Para empezar a escribir (análisis)
Gabriel Borunda, escritor chihuahuense, poeta, narrador y ensayista. Su estilo se caracteriza por la crítica mordaz mezclada con el humor.
Por otra parte interesan en este texto el sentido experimental con que se tratan la mayoría de los cuentos que lo conforman.
Empezaré este breve y no muy profundo análisis, hablando de una cuestión que me parece interesante y ya característica en la narrativa de Borunda.
Hay en sus textos un desdoblamiento del personaje y tomo como ejemplo el cuento Destino de santidad, donde el espejo confronta la realidad en su cara más cruda y la expresión más humanizada del deseo.
Una idea recurrente de Gabriel Borunda donde se …ver más…
Se habla aquí de una y otra, del deseo y los abismos con una homogeneidad que dan forma final a este texto.
Para empezar a escribir tiene diferencias estructurales importantes en relación con el anterior libro de Borunda, Asesinato en la Biblioteca, ya que como hemos mencionado, el interés experimental fue el motivo constante de varios de los cuentos. Sin embargo, aún teniendo presentes las notables diferencias, es también evidente reconocer el estilo y la temática de Gabriel.
Uno de los cuentos que continúa con la línea estructural y el tono narrativo del texto anterior, es sin duda, La tapa justiciera, donde el sentido del humor, la ironía y el sarcasmo aparecen en la brevedad de este texto.
Llama la atención la poco frecuente mitificación de la mujer en la literatura de Gabriel, que en este libro se presenta en el texto Minerva. Su estructura es sencilla, lineal; su lenguaje es fluido y se expresan en él frases poéticas que en este texto son escasas, a diferencia de Asesinato en la Biblioteca.
“Lo que siempre supe fue el color verde transparente, como mar caribeño, de sus ojos. Ese color de aguas bajas, como si estuviera viendo la laguna de Tikal desde las alturas (…) Luego mi piel rehizo el anterior conocimiento del frío de su cuerpo, su piel blanca, casi transparente recobró para mi, de nuevo, aquella visión y sensación, ya casi olvidada de un cadáver abrazado a mí. Extraña paradoja, abrazo de fuego,