Resumen Capítulo Iv Cazadores De Microbios
Roberto Koch
El paladín contra la muerte.
A finales del Siglo XIX, en tanto Pasteur se dedicaba a salvar la industria del vinagre, maravillando a reyes y pueblos, un alemán serio y de baja estatura estudiaba medicina en la Universidad de Gotinga: Roberto Koch.
En esos años, el carbunco era una enfermedad que traía preocupados a los campesinos de toda Europa, pues mataba vacas y ovejas. Koch examinó unas muestras de sangre de animales infectados, y observó unos diminutos bastoncitos cortos y poco numerosos, que flotaban con agitación entre los glóbulos sanguíneos. Otros científicos ya habían observado tales seres diminutos (Davaine y Rayer, de Francia) en la sangre de ovejas muertas, deduciendo que eran los causantes …ver más…
Todo lo que sabía sobre la tuberculosis era que era causa de alguna especie de microbio, pues los hombres enfermos podían transmitirla a los animales sanos. Trabajó con el cuerpo de un hombre que falleció de tuberculosis, encontrando en cada parte que analizó unos bacilos delgados teñidos de azul.
Quería extraer los bacilos de cuerpos de los animales a punto de morir, para hacer que se multiplicaran en gelatina de caldo de carne, para cultivarlas durante meses fuera del alcance de cualquier ser viviente. Pero supuso que esa clase de bacilos solo se desarrollaban en un ambiente similar al de un ser humano. Así desarrolló un medio de cultivo de suero sanguíneo. Las carnicerías le proveyeron de suero de sangre fresca de un animal recién sacrificado, y tuvo que calentarla para destruir cualquier microorganismo ajeno a los bacilos de la tuberculosis. Todo ese suero lo vertió en tubos de ensayo. Realizando diversos experimentos, llegó a obtener 43 tipos de bacilos, extraídos de conejillos de indias, bueyes y monos enfermos. Concluyó que las personas se contagiaban de tuberculosis inhalando el polvo del aire con gotitas de esputo de los enfermos de tuberculosis.
En 1883 el cólera invadió Europa, y cuando parecía que descubrirían la causa, la enfermedad se detuvo. Se marchó a Calcuta donde encontró en los intestinos de cuarenta cadáveres un bacilo en forma de coma, que no halló en ningún hindú