Rosario a San Judas Tadeo
SAN JUDAS TADEO, APOSTOL Y MARTIR.
Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos líbranos señor Dios nuestro. En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición.
Ay a mi Dios ofendí,
Al bien sumamente amable,
De amor fuente inagotable,
Que dio su vida por mí,
De él todo lo recibí,
Y yo ingrato le he pagado,
Rasgando con mi pecado,
Su amoroso corazón,
No más pecar, Padre mío
Perdón, buen Jesús Perdón.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo… como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén. (3)
¡Oh apóstol bendito… Con confianza te invocamos (3)
Hoy meditaremos los Misterios… Gozosos (lunes y sábado) , Luminosos (jueves) , …ver más…
• Señor, Ten piedad de Nosotros. • Señor, Ten piedad de Nosotros. • Cristo, Óyenos. • Ten piedad de nosotros
• Cristo, Escúchanos. • Ten piedad de nosotros
• Oh Dios Padre celestial • Ten piedad de nosotros
• Oh Dios Hijo redentor del Mundo • Ten piedad de nosotros
• Oh Dios Espíritu Santo • Ten piedad de nosotros
• San Judas Pariente de Jesús y María
• San Judas, que viviendo en la tierra fuiste digno de ver a Jesús y María de gozar de su compañía
• San Judas, elevado a la dignidad de Apóstol
• San Judas, que tuviste el honor de contemplar a tu divino Maestro humillarse a lavar tus pies
• San Judas, que en la última cena recibiste la Sagrada Eucaristía de las manos de Jesús
• San Judas, que después del profundo dolor que te causo la muerte de tu querido maestro, tuviste el consuelo de contemplarlo resucitado de entre los muertos y de asistir a su gloriosa ascensión
• San Judas, que predicaste el evangelio en Persia
• San Judas, que hiciste grandes milagros con el Poder del Espíritu Santo Ruega por nosotros
• Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo • Óyenos, Señor
• Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo • Perdónanos, Señor
• Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo • Ten piedad y misericordia de nosotros
Oración
Te rogamos señor Dios, que nos concedas a nosotros tus siervos, gozar de perpetua salud de alma y cuerpo y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada virgen María, seamos