El Sonido de Los Beatles.

Después de terminar con “Las Puertas del Infierno” de John Connolly, cambié un poco de rumbo a cuanto al género de mi lectura y me adentré a la fantástica aventura de Geoff Emerick. “El Sonido de Los Beatles” no es una biografía más del famoso cuarteto inglés, sino que se centra en la vida de un joven ingeniero de sonido de 19 años que tuvo la oportunidad de trabajar con los greñudos. Así que tomé el boleto de avión que mi papá había usado como separador cuando compró el libro en Madrid y empecé con el escrito.

Como una biografía cualquiera, esta aventura comienza narrándonos sobre la infancia de nuestro protagonista; una infancia llena de música e inspiración que más adelante se transformaría en su …ver más…

Geoff lo encontró fascinante, así que para continuar explorando el nuevo mundo que había encontrado, compró una grabadora modelo Brenell de dos pistas donde grababa y editaba a su antojo canciones que escuchaba en la radio.

Al terminar sus estudios, no dudó ni un segundo en convertirse en ingeniero de sonido.

En ese entonces sólo existían cuatro únicas compañías discográficas: Philips, Decca, Pye y EMI. A cada una de ellas, Emerick les envió una carta en donde solicitaba empleo como aprendiz de ingeniero de sonido, aunque para su sorpresa tres de ellas lo rechazaron y la otra ni siquiera si dignó en contestarle.

Después de varias visitas al orientador escolar, quien trataba de convencerlo de conseguir un empleo normal y simple en una fábrica, el Sr. Barlow llegó con la maravillosa noticia de haberle conseguido una entrevista en los estudios EMI en Abbey Road, ahora todo dependía de él el hacerse valer.

En la entrevista, tuvo la fortuna de que todas las preguntas que le hicieron eran simples y tenía el conocimiento necesario para cada una de ellas. EMI no dudó ni un segundo en contratarlo, y a pesar de que el salario era más bajo que el de alguien que se dedica limpiando fábricas, a Geoff no pareció importarle en lo absoluto. El simple hecho de haber sido aceptado ya era un triunfo para él.

En su primer día de trabajo, el nombre “Beatles” a penas rondaba de voz en voz entre los empleados del estudio. Básicamente, a Emerick le tocó