Mis vacaciones redaccion
La ciudad en la que estuve alojada, no me llamó tanto la atención. Era muy grande y, como la mayoría de las ciudades sudamericanas, bastante peligrosa. Por eso no salí ningún día sola a la calle. En cuanto a Goiania, aproveché al máximo la estancia allí para conocer la cultura brasileña y aprender el idioma. Durante más de un mes pude observar como es la vida cotidiana de aquella gente. Resultaba tan diferente de la realidad europea que me impactó. Por un lado se podían observar las calles con mucha pobreza, los niños descalzos jugando delante de sus casas. Por otro lado, también destacaban los bloques de pisos muy altos y lujosos. Lo que me llamaba la atención es que no importaba la clase social, todos parecían muy felices y risueños. Quisiera también mencionar los centros comerciales de estilo claramente americano. Se trata de unos edificios de tres o cuatro plantas, con muchísimas tiendas y bien equipadas. No cabe la menor duda que son unos establecimientos de lujo. También, quisiera señalar que la atención por parte de los vendedores y de las dependientas era francamente excepcional. Siempre se acercaban con una sonrisa en la boca y con ganas de ayudar. Si salíamos de la tienda sin comprar nada, no se enfadaban como desgraciadamente ocurre en Europa. Otro viaje que recuerdo como si fuese ayer, fue cuando visité la capital de Brasil. Me faltan palabras para describir lo