Imperio Arabe
La civilización árabe floreció en el territorio de la península Arábiga, la cual limita al norte con el golfo Pérsico e Irak, al sur con el golfo de Aden, al oriente con el océano Índico y al oeste con el mar Rojo.
El territorio árabe es casi totalmente desértico, con la excepción de dos regiones: Hedjaz y Yemen, en las que habitaron grupos sedentarios que lograron prosperar gracias a la agricultura y a su ubicación geográfica que les permitía comerciar con las caravanas orientales, provenientes de la India, y de Siria; las africanas provenientes de Egipto y las provenientes del Imperio Bizantino.
Política y sociedad
Uno de los mayores aciertos de los árabes para conseguir tan vasta conquista y expansión, fue …ver más…
Después de la primera guerra mundial la zona pertenecía al imperio turco, quienes para congraciarse con Inglaterra y Francia empezaron vender tierras al Jewish Agency para asentar a colonos que huían de lo pogromos en Rusia, los grandes latifundistas turcos les vendían a precio de oro tierras completamente infértiles en el desierto del Negev, las cuales fueron transformadas en tierras productivas gracias al trabajo de los kibbutzin judíos que canalizaron el desierto, desecaron los pantanos, y pusieron en producción la mitad del territorio, es decir los judíos no invadieron palestina la compraron dinar por dinar, hectárea por hectárea. En 1948 al crearse el nuevo Estado de Israel y pesar de los esfuerzos de los pioneros israelíes, la población árabe se movilizó en masa a pedido de los gobernantes jordanos y sirios para escapar de la anunciada invasión árabe al nuevo estado, la cual según los líderes árabes sería de exterminio y duraría "unas semanas", para su sorpresa el nuevo estado judío soportó el ataque conjunto de los ejércitos sirio, jordano, egipcio y libanés, y en un año empujó a los ejércitos invasores a las posiciones originales, pero los habitantes árabes por un equivocado sentimiento nacional árabe no quisieron volver a sus tierras que consideraban "ocupadas" por los judíos a pesar de las promesas de Ben Gurion de que serían tratados como ciudadanos