La colonia y la herencia colonial
En la minería hondureña del siglo XVI es posible distinguir dos periodos: el primero que abarca hasta 1560 y estuvo dominado por la producción de oro, proveniente de depósitos ubicados en el norte y el este de la provincia. Después de casi una década de búsqueda de nuevas alternativas se descubrieron depósitos de plata de las tierras altas centrales.
La extracción de metales preciosos en Honduras se situó básicamente en la región central y sur del país, particularmente en la jurisdicción de la alcaldía mayor de Tegucigalpa. La cual estaba formada por los partidos de Tegucigalpa, Cantarranas, Danlí, Choluteca, Nacaome y Ojojona y por las doctrinas de indios de Aguanqueterique y Orica. En esta región se establecieron en diferentes momentos los minerales de Guasucaran (1569), Santa Lucia (1578), Agalteca y San Marcos (1581). Durante el siglo XVII surgieron las explotaciones de San Juan, San Salvador, El Corpus (1682) y San Martin en el partido de Choluteca. (2)
La dimensión cuantitativa de las extensas y ricas zonas mineras mejicanas o peruanas excede en mucho a la de una provincia pequeña como ser la gobernación de Honduras. Sin embargo hubieron factores que hicieron de la minería colonial hondureña se moviera con auge, nivelación, estancamiento, depresión, repuntes. En 1585 se alcanzo el pico más alto en la producción hondureña de metales preciosos, que