Obra Juridica De Justiniano
Justiniano nació en la aldea de Tauresium, en el Iliria no se sabe la fecha exacta de su nacimiento, aun que algunos historiadores afirman que nació en el año 482; fue educado en el ejercicio de las armas y realizó estudios de derecho y de teología. Desempeño altos cargos en el estado, destacándose sobre todo en el de “tributo militar” y en el de “prefecto del pretorio”.
Su tío Justino, emperador de oriente lo asocio al trono, sucediéndole después de su muerte en el año 527 y gobernando hasta el año 565. Se caso con Teodora, una bailarina de circo. El tuvo iniciativa de restaurar la idea romana, uniendo otra vez el imperio de occidente con aquel de oriente y al mismo tiempo hizo una reforma completa de la …ver más…
Pero lo más cierto, es que ha querido extraer de todas las fuentes, y crear según la necesidad reglas de derecho en relación con la civilización y las costumbres de su tiempo. Es pues sobre todo como legislador, que hay que examinarlo. En este punto de vista es justo reconocer que Justiniano es el autor de excelentes reformas. Desde el punto de vista histórico su obra se aprecia porque mientras el tiempo y la barbarie aniquilaban poco a poco la obra de los jurisconsultos romanos, el Digesto remediaba tratados donde se reconocen las dotes de sus autores. En resumen, los trabajos legislativos de Justiniano, como en toda obra humana, cabe el elogio y cabe la censura. Pero él haber emprendido semejante tarea en una época de decadencia, y haberla llevado a su fin completo.
Esta obra tiene una gran importancia en la interpretación del derecho romano, ya que su compilación en los números romanos clásicos, se aplican a situaciones nuevas, revela la continuidad del método interpretativo creado, que no solo utilizaron los interpolares, sino también los redactores de las disposiciones imperiales post-clásicos anteriores a Justiniano.
El estudio de estas interpolaciones ha sido echa de manera exhaustiva por algunos estudios dedicados en especial a ellas, entre ellos podemos mencionar a Cuyacio y la escuela,