Transformacion de la naturaleza
El conflicto es inevitable. La conciliación parece imposible. No hay vencedores ni vencidos, porque aquí pierden todos.
La tecnología surge de la base de la transformación de la naturaleza para adaptarla a las necesidades humanas, pero la lucha por adaptar nuestro entorno se nos impone un tanto complicada. De hecho, sabemos que los seres humanos somos el animal más adaptable a las circunstancias naturales que nos rodean. Somos capaces de hacerlo, porque, de hecho, adaptamos nuestro entorno a nuestras necesidades.
El progreso tecnológico ha demostrado crecer de un modo exponencial. Si todo comenzó por crear recipientes para transportar bienes líquidos (cantimploras y jarras) y sólidos (cestas, cajas …ver más…
Pero aprendemos. No es para tanto lo que estamos haciendo: aprendemos. Podemos volver los pasos atrás, o podemos buscar otros medios, pero, sobre todo, aprendemos. El problema surge, como siempre, en manos de los conservadores y liberales...
Si el negocio es rentable, si el derecho obtenido no se altera, no importa el riesgo medio-ambiental. Si el negocio de venta de combustible fósil es rentable, y si permite que se mantenga el derecho conservador de exigir y obtener más de lo que se necesita, que en este caso ejemplar es la simple potencia de movimiento, el medio-ambiente es secundario. Vendrán representantes de Dios, hablando en su nombre, diciendo que si todo eso está en la naturaleza es para el disfrute humano. o que, en todo caso, jamás un Dios como "el nuestro", o suyo, permitiría que nuestras acciones fuesen causa de problemas atmosféricos. Incluso se negarán esos problemas, o, casi con sorna cómica, se dirá que son castigo a los pecados de la tan numerosa especie a la que pertenecemos. Es decir, según dichas ideas no tenemos nada que aprender, pero si mucho que esperar. Curiosamente, estas ideas parecen luchar contra el antropocentrismo, afirmando que nada es culpa del hombre, cuando es justamente lo más antropocéntrico que existe al hacer ver que el ser humano es, simplemente, capaz de explotar irracionalmente los recursos de la naturaleza por el mero hecho de ser humano, y por lo tanto debe hacerlo. Es decir, erige a la especie