Leyenda Taína De Guanina Y Sotomayor
1735 palabras
7 páginas
“Leyenda Taína de Guanina y Sotomayor” relata la historia de un español y una taína que no pueden realizar su amor debido a la tensa situación entre españoles y taínos. Cuando los españoles llegaron a Borinquén, recibieron el pacto fraterno de los taínos. Ambos bandos serían amigos y se respetarían. Sin embargo, los españoles quebrantaron el pacto y comenzaron a utilizar a los indios como siervos. Guarionex, un indio taíno, no podía soportar el trato cruel de los españoles, y mucho menos que Guanina, el amor de su vida, estuviera enamorada del conquistador Sotomayor. En un areito, Agüeybaná el Bravo, el jefe de la tribu, y otros taínos decidieron realizar un ataque contra los españoles. Sólo así recobrarían la libertad que los españoles
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Mientras sus familiares y amigos lo detestaban, ella lo amaba. En la leyenda no se especifica las razones por las que ella decidió amar a ese hombre y creer en lo que decía. Sin embargo, el amor a este hombre la llevó a ser despreciada por su pueblo taíno y a morir por el amado. Tal vez, Guanina pudo ver en él una esperanza que los demás no veían en los españoles o tal vez estaba cegada por un amor imposible. Al leer esta leyenda, nos damos cuenta que el dominio y la represión total de un grupo mínimo y poderoso no es una comportamiento actual, sino un comportamiento aprendido y repetido a lo largo de la historia. Tal vez no somos tan diferentes a aquellos indios. Tal vez nos hemos acostumbrado a luchar con un sistema imposible de derrocar. Nuestro gobierno, como los españoles, se ha encargado de reprimirnos y mantenernos controlados. Trabajamos para él, pero no vemos nada a cambio. Prestamos nuestros servicio, dedicación, esfuerzo y tiempo para darnos cuenta que al final del día el gobierno es el que sale beneficiado. Mientras más damos, más se nos quita. Aquél que promete, no responde. Nuestros representantes de gobierno piensan que, como a unos taínos indefensos, nos pueden engañar. Los puertorriqueños tenemos unos derechos pero, como en la época colonial, muchas veces no se hacen valer. Sería muy triste que nuestra identidad luchadora se perdiera, como le sucedió a los taínos. Debemos permanecer unidos y no permitir tanta violencia e inmoralidad en