Libro de buen amor (serranas)
El Arcipreste es el que narra la acción en primera persona y también mantiene diálogos con la serrana, la cual es sin lugar a dudas la que maneja en todo momento la situación, es ella quien lleva la iniciativa sexual y es también ella la que emplea la fuerza y maltrata al Arcipreste.
Dentro de los recursos estilísticos, podemos destacar en primer lugar la amplificación: hay una tendencia a utilizar muchos sinónimos, se tiende a la bimembración y trimembración: "nieve/granizo" (c-951), "estrecho/angosto" (c-954), "gaha/roín/heda" (c-961), "fuego/brasa" (c-965). Encontramos el mismo modo enumeraciones como en el caso de la comida: (estrofas 968-969).
Otro recurso que debemos citar es la anáfora, que consiste en la repatición de una misma palabra a comienzo de cada verso: el que de grado me paga (...)/ el que non quiere pagar (c-953-b y c). Del mismo modo también encontramos un ejemplo de antítesis o contraposición de ideas en los mismos versos.
Un rasgo que es importante a tener en cuenta en esta serranilla como en toda la obra es el uso de refranes: "amidos faze el can barbecho" (c-954d), "segun diz la fabla, quien pregunta non yerra" (c- 955c)
Podemos concluir señalando que esta parte que corresponde a las serranas es donde se dan ejemplos de amor lujurioso y no del supuesto "buen amor", vemos como se dan testimonios del amor carnal, lo cual ya nos adelantaba Juan Ruiz en el prólogo:
(...)e compuse este nuevo libro