros y asimilables para el lector. Las ideas sobre las cuales se realizará la composición serán originales, pues de lo contrario podría incurrir en el plagio. Otro aspecto es la solidez, es decir, fundadas en la lógica racional, y en la realidad.
Organiza las ideas
En el segundo paso se organizan las ideas mediante elementos de enlaces conocidos como nexos. También se jerarquizarán las ideas principales, secundarias y complementarias que surgen de la central. Para ello, se seleccionarán las ideas que contribuyan a la composición y se desecharán las que no. De igual modo, cada párrafo se construirá a partir de una idea principal, acompañada de las secundarias.
Escribe las ideas
El tercer paso es disponer las ideas en el papel o documento. En otras palabras es el vaciado de las ideas que se establecieron previamente. En esta fase se emplearán todos los conocimientos de redacción como gramática, vocabulario, signos de puntuación y escritura correcta de las palabras. Además, con la finalidad de dar un goce estético se pueden emplear recursos literarios como metáforas, comparaciones o símiles, uso de adjetivos, entre otros.
EL MEMORANDUM
Matus L. R. (2011), explica que:
El memorando (del latín memorando: algo que debe tenerse en la memoria) es para la Real Academia una comunicación que se usa en la diplomacia, menos solemne que la memoria y la nota, generalmente con firma opcional, en la cual se reseñan los hechos, razones y circunstancias que han de tenerse presentes ante la consideración de un asunto importante o grave. (p. 34)
En la práctica podemos distinguir, tanto en lo que atañe a la forma como en lo que concierne a su contenido y extensión, dos clases de memorandos:
Memorando breve
Matus L. R. (2011) así mismo expresa que:
Consiste en un escrito o mensaje de poca extensión, destinado a transmitir información entre personas de una misma empresa y con un fin específico. Por tratarse de una comunicación interna, es decir, que va a circular "en casa", se prefiere el menor número de elementos así como el más funcional y práctico formato. Su redacción suele hacerse en impresos que cada empresa u organismo poseen su propio membrete. (p 32)
Recomendaciones generales
Se debe evitar:
Expresarse en primera persona del singular
Usar expresiones que den lugar a interpretaciones erróneas.
Abusar del tiempo del destinatario.
Elaborar ideas obvias
Incluir algo que no venga al caso.
Presentar cosas poco conocidas sin una adecuada explicación
Adornar el mensaje con palabras o frases metafóricas
Usar y abusar de la construcción negativa
Emplear rodeos y redundancias
Acumular oraciones difusas
Ser oscuro en las expresiones
Herir sensibilidad del receptor
Firmar antes de releer el escrito.
CIRCULAR
Conforme a la Real Academia, la palabra "circular" tiene dos acepciones 1) orden que una autoridad superior dirige a sus subalternos en escala jerárquica, y 2) cada una de las cartas o avisos iguales y uniformes dirigidos a diversas personas para ponerlas en conocimientos de alguna cosa. En nuestro caso, nos referimos a la circular como medio de comunicación escrita, carta o circular, que se confecciona en serie, utilizando para ello un medio mecánico de reproducción del texto único.
No existe una diferencia sustancial entre la circular y memorando. Se ha señalado, sin embargo, que la circular debe reservarse para los asuntos que tengan carácter permanente, mientras que el memorando debe ceñirse a los avisos e información general que no tengan ese carácter. Muchas veces las circulares están redactadas por las oficinas centrales de empresas u organismos para comunicar a sus oficinas locales, informaciones, disposiciones, recomendaciones, consejos, etc.
Se utilizan estas comunicaciones con los motivos más diversos
Cambio de dirección y teléfono
Cambios de personal
Apertura de nuevas sedes o programas
Ampliación de negocios o extensión de servicios
Anuncios de visitas.
Recomendaciones
Utilice papel en el que figure el membrete de la empresa u organismo que la expide.
Recuerde la fecha (mes y año)
Evite dirigirse a la "masa" para la que ha sido preparada
Dé la sensación de que se dirige a "cada una de las personas que lean la circular".
Use párrafos cortos y expresiones ordenadas.
Esfuércese por una presentación agradable.
Concluya con saludos y gracias por la atención prestada.
Use firma manuscrita si quiere que conste la autenticidad de la comunicación.
ACTAS
Un acta es un documento en el que se asientan los acuerdos tomados en una reunión y, en forma resumida, las deliberaciones acontecidas en la misma. Normalmente se escriben directamente en un libro que se llama "Libro de actas". Los requisitos que se exigen para levantar actas están regulados por el Código de Comercio y también por los estatutos de la empresa o asociación.
Un acta está constituida por:
Encabezamiento o título, y nombre de la empresa o asociación
Lugar, fecha, hora de comienzo y terminación
Lista de asistentes
Resumen ordenado de los debates realizados
Visto bueno y firma del presidente
Firma del secretario
LAS CARTAS
TIPOS DE CARTAS
Matus L. R. (2011) expresa que con la llegada de Internet y de las nuevas tecnologías, e-mail, sms, etc está claro que estamos dejando de lado la antigua tradición de enviar cartas, así como su correcta redacción, o las tradicionales cartas escritas a mano. A pesar de todo ello, la esencia de una carta, que siempre reside en su contenido y en la forma de expresarse, sigue siendo, y seguirá siendo la parte más importante del documento, que nunca podrá ser sustituida por un ordenador.
Vamos a ver cuáles son las principales cartas usadas en el ámbito profesional (a pesar de que existen muchas otras): Puede usted ver nuestro índice en la parte izquierda de esta Web.
Cartas de agradecimiento. Se trata de cartas en las que se expresa un sentimiento de gratitud a causa de un favor realizado, o por una ayuda u hospitalidad, buen trato etc.
Cartas de despido: Es siempre un mal trago despedir a una persona mirándole a la cara. Una carta de despido hace la tarea más fácil
Cartas de solicitud. Cuando un cliente necesita conocer determinadas informaciones o datos sobre productos, empleos, etc. Siempre debe destacar como objetivo principal la información que se solicita.
Cartas de felicitación. Aptas para mejorar las relaciones sociales entre personas, y para quedar bien con los clientes, directivos, etc.
Cartas de recomendación: Para apoyar la candidatura a un puesto de trabajo por parte de las personas más cercanas, ya sean compañeros de trabajo o la persona contratante del anterior empleo. Siempre son útiles porque expresan los detalles que el nuevo contratador no se atreve a preguntar o necesita de semanas de experiencia para constatarlos.
Cartas de presentación. Al igual que la carta anterior, aquí las recomendaciones las damos nosotros en referencia a nosotros mismos, se trata de vendernos y vendernos bien. Hoy en día este tipo de cartas están perdiendo cada vez más valor, y en pocas ocasiones se solicitan.
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