Trabajo de sismo
La historia dé las instituciones económicas se puede remontar a épocas bien lejanas. Los grandes pueblos del Oriente y del Extremo Oriente han conocido, en tiempos muy remotos, un desarrollo de civilización económica muy brillante, sobre la cual poseemos ciertos conocimientos. Ilin nuestros días, numerosas obras han expuesto lo que fue, por ejemplo, la economía del antiguo Egipto, la de la India, Caldea, China 1. Pero cuando 5e trata de la historia de las doctrinas no disponernos, sobre poco mas o menos, de una documentación tan copiosa a utilizar.
Sin duda alguna, los hombres que vivieron en un medio de civilización avanzada debieron, sobre los fenómenos económicos, forjarse ideas y, quizá, …ver más…
ITMM111 la época clásica solo se pueden espigar aquí y allá algunas ideas económicas, muy leves, formuladas más o menos conscieniemente por los historiadores, los poetas, los filósofos o los legisladores. Hesíodo (Los trabajos y los días) escribió el poema del trabajo y la propiedad campesina. Las leyes de Solón exigen a los ciudadanos actividad productora, declaran infames a los hombres bres convictos de ociosidad por tercera vez y abren el P`ri- tanco a los más hábiles de cada oficio. Pitágoras y sus discípulos fundaron una especie de congregación de carácter filosófico, re- ligioso y político, de la cual había de quererse hacer más adelante el prototipo de una organización socialista. Algunos autores anterior6 a Jenófonte, como Hicrón y Calicrátides, escribieron acerca de économía doméstica; o, como Apolodoro de Lemnos, sobre minas; o Caretes de Paros,,sobi-e agricultura; pero es preciso bus- car , 1 ante todo, las principales manifestaciones del pensamiento económico griego en las dos grandes escuelas enemigas—las (-le los sofistas y de los socráticos—, como un corolario de las tesis esenciales filosóficas y políticas de una y otra.
Los sofistas lirepresentan el individualismo en rebeldía contra el Estado, tradiFionalmente omnipotente y despótico. Durante mucho tiempo, los ciudadanos griegos solo vivieron para la ciudad, sin derechos contra esta, que tenía toda clase de poder sobre ellos. Llegó, no obstante, el momento—fue una. de las