Persuacion y Seduccion de Alex Grijelmo
1201 palabras
5 páginas
Persuasión y seducciónÁlex Grijelmo Las palabras tienen un poder de persuasión y un poder de disuasión. y tanto la capacidad de persuadir como la de disuadir por medio de las palabras nacen en un argumento inteligente que se dirige a otra inteligencia. Su pretensión consiste en que el receptor lo descodifique o lo interprete; o lo asuma como consecuencia del poder que haya concedido al emisor. La persuasión y la disuasión se basan en frases y en razonamientos, apelan al intelecto y a la deducción personal. Plantean unos hechos de los que se derivan unas eventuales consecuencias negativas que el propio interlocutor rechazará, asumiendo así el criterio del emisor. O positivas, que el receptor deseará también. Pero todos los …ver más…
Como nos muestra el semiólogo Pierre Giraud, "cuanto más significante es un código, es más restringido, estructurado, socializado; e inversamente. Nuestras ciencias y técnicas dependen de sistemas cada vez más codificados; y nuestras artes, de sistemas cada vez más descodificados" (Giraud, 1972). La historia del concepto "seducir" da a este vocablo un cierto sentido peyorativo, condenado desde su propio registro oficial. El diccionario de 1739 lo definía sólo con estas frases: "Engañar con arte y maña, persuadir suavemente al mal". Por tanto, la seducción no se ha entendido históricamente como algo positivo: se ocultaba en la palabra el temor religioso por tantas veces como se habrá retratado la seducción de un hombre a una doncella, la seducción de una doncella a un hombre, la seducción del demonio al hombre y la doncella... Pero no se reflejaba en el aserto del diccionario la seducción que puede ejercer un paisaje, o la seducción de un vendedor ambulante que proclamaba la eficacia de sus remedios. Y el adverbio "suavemente" de esa definición (que permanece en
. nuestro concepto actual: el modo se mantiene) ilustra la tesis que aquí traemos: con dulzura; con el sonido de la palabras o la belleza de las imágenes, con recursos que van directos al alma y que vadean los razonamientos. Aquella idea que identificaba engaño y seducción -dos formas de designar el pecado- en el primer