Humanistas cristianos
1. 2. .- LA VISION DEL MUNDO SEGÚN GABRIEL MARCEL 1. 2. 1. .- Las dos guerras mundiales:
Gabriel Marcel desde sus experiencias más fuertes ve al mundo, lo primero que nada, el conflicto de la primera guerra mundial (1914), que ha sido una destrucción masiva, que causó muchas muertes y catástrofes. Para Gabriel Marcel, la presencia en la guerra, fue una experiencia decisiva en su pensamiento filosófico, porque le hizo sentir dolorosamente el drama de la existencia humana. Después de la primera guerra mundial, que duró 4 años, 3 mese y 14 días, después de una paz inestable, debido al tratado de Versalles, estallará la segunda guerra mundial, que comenzó en 1939, contraAlemania y la coalición Franco-Británico, que …ver más…
Hablando objetivamente, por esencia, carece de privilegios. Desde luego, nada de esto será rechazado por la reflexión segunda.
"Es fácil ver cómo el dualismo alma-cuerpo, tal como se presenta en Descartes, revela la reflexión primaria, aunque el mismo Descartes, en un pasaje particularmente oscuro, habla de la unión del alma y el cuerpo como una tercera sustancia"[10]
Todo se aclara en la perspectiva siguiente: si nos mantenemos dentro de los cuadros de una lógica tradicional, fiel a la distinción secular entre sujeto y predicado, tendremos que considerar que el alma y el cuerpo son dos cosas distintas entre las cuales debe existir una relación determinada, susceptible de expresarse abstractamente, o bien como si el cuerpo fuera una cosa y lo que llamamos impropiamente alma su predicado, o bien a la inversa[11].
Tal vez este problema de dualismo podemos explicitar mucho mejor preguntándonos ¿Qué soy yo?[12] respondiendo a la pregunta, tal vez, yo soy mi cuerpo en tanto que significa un tipo de realidad esencialmente misterioso que no se deja reducir a las determinaciones que presenta como objeto, por completar que sean. También el sentir, es uno de los elementos que nos puede clarificar de que es imposible insistir sobre lo que hay de específico en mi cuerpo en tanto mío sin poner el acento en el sentir como tal. Es decir, el sentir está ligado indisolublemente al hecho