La profecía del Abad Negro
Únicamente dos personas del pueblo habían resistido a su poder: el librero Shaverin y el propio Fenton. El primero apareció asesinado, como si hubiera sido víctima de un vampiro, y el segundo decidió aplicar la fórmula que había descubierto en un libro de Shaverin para acabar con el vampiro, después de perder a su esposa y a su hija en las mismas circunstancias. El diario de Stanley Fenton concluía abruptamente sin que el rito se hubiera consumado.
Ada, fascinada con la historia, regresa a la abadía y descubre allí a los hermanos Fenton. Geoffrey, el muchacho, tiene una herida en la mano y los dos se muestran inquietos y con ganas de salir de allí. Esa noche se desata el terror: en el jardín de Ada aparece muerto Chris, un vagabundo que desde el primer día había intentado protegerla del Abad Negro; la noche siguiente mueren la directora del colegio y el guarda. Todos ellos muestran los signos del vampiro. Ada decide proteger a los hermanos Fenton, que están solos en casa aterrorizados y que acaban confesando que ellos han sido quienes han devuelto a la vida al Abad Negro. Tras una noche de auténtica pesadilla, en la que Ada descubre además que los chicos viven acompañados por el cadáver de su tía, de cuya muerte no han dado parte para que su padre no los reclame, los tres intrépidos jóvenes consiguen acabar para siempre con el Abad Negro. Para ello, además de su valor, debían utilizan todos los recursos