La Olla Rota
Cuento VII, El Conde Lucanor o El libro de Patronio, Don Juan Manuel
EL LEÑADOR Y HERMES
Un leñador que a la orilla de un río cortaba leña, perdió su hacha. Sin saber qué hacer, se sentó llorando a la orilla.
Compadecido Hermes de su tristeza, se arrojó AL RÍO y volvió con un hacha DE ORO, preguntando si era ésa la que había perdido. Le contestó EL LEÑADOR que no, y volvió Hermes a sumergirse, regresando con una de plata. El leñador otra vez dijo que no era la suya, por lo que Hermes se sumergió DE NUEVO, volviendo con el hacha perdida. Entonces el hombre le dijo que sí era ésa la de él.
Hermes, seducido POR SU HONRADEZ, LE dio las tres.
Al volver con sus compañeros, contóles el leñador SU AVENTURA. Uno de ellos se propuso conseguir otro tanto. Dirigióse a la orilla del río y lanzó su hacha en la corriente, sentándose luego a llorar.
Entonces Hermes se le apareció también y, sabiendo el motivo de su llanto, se arrojó al río y le presentó igualmente un hacha de oro, preguntándole si era la que había perdido. El bribón, MUY CONTENTO exclamo:
-¡Sí, ésa es!
Pero el dios horrorizado por su desvergüenza, no sólo se quedó con el hacha de oro, sino que tampoco le devolvió la suya.
La divinidad es tan favorable a los hombres honrados, como hostil a los bribones.
ESOPO
Para los tres textos… 1. sinónimos 2. categorías