En 1804 el filósofo francés Maine de Brian publicó un monográfico en el que defendía la tesis que la memoria no era una única función o entidad, si no que podía descomponerse en tres formas de memoria que podían actuar independientemente las unas de las otras: la memoria representativa que era el recuerdo consciente de hechos y eventos, la memoria mecánica o aprendizaje de hábitos y destrezas y la memoria sensitiva que definía las modificaciones que los afectos tienen sobre el recuerdo. (Echeverría, 2013)
En el 2005, Portellano comenta que la memoria no es una entidad homogénea y unitaria, y lo que llamamos memoria representa, de hecho, un número de sistemas y subsistemas diferenciados que interactúan entre sí.
Según Noreña y Maestú (2008) "estos sistemas han sido definidos a su vez como ¨una interacción entre mecanismos de adquisición, retención y recuperación caracterizados por diferentes reglas de funcionamiento". (p.46)
Portellano (2005) apunta que el hecho de que los pacientes con daño cerebral y los sujetos experimentales en muchas ocasiones rindan perfectamente en algunas tareas de memoria y, sin embargo, sean incapaces de realizar otras, ha avalado este punto de vista, y ha favorecido el establecimiento de diferentes disociaciones de la memoria humana. Estas disociaciones incluyen, entre otras, la memoria a corto plazo (MCP) y la memoria a largo plazo (MLP), la memoria declarativa y la memoria no declarativa, la memoria episódica y la memoria semántica.
La disociación entre MCP y MLP fue la primera en establecerse en la investigación básica de la memoria.
La MCP se refiere a un almacén provisional en el que una cantidad limitada de información se mantiene durante un corto período, entre varios segundos y minutos. Por otra parte, la MLP hace referencia a la información ya consolidada, en muchas ocasiones permanente, y cuya capacidad es virtualmente ilimitada. (Echeverría, 2013)
Autores como Baddeley y Hitch modificaron y ampliaron el concepto de MCP, llamándola memoria operativa, con este término se hace referencia a un sistema que no solo permite mantener en la mente información que ya no está presente en el entorno, sino que posibilita la manipulación de esa información, de tal modo que interviene en procesos cognitivos superiores como el lenguaje y el razonamiento. (Portellano, 2005)
En la reformulación que realizó Baddeley de su modelo en 1990 (como se cita en Tirapu et al., 2008), la memoria operativa puede fraccionarse en cuatro componentes:
El bucle fenológico.
La agenda visuoespacial.
El buffer episódico o el ejecutivo central.
El bucle fonológico hace referencia a un proceso que permite el repaso articulatorio de la formación verbal. Así, actividades como la lectura, el aprendizaje de un número de teléfono o el control del habla interna dependerían de la integridad de este componente de habla subvocal. (Tirapu et al., 2008)
La agenda visuoespacial, por otra parte, tendría una función similar a la del anterior componente, sólo que operaría con representaciones visuales y espaciales; de este modo, la creación de imágenes, su mantenimiento y la manipulación espacial o visual de las mismas estarían relacionados con el segundo componente. (Tirapu et al., 2008)
Baddeley consideró que, además de los otros dos componentes, el buffer episódico, que integra los dos anteriores y la información en la MLP en una representación multimodal. Los anteriores componentes estarían controlados por el ejecutivo central, encargado de utilizar la información mantenida y manipulada por los otros procesos y dirigirla hacia la resolución de problemas. (Tirapu et al., 2008)
Aunque no existe ninguna definición clara de este componente, el propio autor señala que sería equivalente al sistema atencional supervisor de Shallice en 1988, un sistema o conjunto de sistemas de orden superior encargado de detectar las situaciones novedosas y responder ante ellas poniendo en funcionamiento procesos ejecutivos de anticipación, planificación y monitorización. (Tirapu et al., 2008)
En neuropsicología hay algunas divisiones, de las cuales se establecen dos grandes modalidades como se había dicho anteriormente, memoria a corto plazo y memoria a largo plazo que se subdividen en diferentes tipos de memoria, en Echeverría (2013) se realiza una revisión exhaustiva de los fundamentos expuestos por Portellano en el 2005 así como habían sido analizados por Tirapu en el 2008.
Esquema 1. Clasificación de los sistemas de memoria.
Fuente. Tirapu, J. (2008). Manual de neuropsicología.
Memoria a corto plazo
Como expresa Echeverría (2013) es el proceso de retención inicial de la información durante un breve espacio de tiempo que oscila desde algunas fracciones de segundo hasta varios minutos aunque algunos autores sitúan el límite temporal de la memoria a corto plazo en 30 segundos. (p.32)
Según Donald Hebb, (como se cita en Echeverría, 2013) almacena recuerdos mientras tienen lugar los cambios fisiológicos necesarios para el almacenamiento a largo plazo, que se produce mediante la reverberación de la actividad neuronal, hasta que finalmente se producen cambios estructurales a largo plazo en las sinapsis que posteriormente facilitan que se produzca la misma pauta de actividad. Dentro de estas están las memorias sensorial, inmediata y de trabajo. (p.32)
Memoria sensorial
En el 2013, Echevarría presenta que es un registro de los órganos sensoriales, información que va al cerebro desde los órganos sensoriales, está formada por un conjunto de sistemas correspondientes a cada uno de los canales sensoriales estimulados: memorias icónica o visual, auditiva o ecoica, táctil, auditiva o visual. Esta memoria se apoya de otros sistemas para ser transferida y su procesamiento. (p.33)
Memoria inmediata
Este autor Echevarría (2013) también refleja que esta es la retención y almacenamiento la capacidad y duración en varios segundos, por ejemplo la repetición de 6 a 8 dígitos, recordar el número de teléfono, repetición de una frase.
Memoria de trabajo
Memoria operativa. Permite realizar de manera simultánea varias tareas cognitivas. Es un sistema activo de memoria. Baddeley en 1990, señala que es un sistema de almacenamiento de capacidad limitada, que permite manipular las informaciones, facilitando el cumplimiento de varias tareas cognitivas de modo simultáneo, como el razonamiento, comprensión y la resolución de problemas, gracias al mantenimiento y a la disponibilidad temporal de las informaciones.
Está formada de tres módulos según se expone en Echeverría (2013):
a. Lazo articulatorio o bucle fonológico. Almacén de información verbal, y un proceso de control articulatorio similar al que se realiza durante una lectura silenciosa. Está relacionado con las tareas de lenguaje, siendo imprescindible que todas las informaciones verbales tengan acceso a través del lazo articulatorio. Su función es realizar operaciones de repaso o en la transformación de la información visual en información verbal. Se archiva en el área de Wernicke, mientras que el bucle para el material articulatorio se archiva en el área de Broca.
b. Agenda visoespacial. Gestiona y manipula las imágenes visuales, ya que estas acceden de forma obligatoria por este sistema, ésta nos permite codificar la información visual, realizar una situación espacial o recuperar imágenes del archivo de memoria a largo plazo, se localiza en las áreas parieto-occipitales del hemisferio derecho.
c. Ejecutivo Central. Es el área de planificación, organización, toma de decisiones y ejecución de tareas necesarias para realizar una operación cognitiva. Coordina acciones de la agenda visoespacial y lazo articulatorio. Su función es planificar, almacenar, procesar y tomar decisiones que permiten resolver operaciones cognitivas. Baddeley, también contribuye a controlar la atención, para lo cual utiliza al Sistema Atencional Supervisor. Se considera que está en áreas dorsolaterales del lóbulo frontal.(p.33)
Memoria a largo plazo
Capacidad para retener información por períodos más
prolongados de tiempo o de manera permanente, es la capacidad para evocar la
información después de un intervalo de tiempo en el que el sujeto
ha centrado su atención en otra tarea. Esta memoria permite codificar,
almacenar y recuperar informaciones y podría tener una capacidad ilimitada,
ya que podríamos tener a lo largo de la vida nuevos aprendizajes. Esta
memoria depende del Circuito de Papez. (Echeverría, 2013)
Autor:
Dalena Hernandez Urbay