LA REFORMA PROTESTANTE

Carlos Guillermo Carcelén Reluz[1]

LA CRISIS RELIGIOSA:

Al finalizar la Edad Media se manifestó una profunda crisis religiosa caracterizada por dos elementos fundamentales en la formación del mundo moderno.

Primero tenemos el capitalismo inicial, al que la Iglesia católica ingresa ofertando una serie de servicios religiosos que rompían con muchos de los principios teológicos conservados por siglos, como la venta de las indulgencias, es decir, la remisión parcial o total del castigo por los pecados cometidos, el cobro por la administración de sacramentos, el cobro por el ingreso a la formación sacerdotal o monacal, la venta de los cargos de las jerarquías diocesanas, entre otras medidas …ver más…

En un afán de conciliar las posiciones el rey Segismundo de Hungría propuso que el mismo Huss expusiera sus ideas en el Concilio de Constanza (1414-1418), pero al no retractarse fue declarado hereje y luego condenado a morir por el mismo Rey Segismundo de Hungría, muriendo en la hoguera el 6 de julio de 1415. Después de su muerte sus seguidores se dividieron enfrentándose entre ellos; los utraquistas o moderados se reconciliaron con la Iglesia católica y la autoridad. Mientras que los taboristas o radicales fueron derrotados por los ejércitos del Emperador Segismundo en 1434 con el apoyo de los reconciliados.

Desde el mismo Humanismo del siglo XVI la Iglesia recibió muchas críticas, como lo hizo el mismo Erasmo en su libro Enchiridion o Manual del caballero cristiano, proponiendo una nueva visión, desde el Humanismo, para el cristiano de esa época, predicando una religiosidad más autentica y profunda[7], ya que la misma Iglesia había sido capturada por la política, incluso entre 1378 y 1417 se produjo el Cisma de Occidente, que fue superado por el Concilio de Constanza y la elección de un solo Papa ante el peligro del avance de las ideas críticas de Wickliffe y Huss, que no eran anticristianas sino más bien contrarias a los Papas y sus políticas[8].

A inicios del siglo XVI la situación de la Iglesia católica se caracterizaba por la ostentación de la corte papal, la compra y acumulación de cargos eclesiásticos para beneficiarse de sus rentas