John Lucy
Exige demostraciones no lingüísticas, lo que es coherente.
La dimensión antropológica en los razonamientos de Lucy es prácticamente nula.
Sus argumentos lingüísticos son más refinados, a veces más de lo razonable.
Por ejemplo, el que se refiere a los criptotipos: clases gramaticales que no están marcadas por indicadores morfemáticos, sino que son reconocibles por las interacciones peculiares que se manifiestan entre sus miembros en los contextos en que pueden aparecer.
Por ejemplo, el género en inglés, en contraste con el caso alemán (o castellano).
John Lucy
Pero la dificultad (señalada por Max Black) reside en la pretensión de que los criptotipos o categorías cubiertas tengan un significado para el hablante común.
“Un significado sutil, elusivo, … una idea sin forma, que asciende hacia la conciencia pura…”
Dice Black: “Dudo que el hablante medio de inglés se dé cuenta de que la partícula un- puede prefijarse únicamente a verbos transitivos dotados de significados de cubrir, encerrar o delimitar una superficie” …
“Whorf se dio cuenta de ello porque era lingüista. El hombre de la calle usa simplemente un- en estado de ignorancia feliz”
John Lucy
Black: Whorf incurre en la falacia del lingüista, consiste en adjudicar a otros sus propias interpretaciones.
Esto es característico entre los teósofos, que buscan significados profundos en las etimologías.
Lo mismo cuando dice que el Hopi piensa la realidad en base a acontecimientos, “la expresión de invisibles factores intensivos, de los que depende su estabilidad y persistencia, su carácter fugitivo y sus proclividades”.
¿Qué sabe de esto un Hopi medio? Probablemente se quedaría tan estupefacto como un campesino griego que leyese a Aristóteles.
Relativistas recientes
Yarrow Dunham, Peggy Li, Susan Carey
Dicen adoptar posición “moderada”.
Una lengua que usa consistentemente indicadores de género debe pensar consistentemente en esos términos.
Dudoso – El género es bastante consistente en español (no tanto en inglés), pero nadie piensa como si las cosas fueran realmente “masculinas” o “femeninas”.
Los calcetines no se travestizan cuando se los llama medias.
A pesar de tratar de “empujar la evidencia” constataron que la percepción ontológica no depende del lenguaje.
La relatividad lingüística tendría algún efecto moderado en situaciones de borde.
Relativistas recientes
Lera Boroditsky (2001) [disp] (1/2)
Universidad de Stanford.
Si bien el tiempo se expresa mediante metáforas espaciales en muchas lenguas, en inglés se tiende a usar imaginería horizontal, mientras en chino se usa una ideación vertical.
David January y Edward Kako (2006) hicieron seis intentos de replicar experimentalmente los hallazgos de Boroditsky, pero fracasaron.
Los occidentales bien pueden concebir el devenir como yendo de izquierda a derecha, pero ello no prueba que la representación interna del tiempo sea semejante o que el lenguaje (y no otra pauta cultural) tenga que ver en ello.
Relativistas recientes
Lera Boroditsky [disp] (2/2)
Otros estudios han probado (dice) el efecto del lenguaje en la percepción del número, el color, las formas, los eventos.
Los datos experimentales más bien contradicen esta afirmación
Experimentos de asignación de género a objetos en diversas lenguas indoeuropeas.
Resultados consistentes con género lingüístico.
Mi observación: Esto no prueba nada que no involucre cognición no lingüística.
Relativistas recientes
Lera Boroditsky
Algunos de los peores diseños experimentales que se conocen:
Llave es masculina en alemán y femenina en castellano.
Dice: Los alemanes consideran las llaves pesadas, duras, aserradas, metálicas, y los españoles pequeñas, doradas, diminutas, brillantes.
Así otros casos (“puente”, etc).
El problema es el del “efecto Swadesh”: existen sinónimos de distinto género en la misma lengua (cerrojo, pasarela; das Deck, das Verdeck, der Steg) – Tampoco se tiene en cuenta cuál es la clase de llave o puente más saliente en los respectivos entornos.
Otro problema es el efecto Don Quijote: otras oposiciones de género no se tratan porque los datos serían contradictorios (el sol y la luna, etc).
Relativistas recientes
Dan Slobin (1980s, 1990s)
Versión presuntamente moderada de neo-whorfianismo
“Thinking for speaking” (1987) – Primera versión dinámica de la hipótesis whorfiana.
Forma especial de pensamiento que se moviliza para la comunicación. El oyente tiene que pensar sobre el lenguaje mismo para hablar.
La relatividad se manifiesta en la dinámica del habla.
David McNeil le atribuye influencia en el periódico resurgimiento del relativismo.
Stéphanie Pourcel observa que Slobin no considera ningún elemento de juicio cognitivo.
Dan Slobin
Premisas levemente blandas
Pero luego extremos whorfianos cuando se trata de “pensar para hablar” (online).
Parece no haber contemplado otras instancias que las del acto de habla.
Reemplaza thought y language por thinking y speaking.
Dan Slobin
Como Jakobson, señala que las categorías gramaticales del lenguaje determinan los aspectos de la experiencia que se expresan
No hay variables cognitivas no-lingüísticas en sus observaciones experimentales
Argumentos característicos:
Dan Slobin – Terminología
Cuestionamientos de Zlatev/David/Blomberg a Leonard Talmy/Dan Slobin
Gary Lupyan
Carnegie-Mellon, 2007
El lenguaje ayuda a aprender, pero nos hace olvidar instancias concretas
La clasificación verbal conduce a peor memoria (poster, 2005)
NYT, 1 de mayo 2008
Otras posturas actuales
Edward Munnich & Barbara Landau en Gentner & Goldin-Meadow
Lenguaje y representación espacial.
Trabajo mesurado y equidistante.
La base no lingüística que existe independientemente del lenguaje no es afectada por la experiencia lingüística.
Si se va a tratar la cuestión, la dimensión neurológica (y comparativa) es esencial. Ver MIT Encyclopedia, [§Spatial perception].
No se han encontrado cambios en las representaciones no lingüísticas que correspondan a diferencias en la experiencia del lenguaje.
Relativismo extremo
Stephen Levinson
Negación de los universales.
O bien son triviales (todas las lenguas tienen vocales) o son generalizaciones condicionales, dice.
Las lenguas pueden ir por conducto auditivo o por gestos (!!).
En el primer caso pueden tener entre 11 y 141 fonemas (Maddieson, Patterns of sounds, 1984).
El argumento original es universalista. P ej longitud (de vocales o incluso consonantes) aparece cuando hay un largo repertorio de propiedades – 141 fonemas es !Xóõ* – Es una pizca más que 27 ¿les suena? (cf WALS)
Pueden o no tener clases como verbos, adjetivos, adverbios o nombres.
Los universales no han sido testeados contra el 5 o 10% de las lenguas para las que existe documentación fiable.
Falso: Ver The Universals Archive,
http://typo.uni-konstanz.de/archive/intro/
Se pueden testear >2600 en WALS
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