Relatos De La Frontera
JUAN CARLOS ANTONIO GUERRERO ALVAREZ * AUTOR: GENARO MAZA VERA
* DATOS BIOGRAFICOS DEL AUTOR:
Docente y escritor, nació el 25 de Agosto de 1946, siendo sus padres don Genaro Maza More y doña Petronila Vera Machero de Maza.
Realizó sus estudios primarios en el C.E. 1041, los secundarios en la GUE “Carlos Augusto Salaverry” y los superiores en la Escuela Normal superior “Almirante Miguel Grau” de Piura, en la especialidad Lenguaje y Literatura. Al terminar ingresó a la docencia, laborando primero en Lancones, que más tarde le sirviera de tema para uno de sus relatos. Después laboró en la GUE “CAS”.
En 1968 en los Juegos Florales organizados por la Escuela Normal, ganó el 1er. Premio en Prosa, …ver más…
Lo único que reinaba era un sol fuerte que todo lo quemaba. Los algarrobos, gualtacos. ceibos y los overales no eran mas que seres cenizos que se retorcían clamando al ciclo por un poco de agua.
En Jaguay Alto, un pequeño caserío refundido allí por los cerros, vivían tres campesinos y crianderos de ganado cabrío que eran bien unidos. Se llamaban Domingo. Hortensio y Arnaldo. Acostumbraban a reunirse por las tardes, a jugar casino y a darse esperanzas sobre la pronta llegada de los aguaceros. Así pasaban el tiempo, hasta que un día, Domingo les propuso: • Bueno, muchachos. ¿Qué es lo que estamos esperando aquí? Sólo la muerte nomas; hasta el jaguay se esta secando. Vámonos mejor a buscarnos la vida a otro sitio. Yo lo que es mañana mismo agarro para donde sea. • Por mi parte estoy de acuerdo. ¡ Qué hacemos aquí pues? - afirmó Hortensio.
• Por lo que a mi persona se refiere, mañana mismo armamos viaje - dio su palabra también Arnaldo. LA PARTIDA. : Al día siguiente, de madrugada, ensillaron sus flacos jumentos, se despidieron de sus mujeres y de sus hijos hijos, y emprendieron viaje hacia donde los llevara la ventura. Muy penoso, pero bien resuelto, salieron de aquel caserío cerreño.
Deambularon días sobre días pasando las de Caín, atravesando cerros, cañadas, caseríos, ya por senderos peligrosos, ya por anchos y descuidados caminos. Por todos lados abundaba la desolación, hasta que por fin, como no