La escuela positivista (criminología)
La escuela positivista surge como respuesta a lo que los mismos positivistas llamaron “escuela clásica”, debido a lo que consideraron un abuso en la dogmática por haber olvidado, la escuela clásica, el hombre delincuente.
Nace dentro de un contexto de desorden social, ya que en el siglo XIX se empezaron a hacer denuncias a los postulados y declaraciones de la Revolución Francesa, y la pobreza y la marginación habían afectado a gran parte de la población. Aquí surge el proletariado y se hicieron evidentes resquebrajamientos a nivel económico, político y social. La burguesía se convirtió en una clase que estaba a la defensiva y que necesitaba ciertos mecanismos para continuar con el dominio que hasta ahora habían …ver más…
El derecho penal hay que referirlo a la realidad concreta que trata de regular para que sea científico. Los positivistas sostienen que el derecho penal no es una ciencia autónoma, sino que hace parte de la sociología criminal, la cual es una ciencia general, y el derecho penal es sólo su parte jurídica. Tal como decía Ferri: es una “ciencia general de la que el derecho es sólo un capítulo, el capítulo jurídico”. Como consecuencia de lo anterior, el derecho penal, no tenía un objeto y método propios, ya que el objeto sería el dado por los objetos de estudio de la antropología, la fisio-sicología, la psico-patología y la estadística, y el método sería el experimental.
2. El delito como fenómeno humano y social: el delito es un hecho antropológico y físico, condicionado por causas internas y externas. Las internas o endógenas pueden ser hereditarias o congénitas; mientras que las externas o endógenas pueden ser físicas (como el clima o la topografía del lugar) o sociales. Es aquí donde se acuña el concepto de delito natural, donde se tiene el elemento de inmoralidad como necesario para que un acto dañino sea considerado criminal por la opinión pública, así lo definió Garófalo: “(…) es la lesión de aquella parte del sentido moral, que consiste en los sentimientos altruistas fundamentales, o sea la piedad y la probidad. Es, además, necesario que la violación hiera, no ya la parte superior y más delicada de estos sentimientos,