Refuerzo sonoro
Qué tan severa y prolongada será la crisis económica de EE.UU. son preguntas cruciales en estos días.
La preocupación más seria es que la actual crisis se convierta en algo más grave que la mayor recesión de la era posterior a la Segunda Guerra Mundial, la de 1982, cuando el PIB real per cápita cayó 3% y el desempleo alcanzó casi 11%. ¿Podríamos sufrir una depresión (definida como un declive de 10% o más en el PIB per cápita o el consumo)?
La macroeconomía de EE.UU. ha sido tan dócil durante tanto tiempo que es imposible obtener una lectura exacta del riesgo de una depresión usando sólo datos de EE.UU. Mi método emplea datos de largo plazo de muchos países y toma en …ver más…
Existe una probabilidad de 9% de que haya una "gran depresión" (una caída de 25% o más) tras un crash de los mercados. En contrapartida, la probabilidad de que una depresión menor vaya a la par de un crash bursátil es del 73%. Y una depresión severa casi siempre conlleva un colapso bursátil (nuestros datos muestran una probabilidad del 92%).
Al aplicar nuestros resultados al panorama actual, deberíamos considerar que EE.UU. y la mayoría del resto de los países no están en guerra (los conflictos de Irak y Afganistán no se pueden comparar a la Primera o Segunda Guerra Mundial). Por ende, obtenemos mejor información sobre las posibilidades del contexto actual consultando la historia de eventos en época de paz — en los que nuestra muestra contiene 209 crash bursátiles y 59 depresiones, 41 de de las cuales coinciden en el tiempo. En este contexto, la probabilidad de una pequeña depresión, ligada a un colapso bursátil, es de 20%, y la probabilidad correspondiente de una depresión severa es de apenas 2%. Sin embargo, sigue siendo probable que las depresiones sean acompañadas de un crash bursátil —69% para pequeñas depresiones y el 83% para las mayores.
Al final, aprendimos dos cosas. Los períodos sin colapsos del mercado son muy seguros, en el sentido que una depresión es sumamente improbable. Sin embargo, los períodos en que hay un crash bursátil, como en 2008 y 2009 en EE.UU., representan un