Las preciosas ridículas guión adaptado
Du Croisy y La Grange
Du Croisy: ¿Señor La Grange?
La Grange: ¿Qué?
Du Croisy: ¿Qué dice de nuestra visita? ¿Está satisfecho con ella?
La Grange: ¿A su juicio deberíamos estarlo?
Du Croisy: No mucho, la verdad.
La Grange: Por mi parte jamás había visto alguna vez a dos jóvenes más maleducadas que estas dos, cuchicheando, bostezando, y preguntando a cada rato ¿Qué hora es? Y jamás había sido tratado con más desprecio que ahora.
Du Croisy: Parece que te lo tomas muy a pecho.
La Grange: Claro que sí, y por eso quiero vengarme de estas indecentes muchachas, debemos prepararles una broma que les haga ver lo necias que son, y de paso enseñarles el mundo.
Du Croisy: ¿Y cómo planeas hacer eso?
La Grange: Hmm, tengo un …ver más…
Y nada de hablar de amados decentes, ustedes se casarán con La Grange y Du Crossy, a mis años ya no puedo andar cargando con chiquillas malcriadas como ustedes.
Cathos: Yo opino que el matrimonio es fome y latero, ¿Qué tiene de malo el pensar en acostarse con un hombre?
Madelón: Dejanos disfrutar la cuidad un poco, tenemos que vivir nuestra juventud un rato, nada que ver casarnos al tiro y matar toda la magia de los años en donde se tiene que pasarla bien.
Gorgibus: (Aparte) ¡Ah no!, a estas en serio se les perdió un tornillo. (Fin Aparte). No entiendo nada de estas locuras de que me hablan, pero quiero que paren ahora, o se casan con esos jóvenes o les juro que las hago monjas.
Escena VI
Cathos y Madelón
Cathos: ¡Ay prima! ¿Qué clase de cosas tiene tu papá en la cabeza?
Madelón: No tengo la menor idea, a veces me avergüenza de las tonteras que habla, espero que se dé cuenta de lo que nos está obligando a hacer y lo detenga, así estaré libre para que llegue mi príncipe azul.
Cathos: Sólo hay que esperar prima, ya verás, yo puedo imaginarme toda la vida con mi hombre ideal.
Escena VII
Cathos, Madelón y Marotte
Marotte: Oigan, hay un hombre que dice representar a un jovencito un poco arrastrado preguntando por ustedes.
Madelón: ¡Aprende a hablar muchacha! Se dice: Señoritas, hay un caballero pidiendo verlas.
Marotte: Lo que sea, lo que sea, perdonen por no haber estudiado en sus colegios caros.
Madelón: