La realidad humana
Es la virtud de la continencia que el cristianismo llama pureza. Pero actualmente esta virtud es poco comprendida y practicada por razones que son complejas y variadas. 2. Virtudes cardinales
El pensamiento griego forjó una clasificación de virtudes que perdura hasta hoy: la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza.
Se le atribuyó a estas 4 virtudes el adjetivo de cardinales queriendo expresar con ello que son el eje alrededor del cual giran todas las demás virtudes. 1. La prudencia, la más fundamental de las 4, es una virtud moral e intelectual a la vez porque facilita ver lo bueno de cada circunstancia y realizarlo con decisión. El prudente es quien vive en la actitud de sopesar los elementos de cada situación en que se encuentra y de efectuar la acción moralmente buena en cada caso. 2. La justicia, la idea de cumplimiento adecuado de una vida, la idea de lo correcto o debido, contiene en esencia la noción de justicia. Lo más frecuente es hablar de esta virtud referido a nuestra relación con otras personas en la medida en que hemos de darles lo debido. Su importancia es para la regulación de la vida común que se entiende que un mínimo de deberes y derechos de la justicia se plasmen en códigos jurídicos. 3. La capacidad habitual de realizar lo mejor y debido pese al esfuerzo que suponga es la virtud de la fortaleza. Ella nos impulsa a acometer empresas y acciones buenas costosas, así como a perseverar en el empeño por