Marianela, resumen por capitulo.
¬Lo mío es distinto ¬dice¬. Me la tienen jurada. Se para, da una vuelta alrededor de la mesa. ¬Creen que yo tengo la culpa. Esos roñosos no saben lo que yo hice por ellos. Pero algún día se va a escribir la historia. A lo mejor la va a escribir usted. ¬Me gustaría. ¬Y yo voy a quedar limpio, yo voy a quedar bien. No es que me importe quedar bien con esos roñosos, pero sí ante la historia, ¿comprende? ¬Ojalá dependa de mí, coronel. ¬Anduvieron rondando. Una noche, uno se animó. Dejó la bomba en el palier y salió corriendo. Mete la mano en una vitrina, saca una figurita de porcelana policromada, una pastora con un cesto de flores. -Mire. A la pastora le falta un bracito. ¬Derby -dice. Doscientos años. La pastora se pierde entre sus dedos repentinamente tiernos. El coronel tiene una mueca de fierro en la cara nocturna, dolorida. ¬¿Por qué creen que usted tiene la culpa? ¬Porque yo la saqué de donde estaba, eso es cierto, y la llevé donde está ahora, eso también es cierto. Pero ellos no saben lo que querían hacer, esos roñosos no saben nada, y no saben que fui yo quien lo impidió. El coronel bebe, con ardor, con orgullo, con fiereza, con elocuencia, con método. -Porque yo he estudiado historia. Puedo ver las cosas con perspectiva histórica. Yo he leído a Hegel. ¬¿Qué querían hacer? ¬Fondearla en el río, tirarla de un avión, quemarla y arrojar los restos por el inodoro, diluirla en