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Historia esoterica y espiritual de chile (página 11)



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Cristo, al bajar del monte de la Transfiguración. O el monte Tabor. Dice a sus principales apóstoles que Juan Bautista es Elías que había vuelto desde el cielo. Esa es la base que usan los que sustentan la doctrina de la reencarnación en ambientes cristianos. Sin embargo, ese fundamento es muy débil, pues cuando le preguntaron al propio Juan Bautista quién era él, si acaso era Elías o no. Dijo claramente que él no era la reencarnación de Elías ni tampoco era el Mesías o el Cristo. (Evangelio de San Juan cap. Uno, versículos 19 al 21. ) En realidad Juan Bautista era Juan, no Elías reencarnado, pues el propio Evangelio de San Lucas da la explicación de esta aparente contradicción entre las palabras de Jesús y a las de Juan. Lucas dice que Juan Bautista irá adelante del Mesías con el Espíritu y el Poder de Elías.(Evangelio de San Lucas cap. Uno, versículo 17 .) Eso significa que Juan es sólo Juan, pero que cumple una misión bajo la influencia espiritual de Elías preparando a la gente para recibir a Cristo. Es muy claro que los discípulos de un Maestro ya fallecido, por ejemplo, trabajan en el mundo bajo la influencia invisible de su Gurú. Así lo afirman todas las Escuelas Esotéricas. Así era Juan Bautista, actuaba bajo la inspiración del Espíritu Santo y de un maestro protector invisible, cumpliendo la misión de Elías, sin ser personalmente Elías.

Lo mismo se puede afirmar respecto de san Pedro apóstol y todos los Pontífices de la Iglesia Romana, todos son vicarios de Cristo, representantes permanentes, vehículos o canales conscientes consagrados para derramar la influencia espiritual de su Maestro entre los hombres. Lo mismo ocurre entre los Budistas del Vajrayana Tibetano. El Dalai-lama y el Patchen Lama son los vicarios de antiguos seres con conciencia búdica, Bodhisatvas, pero no sólo son representantes, sino que son verdaderas re-encarnaciones reconocidas o probadas de las almas de esos grandes Seres Iluminados, o Tulkuscomo se les denomina en esa religión.

La vida del Abogado Constitucionalista, Profesor de Derecho de la Universidad Católica de Santiago, y Senador de la República, don Jaime Guzmán Errázuriz, tiene notables y numerosas semejanzas con la vida y la obra de Don Diego Portales y Palazuelos. Tan significativas e importantes son esas semejanzas que la tesis anotada al comienzo es digna de un profundo estudio que ahora comienza.

En un plano superficial de primera instancia ambos personajes son políticos de corte Conservador, tradicionalistas, defensores de regímenes impersonales de Salvación Nacional de estilo fuerte o autoritarios. Ambos encarnan sus ideas en sendas Constituciones Políticas que traen orden, estabilidad y progreso a Chile. Son la de 1833 y la de 1980. Y ambos mueren asesinados. Y para más detalles, ambos llegan a participar del Poder tras largos años de anarquía y de una guerra civil(1829-1830) con las Batallas de Ochagavía y de Lircay; y la Guerra de Guerrilla Urbana y Campesina promovida por el Régimen de la Unidad Popular(1970 a 1973). Los dos son hombres que prefieren la Evolución Social gradual y el principio de Libertad dentro del Orden y rechazan las ideas de Revolución y de Anarquía, sea esta de signo Jacobino francés como la sostenían los pipiolos a comienzos del siglo XIX, o como la de signo Marxista soviético, como la pretendían los partidos de la Unidad Popular. También ambos tuvieron crisis místicas notables y quisieron ser sacerdotes en su juventud, pero al fin rechazaron la idea y se decidieron por el servicio público. Y eso es espiritualmente importante porque da una motivación religiosa a su amor por la patria y a la actitud ética que asumieron hasta el sacrificio de la vida. Ambos fueron capaces de irradiar sus concepciones políticas hacia las juventudes de sus épocas respectivas y dar forma a sendos partidos, el Pelucón-Conservador y el Conservador-Nacional de Antonio Varas, en el caso de Portales, y la Unión Demócrata Independiente, en el caso de Guzmán.

Vamos ahora profundizando: Guzmán y Portales nacieron en el mes de Junio. El 28 de Junio de 1946 nace Jaime Guzmán. Y el 15 de Junio de 1793 nace Diego Portales. A la hora de ser asesinados, Portales tiene 43 años, 11 meses y 21 días de Edad. Le faltan pocos días para cumplir 44 años. Nueve días, para ser exactos. Y Guzmán al fallecer tiene 44 años, 9 meses y 3 días. Es decir, redondeando cifras ambos mueren a los 44 años. Uno está pasado en 9 meses y al otro le faltan 9 días para su cumpleaños número 44. En esta sincronía el simbolismo del número nueve es muy importante. Implica algo semejante a una sinfonía Menor -respecto de los días- en relación con una Sinfonía Mayor –respecto de los meses. Pues en verdad la figura de Guzmán es más elevada que la de Portales, por tratarse de un alma más evolucionada, que buscaba conscientemente la santificación, cumpliendo religiosamente la Misión a la que se sentía llamado. En cambio el alma de Portales era más telúrica, más de la tierra, y sin embargo, profundamente ética, desinteresada y patriótica.

Y si el lector desea una sincronía más con el número 9, se la daremos. Doña Constanza Nordenflich, la segunda mujer en la vida de Portales, que le dio tres hijos, falleció en Santiago 9 días después que el cadáver de su amado llegara a la Capital para recibir los Honores fúnebres de Ministro de Estado tras el asesinato del Barón. La carroza llegó el 14 de Julio de 1837 con los restos del Prócer trasladados desde Valparaíso. Y Constanza abandonó su cuerpo nueve días después para volar tras del alma del hombre amado el 23 de Julio de 1837. Así lo informa don Francisco Encina en su monumental Historia de Chile al narrarnos la vida y los amores de Don Diego Portales.

Fenómenos como esos se llaman de Sincronicidad extrema, y son altamente significativos en los estudios para-psicológicos y esotéricos. Significa que ambos son la misma alma re-encarnada en cumplimiento de la misma misión, o bien son dos almas diferentes en misiones gemelas o paralelas, enviadas para salvar a Chile de profundas crisis políticas, sociales y económicas, en distintos momentos de nuestra Historia.

Enviadas desde otro plano, por la Orden o el Mandato de un Dios Providente, que es Señor de la Historia, como dice la Fe judeo- cristiana, la Hinduista y la Musulmana. Y si son Enviados en previsión de momentos de crisis políticas que aún no se dan cuando nacen, pero que Dios si puede ver claramente, porque él puede ver el futuro.

Esto también significa que el Señor SI tiene una posición política respecto del desarrollo y la evolución de los pueblos. Tiene un Plan que debe bajar del cielo a la tierra y los instrumentos humanos para su realización. Por tanto no es indiferente a la Historia y al futuro de cada país. Por eso la oración del Padre Nuestro dice: Hágase TU Voluntad, como en el Cielo, así también en la tierra. Y también dice: Venga tu reino. Venga la Nueva Jerusalem, la Ciudad que fue establecida o fundada EN PAZ. En la Paz del Pensamiento Infinito, de la Mente Eterna.

Respecto de la Providencia Divina o su equivalencia, el Gobierno de Dios sobre la vida personal y sobre los pueblos, aconsejo al lector que se informe leyendo la Biblia, sobre todo el Antiguo Testamento. Y analice las visiones de Abraham en el Génesis, donde Dios le habla del futuro de Israel. Y la vida y las visiones en sueños de José, hijo de Jacob en Egipto, y los sueños del Faraón. O lo que le dice el ángel de Dios a Moisés en el Monte Horeb-Sinaí, o las palabras de Isaías o las de Jeremías, o las interesantes profecías de Daniel acerca de los tiempos de Alejandro el Magno y la llegada del Imperio Romano al escenario de la Historia, etc.

La Biblia es muchísimo más que el libro de la Ley moral, o la historia de Israel y la de Cristo. Mucho más. Es una recopilación de las experiencias Espirituales de individuos inspirados e iluminados por Dios y de una nación que tiene una relación viva con el Señor del Cielo y de la Tierra. Una teocracia organizada por videntes, y sostenida a través de los siglos por el esfuerzo de minorías conscientes, de Escribas y Rabinos ilustrados y abnegados, centrados en la preservación y el estudio de la Palabra de Dios como luz para el camino de la vida.

Y el último elemento que une a Guzmán con Portales es la Cruz Sacrificial o Crística. Sus muertes y sus sangres derramadas son el sello de sendos sacrificios de características religiosas, de valor cósmico, porque marcan el alma del país, indican el camino a la sociedad entera, y preservan la porción del Equilibrio Universal que les corresponde dentro del el Plan Paradigmático de los acontecimientos, o en el Diseño Divino de la Historia.

Es el mismo tipo de Sacrificio que sella la Obra Histórica y Espiritual de un Mahatma Gandhi en la India moderna, o el de un Martín Luther King en los Estados Unidos de Norteamérica, o la del Cura Miguel Hidalgo en la Independencia de México, y también la muerte de Abraham Lincoln.

Y si alguien quiere agregar que Guzmán y Portales dieron sus vidas y su sangre para pagar los pecados de los regímenes políticos que lideraron, les diré que tienen razón, pues la Biblia dice que sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados. Pero que ese hecho es una nueva confirmación del paralelismo de sus vidas y misiones respectivas en el orden crístico o espiritual de la realidad social.

BIBLIOGRAFÍA SOBRE JAIME GUZMÁN Y DIEGO PORTALES.

DICCIONARIO HISTORICO DE CHILE. De J. Fuentes, L. Cortes y F. Castillo Infante.

Editora Zig-Zag y Lord Cochrane, 1989.

GUZMÁN, QUIÉN, COMO, POR QUÉ. Por Manuel Salazar Salvo. Ediciones BAT 1994. HISTORIA DE CHILE. De Francisco A. Encina. Texto Original Completo, Editorial Lord Cochrane S.A. y Revista Ercilla, 1984.

JAIME GUZMÁN, SU LEGADO HUMANO Y POLÍTICO. Editorial de la Revista Ercilla, Santiago de Chile, 10 de Abril de 1991.

MI HERMANO JAIME. Por Rosario Guzmán Errázuriz. Editorial VER, 1991.

La Biblia. Diversas versiones. Diversas obras de Budismo Tibetano. Compendio de Teología.

De Santo Tomás de Aquino.

CAPITULO QUINCE.

¿Qué significa ser de derecha o de izquierda en Chile y en el mundo de hoy

Parece ser que ahora casi nadie sabe que es ser de Izquierda o de Derecha. Los pocos que saben son los dirigentes de los partidos, sus seguidores más cercanos y la gente del mundo académico, siempre que sean estudiantes de alguna Facultad de Ciencias Políticas o Estudiantes de Derecho. Pero la mayoría sólo tienen opiniones políticas viscerales, es decir, atracciones o rechazos semi- instintivos, que tienen más que ver con el estómago y el bolsillo que con las ideas de la cabeza. Sin embargo, le haría mucho bien a los Chilenos tener una mejor cultura política y un conocimiento más excelente de su propia historia. Así vería mejor los progresos sociales de antes y los de ahora, sabría que puede esperar del presente o del futuro, y tan vez no sería tan fácilmente engañado por los Slogans y los bonitos discursos de los profesionales de la Política.

Las palabras mismas Derecha o Izquierda que se utilizan en la política contemporánea tienen su origen en las asambleas de representantes de la Revolución Francesa, en 1789-1793. A la Izquierda del Presidente de la Asamblea Nacional Legislativa Revolucionaria se sentaban los dirigentes más violentos y radicales, llamados Jacobinos en ese entonces. Y a la Derecha del Presidente de la Asamblea Revolucionaria se sentaban los Moderados, amigos de cambios graduales o menos radicales, denominados en dicha época como Girondinos. Los Jacobinos querían que se le cortara la cabeza al rey y a toda la nobleza. Querían ver correr sangre a toda costa, para hacer cambios acelerados en la sociedad francesa, eliminando toda resistencia de raíz. Los Girondinos, en cambio, querían que el rey y sus ministros se sometieran a una Constitución Política redactada por los ciudadanos, a una Carta Magna que limitara fuertemente el Poder Absoluto del Monarca, y que obligara al mismo a rendir cuentas de su mandato a la Cámara de Representantes, y que también se separaran los tres poderes del Estado – Ejecutivo, Legislativo y Judicial- que hasta ese momento estaban en manos de una sola persona, el Rey.

En un primer momento de la Revolución Francesa ganaron los Girondinos, y lograron que el monarca se sometiera a respetar una Ley Fundamental o Constitución que limitaba fuertemente su poder. Pero al poco tiempo los Jacobinos o Izquierdistas arrasaron con los moderados o Derechistas o Girondinos, y Francia entera se vio inundada en un baño de sangre que mató por la guillotina o el fusilamiento a más de 50.000 personas, culpables e inocentes de las injusticias de la época y del régimen absoluto. Y entre ellos murieron miles de monjas y cientos de sacerdotes católicos que no se quisieron someter a la tiranía de los dirigentes Jacobinos o Izquierdistas de esa época oscura y dolorosa. Pero como ese período de la historia francesa fue llamado del Terror debe entenderse que también paralizó al país entero, deteniendo la economía, el agro, la Industria, la educación, los jacobinos también se dieron muerte entre ellos. Entonces, para poner punto final a tanta tragedia y desorden y falta de juicio, apareció Napoleón Bonaparte, y toda Francia pudo respirar un poco más tranquila y se echó a andar el país en todos sus aspectos, ordenándose las finanzas, la religión, la agricultura, la legislación, con un poco más de realismo y de buen juicio, combinando algunas virtudes del Antiguo Orden con algunas ideas de la Revolución.

Así fue como las dos actitudes políticas de los Diputados de la Asamblea Nacional de Francia, a la Derecha del Presidente y a la Izquierda del mismo, se fueron repitiendo en todas las cámaras legislativas de los países que adherían a los ideales republicanos de los franceses. Primero en Europa, luego en los Países Sudamericanos, y desde luego, en Chile. Por eso en el Congreso Nacional de Santiago, hasta 1973, y luego, desde 1990, en Valparaíso, se habla de las Bancadas de Diputados o de Senadores de Izquierda y de Derecha, y también Bancadas de Centro, cuando las hay. En la Revolución Francesa también habían Bancadas de Centro, pero en esa época era una ínfima minoría que no influyó en los acontecimientos fundacionales de la República.

Esa doble posición en la política de los pueblos que van en transición de la Monarquía a la República ya se hizo presente en el Cabildo Abierto de Santiago del 18 de Septiembre de 1810. Los ciudadanos moderados y conservadores de la capital querían que la Primera Junta Nacional de Gobierno les permitiera dirigir y administrar a Chile sólo hasta que el rey Fernando VII fuera liberado de la prisión en que lo tenía Napoleón Bonaparte, pues el ejército de Francia había invadido a España en 1808 y había capturado al rey. En cambio los exaltados, que eran minoría en aquel Cabildo Abierto, querían una independencia radical respecto de España. Estos elementos sólo lograron sus objetivos con la llegada al poder de Don José Miguel Carrera, el 4 de Septiembre de 1811.

Con el Gobierno de Don José Miguel Carrera los exaltados o los patriotas radicales cortaron relaciones con el rey de España y con su autoridad delegada, el Virrey del Perú. Por lo tanto, éste comienza a enviar tropas desde Perú a Chile, desembarcando estas en Concepción, dándose comienzo a las primeras batallas por la independencia del país, por ejemplo: la de Yerbas Buenas, del Roble, de Quilo, Membrillar y Rancagua. Sin embargo, los exaltados o independentistas radicales no eran la mayoría del pueblo. La masa de la población chilena aún no se decidía por la independencia plena, por lo tanto la llamada Guerra Declarada entre españoles y chilenos no existía en la práctica, pues en realidad era entre chilenos contra chilenos, una confrontación civil en cuanto a la tropa. Solo las oficialidades del Ejército Español eran propiamente españoles. Y en el caso del Ejército Chileno la oficialidad era una mezcla de patrones de fundo con altos ideales patrióticos, algunos oficiales de verdad, con formación militar de escuela en España, otros eran franceses, norteamericanos, argentinos avecindados en Chile, etc. Con esa mezcla de motivaciones, de ideas contrapuestas y de falta de experiencia en batalla y en organización, más la falta de recursos por una agricultura paralizada y el comercio internacional cortado con Perú, las discordias entre los patriotas y no tanto la capacidad del enemigo, fueron destruyendo los primeros cuatro años del Período denominado la Patria Vieja, que terminó de desplomarse en el Desastre de Rancagua.

Solo después de que el pueblo chileno vió la violencia y la crueldad de los gobernantes españoles durante el llamado Período de la Reconquista, las ideas de los exaltados o Patriotas radicales fueron ganando simpatía en el bajo pueblo y en la aristocracia indiferente o moderada. De allí surge el fuerte apoyo popular que reciben O"Higgins y San Martín en los primeros años de la llamada Patria Nueva. Pero en los tres últimos años del sextenio del Libertador se manifiesta ya una resistencia a su autoridad, y van apareciendo grupos de opinión divergente que van a ser la base de sustentación de los dos Períodos de gobierno del General Ramón Freire, y también de oposición a su gobierno. Uno de ellos serán los Pipiolos, otros serán los Federalistas, los Estanqueros, los Carreristas, los Pelucones y los mismos O"Higginistas.

Desde 1823 a 1829 la confrontación de ideas políticas y de grupos de opinión fue tan fuerte que el país fue cayendo gradualmente en un caos financiero, administrativo, e incluso moral, que llegó a poner en grave riesgo la existencia misma de Chile como nación. Incluso se llegó a perder una franja de territorio en la zona de Atacama, porque Bolivia, país recién creado por el Mariscal Sucre, lugarteniente de Bolívar, necesitaba una salida al mar, y sin pedirle permiso a Chile, se tomó simplemente un pedazo de costa para su beneficio y corrió la frontera norte de nuestro país desde el río Loa hacia el sur de Antofagasta, ciudad que en esa época no existía aún, agregando una amplia faja territorial al país altiplánico sin esfuerzo alguno.

En Santiago nadie se preocupó de esa situación de despojo territorial, pues los ciudadanos estaban en medio del temporal de la anarquía política y de una guerra civil. Esta culminó en dos batallas sangrientas, la de Ochagavía, de resultado indeciso o empate, y la de Lircay, en la que definitivamente los Pelucones o Conservadores Primitivos ganaron a los Pipiolos, y dieron comienzo a los cuarenta años de gobiernos Portalianos autoritarios y progresistas. Los Pipiolos eran hijos espirituales de la Revolución francesa. Pero los Pelucones querían un país ordenado al modo español. Es decir, que aunque no hubiera rey, la autoridad del Estado debía ser obedecida y las leyes debían respetarse, como así mismo las tradiciones coloniales.

Sólo así el país recobraría la senda del progreso económico, cultural, científico y de libertad dentro del orden jurídico o del Derecho. Los Pipiolos eran demasiado liberales y soñadores, idealistas ilusos y radicales, sin los conocimientos y la experiencia política necesaria para hacer marchar un país. Como no habían vivido la tragedia de los franceses se creían todo lo que decían los libros de los humanistas revolucionarios del siglo XVIII y creían que allí estaba la solución para Chile. Pero Portales pensaba que primero había que organizar bien el país, ordenar las finanzas, crear instituciones educacionales, un Régimen de Comercio exterior dinámico y políticas estables. Una vez logrado eso podría darse paso a los gobiernos liberales. Y así se hizo, sus ideas peluconas o conservadoras permanecieron en la mente de los grupos dirigentes durante la vida de Portales, y continuaron actuando en el alma colectiva de Chile tras su prematura y trágica muerte. Pues los martirios políticos producen casi los mismos efectos de los martirios por motivación religiosa, tienden a inmortalizar la memoria histórica del héroe y a hacer más poderosas sus ideas.

De allí se entiende que el ideal Portaliano y la personalidad carismática del lider se proyectara hacia el siglo XX y se encarnara en varios momentos de la Historia política de Chile, mucho más allá de los 30 o 40 años que duraron los llamados Gobiernos Autoritarios del Siglo XIX. Y su grandeza moral se hizo tan fuerte que eclipsó en parte la memoria histórica del General José Joaquín Prieto, Presidente de Chile por Diez años, o el del General Manuel Bulnes, que también fue presidente de Chile por un decenio, o el de Don Manuel Montt, el primer civil que gobernó Chile diez años, tras una larga secuencia de gobiernos militares.

Por eso decir en Chile que uno es admirador de Diego Portales es decir que uno tiene ideales Conservadores. Y si un Chileno dice rechazar a Portales es ser Pipiolo, liberal en un mal sentido o tal vez un anarquista encubierto. Claro es que decirle a alguien que es un pipiolo puede parecer un anacronismo, pero es posible que eso le agrade más que le digan que es un marxista trasnochado, o un iluso que aún cree románticamente que el Marxismo-Leninismo es una ciencia exacta. Y también debe quedar claro que hasta los más izquierdistas de los izquierdistas se vuelven conservadores o burgueses, tras disfrutar del Poder por algunos períodos de gobierno. Y si el lector no cree, observe los altos niveles de aburguesamiento y de corrupción moral de un partido izquierdista revolucionario, como es el caso del PRI de la hermana república de México, que gobernó más de 50 años sin contrapeso político adecuado y sin alternancia en el poder, mostrando un franco totalitarismo uni-partidista, y una falsa democracia representativa, típica de los gobiernos de inspiración marxista.(Ese fenómeno de acomodo y aburguesamento, y de corrupción, les ocurre a todos los partidos, sean de izquierda o de derecha o de centro, cuando se sienten demasiado seguros de su poder, por largos mandatos sin alternancia en el poder, y por el hecho de que el hombre es una creatura caida, moralmente frágil, fácil de desviar de sus ideales y principios éticos.) Los partidos políticos que fueron apareciendo en Chile durante la segunda mitad del siglo XIX, tras el triunfo de los Pelucones con Portales y sus 30 años de hegemonía, surgieron como una reacción al predominio de los Conservadores y de la Iglesia Católica en la política chilena. Así ocurrió con los llamados Radicales, y los Liberales. La Jerarquía Católica debió ir reduciendo paso a paso su influencia político-moral sobre la sociedad chilena, y gradualmente otros grupos de personas e ideales más laicos y liberales van penetrando en los institutos educacionales, en las cámaras legislativas, en los ministerios, en la prensa, y en las familias, sobre todo por la poderosa influencia de las Logias Masónicas, y desde luego por la llegada de muchos libros europeos, que antes no llegaban al país más que clandestinamente a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX.

Cuando el siglo XIX termina y comienza el siglo XX continúan expandiéndose y manteniéndose las mismas corrientes político-ideológicas de 70 años atrás. Sin embargo, desde Europa ya vienen llegando cargamentos de Libros y Personas con Ideas Social-Cristianas, impulsadas por la famosa Encíclica Rerum Novarum del Papa León XIII, que por ser Católicas son incorporadas al cuerpo doctrinal del Partido Conservador, y otros de carácter Marxista y Anarquista, que intentan penetrar en el Movimiento Sindical Obrero Chileno.

Con respecto a las ideas social-cristianas que se irradiaban desde el Vaticano, debemos entender que desgraciadamente dichos principios éticos fueron incorporados por el partido Católico o Conservador de Chile sólo en los papeles, pero no en el fondo de esta Institución partidista, porque ya no defendían los intereses éticos de la Iglesia, sino los de la Clase acomodada y terrateniente del país. Esa actitud moral doble motivó en los años "30 la aparición de un grupo de Jóvenes Conservadores que organizaron la Falange Nacional, el cual finalmente se escindió del Partido Madre, convirtiéndose en Partido Independiente y porteriormente en el núcleo fundacional de la Democracia Cristiana en 1957. Este grupo político chileno, de inspiración social-cristiana, se fortaleció más aún, porque desde el Vaticano llegaron nuevas Encíclicas: LaCuadragésimo Anno, Y la Divini Redémptoris del Papa Pío XI. La consigna era Justicia y cambio social sin Marxismo. O Evolución social sin Revolución, como decía algunos años más tarde Pío XII.

Paralelamente en los primeros 30 años del siglo XX, en la banda opuesta van apareciendo el Partido Comunista en 1912 en Iquique, varios grupos Socialistas, que se unieron en Abril de 1933 para formar el Partido Socialista de Chile. Ambos de inspiración totalitaria marxista, colectivista o estatista y por lo mismo, filosóficamente materialistas y ateos( y desde luego con la mezcla de algunos agnósticos y muchos impacientes).

También debo hacer notar que el hecho de que la Juvenil Falange nacional, o futura D.C. se haya separado del partido Conservador en 1938, no significó que ese mismo Partido perdiera sus ideales de defensa del orden establecido y de los valores católicos y cristianos. No. En verdad esos valores se preservaron, y como prueba de eso se pueden mencionar tres hechos importantes:

A.- Cuando en 1957 se formó el Partido Demócrata Cristiano, fue con el aporte de La Falange Nacional y con una sección nuevamente separada del mismo partido Conservador, que tenía fuertes ideales social-cristianos, pero que se retiraron de él por disidencias de criterio con sus dirigentes.

B.- El Doctor Eduardo Cruz-Coke Lassabe fue un notable político chileno, de amplia trayectoria como ministro de salud, senador, candidato a la Presidencia de Chile en 1946 con la segunda mayoría nacional, profesor de la Escuela de Medicina, y miembro del partido Conservador, y que jamás abdicó de sus ideales social-cristianos ni de su condición de Católico.

C.- Cuando el abogado constitucionalista y gremialista, don Jaime Guzmán Errázuriz formó su Partido, la Unión Demócrata Independiente, en 1983, lo hizo con un importante contenido Social- Cristiano tomado del conjunto de todas las numerosas Encíclicas Sociales Vaticanas de la época: Pacem in Terris, Populorum Progresssio, Mater et Magistra, Octogésima Adveniens y Laborem Exercens, que se habían agregado a la Cuadragésimo Anno, a la Rerum Novarum y a la Divini Redémptoris. Y ese nuevo partido, la U.D.I. es un partido o grupo conservador o de derecha con ideales cristianos tradicionales y desde luego, antimarxista, pues cristianismo y marxismo son incompatibles.

BIBLIOGRAFÍA Historia de los Partidos Políticos en América Latina. Torcuato S. Di Tella. Breviarios Fondo de Cultura Económica. S.A. Chile. 1997.

Partido Demócrata Cristiano. La Lucha por Definirse. Francisco Javier González Errázuriz.

Ediciones Universitarias de Valparaíso de la Universidad Católica de Valparaíso. 1989.

Historia de Chile. Cuatro Tomos. Sergio Villalobos R. Osvaldo Silva G. Fernando Silva V. Y Patricio Estelle M. Editorial Universitaria de Santiago de Chile. 1996.

Encíclicas Sociales. Ediciones Paulinas. Mayo de 1989.

Divini Redémptoris de S.S. Pío XI, acerca del Comunismo Ateo. Ediciones Spléndor, de Febrero de 1940.

Diccionario Histórico de Chile. De Jordi Fuentes, Lía Cortes. Fernando Castillo Infante.

Editorial Zig-Zag. 1989.

Laborem Exercens. Encíclica de Juan Pablo II, de Septiembre de 1981.

Jaime Guzmán, su legado humano y político. Recopilación Editorial de la Revista Ercilla, 10 de Abril de 1991.

CAPITULO DIECISEIS.

Aspectos Milagrosos o Sobre-Naturales de la Vida de Santa Teresa de los Andes. 1900-1920.

Juanita Fernández Solar o Sor Teresa de Jesús de los Andes es la misma persona, actualmente canonizada por la Iglesia Católica, NO FUE una niña normal y silvestre, como la quieren describir los sacerdotes y las monjas, supuestamente para acercar a la gente a la santidad y al ejemplo de esa joven carmelita. Aparentemente, en el orden natural, su nacimiento el 13 de Julio de 1900 en el seno de una acomodada familia santiaguina, no tuvo nada de especial o de milagroso.Tampoco su crecimiento físico. Pero su vida mental o interior si era diferente. Su vida de oración íntima era intensísima desde muy niña. Ya a los siete años de edad podía ESCUCHAR la voz de María, la Madre del Señor, que le aconsejaba cómo mejorar su carácter, y así alcanzar el nivel de perfección y de pureza que Jesús quería para ella. Eso significa un OIDO SOBRENATURAL, HIPERFISICO.

A los diez años, el mismo día en que hizo la Primera Comunión, y cuando recibió el Cuerpo Sacramentado del Señor en su boca de manos de Monseñor Ramón Angel Jara, PUDO OIR LA VOZ DE CRISTO EN SU MENTE POR PRIMERA VEZ. Y el Señor le dijo interiormente a Teresa-Juanita: QUIERO HACER DE TU CORAZÓN MI TEMPLO. A partir de ese momento nuestra santa pudo escuchar constantemente la voz mental de Jesús, el que al conversar con ella en la intimidad le anunciaba cosas secretas que sucederían en dias o meses después y se cumplía lo dicho por el Señor. Estos anuncios proféticos culminaron con el aviso de su próxima muerte a comienzos de marzo de 1920, cosa que desde luego comunicó a su confesor en el convento de las carmelitas descalazas de los Andes. Como ella falleció a las 19 horas con 15 minutos del 12 de Abril de 1920, podemos afirmar que ella sabía que moriría joven por una revelación especial del mismo Señor.

Tenía de tiempo en tiempo éxtasis místicos en los que quedaba completamente sumergida en Dios, con una completa desconexión con el medio ambiente, igual que los yoguis de la India cuando entran en Samadhi y se ponen en comunión con la Conciencia Cósmica. Y en una ocasión, cunado oraba profundamente frente al Santísimo Cuerpo de Cristo Sacramentado sola, en la capilla del Fundo Huape de Cunaco, en Colchagua, fue observada LEVITANDO A 30 CENTIMETROS DEL SUELO, SIN APOYO FÍSICO ALGUNO, POR UN SACERDOTE QUE ENTRÓ POR CASUALIDAD A LA CAPILLA. También observó que el rostro de Juanita estaba enrojecido y sus ojos cerrados, completamente inconsciente de lo que ocurría con su cuerpo en el aire. Con un profundo respeto el sacerdote se retiró de la capilla tan silenciosamente, como había llegado. Esto fue en Febrero de 1918, cuando iba de misiones al campo y cuando aún la faltaba más de un año para entrar al convento de los Andes. Así consta el testimonio del padre Felix Henlé, sacerdote Redentorista, en una carta al sacerdote Asuncionista Fernando Castel, durante el proceso de recopilar antecedentes para la Beatificación y posterior Canonización.

Por lo tanto, nuestra SantaTeresa Chilena no tiene nada que envidiarle a cualquier místico de Europa o de otras épocas, o de la India. En éste último país es bien conocido el hecho de que los grandes yoguis que caminan por el sendero de la devoción o de la Bhakti yoga muestran fenómenos de enrojecimiento en el pecho y el rostro, durante sus éxtasis de amor apasionado y profundo por Dios. Tal es el caso de Ramakrishna, por ejemplo, o el de Santa María Magdalena de Pazzi o el de San Felipe Neri. Nuestra Juanita Fernández es una mística completamente desarrollada, en lo que su misión requería. Otros santos, como San Juan Bosco, o San Antonio de Padua, son instrumentos de Dios de carácter mucho más apostólicos y públicos, por lo tanto en sus vidas hacen un despliegue mucho más portentoso de carismas o poderes especiales. Así lo afirman el Padre Trapense Tomás Merton y Paramahansa Yogananda.

A la hora del fallecimiento de Juanita-Teresa, es decir, a las 19 horas del 12 de Abril de 1920, se produjo otro fenómeno parapsíquico a distancia. Una Monja carmelita de Santiago, que a esa hora estaba en profunda oración, llamada Hermana Mercedes del Corazón de María, fue sacada del cuerpo por una Fuerza Invisible y llevada a la Estación de Ferrocarril de los Andes, luego a la celda del convento donde estaba a punto de desencarnar nuestra santa. Vió a la joven en la cama, pálida, y a un ángel sobre una nube a la izquierda del lecho, con un dardo en la mano, con el cual hirió el pecho de la moribunda. Una voz llenó la estancia, dicendo, Muere de Amor.

Es decir, amaba tanto a su Señor, que ya no podía seguir viviendo en la tierra, y necesitaba unirse irrevocablemente a El, más allá del cuerpo. Además, como es propio del espíritu carmelita, Teresa se había ofrecido como víctima oculta de amor a Cristo, por la salvación de los pecadores. Por esos dos motivos, más el deseo de Dios de llevársela, Teresa moría de Amor, tres meses antes de cumplir los veinte años.

Y comenzó entonces a caer sobre los chilenos una corriente de gracias y de bendiciones divinas que ha ido en aumento con los años, de un modo semejante a lo que sucedió con la santa francesa, Teresita del niño Jesús de Lisieux.

Narraremos ahora los dos milagros que ocurrieron por su intercesión, y que sirvieron en el Vaticano para sellar su Beatificación primero, y luego su Canonización. Desde luego estos milagros son los plenamente documentados, los demás quedarán en la sombra y en la conciencia del corazón de miles de beneficiados que no saldrán a la luz pública.

El 4 de Diciembre de 1983 la Sexta Compañía de Bomberos de Santiago tuvo que acudir a sofocar un incendio. El bombero Héctor Uribe Carrasco acudió al siniestro junto a sus compañeros. Pero una descarga eléctrica de alto voltaje atravesó sus ropas mojadas y lo puso al borde de la muerte. Quedó inconsciente, con edema cerebral, edema pulmonar, con parálisis del corazón y de los pulmones. Es decir, clínicamente muerto. Su madre, aconsejada por un voluntario que tenía fé en Teresa, vino a la cripta del Convento de los Andes el 7 de Diciembre, para orar por la preservación de la vida de su hijo, acompañada de varios voluntarios de la misma compañía. De inmediato el joven bombero comenzó a dar señales de recuperación. Al día siguiente recuperaba la conciencia y gradualmente las demás funciones corporales, para asombro de los médicos. Además, el joven Héctor Uribe, sin conocer a Teresa, pudo verla espiritualmente, mirándolo fijamente a los ojos, justo el minuto antes de recuperar la conciencia física, reconociéndola después por medio de las fotografías que le mostraron.

El día 17 de Diembre de ese año de 1983, la madre, doña Olga Carrasco de la Vega, y todos los compañeros de la Bomba fueron a dar gracias a la cripta de Teresa y a dar testimonio del milagro obtenido. Todos los antecedentes se reunieron en forma rápida, fueron analizados por el Obispo de San Felipe,y luego enviados al Vaticano. Aprobado también allá el milagro y unido a los demás antecedentes de la heroicidad de virtudes de Juanita, se fijó como fecha de beatificación el 3 de Abril de 1987, cuando el Papa Juan Pablo II visitara Chile.

El segundo milagro, por efecto de la misteriosa ley de las sincronicidades significativas, también fue en Diciembre, como el anterior. Y no sólo en el mismo mes, sino que en el mismo día, el 7 de Diciembre, pero cinco años más tarde. Es decir, el 7 de Diciembre de 1988.

El Quinto año básico del Colegio Teresiano de las Condes fueron de paseo ese día a los terrenos de la Piscina del Banco del Estado de Chile, en Santiago. Eran 23 niñas. Marcela Antúnez Riveros era una de ellas. Sin saber nadar, y recién almorzada, se metió a la piscina. Pero el frío del agua le provocó una reacción negativa a su organismo, que recién comenzaba la digestión. Se desvaneció y se deslizó hacia la zona profunda de la piscina sin que nadie la viera. Unos cinco o seis minutos después de hundirse la comenzaron a buscar por el terreno, hasta que alguien la divisó sumergida en el fondo del agua. Un salvavidas se arrojó al agua para salvarla y la sacó inconsciente por la asfixia. Se le aplicaron las técnicas de respiración artificial que son normales en estos accidentes y recuperó la respiración pero no la conciencia. Fue llevada de urgencia a una posta infantil cercana, donde la atendió el Dr. Gabriel Muñoz, el cual al examinarla dio un mal pronóstico, pues la chica estaba con muerte cerebral, y quedaría en condición vegetal porque su corazón y los pulmones habían vuelto a funcionar, pero con dificultad; y las neuronas de la corteza cerebral no funcionaban. Entonces, y ya desde antes, las alumnas del curso, las apoderadas y las profesoras comenzaron a invocar a la Beata Teresita, para que la salvara o derechamente la resucitara. Una hora después Marcela había recobrado la conciencia y todas sus funciones corporales, cosa que fue considerada como extraordinaria por los médicos. Nuevamente se recopilaron todos los antecedentes del milagro en el Obispado de Santiago, se estudiaron por una comisión de eruditos eclesiásticos, y luego los enviaron a Roma en 1991, donde también fueron considerados como un milagro verdadero logrado por la intercesión de la Beata. Complido este trámite del Derecho Canónico ya se podía proceder a la canonización de Teresita. La ceremonia fue efectuada en el Vaticano el 21 de Marzo de 1993. A partir de ese momento la Mística Chilena podía ser invocada como santa por la iglesia universal, y no solo por la iglesia local.

Al finalizar esta narración debemos decir que la Iglesia Católica NO HACE santos. Solo tiene la facultad de RECONOCERLOS. Solo Dios hace a los santos, El los escoge y los forma y los glorifica. Y su poder de intercesión deriva de su unión con Cristo. El es el origen de poder de los santos vivos y los trascendidos (que también estan vivos y conscientes en otro plano).

BIBLIOGRAFÍA 1.- Teresa de los Andes cuenta su vida. Sacerdote Mariano Purroy. Cuarta Edición. Ediciones Carmelo Teresiano. 1992.- 2.- Con la Fuerza del Espíritu. Crónica del Monasterio del Espíritu Santo, de las carmelitas descalzas de Rinconada de los Andes. Publicada por la Diócesis de San Felipe el 15 de Octubre de 1997.

3.- Teresa de los Andes, Teresa de Chile. Por Ana María Risopatrón L. Editado por Revista Paula con autorización eclesiástica. 1988.- CAPITULO DIECISIETE.

Un Paréntesis acerca de la Nueva Era en el Mundo y en Chile.

Me parece conveniente, a esta altura del libro, hacer un intermedio o un paréntesis, con el objeto de que el lector conozca con mayor detalle lo que es la New Age de la Espiritualidad Contemporánea. En el mundo y en Chile son cientos de millones de personas que siguen de cerca o de lejos este estilo de pensamiento místico-mágico, que se nos presenta como un renacer del Chamanismo, del Budhismo, de la Teosofía antigua, del Yoga, y de diversas otras prácticas invocativas de las entidades del más allá, y de numerosos esfuerzos por lograr la autorrealización del Ser Interior. Lo religioso, que Friedrich Nietzche y Carlos Marx presentaban al mundo como muerto o alienante, resultó estar bien vivo y vigente. Solo que los modos actuales de la religiosidad ya no se expresan de un modo tan Eclesial o institucional como fue en la Edad Media, o en la Edad Moderna, a partir del Cisma de Occidente, con Lutero, Calvino, Enrique VIII, y otros.

Para los entendidos en la materia el Eje de la Nueva Era es la denominada Sociedad Teosófica, fundada el 17 de Noviembre de 1875, en los Estados Unidos de Norteamérica, por Helena Petrovna Blavatski y el Coronel Olcott. Dicha fundación marca el antes y el después de la Espiritualidad de la Nueva Era, pues cientos de Escuelas y de Movimientos se inspiraron en esas ideas y proliferan por el mundo entero.

La Señora Blavatski escribió dos obras fundamentales, ·Isis sin Velo y la Docrina Secreta, que han influido poderosamente en las doctrinas de numerosas Escuelas y movimientos esotéricos nacidos al final del siglo XIX y durante todo el siglo XX. A esos escritos tan gravitantes se agregaron los libros de Vivekananda, de Emerson, de Annie Besant, de Papus, de Eduard Bulwer Litton, de Mac Gregors Matters, y de muchos otros autores de los finales del mismo siglo 19 y de los albores del siglo 20.

Movimientos rosacruces, masónicos, metafísicos, templarios, y neotibetanos, tomaron el lenguaje y los conceptos de Madam Blavatski para vivificar sus enseñanzas y difundirlas por el mundo entero, por medio de conferencias, libros, películas, cadenas de oración de triángulos, casettes, música, etc. Pero como parece ser inevitable para la especie humana, la calidad del producto del comienzo no es el de hoy. La degradación y la vulgaridad, la superficialidad y las ilusiones se fueron introduciendo en este proceso, que se pensó para iluminar el espíritu humano y bendecirlo y protegerlo contra el materialismo, terminó por opacarse, diluirse, y resultó una confusión mental y moral que es de lamentar.

Además, ya desde un comienzo, las doctrinas de Madam Blavatski estaban levemente alteradas y prejuiciadas contra el cristianismo y el judaismo. Todas las demás religiones y escuelas de oriente estaban en lo correcto. Según ella, el Hinduismo, el Budismo, el Taoismo, el Jainismo y el Zoroastrismo estaban en lo sano y en lo correcto. Sus representantes no habían cometido errores ni pecados, eran blancas palomas doctrinales. Ninguno se había desviado. Ninguno había traicionado a sus Maestros ni a sus ideales. Nadie era cismático ni hereje respecto de los grandes iluminados que los habían fundado. Solo el Judaismo y el Cristianismo habían terjiversado o alterado las Enseñanzas de sus Nobles Fundadores. Ni siquiera el tiempo trascurrido había dañado a esas escuelas de Pensamiento Espiritual dde Oriente.

Solo el cristianismo estaba desgastado y desviado. Solo en él había inmoralidad y pecado. Como el lector comprenderá, estas afirmaciones de la Señora Blavatski son, no solo prejuiciadas, sino que también son ingenuas. Parece no conocer la naturaleza humana. tan retorcida de intelecto y moralmente débil. Desgraciadamente, sus planteamientos son ingenuamente copiados por cientos de miles de sus seguidores en todo el mundo.

Otro aspecto de las doctrinas de esta Maestra, tan respetada de los teósofos y de muchos buscadores de la verdad en la Nueva Era, es el que se refiere a la Evolución de las almas y la reencarnación. Ella unió ambos conceptos, pues en los finales del siglo XIX, el Darwinismo era la gran teoría triunfante, que invadía todo el mundo intelectual de occidente. Blavatski dijo que las almas evolucionaban por medio de la reencarnación, casi de un modo automático, siguiendo la Ley de Karma. Todas las almas, al final, entrarían al nirvana, saliéndose del Samsara o de la Rueda de las Reencarnaciones. Todos los infiernos, al final, eran transitorios, nadie se condenaba. Todos llegan, tarde o temprano, a la Divinidad. Una doctrina como esta, es muy dulce al paladar de los negligentes de la espiritualidad.

Y en la actualidad es la más popular de las doctrinas de la Nueva Era. Pero, PARA LOS QUE SABEN, es una doctrina falsa. No hay nada de verdadero en lo dicho.

Las verdaderas doctrinas de los Maestros de la India, desde la más remota antigüedad, dicen que todas las almas están atadas o encadenadas para siempre a la ley del renacimiento o de la reencarnación. Nadie se salva o se libera de ese gigantesco mecanismo, excepto por la rigurosa práctica del Yoga, o de la meditación, o por una rigurosa purga o purificación de si mismo, que puede tomar toda la vida, o varias vidas. Esa es la verdadera razón de la intensa devoción y obediencia que muestran los pueblos orientales a sus líderes religiosos, antiguos y modernos. Ellos SABEN que sin disciplina rigurosa NO HAY SALVACION NI EVOLUCION POSIBLE.

En cambio, los occidentales siempre están pensado según la Ley del Menor Esfuerzo. Estan muy dispuestos a esforzarse en grado máximo por sus logros materiales o sensuales. Pero en lo que se refiere a la vida espiritual y eterna, son flojos e indiferentes. Con honrosas excepciones, desde luego.

Como se comprenderá, la actitud general de los occidentales NO LOS HACE EVOLUCIONAR NI LIBERARSE DE NINGUN MODO. He aquí la ilusión principal de los seguidores de la Nueva Era. Salir del Sámsara sin esfuerzo, solo impulsados por la marea de la Evolución, como si las olas que llegan a una playa no tuviesen reflujo en dirección contraria. La dirección contraria se llama INVOLUCION. Y eso también existe en la naturaleza. Siempre hay especies que no sobreviven y quedan en el camino de la vida sin alcanzar sus metas. El optimismo espiritual está en contra del realismo espiritual. Los grandes maestros de la espiritualidad, de la talla de Cristo y de Moisés, son grandes realistas. Pero la Realidad para ellos, es mucho más que la llamada realidad material de los seres y de las cosas.

Otro asunto en el cual la gente de la Nueva Era tiene confusiones y contradicciones es en el Concepto de Dios o en su definición de la Divinidad. Muchos, por una mala digestión de ideas científicas y de una deficiente cultura religiosa piensan que Dios es una Fuerza Impersonal, o una mera Energía Creadora, también Impersonal. Muchos, influidos y confundidos por conceptos Hindúes, creen que Dios, por ser Espíritu o Luz Infinita, es impersonal, porque en ese país se piensa que solo cuando Dios toma un cuerpo humano o se encarna se convierte en Persona. Los Hindúes creen que Personalidad es sinónimo de Corporeidad. Solo son personas los seres con cuerpo. Y cuando un ser es puro espíritu no es persona.

Esa forma de concebir a Dios coincide con la de algunos intelectuales occidentales que caminan entre el Deismo y el Agnosticismo, e incluso por el Escepticismo, PERO NO ES LA FORMA CORRECTA DE CONCEBIR A DIOS POR LOS CREYENTES VERDADEROS, es decir, por los Musulmanes, los Judios, y los Cristianos. Para esos grupos, que poseen verdadera cultura teológica, derivada de sus propios libros sagrados, Dios, aunque es Espíritu es también Persona, porque las cualidades que caracterizan a una persona son espirituales.

Es decir, La Persona Tiene Conciencia, Dios También. La Persona tiene Voluntad, Dios También. La Persona tiene Propósitos, Dios también. La Persona es Inteligente, Dios también lo es. La Persona puede Amar y crear. Dios también es capaz de amar y de crear en un grado superlativo. La Persona se comunica o establece relaciones con otros seres, Dios también. Por lo tanto, Dios es una Super-Persona, es el Origen de todos los seres racionales que en un universo visible o invisible son personas. Cada persona individual es un rayo del Divino Sol Cósmico Consciente o un reflejo del Supremo ser suprapersonal que gobierna el universo y que dirige la Evolución de las almas, utilizando el lenguaje del Paleontólogo y Teólogo jesuita francés, Pierre Theilar de Chardin.

Y si acaso queremos precisar bien algunos asuntos del Pensamiento Religioso Hindú, debemos decir que allí también hay grandes Escuelas como la de los Shiks del Gurú Nának, y la de los Vaisnavas, que enseñan que el Absoluto es y será siempre una Persona Infinita y Omnisciente, jamás una mera Fuerza Insconciente. Al contrario, Dios es Una Energía Consciente, inteligente y Omnipresente, que RESPONDE a sus devotos, que se relaciona con ellos y les da a conocer su voluntad, igual que el Dios de la Biblia, que es Luz y es Amor, Luz Infinita Auto-consciente y Amor Ordenado y Ordenador, Sabiduría y Bondad Providente que habla y escucha a los que le buscan y le obedecen.

La corporeidad de la Persona, a la que tanta importancia le atribuyen los materialistas y los hinduistas superficiales, carece de trascendencia para un verdadero espiritualista. Lo corporal es importante en cuanto puede llegar a ser un instrumento de Dios o del Espíritu, o bien un Templo donde resplandezca la gloria de Dios, como es el caso de los santos o de los maestros.

Otro asunto donde los seguidores de la Nueva Era se aquivocan es en una típica frase que se repite por todas partes, que dice: EL HOMBRE ES PARTE DE DIOS, O EL HOMBRE ES UN DIOS. Esa afirmación se repite una y otra vez, en tantos ambientes, que la gente se la cree a pie juntillas.

Vamos por parte: NO ES LO MISMO AFIRMAR QUE DIOS ESTA DENTRO DEL HOMBRE QUE DECIR QUE EL HOMBRE SEA DIOS O UN DIOS, O PARTE DE DIOS.

Lo primero es correcto, lo segundo no lo es. Si el hombre fuese Dios no cometería pecados ni equivocaciones como hace todos los días, y en todas partes del mundo. Tampoco estaría sumido en la ignorancia ni en alteraciones emocionales que son el pan nuestro de cada día. Además de lo dicho, tenemos la palabra oficial de un gran teólogo, Santo Tomás de Aquino. Uno de sus alumnos le preguntó una vez si el hombre era parte de Dios.

La respuesta fue de una lógica implacable e impecable: Si el hombre fuese parte de Dios sería un ser NO SUJETO A CAMBIOS, pero como el hombre es un sujeto cambiante, tanto en sentido mental como físico, no es Dios ni parte de Dios, porque Dios es un Ser Inmutable, es decir, no sujeto a cambios ni a evolución alguna. Solo las creaturas evolucionan o cambian. No Dios.

En segundo término Santo Tomás también decía que Dios es un ser Uno o Unitario, que no se puede subdividir en partes. Dios no es un Compuesto, como lo son las creaturas.

A ésta altura del capítulo tal vez alguien suponga que me he apartado mucho de la cuestión histórica, pero no es así, pues la Nueva Era con su ambigüedad y superficialidad doctrinal representa muy bien la mediocridad intelectual y la ignorancia religiosa del chileno medio.

Y además, el fenómeno de la incultura religiosa y filosófica de la sociedad chilena va en aumento progresivo, en perfecta sincronía con el progreso de las creencias semisustanciales de la Nueva Era en los Chilenos. Como ejemplo puede observarse cómo casi todo el mundo utiliza la Palabra Karma. O habla de Las Energías Invisibles en vez de mencionar a Espíritus o a Demonios.

Son millones de personas que confunden Tolerencia con Caridad, o compasión búdica con sensiblería barata. O tal vez creen que Esoterismo es sinónimo de Orientalismo. O bien creen que han logrado una Iluminación sin Dios, como si estuviesen a la misma altura que Gautama Budha. Y es ya proverbial el que la mayoría cree a pie juntillas que reencarnar es sinónimo de evolucionar, y por lo tanto se imaginan que serán dioses al final de ésta o de la próxima reencarnación.

Son miles quienes creen que han llegado a un estado de Conciencia No Dual, o un Estado de No Mente, propio de quien está ya sumergido en Budha y unificado con Él, y que por lo tanto ya no necesitan Escuelas ni Maestros.Y, en verdad, no han saltado más alto que sus rodillas. Y a la primera tentación carnal se comportan con la lascivia de un carretero o la más vulgar sensualidad. Pero, que horror, es que nosotros, los observadores externos, no nos damos cuenta que Ellos, los Emancipados, los No estructurados, están más allá del bien y del mal, y no se les puede juzgar con la ética cristiana común.

Lo que en verdad preocupa es que esos falsos instructores no pueden ver la risa y la burla de los demonios en el otro plano, al ver cómo esas almas se deslizan hacia su inframundo, para darles un banquete de energías nuevas y gratuitas.

Y esa ignorancia religioso-filosófica, disfrazada de cultura de la Nueva Era, permite que ciertos políticos manipulen a las personas y a grandes grupos de la Opinión Pública, en su beneficio. Como la Nueva Era no habla de pecados, ni del hombre caido y pecador, y que hay que ser fraternal con todos, se admiten la proliferación de grupos homosexuales, amor libre, intercambios de parejas, no represión de niños rebeldes, pues son Niños Indigo que hay que dejar ser, pues son los futuros Mesías de la Humanidad.

Como si los antiguos Cristos o Budhas no hubiesen sido reprimidos por sus padres. Como si la disciplina educacional firme fuese esencialmente mala, y tal vez una forma de crueldad encubierta. La realidad es todo lo contrario. Los grandes hombres de antaño sufrieron un fuerte y riguroso proceso formativo como niños y adolescentes. No fueron hijos de la anarquía moral del mundo actual. Muy al contrario. Sólo cuando un diamante es debidamente pulido es cuando muestra su mayor brillo. Además, el diamante natural es simple carbono sometido a grandes presiones por millones de años. Por lo tanto, sin presión de los padres y de los educadores NO HAY GRANDEZA DE ALMA NI VIRTUDES PARA LAS FUTURAS GENERACIONES.

Sólo un pragmatismo grosero y una gris mediocridad es lo que nos espera si creemos en los modernos dogmas de los psicólogos y de los educadores desubicados por sistemas valóricos relativistas, muy propios de esta Era, supuestamente No oscurantista.

Resumiendo. La Nueva Era de la Espiritualidad contemporánea es una especie de SUPERMERCADO de doctrinas y verdades universales, donde la gente en general, y el chileno medio en particular, compra lo que sea y lo que desea, SIN PENSAR EN LA COHERENCIA DE LA VERDAD.

Actúa según patrones de Gusto y Disgusto, y pareceres superficiales, sin seguir líneas serias de Pensamiento o de Escuelas o Maestros. Mezcla ideas compatibles y no compatibles, buenas y males, causándose a si mismo severas indigestiones mentales e incluso envenenamientos del alma. Lo mismo le ocurre con respecto a la política contingente.

Se deja seducir por superficialidades y no por cosmovisiones, entrando en horribles contradicciones, persiguendo el Mal Común en vez del Bien Común, como debería ser. No se dan cuenta de que hasta los sentimientos pueden ser programados por enseñanzas o doctrinas falsas. Y por ese motivo lo que siento o lo que me gusta o me disgusta es terriblemente subjetivo y relativo. Sólo una conciencia moral bien formada e instruida puede sentir correctamente algo.

Se demuestra eso objetivamente en el parecer personal respecto de la música clásica por ejemplo. O respecto de la música chabacana o popular. El gusto por algo se cultiva, se educa. Por lo tanto no basta con sentir para discernir lo verdadero de lo falso. O entre lo justo y lo injusto. Hay que tener cuidado de que la evolución de las personas hacia el sentir o el intuir, que es correcta en algunos aspectos, no se convierta en una idolatría de la sensibilidad elemental o básica, o animal o en una corriente de anti-intelectualidad.

He aquí algunos de los riesgos espirituales de la Nueva Era.

BIBLIOGRAFÍA Es tan abundante y variada, que procederé a mencionar como referencias básicas, las colecciones de Metafísica Yo Soy de Connie Mendez. La Doctrina Secreta de H. P. B. Colección del Tercer Ojo de Lobsang Rampa. Colección de Obras de Autoayuda y Espiritualidad de Elizabeth Clare Prophet y de Louise Hay. Libros de Ramatis, y muchos otros.

CAPITULO DIECIOCHO.

El mal karma del partido socialista chileno en el siglo XX

En este capítulo llamaremos Partido Socialista a aquel que fue fundado por un grupo de jóvenes revolucionarios y apasionados de la cuestión social el 19 de Abril de 1933, tras terminar el año de Anarquía de 1932, que siguió a la renuncia del Presidente Carlos Ibañez del Campo. Pues han sido varios los grupos que han utilizado ese Nombre y se han disuelto o han tomado otro Nombre, como es el caso del Partido Obrero Socialista de Luis Emilio Recabarren, que se transformó a poco andar en el Partido Comunista de Chile.

Mencionaremos de paso a los grupos y a las personalidades que se unieron para conformar este Partido, sus definiciones ideológicas generales, su historia institucional a grandes razgos, y el concepto de Karma y de Mal Karma, según se plantea en el título de este Capítulo.

Ruego al lector, para que no se sorprenda de los contenidos de este capítulo, recordar o leer de nuevo lo manifestado por el autor en el prólogo, respecto de que la política es el natural y lógico campo de aplicación y de confrontación de diversas cosmovisiones religiosas y filosóficas de la vida en el escenario de la historia.

Las corrientes espirituales de opinión, sean de signo positivo o negativo, se van ubicando en la tierra de lo contingente. Y a veces corre sangre y sudor en esas confrontaciones. Y también se tejen muchas ilusiones. Es decir, ideas fuera de la realidad, o de las posibilidades de la naturaleza humana.

Los libros sagrados dicen que Dios interviene en la historia de los pueblos, pero no sólo a través de los santos, sino a través de personas comunes y corrientes, a veces llenas de defectos, pero impregandos de una visión interior de las cosas que viene de lo Alto. Por lo tanto no esperemos encontrar en el escenario de los hechos a seres perfectos o sin tacha.

Los instrumentos de la providencia divina pueden ser y en la mayoría de las veces, personas a las que las circunstancias obligan a actuar de cierto modo, y antes de juzgarlas mal hay que estar en su pellejo y en sus zapatos. Una vez hecho eso, podemos juzgarlos. Tambien se debe recordar la necesidad de revisar adecuadamente los conceptos de Luz y de Tineblas, o de Bien y de mal. Por lo general las personas tienen conceptos difusos e imprecisos y a veces contradictorios en esas materias.

Aquí hablaremos de conceptos precisos, sin ambigüedades, pero por un deficiente conocimiento de las cosas espiritulaes, algunos de esos conceptos puede chocar a algunos lectores. Tenga un poco de paciencia y al avanzar en la lectura, con una mirada más exacta de los documentos de la época, se comprenderá mejor el propósito del autor.

En aquel año de 1933 empezaba a gobernar Chile Don Arturo Alessandri Palma, en su segundo Período Constitucional. Nuestro país era azotado por una violenta crisis económica e ideológica. La Económica venía desde los Estados Unidos, por los coletazos de la caida de la Bolsa de Wal Street de 1929, y la quiebra de numerosas salitreras del Norte Grande, que crearon una ola de cesantía y de pobreza gigantesca que hizo emigrar a cientos de miles de personas, con sus familias, hacia la zona central de Chile, y que duró unos seis años o un poco más.

Fue el tiempo prolongado en que larguísimas filas de indigentes se formaban en las plazas públicas para recibir comida de las llamadas Ollas Comunes de la Beneficencia pública y de la caridad de la Iglesia Católica.

Desde Europa llegaban noticias e ideas políticas que agitaban a los espíritus de todas las clases sociales. Desde la Unión Soviética llegaban noticias del avance de la Revolución Bolchevique al mando de Stalin y de las ideas de Marx y de Lenin.

Desde España llegaban noticias e ideas de los Republicanos Antimonárquicos de Izquierda que habían expulsado al Rey fuera de su país. Desde Alemania llegaban las noticias de los éxitos del Movimiento Nacional Socialista de Hitler.

Desde México también llegaban noticias acerca de la solidificación de su propia Revolución Laica y Marxista. El Vaticano publicaba en 1931 la II Encíclica Social, la Cuadragésimo Anno, continuadora de la Rerum Novarum, de 1891.

En medio de esa efervesencia espiritual y social, y tras el fallido intento de instaurar en Chile una República Socialista (que duró diez días en el año 1932). En el siguiente año, un grupo de jóvenes intelectuales, estudiantes de Medicina, de Derecho, y algúnos jóvenes miembros retirados de la Masonería, fundaron el Partido Socialista.

Oscar Schnake y Eugenio Gonzalez, de la Acción Revolucionaria Socialista, Arturo Bianchi y Luciano Kulczewski del Partido Orden Socialista, Eleodoro Dominguez, Jorge Neut, Carlos Matus, del Partido Socialista Marxista, y la Nueva Acción Pública, integrada por Eugenio Matte Hurtado, Marmaduque Grove, Claudio Arteaga Infante y Carlos Alberto martínez, fueron las cabezas del nuevo partido, que las emprendió contra Arturo Alessandri Palma.

El presidente de la agrupación fue Oscar Schnake hasta 1939. Adoptaron como ideología la filosofía Marxista, pero sin afiliarse a la llamada Tercera Internacional Comunista. Además ser partido de oposición a don Arturo Alessandri Palma, se enfrentaron al naciente Partido Comunista, con el cual no estaban de acuerdo por la exesiva dependencia de éste último respecto del Partido Comunista Soviético y de las directivas de José Stalin. Los choques entre Socialistas y Comunistas no fueron solo de palabras, sino que se enfrentaron a golpes en las calles de Santiago y de Valparaíso, muchas veces, con algunos muertos y heridos como resultado.

La diversidad de los grupos que integraron este partido engendró desde el comienzo algunas desaveniencias que fueron marcando la senda y aumentándose gradualmente, desgajandose en varios otros partidos, cada cual más extremista en su pensamiento y en sus prácticas que el anterior. Para aumentar su poder electoral integraron, en 1936, el Frente Popular, junto a los Radicales y a los Comunistas, tras haber pulido algunas asperesas.

Y lograron llegar al poder en 1938 con su candidato, don Pedro Aguirre Cerda. Este hombre era Radical, pues el Partido Socialista no pudo imponer a un hombre de sus propias filas, que era don Marmaduque Grove, un lider natural muy popular, pero que no simpatizaba a los Comunistas ni a los Radicales.

Participaron en varios ministerios de Aguirre Cerda: Oscar Schnake en la Cartera de Fomento. Otros ministerios fueron desempeñados por Arturo Bianchi, Carlos Alberto Martínez, y por Miguel Etchebarne, también socialistas. Estos hombres no duraron mucho en sus cargos, pues era la época en que el Congreso Nacional tenía el poder para hacer caer constantemente a las rondas ministeriales.

El Presidente Pedro Aguirre Cerda tuvo que cambiar dieciseis veces de gabinete ministerial, en poco más de tres años de gobierno.

En este período vuelve a recrudecer la reyerta entre Comunistas y Socialistas en el Gobierno. Como don Pedro Aguirre Cerda falleció durante su mandato, se adelantaron los comisios presidenciales, y esta vez los socialistas apoyaron a don Juan Antonio Rios, otro Radical, que también resultó elegido como Presidente de Chile. Pero llegaron a este nuevo gobierno muy desgastados.

En 1940 el Partido se había dividido fuertemente, y se retiraron varios parlamentarios: César Godoy Urrutia, Carlos Rosales, Emilio Zapata, y otros quienes pasaron a formar un Partido nuevo, el Partido Socialista de Trabajadores, el cual al poco tiempo pasó a integrar el Partido Comunista.

Ya en esos años había sido presentado en el parlamento una iniciativa de declarar al Partido Comunista fuera de la ley, y los socialistas la habían apoyado, sin llegar a ser ley todavía.

Esto sólo se produjo durante el Gobierno de don Gabriel Gonzalez Videla, el 3 de Septiembre de 1948, y esta vez los socialistas votaron en contra de esa Ley de Defensa Permanente de la Democracia, que dejó fuera del sistema político y de cargos públicos a los comunistas.

Pero volviendo a la historia interna del Partido Socialista, debemos decir que en La Convención del Partido de 1943, el conglomerado nuevamente resultó dividido, por el retiro de uno de sus más influyente personaje. Don Marmaduque Grove, senador y fundador del Partido Socialista, y su grupo, se apartaron para formar el denominado Partido Socialista Auténtico, el cual, a poco andar, se fusionó con el Partido Comunista, pero esta vez sin el apoyo de Grove.

Tras la muerte del Presidente Juan Antonio Rios, ocurrida el 27 de Junio de 1946, el Partido volvió a dividirse; esta vez en tres facciones.

Una facción apoyó al candidato gremialista para Presidente de Chile, don Bernardo Ibañez, quién salió último. Una segunda facción apoyó a don Gabriel González Videla, quien ganó la elección y la tercera facción opoyó a Fernando Alessandri, que salió tercero.

Durante el Gobierno de Don Gabriel González Videla(1946-1952) los socialistas se mantuvieron en la oposición. Y en 1948, cuando votaron en el Congreso en contra de la Ley de Defensa de la Democracia, disolviendo al Partido Comunista y quitando los derechos políticos a sus miembros por ser fuente permanente de conflictos en la sociedad chilena y en el mundo laboral, los socialistas votaron en contra de dicha ley, la cual fue aprobada por amplia mayoría del resto del congreso. Y por esto mismo, el Partido Socialista volvió a dividirse en dos partidos:

Una se denominó el Partido Socialista de Chile, y el otro el Partido Socialista Popular. El primero buscó un acercamiento permanente con el Partido Comunista en la clandestinidad en los diez años que mantuvo su vigencia la famosa ley maldita, como la llamaron los hombres de la Izquierda.

Y el otro, el P. S. Popular, se movió a posiciones más cercanas al centro del espectro político, apoyando en 1952 al Candidato de La Escoba, don Carlos Ibañez del Campo, que ganó aquellas elecciones por amplio margen.

En aquel año de 1952 se presentó por primera vez como candidato a la Presidencia de Chile, el doctor Salvador Allende Gossens, con el pleno apoyo de los Socialistas de Chile, citados anteriormente y obtuvieron la más baja votación de la época.

Los Socialistas Populares colaboraron en el Gobierno de Ibañez hasta 1955, luego se retiraron de la escena política, y fueron desapareciendo, absorbidos por otros partidos o retornando a su cuna original. Posteriormente, el llamado Partido Socialista de Chile volvió a presentar a Salvador Allende como su candidato presidencial en 1958, ocasión en que fue derrotado por Don Jorge Alessandri Rodriguez, y por tercera vez, en 1964.

En esta ocasión, quien derrotó al candidato socialista fue don Eduardo Frei Montalva, por amplia mayoría, pues su candidatura fue apoyada por los partidos de centro y de la derecha chilena.

Durante este período las ideas violentistas y totalitarias del Partido Socialista fueron proclamadas al máximo, causando fuertes conflictos sociales al Presidente Frei, que condujeron a tomas de terrenos y huelgas violentas, que obligaron al uso de la fuerza policial y militar para reprimir esas manifestaciones de poder revolucionario.

Era la antesala de lo que sucedería con el Gobierno de la Unidad Popular y su desastre, cuando Salvador Allende, en su cuarto intento por llegar al poder, obtuviera el triunfo, en 1970.

Existe un Precedente de las razones ideológicas que llevaron a la caida de Allende y de la Unidad Popular tras tres años de gobierno, que se dio en el XXII Congreso Nacional del Partido Socialista de Chile, en Chillán, entre el 24 y el 26 de Noviembre de 1967.

En aquel Congreso se APROBARON POR UNANIMIDAD tres Puntos fundamentales para guiar la conducta y los métodos del Partido Socialista desde esa fecha en adelante:

1· El Partido Socialista, como organización Marxista-Leninista, PLANTEA LA TOMA DEL PODER COMO OBJETIVO ESTRATEGICO A CUMPLIR POR ESTA GENERACIÓN, PARA INSTAURAR UN ESTADO REVOLUCIONARIO QUE LIBERE A CHILE DE LA DEPENDENCIA Y DEL RETRASO ECONOMICO Y CULTURAL, E INICIE LA CONSTRUCCION DEL SOCIALISMO.

2· LA VIOLENCIA REVOLUCIONARIA ES INEVITABLE Y LEGÍTIMA. Resulta necesariamente del carácter represivo y armado del Estado de Clase. CONSTITUYE LA UNICA VIA QUE CONDUCE A LA TOMA DEL PODER POLITICO Y ECONOMICO Y A SU ULTERIOR DEFENSA Y FORTALECIMIENTO.

Solo DESTRUYENDO el aparato burocrático y MILITAR del Estado Burgués, puede consolidarse la revolución socialista.

3· Las formas pacíficas o legales de lucha (reivindicativas, ideológicas, electorales, etc…) no conducen por si mismas al poder. EL PARTIDO SOCIALISTA LAS CONSIDERA COMO INSTRUMENTOS LIMITADOS DE ACCION, INCORPORADOS AL PROCESO POLITICO QUE NOS LLEVA A LA LUCHA ARMADA.

Como se dará cuenta el lector bien informado acerca de los sucesos del gobierno de Salvador Allende y de la Unidad Popular, este Proyecto Socialista de Noviembre de 1967 no es etico, es realmente inmoral, y TODO CUANTO OCURRIO FUE FRUTO DE UNA RIGUROSA PLANIFICACIÓN Y DE UNA VOLUNTAD CONCERTADA PARA LOGRAR EL PODER TOTAL EN CHILE E INSTAURAR LA DICTADURA DEL PROLETARIADO DE UN MODO IRREVERSIBLE. Todo estaba pensado y así se hizo. (Desde luego para la mayoría de mis lectores esos acuerdos del Congreso de Chillán son absolutamente desconocidos, pero son el eje y el centro de toda la cuestión aquí expuesta).

Sólo que no se pudo prever que la mayoría del pueblo de Chile rechazaría virilmente el Proyecto Socialista Marxista y finalmente pedirían a las Fuerzas Armadas Chilenas que expulsaran del Poder a ese grupo de ilusos y desconformados cerebrales, que aferrados a sus teorías, no podían usar del Sentido Común ni de su conciencia moral para cambiar de camino antes de que llegara el desastre del once de Septiembre de 1973.

Ese fenómeno se llama obcecación y ceguera política. Y ese loco afan de hablar de Estructuras y no de Personas involucradas en una eventual destrucción revolucionaria les bloquea el sentido inmoral de sus acciones. O mejor dicho, se habla deliberamente de Estructuras, como Estado de Clase, de Burguesía, de Proletariado, o de Costo Social, como estrategia psicológica para disimular la gravedad de los acontecimientos y lo poco ético de sus acciones. Todo se justifica a nombre de la Revolución.

A continuación de este famoso y nefasto, pero olvidado XXII Congreso Socialista de 1967, vino otro error más, que operó a modo se sentencia de muerte para los socialistas, y que no tuvo nada que ver con las decisiones de los Partidos de Derecha o de los Militares Chilenos.

Este error, táctico si se quiere, pero fatal, fue que a comienzos de 1970 la directiva del Partido Socialista de Chile tenía que nominar a su candidato para las elecciones del 4 de Septiembre de 1970.

Se presentaron dos postulantes: don Salvador Allende y don Aniceto Rodriguez. El primero ya había perdido en tres ocasiones. Pero quería intentar ganar en la cuarta oportunidad. El segundo era el favorito del Comité Central.

Un socialista moderado, alejado de los acuerdos tomados en 1967. Trece miembros querían que don Aniceto Rodriguez se presentara para ser elegido Presidente de la República, y Once, MISTERIOSAMENTE ONCE, O FATALMENTE ONCE, apoyaban a Salvador Allende. Y estos fueron los que ganaron, pues los trece miembros que apoyaban a don Aniceto SE ABSTUVIERON, PUES LOS COMUNISTAS RECHAZABAN ESTE NOMBRE, POR SU SENSATEZ Y MODERACIÓN.

Y como la unión entre Socialistas y Comunistas era vital para constituir a la Unidad Popular como conglomerado, se perdió la última oportunidad que los dioses o el Hado daba a ese partido para adueñarse del Centro Político y no desatar la feroz oposición que el pueblo chileno manifestó al Gobierno o Desgobierno de la Unidad Popular.

Que el lector no se asombre de los términos utilizados, pues eran los que se usaban en la época para hablar de Allende y de su gente. Incluso se les denominaba Termocéfalos o cabezas calientes, por las personas que reprobaban la violencia sistemática que usaba la Unidad Popular para imponer su pensamiento y su dictadura del proletariado al pueblo de Chile.

Y el número 13 de los que se abstuvieron, está asociado a la mala suerte, y a la muerte, según la superstición popular.

Esto, para los entendidos en sincronicidades significativas, no deja de ser un indicador de cómo irían las cosas en la Unidad Popular que gobernaría el país entre 1970 y 1973.

Para el lector que no está habituado a esta forma esotérica de analizar los acontecimientos le aconsejo leer la obra de Ciceron La Adivinación y el Hado, que está llena de información de este tipo, y las cartas de Don Bernardo O"Higgins, referidadas a su Pensamiento Religioso.

Desgraciadamente, Allende y un sector mayoritario del Partido Socialista, liderado por el Senador Carlos Altamirano, ya estaban comprometidos profundamente con la idea de una guerra civil entre chilenos, y trabajaron intensamente para materializar su proyecto político.

No les interesaba una parcela de Poder. Les interesaba EL PODER TOTAL, y la Dictadura del Proletariado, el que, para una persona de sano juicio, no marxista, es equivalente a una Tiranía, no una dictadura.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21
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