Monologo Jose arcadio buendia
Lo descubrí un martes de diciembre. Imposible olvidar las caras de mis hijos en el momento en que se los dije. Aunque si lo pienso un poco mejor, el impacto debe haber sido más terrible para ellos que para mi. Ursula comenzó a entender que estaba volviéndome loco, pero comparaba mis nuevas manías e ideales, con la de los gitanos.
Claro, es que ella nunca pudo sacar de su cabeza el mal recuerdo que le dejó la primera visita de Melquíades a nuestra casa. En cambio yo, ese mismo día fue cuando tuve la certidumbre de que aquél era el principio de una grande amistad.
En un principio, yo era una especie de patriarca juvenil. Me encargaba de dar instrucciones para la siembra y consejos para la …ver más…
Y en cambio nosotros, seguíamos viviendo como los burros.
De la noche a la mañana, perdí todo interés en las investigaciones de alquimia; sufrí una nueva crisis de mal humor, no comía en forma regular y pasaba el día entero dando vueltas por toda la casa.
La llegada de los nuevos gitanos a Macondo fue un caos. Los habitantes de la aldea se encontraron de pronto perdidos en sus propias calles, aturdidos por la presencia de esos hombres y mujeres que solo conocían su propia lengua. Yo tenía que encontrar nuevamente a Melquíades, quería encontrarle una explicación a esta pesadilla. Me dirigí a varios gitanos, que por supuesto, no entendieron mi lengua, hasta que llegué al lugar en donde Melquíadoes solía plantar su tienda, allí me enteré de lo peor: Melquíades había sido alcanzado por la muerte, la misma que lo había estado persiguiéndolo mucho tiempo. Él me lo había confiado. De todas formas, la noticia me aturdió, me paralizó.
Ahora ya no recuerdo más nada, solo sé que quise llamarlo, llamarlo a él, a Prudencia Aguilar, y a todos los muertos para que compartan el dolor que estaba sintiendo. Pero ni siquiera ellos venían.
Una violencia salvaje se apoderó de mi. No se salvaron ni mis aparatos de alquimia, ni el gabinete de daguerrotipia, ni el taller de orfebrería. Gritaba como un endemoniado en un idioma altisonante y fluido pero completamente incomprensible. Sentía que nada podía detenerme, hasta que me encontré solo atado, ladrando