Hora Santa Misionera
• Monición de entrada
En estos momentos tendremos a Dios, nuestro Señor, entre nosotros, en su cuerpo sacrosanto, expuesto en Eucaristía. En silencio y en acto de adoración permanente, viviremos esta experiencia de Dios con nosotros y entre nosotros. Dispongámonos a vivir una hora en la intimidad de la oración y reflexión como comunidad e Iglesia misionera.
El celebrante o ministro acólito lleva el Santísimo Sacramento al altar y lo expone solemnemente en la custodia, mientras todo el pueblo de rodillas entona el canto inicial.
CANTO DE EXPOSICIÓN
El coro entona un canto de adoración haciendo participar al pueblo. (Todos de rodillas)
Bendito, bendito, bendito sea Dios.
Los ángeles cantan y …ver más…
1.-Oh Jesús sacramentado, en tu divino corazón ponemos el continente africano: su gente, sus problemas, su realidad, sus creencias, sus anhelos, sus temores y sobre todo el ferviente deseo de búsqueda que tienen para encontrarte, aunque sea reconociéndote con otro nombre.
Todos: Jesús sacramentado en tu corazón divino guarda al continente africano.
2.-Oh divino Jesús que estás presente en los sagrarios de todo el mundo, depositamos en ellos a todos los hombres y mujeres del continente americano. ¿Quién como Tú, para conocer sus inquietudes, sus esperanzas, sus proyectos, sus luchas, sus angustias, pero también sus deseos de conocerte, amarte y servirte?
Todos: Jesús sacramentado, escucha nuestra plegaria y manda abundantes frutos sobre el continente americano.
3.-Santísimo Sacramento del altar, que de día y de noche estás oculto esperando nuestra llegada, te pedimos por el continente de Europa. Contempla a sus habitantes, mira a sus familias, ve el rostro de cada uno de estos hermanos nuestros que aún conservan la fe y tienen su mirada puesta en Ti.
Todos: Jesús, en tu amantísimo corazón sostén a cada uno de nuestros hermanos europeos, para que todos juntos un día podamos contemplar tu rostro en la patria celestial.
4.-Cristo Eucaristía, que por amor a nosotros haz querido quedarte en las especies del pan y del vino para ser