Griffo
Nito se resiste como consecuencia de su estilo "duro", y sostiene la teoría que los consultores no traen nada novedoso y sólo describen lo que ya todos conocen. Puro gasto… En 1993, la empresa cuenta con 40 operarios dirigidos por un capataz ó jefe de fábrica, con un estilo de conducción por demás precario. Nito se ocupa del "desarrollo" de nuevos productos en broncería. Hugo maneja la administración y las finanzas con 3 empleadas administrativas y con la colaboración en temas bancarios de su madre, ya retirada de la operatoria del negocio. Hugo y Nito están desanimados por el nivel de los retiros de fondos personales y del futuro del negocio. Sostienen que el producto se basa en precio y que la competencia es atroz, incrementada por la importación de válvulas chinas de menor calidad. Hugo piensa importar válvulas chinas e italianas.
En 1993, GRIFFO S.A. tiene una línea de broncería sanitaria formada por válvulas esclusas para agua con marca Bronex y esclusas para gas con marca Cierre, ya que la marca Bronex en gas la tienen sus primos. La comercialización de GRIFFO S.A. está a cargo de Hugo, quien la maneja desde su escritorio, con un grupo de vendedores-corredores por comisión (que además venden productos asociados a la broncería, como cañerías, sanitarios, etc). Hugo no viaja al interior del país, a pesar que muchos distribuidores importantes de diferentes provincias aún recuerdan a su padre y valoran su alta reputación. Hugo, en un