El llamado de la Selva

Capítulo 1 - La vuelta al atavismo

El libro trata de un perro llamado Buck, quien vivía cómodamente con sus amos, era el perro regalón en la finca del juez Miller, tenía solo cuatro años y estaba acostumbrado a andar libre y pasear por los huertos y pastizales, en fin por todas partes. Su padre había sido un San Bernardo quien también había vivido toda su vida en esta familia. En esta época se estaban descubriendo yacimientos de oro y era sabido que muchas personas con sus perros se trasladaban hacia Canadá en busca de fortuna.
Una noche un trabajador de la familia “Manuel”, ayudante del jardinero u bueno para los juegos, le pidió a Buck que lo acompañara, este accedió pensando que era un paseo como tantas …ver más…

Capítulo 2 - La ley del garrote y el colmillo
Llegaron a la playa de Dyea, Buck se sentía arrancado de golpe del centro de la civilización y que lo habían arrojado a lo primitivo. Debía estar siempre alerta porque aquellos perros y aquellos hombres no eran perros y hombres de ciudad. Eran todos salvajes que no conocían más ley que la del garrote y el colmillo.
Buck nunca había visto perros que pelearan como lo hacían aquellas fieras, y su primera experiencia le enseñó una lección inolvidable. Curly se acercó a un husky del tamaño de un lobo adulto, y de una sola investida lo atacó y lo mató delante de todos los lobos. Esta escena se repitió a menudo como una pesadilla en los sueños de Buck.
Un día François le sujetó al cuerpo un aparejo de correas y hebillas pensó que era como la que les ponían en la finca a los caballos. Y tal como había visto trabajar a los caballos fue puesto él a trabajar junto a Dave y a Spitz, tirando del trineo para llevar a François hasta el bosque que bordeaba el valle y regresar con una carga de leña.

Por la tarde, Perrault, regresó con dos perros más. Billie y Joe, eran hermanos y esquimales auténticos Al anochecer, Perrault apareció con un viejo husky largo, enjuto y adusto, con el rostro plagado de cicatrices y un solo ojo. Se llamaba Sol-leks y no toleraba que se le acercasen por el lado del ojo ciego.
Aquella noche a Buck, Perrault y François no lo dejaron dormir dentro