La reforma energética propuesta por Calderón es un proceso privatizador que enfrenta a los grupos políticos de izquierda y derecha del país pero que coinciden en los siguientes aspectos:

1. México debe seguir siendo un país petrolero 2. Es posible seguir con el modelo energético basado en hidrocarburos, en especial el petróleo

Esto además de empecinado es irreal, ya que no contemplan el calentamiento global y además se basa en la explotación de yacimientos petroleros en aguas profundas, los cuales no garantizan un aumento significativo en la producción petrolera. El problema, adicionalmente, no se enmarca en el contexto de la situación de los recursos energéticos mundiales por lo que son discusiones y debates con una visión …ver más…

Nada garantiza que, suponiendo que existan los supuestos recursos de aguas profundas, los gobiernos neoliberales los empleen para disminuir la pobreza.

Tanto la industria petrolera como muchos economistas que se han ocupado del tema se han caracterizado por un cornucopianismo desenfrenado, el cual considera, básicamente, que la naturaleza está separada del ser humano y que los mecanismos del libre mercado son suficientes para resolver los problemas ambientales. Después del aumento de los precios del petróleo en 1973 se publicaron varios trabajos en los que se preveía que éstos iban a caer debido a que los altos precios favorecerían un aumento de la producción. Incluso se sugirió que cuando el precio llegara a ocho dólares por barril Estados Unidos se convertiría en país exportador, lo que por supuesto no ocurrió. Las posiciones cornucopianas siguen siendo difundidas por el United States Geological Service, organismo oficial estadounidense a cargo de la prospección de recursos minerales, y por algunos organismos internacionales del área de la energía.

Ahora bien, la proporción de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, que se produce en la combustión de materiales orgánicos, petróleo, gas y carbón, es muy baja. Antes de la Revolución Industrial era de 0.028%. En la última década del siglo XIX los científicos suecos Arvid Hogbom y Svante Arrhenius conjeturaron que su concentración iría aumentando