REALIDAD

En el texto literario “un rato de tenmealla” el autor GUILLERMO CABRERA INFANTE nos muestra la realidad en la que vivimos algunas personas por falta de recursos, y hasta donde se puede llegar para conseguir estos. Este texto sacado del libro “Así en la paz como en la guerra” nos habla de una familia miserable la cual pasa por situaciones muy difíciles, esta historia es narrada por una niña de solo seis años que a pesar de su ingenuidad e inocencia nos logra transmitir la realidad en la que vive.
En un ambiente de pobreza, humildad y miseria es en el que se desarrolla dicha historia. Cuyo papel principal lo cumple una niña de seis años, la cual nos trasmite una historia de dolor y tristeza en la que ella no sabe lo que …ver más…

Da tristeza saber que este es un mundo en el que hay personas tan inescrupulosas que al ver las necesidades de las demás personas se aprovechen de estas, para de alguna u otra manera causarles más daño del que ya han tenido. Un mundo en donde le cambian el significado a la palabra “favor” aprovechándose de los más vulnerables y sacar provecho de la situación.
En esta historia pasa un suceso en donde a esta familia la van a correr de donde viven por no tener dinero para pagar la renta entonces para que esto no suceda la hija de 15 años se deja desvirgar por el (polaco) para así obtener el dinero de la renta. Este caso en particular fue el que más me lleno de dolor, porque es una pena que una niña le haiga tocado hacer eso por evitar otra tragedia en su familia, es entendible por un lado ya que existimos muchas personas que haríamos lo que fuera necesario por el bien de nuestra familia, pero por el otro lado es donde cito una frase que dijo el padre en la historia:
“a la pobreza y la miseria siempre sigue la deshonra y que puede uno caminar el mundo cubierto de harapos con la cabeza en alto pero no se puede andar una legua con le deshonra gravitando sobre uno”. Una frase muy exacta y verdadera pero que algunas personas no pueden seguir porque simplemente hay otras que lo obligan a hacer lo contrario.

Simplemente llego a la gran conclusión, de que preferiría mil veces morir de hambre, Que vivir