Incubos & Sucubos

Relato (judeocristiano): Se deriva del Viejo Testamento, de la historia de Lilith, Adán y Eva. Lilith sale de la tradición hebrea, y se dice fue creada de la misma tierra que Adán. Lilith quería ser tratada igual que Adán en todos los aspectos, inclusive durante el sexo, algo que a Adán no le gustó. Dios, entonces, le creó otra mujer, y luego le creó a Eva.

Lilith se fue al Mar Rojo a tener relaciones sexuales con los demonios y tuvo centenares de hijos. Adán denunció a Lilith con dios y él la mandó a buscar con ángeles. Lilith se rehusó a regresar al cielo porque estaba manchada con pecado, y extrañamente se declaró a sí misma la elegida para cuidar los recién nacidos. Yahvé se enojó con Lilith porque no volvió, e …ver más…

Al despertar, ya la mujer se había ido. Macario asume haber tenido sexo con ella ya que los leones que él antes cuidaba ahora lo rechazaban. Por medio de una penitencia en el que sus leones lo enterraron hasta la cabeza por 3 años y luego lo desenterraron, fue que él pudo recobrar su santidad.

R (Cristiano): Un monje que vivía en una cueva fue visitado por una bella mujer joven que alegaba haberse perdido en el desierto. La mujer fue seduciendo poco a poco al monje hasta que éste quiso tener sexo con ella. Sin embargo, antes de que el monje pudiera tener sexo con ella, la mujer se evaporó emitiendo un fuerte grito y el aire se llenó de risas de demonios que habían presenciado su pecado.

R (Cristiano): San Sereno alegaba ser tentado por coros de hermosas mujeres desnudas e insinuantes, que se ofrecían a tener sexo con él. Desesperado, Sereno le rogó a dios por ayuda y éste envió un ángel que le realizó una operación donde le sacó un canto de carne ardiente y le informó que ya no sería tentado jamás.

R (Cristiano): San Gregorio Magno cuenta una historia de un santo abad llamado Equitius, el cual, atormentado por súcubos que lo acosaban sin cesar, pidió a dios ayuda y éste le hizo perder la sensación en el miembro y lo declaró libre de toda tentación.

R (Cristiano): San Gregorio cuenta que, un obispo de una pequeña iglesia fue a orar por la noche y encontró una fiesta de demonios en su iglesia, y en su púlpito estaba sentado un demonio