LA CAPILLA DEL CEMENTERIO GENERAL DE LAYKAKOTA.

Capilla del Cementerio de Laykakota
La capilla del cementerio de Puno, realizada probablemente a fines del siglo XVIII (18) aparece, en escala reducida, a la Catedral... En la portada en piedra están tallados los símbolos de la muerte y la decoración interior presenta lineamientos neoclásicos del siglo XIX. Hay un evidente contraste entre la majestuosa imagen externa del edificio, puesto en valor por su escalinata, y la pequeñez del espacio interior.

Puno, las iglesias del barroco

POR OMAR ARAMAYO
Para sustentar la expresión americana barroca y su propia existencia: ¿qué soy, por qué, cómo y dónde?, José Lezama Lima escribió: "Si contemplamos el interior de una …ver más…

Sin embargo, las imágenes y símbolos religiosos fueron respetados. Un siglo más tarde los chilenos, menos piadosos, incendiaron Chucuito y saquearon cuanto metal dorado encontraron a su alcance. De aquella época vienen algunas historia de tapados (tesoros ocultos) de joyas de vírgenes y santos.

El acceso a estos templos es relativamente sencillo, sobre todo cuando los caminos comienzan a quebrar las lejanías del altiplano. El templo de San Antón, como un barco de piedra labrada, abandonado sobre la colina, vigila las pampas que se van por el cañón hacia la selva, imponente, quizá como ninguno, inexplicable y solitario en el páramo. Hace siglos su población se replegó en la hondonada por donde pasa la carretera. Desde entonces se ha convertido en un templo fantasma, vividero de vizcachas y lechuzas. Pero sus hermosos y rebuscados bordados pétreos se obstinan en permanecer desafiando la oscuridad de los tiempos. Los lugareños afirman que se mueve y que ciertos días amanece en otro lugar.

La suerte del templo de San Jerónimo de Putina, construido a fines del XVIII por el fervor de los gambusinos de la selva oriental, ha tenido mejor suerte. Putina nunca perdió vigencia, dada su condición de balneario, centro alpaquero y paso obligado a la selva. Dos portadas mudéjar y una cúpula de tambor, en piedra blanquecina y rojiza, combinadas con alta gracia,