Politica en la epoca medieval
El personaje del príncipe Hamlet, a lo largo de la obra va desarrollando una serie de sentimientos y viviendo emociones que lo afectan psicológicamente, por lo que podemos notar una cierta confusión de Hamlet a través de sus monólogos.
En el primer monólogo, podemos notar a un Hamlet adolorido, pero no físicamente, sino que adolorido por la reciente muerte de su padre, el Rey Hamlet, cuya muerte es misteriosa aún, y quizá lo que lo lastima, lo hiere más es la “mala” actitud que tuvo su madre. Está molesto con la rapida decisión de su madre Gertrudis de casarse con el hermano de su padre, Claudio, a menos de un mes de haber muerto su esposo.
El príncipe da a conocer sus sentimientos ante dicha realidad: se …ver más…
Pero como dije, su conciencia se impone siempre ante el impulso, y vuelve a tomar conciencia de lo que está por hacer. Por ello, se implora que no quiere romper su naturaleza y matar a su madre, porque no es así como es él. Ruega no hacer lo mismo que Nerón (matar a su madre), y habla del “firme pecho”: aquí contrarresta la imagen débil y temerosa que demostraba en los demás diálogos. Se muestra firme y seguro de sí mismo. Y cierra el monólogo implorando no caer en el impulso de matar a su madre, aunque si herirla verbalmente, que logre hacerla sentir mal, pero sin llegar a matarla físicamente.
Y finalmente en el quinto y último monólogo vemos a un Hamlet totalmente decidido a romper la inacción, la cobardía y el temor que lo acompañaba a lo largo de la obra y decide ir a matar a su tío. Así rompe con la duda existencial del hombre manierista, evoluciona, ya que antes el temor lo frenaba, y ahora pierde el temor: hay una evolución o progreso psicológico en él.
En este monólogo entra en juego la religión y la razón. Hamlet está decidido a matar a su tío, y lo va a buscar. Cuando lo encuentra, lo encuentra arrodillado, rezando, generando nuevamente un freno para la acción hamlesiana: no lo mata, ya que piensa que si se está confesando y lo mata, éste irá al cielo, se purificará (lo religioso del monólogo), por lo que nuevamente entra en juego la razón, ya que vuelve a frenarse y tomar